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domingo, 13 de octubre de 2019

DIARIO DEL RUTERO POR LA RUTA MOZÁRABE. DE LAS VENTAS A ALCAUDETE.


Hoy realizado  la tura 45 ruteros y entregamos este folleto

ASOCIACIÓN DE VECINOS
“HUERTA DE CAPUCHINOS”
DE
ALCALA LA REAL

13 DE OCTUBRE DE  2019 Salida: 8.50 de mañana.
RUTA DEL CAMINO MOZÁRABE.
Visita  al castillo calatravo, iglesia de Santa María, y  vista panorámica de Alcaudete
 Y CUMPLIMOS DEL  HORARIO PREVISTO
8.30 Salida Plaza Juan Carlos I, y por unimprevisto, lo hicimos diez minutos  después contorta de Charilla y arresoli.
9. Ventas del Carrizal. Pasamos desde el último tramo , por carretera a las faldas del último tramo de la Acamuña, Arroyo de las Parras y n 432, Ventas del Carrizal
9.15  Ruta mozárabe, a partir del río San Juan. Más de seis Kilómetros por la ruta señalizada y dos últimos por el camino de entrada tras el Polígono y llegada al Centro de la Salud..
11, 45. Vista panorâmica de Alcaudete, foto en plaza, convento franciscano de Clarisas, Ayuntamiento, y Santa María conexplicación y comentario de iglesia y torre,
12. Castillo e iglesia. Nos acompañó la guía Ana entre comidas medievales y testimonio calatravo 
14.0 Comida a las catorce horas en el Centro de Recursos., 
16.45.Vuelta. Adelantamos a las 16. 
Y recogimos y comentamos de sus folletos municipales, estos datos de un antiguo artículo personal. 
  
Se ha puesto de moda el camino mozárabe, y se percibe el gran número de peregrinos y caminantes que recorren las etapas de este itinerario por la provincia en los últimos meses, y, sobre todo, en los periodos festivos. El último tramo por la provincia de Jaén enlaza la aldea de la Venta del Carrizal hasta el final del término municipal de Alcaudete. Dejar la aldea castillera por la calle de la Fuente y pasar el rio san Juan permiten otear un lugar que se remonta a tiempos iberorromanos en el entorno cuyos vestigios de un oppidum importante donde se encuentra esta vía secundaria de la red comunicaciones de la Hispania Romana.  Tras dejar atrás la torre del Atranque ( denominada también de los Ajos,  y de Encina Hermosa y confundida con la de Cañizar Alto y Bajo por estudiosos Valeriano del Castillo), se encamina el peregrino hacia el castillo calatravo de Alcaudete, y se sigue por el camino real de la Fuente Amuña, sirviendo de hitos ( por lo menos con perspectiva visual)  las torres de  Molino del Moro, Caniles,  la Harina, y Torre Blanca. Sin desviarse mucho de ellas, es digno para comprender el mundo de frontera acercarse a la de la Atranque, musulmana, cilíndrica y y maciza “en su base hasta la altura de cinco metros, donde en esta segunda sección se abre un vano, que se utiliza para puerta y ventana, que obliga a la escalada llena de obstáculos. En sus secciones se abriga una sala de planta cuadrada que se cubre con una bóveda vaída y construida por la técnica del mampuesto, No ofrece terraza alguna.

