Archivo del blog

domingo, 2 de junio de 2019

V PREGÓN DE ,LA CRUZ DE MATUTE


V PREGÓN DE LA CRUZ DE MATUTE





      
 PREGÓN DE FIESTAS

Buenas tardes, amigos y amigas convocados a la Fiesta de la Cruz de  Matute. 

Este año, muy tardía ha sido la fiesta de la Ascensión del Señor, nada menos que el dos de Junio, acostumbrados como estábamos a mediados de mayo. Ya no se retrasa el agua, sino que el calor nos invade desde primero de año. Y menos mal que algún respiro nos dio el mes de abril/ aguas mil.
       Orgullosos del legado de la Asociación de la Cruz de Matute, os hemos convocado a esta fiesta  en torno a la cruz. Como decía nuestro poeta Juan Ruiz, el arcipreste de Hita, recordando las correrías  de su padre Arias González por estos cerros entre serranos, y haciendo verso sus amores con una dama llamada Cruz:

Mis ojos non verán luz,
pues perdido he la Cruz.
Cruz cruzada panadera,
tomé por entendera,
tomé senda por carrera
como andalúz.

Como andaluz que marcan las bandas de los hermanos directivos de la Junta,  entre el blanco de los brazos de esta encalada cruz y el verde del encinar, o  como el verde de los esparragales de las nuevas hazas en torno al Palancares y
el blanco de las aguas de  los arroyos de  Cañadas y Ana Ramos. O el blanco de las casas de los vecinos del entorno de Matute y el verde de los prados de Ruiz Pérez y Capellanías.
Y como aquel poeta, este año de nuevo os hemos agasajado con  esta fiesta singular, que cantaban estos  versos:



Prometiole  por mi consejo
trigo que tenía añejo.
et presentole  un conejo
el traidor falso, marfúz.
Cruz cruzada panadera ,
tomé por entendera,
tomé senda por carrera
como andaluz

Y este año, se han ofrecido  el tradicional desfile de carretas que se organizó desde la Loma de Solís, en medio de chirimías y tamboriles, y canciones serranas de estas tierras de Montefrío, de  Ambar, de Ruiz Pérez, de  Las Ventas de Bramaderos, Endrinales, Conejeras, Peñuelas, Esperanza, las Hoyas, Camello y otros aledaños entre  Íllora, Montefrío y Alcalá la Real.  Y queremos agradecer la presencia de todos vosotros y el desvelo de las autoridades para que sea una realidad esta fiesta campesina y tradicional.
Y, algún faro debió atraernos para compartir este día de asueto y convivencia, recuerdo de nuestros antepasados, rememoración de las labores de los años de braceros, y aldabón de la conquista del monte con la roturación de los campos. Hoy día,  rincón, agradable y amenos de familias de diversos rincones del mundo como los Sánchez Morales, los Rovie y Coin, o remembranza de la familia Ramírez, Cano, Briones y Coca.
Atalaya natural desde donde se asoma alcahueta la fortaleza de la Mota entre cerros y olivares; mirador de la Parapanda, cerro  de dádiva real y trono de comunicación de  la  Vega de Granada  y de la Sierra Sur.
Este faro fue esa cruz de puntas redondeadas levemente, cruce de la Cañada real de Córdoba y Granada con el cruce de los Endrinales, testigo de los antiguos monfíes , alwayales y alfaqueques, a donde convergía el camino de Ïlllora, la colada de Agreda, y los caminos que venían de  Montefrío desde el cordel de los Playeros Esta cruz mimada por los vecinos y los miembros de esta asociación ,restaurada, con un cuerpo nuevo, emplazando al antiguo pedestal, que soportaba al travesaño y cabeza de toda la vida. Se eleva sobre un pedestal  a forma de pequeña pila  con una pared de estrías redondeadas, en medio siempre de vegetación de monte bajo.  
Esta cruz es un símbolo y una historia de amor,  con su estipes de palo vertical sin muestra de condenado, y su patíbulo o palo de un encadenamiento de muchas personas que la invocaron. Una cruz, no de tormento, sino de tender las manos, y de abrir estos campos, como dicen sus organizadores, para hacer historia.
Una cruz de alegría y fiesta, a los sones de Paco Martín y entre las viandas que se han preparado para folgar y gozar, y bailar y danzar. Esta tarde, entre nuevas serranas y apolíneos mozos, herencia de aquellos bailes aldeanos y de cortijos, que convocaban a miles de vecinos en medio de la dispersión rural,. Hoy, modernizados con canciones de nuevos tiempos al son del Trío del Paraíso. Las serranas del Arcipreste se convierte en las serranas de Matute y cantan y bailan , mientras esperan el turno de suerte para elegir al nuevo hermano mayor
 No creo las rosas

de la primavera
sean tan hermosas

ni de tal manera;

hablando sin glosa,

si antes supiera

de aquellas doncellas,
de Matute mozas.
Y mientras  los hombres,  de seguro que  les devuelven estos versos de estrambote final de García Lorca:
La cruz.

(Punto final

del camino)


Se mira en la acequia.

(Puntos suspensivos.)
Y nosotros con el Trío Paraiso,  bailemos hasta el final,  alargando la tarde hasta que el sol se convierta en mortecino,.
Viva la Cruz de Matute.

FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario