La Virgen con el Niño. Es una imagen que representa a María
presentando al Niño en el brazo izquierdo a los devotos. El hieratismo y
posición vertical se rompe con el típico adelantamiento de la pierna derecha
que se contrapone al movimiento de recoger al Niño con la mano izquierda. Los
pliegues caen majestuosos y solemnes sin movimiento a las plantas de los pies y
sobre la rodilla derecha, formando en la zona central el típico triángulo de
concentración de las líneas. Presenta túnica, manto y el velo que cubre la
cabeza de la Virgen, el niño se ofrece
en la edad de los dos años y con túnica y su cabello rizado con los bucles
sobre la frente en contraste con la frente descubierta de la madre. En Alcalá
la Real, había algunas imágenes de María con la advocación de la Antigua, y,
sobre todo, en el año 1568, se realizó una que recibió con el paso del tiempo
el nombre de Virgen de las Mercedes. Muy similar a la iconografía de Rojas,
aunque con el niño en el lado derecho. Aunque muchos de los familiares de Pablo
de Rojas realizaban imágenes para las
iglesias de su pueblo natal pudo intervenir también Jusepe de Burgos, o el
entallador Martín Pérez e, incluso su
padre como pintor. Pues hay constancia de que estos dos últimos realizaron una
imagen para la hornacina de la puerta de la imagen en el 1550, pagada por el
doctor de aquella época, pintada por su padre y esculpida por Martín Pérez.
Además, por estos años de la infancia y adolescencia abundan en las partidas de
bautismo de la Iglesia de Santo Domingo de Silos, un gran número de bautizados
bajo el patrocinio de Nuestra Señora Santa María.
Las más importantes son la
Virgen con el Niño del Hospital de los Pisa y la que estuvo colocada en el
retablo de la Compañía de Jesús.
Otra en la iglesia de San Juan
de los Reyes, con el niño muy repintado,
lo mismo que también es suya la de la capilla lateral de la Colegiata del
Sacromonte.
Su versión se continúa en otros
imitadores como la Virgen de Belén de la iglesia de San Cecilio, obra de Alonso
de Mena. Y recientemente, se le ha atribuido la influencia en un escultor
desconocido y revalorizado por el profesor Sánchez Mesa, de nombre Luis de
Peña. A este se le asignan dos Virgen con Niño, la de Gracia de la iglesia del
mismo nombre y otra en la capilla de la Adoración Nocturna, ambas en Granada.
En ellas se representa el tipo iconográfico de la Virgen con Niño en brazos,
siguiendo a Pablo de Rojas, y donde se repiten parecidas soluciones de plegado
de paños y el tallado de los cabellos de Alonso de Mena,
Santa Ana es
una iconografía muy frecuente en las tierras
alcalaínas, ya que era la patrona de Alcalá la Real y a la que estaba dedicada
una ermita en el extrarradio de la ciudad- aldea que hoy día recibe dicho
nombre por Santa Ana - y presidida por la imagen de dicho titular.
Otra imagen de Santa Ana se encontraba en la puerta de los Arcos de
Alcalá la Real- hoy día, destruida- y actualmente en el convento de las monjas
dominicas, que la investigadora local atribuye a Martínez Montañés, y, sin
embargo, por su descripción y con la semejanza con la Inmaculada del cementerio
de los canónigos del Sacromonte de Granada se puede atribuir al contexto de los
Raxis. Incluso, vienen adrede las
palabras de la anteriormente mencionada:
“De estilo renacentista, muy
italianizante en sus tres robustos arcos, pero muy hispánico que corona
el central......la imagen de Santa Ana triple situada en la hornecina principal
del templete reproduce la imagen gótica de la Patrona alcalaína”
Una variante de este tipo es la que se nos
presenta en forma sedente Santa Ana y recogiendo en la misma postura a la
Virgen y esta a su vez al Niño. Es un tipo medieval que luego tendrá una gran
difusión manierista. Probablemente Pablo de Rojas recogió de la fuente de su
ciudad natal este tipo iconográfico. Una
imagen suya se nos ofrecía en el retablo provisional de la capilla del Colegio
de los Jesuitas de Granada. Abunda este tipo de imágenes en los retablos
granadinos que nos muestran la evolución del género en la técnica olvidando el
hieratismo de la representación medieval.
La Sagrada Familia es una escena que en la imaginería
suele representarse con la presencia de un gran número de personajes, aunque no
siempre aparecen todos: suelen ser María, José, Jesús, el Niño, Santa Ana, San
Joaquín, el Padre Eterno, San Juan Bautista y el Espíritu Santo. Comparte la
atribución con Gaviria en la Santa Ana de la parroquia del mismo nombre, que
presidía el retablo de la capilla del mismo nombre y hoy se encuentra en la
Capilla Real. Pero la variante que más
seguramente se acerque a la atribución pablesca es la variante conocida por Santa
Ana triple, trinitaria o Santa Ana, la Virgen y el Niño. Este tipo se suele
presentar al estilo de la trinidad divina, superponiendo vertical y
horizontalmente las tres figuras. Santa Ana togada con velo suele aparecer con
un libro en la mano izquierda como si quisiera enseñar las lecturas bíblicas a
la joven María que situada a su lado, y teniendo en su cobijo al Niño, dirige
la mirada al devoto imperturbable a los coqueteos del niño. Las dos en forma
sedentes, le dan un hieratismo a la
escena, que trata de romperse con la inclinación de la abuela y el escorzo o
movimiento del niño. En la Catedral se encuentra un conjunto, procedente de la
Iglesia de San Juan de los Reyes, que se
le atribuye a Pablo de Rojas, lo mismo que otro muy deteriorado y pintado de blanco de la parroquia de
Víznar, en el que las figuras son la Virgen, que enseña al niño andar, y Santa
Ana. Esta imagen ha sido localizada recientemente por el profesor Sánchez Mesa
y, como dice el mencionado profesor, el
grupo aunque repintado, bien pude servirnos como precedente después por su
discípulo Martínez Montañés.
Pueden ser muchas las
valoraciones de su obra, nos quedamos
con estas de Francisco Martínez Medina:
Fue un personaje singular en el arte de Granada, formador de
imagineros insignes, que trabaja en las últimas décadas del siglo XVI y primera
del siglo XVII: su situación de puente
entre dos épocas y su magisterio con los grandes maestros de la iconografía
andaluza hacen de él puente y clave para el arte andaluz. Pablo de Rojas,
nacido en Alcalá la Real hacia mediados del siglo y que deja lo mejor de su
obra y de la de su taller en sus Crucificados, último escultor de este tema del
Renacimiento y maestro de formas para sus discípulos, los artistas del Barroco.
De sus manos y de su taller también salieron Flagelados, Nazarenos, Vírgenes y
no pocas esculturas de Santos; en este sentido es un avanzado del Barroco"
La Asunción de María es un tema que se le atribuye en los retablos de Santa
Isabel la Real y en el de la Encarnación de Albolote.
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