HOY LAS CONTEMPLAMOS AL REGRESO, POR LA MAÑANA EXISTÍA NIEBLA. Y con su visita se puede uno hacer idea de todas las atalayas oteadas o del recinto del entorno”. En dirección con el faro del castillo de Alcaudete, por medio de olivares y algún que un cortijo abandonado el camino se adentra a la Fuente Amuña, un buen recinto para poder hacer la primera parada en un recinto remozado y que invita al relajamiento entre el agua y el arbolado. De allí, se baja al santuario de la Virgen de la Fuensanta, donde se alberga la patrona de este pueblo de la Sierra Sur de Jaén. Y, por la calle central de su parque, en medio de un bosque muy frondoso y con un arbolado muy cuidado, se alcanza el cruce entre la carretera nacional y la antigua de Jaén, donde una rotonda canta la tierra andaluza con su cerámica de colores verdiblancos. Desde allí una pendiente calle acerca al peregrino al convento del Carmen, a la plaza del Ayuntamiento, al entorno de la iglesia de la iglesia de Santa María y a su castillo. Es un ejemplo de reconstrucción y de una puesta de valor de un recinto histórico, bastión de la frontera de Fernando III, encomienda calatrava y dominio de los señores, que llegaron a ostentar el condado de Alcaudete. Si queda tiempo y ganas, la iglesia de San Pedro y la visita de sus fábricas de dulces y productos hortofrutícolas se hace obligatorios por la calidad de su mercado.
Alcaudete es una muestra singular de los pueblos del Sur, entre montañas y llanura, entre huertas y cerros, entre olivar y tierra de hortalizas, entre leyendas e historias de buenos caballeros. Nudo de comunicaciones y tierra de progreso. Parada de viajeros y asentamiento de conquistadores. Musulmana y cristiana. Ahillos y Orbe. Salado, Víboras y San Juan. Caminos de hierro y sendas de tierra. Mata y Doña Jimena. Ciudad  de patrimonio histórico y de miras de progreso. Al Qabdaq, y Municipio Fravasoson y Alcaudete.   Y ACABÓ LA RUTA. LA PRÓXIMA RUTA A PARTIR DE LO SIGUIENTE. 
Desde allí, entre olivares, dejando a las espaldas la fuente Zayde, sus cerros del entorno y sus huertas, el trazado de la nacional 432 marca el itinerario en dirección a Córdoba, el camino se convierte en un Guadiana que a veces ha sufrido la roturación forzada y tan sólo permite contemplar las ruinas de los cortijos de las Tejeras (la Alta y la Baja). Hay que ir con ojo avizor pues es fácil perder la ruta hasta cruzar un pequeño arroyo por un camino perpendicular al anterior y llegar, tras un pequeño ascenso, y su correspondiente bajada topar con los ríos Salado y San Juan. Entre la carretera nacional, algún que otro cortijo y naves industriales se alcanza la Laguna del Salobral, no siempre con agua en su totalidad, se bordea y se continua el camino en dirección a Baena tras pasar la ruta Verde, un antiguo camino férreo. Pero, ya se encuentra el peregrino en Baena. Esto es otra historia, en este caso de las rutas cordobesas.
 
BREVE DESCRIPCIÓN DE ALCAUDETE
   En Alcaudete la historia se respira por todos sus rincones. Encrucijada de caminos, situado en la Comarca de la Sierra Sur, en contacto directo con las tierras Granadinas y Cordobesas. Su caserío se derrama por la ladera del cerro, abrazando sus dos edificios más insignes: la fortaleza medieval y la iglesia de Santa María la Mayor; expandiéndose en forma de anillo y desde el cual, se divisan sus ricas tierras de olivar y huertas. El blancor de sus casas sobresale entre el verde del olivar.  Fuera del recinto medieval, nos adentramos en la gran expansión que adquirió el municipio entre los siglos XVI al XVIII, y donde se encuentran edificios civiles y religiosos de muy diversos estilos, que engalanan y embellecen las calles de su casco histórico.

ENTRADA

. Los accesos y alrededores del N.E. y E. son posiblemente los más bellos. Por el N.E. la alta sierra de Ahillos desciende casi hasta las inmediaciones del pueblo. Las filtraciones de sus rocas calizas dan lugar a manantiales, especialmente la Fuente Amuña, que riegan las huertas de su mismo nombre, en donde se levanta la ermita de nuestra Patrona, la Virgen de la Fuensanta. Este rico vergel lleno de árboles frutales, y más recientemente de numerosos chalés, se continúa por el Parque de la Fuensanta, quizás el más hermoso de nuestra provincia, en donde se encuentran significativas instituciones culturales como son el Instituto de Enseñanza Media y la Casa de la Cultura. A la derecha del Parque, en el viejo camino de la Fuensanta, podemos ver la Cruz del Humilladero, allí levantada en conmemoración de la heroica defensa que nuestros antepasados hicieron en 1.408 del pueblo, contra las embestidas y asaltos de un poderoso ejército árabe, que en aquel paraje estableció su real. Atravesado el Parque, nos hallamos rápidamente en los Zagales, cruce de carreteras y centro neurálgico de la población. En este lugar se encontraba hasta fechas recientes una hermosa fuente y un extraordinario abrevadero para las bestias. En uno de sus ángulos aún se halla parte de las antiguas instalaciones del Parador del Conde, construido en el siglo XVIII, de las que podemos distinguir un soberbio escudo heráldico de la noble familia de los Córdova, Señores y Condes de Alcaudete. 

Descendemos hacía el Oeste por la carretera de Córdoba hasta otro emblemático lugar de las inmediaciones de nuestra ciudad. Me refiero a la Fuente Zaide, Bonito lavadero público, hoy arruinado, precedido por una hermosa fuente surgida de una pared decorada con escudo nobiliario, también de los condes de Alcaudete. Encima de ella se encuentra la ermita del Calvario, y una corta vereda, antaño bordeada de frondosos morales, conduce desde allí hasta la fuente de la Alcaubilla.


 Ascendiendo por la calle Llana, principal centro comercial de la villa, localizamos varias casonas de familias nobiliarias, que muestran su poder económico a través de la construcción de pequeños palacetes, ejemplo de ello son la Casa de los Leones, la casa de Alcalá Zamora y la de la Varonesa.
  Discurriendo por la calle del Carmen, principal vía de comunicación entre el casco antiguo y el nuevo Alcaudete, y tras discurrir por algunas de las calles más populares, como es la del Agua y Magañas, llegamos hasta el Convento de Santa Clara, congregación de monjas Clarisas que viven en clausura, donde destaca la impresionante portada Barroca de su iglesia conventual, flanqueada por columnas salomónicas.
 Llegamos hasta la Plaza 28 de Febrero, centro neurálgico de la villa y testigo de los grandes acontecimientos sociales y culturales. En ella se localiza la Casa Consistorial o Ayuntamiento, de estilo Barroco, custodiado por la figura de San Miguel, su patrón. Adosado a él el Arco de la Villa, que era la puerta principal de acceso a la ciudad medieval, muy reformado en época renacentista
    La Plaza de Santa María  fue nuestro punto de partida de la visita a la villa. Desde sus miradores pudemos contemplar la potentes murallas medievales, alzadas por los musulmanes y reforzados por los cristianos, para proteger el espacio urbano intramuros, hoy día despoblado.
    Aquí se levanta con imponente figura, Santa María la Mayor, primera y principal iglesia parroquial, de traza Gótica. Tiene planta rectangular de tres naves rematadas en capillas con bóvedas de crucería, siendo la central o mayor, obra del arquitecto Martín de Bolívar. Posteriormente es ampliada su capilla mayor, en el Renacimiento, por Francisco del Castillo. Finalizándose en el siglo XVIII con la construcción de su sobresaliente campanario.
    Ascendiendo a la cumbre del cerro, llegamos a uno de los Castillos más importante y mejor conservados de la Provincia. De alcázar islámico o Hisn al-Qabdaq, como lo denominan las fuentes árabes, pasa a ser fortaleza de la Orden Militar de Calatrava, para lo cual se llevan a cabo una serie de transformaciones, no solo para adecuarla a la vida conventual de los freires, sino para potenciar su carácter de infranqueable o inexpugnable.
    Tras bajar del castillo y de nuevo en la Plaza de Santa María, comimos arroz, jamon y queso y una rica tarta de frtas otoñales.
















 





























Varias camisas de serpientes en el recorrido y turistas  que nos sobrepasaron, así como ciclistas-
















































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