Archivo del blog

jueves, 6 de junio de 2019

LOS DESCENDIENTES ALCALÁINOS DE PABLO DE ROJAS


SUS FAMILIARES Y DESCENDIENTES


 La ausencia de datos sobre el nacimiento alcalaíno de Pablo de Rojas contrasta con el hecho de que, en años posteriores,  su biografía y la de su familia se olvidaran y las noticias de sus familiares granadinos, sin embargo, fueran significativas por estar enterrados en Granada. Pues, mientras su hermano Pedro de Raxis, pintor y escultor, murió en 1614 y fue enterrado en Alcalá, su sobrino el famoso pintor del mismo nombre lo hizo, por su parte, en la iglesia de las Angustias en 1626 y también su hijo el pintor Bartolomé de Raxis, unos años después, lo fue en el mismo sitio. El contraste está claro: mientras que el primero ahora ha sido recordado por los descubrimientos, los Raxis granadinos han dejado una profunda huella en la pintura granadina. Sirva de ejemplo que uno de los mejores retratos de San Juan de Dios es de Pedro de Raxis y nunca ha quedado en el anonimato.

     LAS HIJAS DE PEDRO SARDO
Sin embargo, es necesario que nos detengamos en la historia posterior que aconteció a esta familia de artistas por la trascendencia en el arte andaluz. De todas las ramas, las mujeres olvidaron pronto el apellido hasta el punto que Ana, nacida en 1537, ya figuraba en los diversos documentos de la familia con el apellido de Rojas. Además, ésta, casada con Pedro González de Molina, murió sin descendencia en el año 1598.
Catalina nació en 1540 y se casó con el prieguense Tomás Ortiz por el año  1567 con una dote de 52.000 maravedíes. Tuvo dos hijos que heredaron los bienes de Miguel de Raxis consistentes en 10 fanegas de tierra de la Hortichuela con cargo de dos misas anuales, una a San Miguel y otra al Ángel de la Guarda.  Con en paso del tiempo se redujo a nueve fanegas, tenía arbolado y 57 encinas grandes y tres quejigos y la casa de nueve varas de frente y cuatro de fondo con aposento, cocina en tajo, una cámara, y un chozón de retama. Le rentaba unas cuatro fanegas. En el siglo XVIII, un miembro de su familia se vino a vivir en Alcalá y, como labrado arrendatario vivía en la calle Llana y administraba los cortijos de las monjas del convento de la Encarnación en la Rábita, mientras su hermano se mantenía en Priego. El cruce con otras familias alcalaínas era claro, pues su nombre  completo era Matías Jíménez Rajis y el de su hermano Juan que, sin embargo, era vecino de Priego.[1] Mantenía el cortijo de la Fuente el Soto u Hortichuela
Leonor, soltera, nació en 1544 y convivió con su padre y hermano Miguel en la misma casa que su padre tenía en la calle Real, y, por lo tanto, no tuvo descendencia. En palabras del profesor Lázaro Gila Medina, debió ser una mujer débil y enfermiza, que permaneció durante toda su vida soltera y debió ser la predilecta de los mencionados anteriormente hasta que murió en 1594.

         LOS HIJOS DE PEDRO SARDO

Los hijos permanecieron en el territorio abacial salvo la figura de Pablo de Rojas y Juan del que no hay noticias de su biografía aventurándose que se trasladó a América o murió en una campaña militar.


         LOS DESCENDIENTES DE MELCHOR

Catalina
1553

ALCALA
PEDRO DE RAXIS EL VIEJO
1555
Tuvo diez hijos afincado con dos esposas Melchora de Reyes y tres famosos pintores: Bartolomé, Pedro de Raxis el Mozo y Felipe
GRANADA: DESCENDENCIA ACTUAL EN Granad. Eslabón Martín de Raxis a finales del siglo XVIII.
Ana
1557
Casó con Andrés Martínez de Cazorla
ALCALÁ
ALONSO
 1559
PROBLEMAS CON LA JUSTICIA Y HUYÓ
ALCALÁ
GASPAR, estofador
De Martínez Montañés
1561
Casó María de los Reyes tuvo cinco hijas
SEVILLA
María
1564

ALCALÁ
MELCHOR
ESCULTOR
1566
Vivió cierto tiempo en Alcála
AMERICA
MAYOR
1569
Casó con el escultor Francisco Villegas
SEVILLA
CADIZ
CRISTINA



BALTASAR
1575

ALCALÁ
CRISTINA
1575

ALCALÁ

        
 GASPAR

El mayor Gaspar de Raxis Sardo nació en 1529, fue clérigo y sorchante de la iglesia de la Asunción de Priego de Córdoba. Con él se perdió también la descendencia por los años 90 del siglo XVI, aunque  hubo de contribuir a la presencia   de esta familia en esta ciudad abacial.

 MELCHOR

Melchor, por su parte, nació en el 1530, debió ejercer su trabajo de escultor en Granada y Jaén hasta el año 1568, y a partir de este momento, su  presencia en Alcalá es significativa en otros campos como los oficios de pintor y entallador. Casado con Francisca Serrano, murió en torno al año 1596, con la que convivió en la calle Real en las casas colindantes con su padre y tuvo diez hijos. Allí, formó un taller en el que sus hijos y sus hermanos colaboraron en diversos retablos e imágenes de la abadía de Alcalá la Real y del corregimiento de Alcalá, Loja y Alhama. El padre se mantuvo trabajando en el taller con su hijo Melchor, con el que figuraba de maestro tal como lo  podemos documentar en la elaboración de los escudos y armas de la Casas de Justicia de Alcalá la Real. Es interesante esta intervención de los dos miembros en dicha obra, porque nos ilustra de la participación de los distintos tipos de artesanos. Junto a la traza de Juan Sánchez, las autoridades locales tuvieron que ceñirse a Ambrosio de Vico que estaba por el año 1890  elaborando el informe de la muralla el Gabán. Junto a maestros de cantería como Miguel de Bolivar, Juan de Bolivar, Alonso Martín, Alonso Martín Tudela, Gabriel Diaz y Ginés Martínez de Aranda, los carpinteros, cerrajeros y los escultores como estos dos miembros participaban por el jornal a razón de 9 reales diarios La ejecución de escudos y armas reales supuso  unas tres semanas de trabajo, y, al final, participó el hermano y el tío Nicolás Sardo, probablemente en el tinte del escudo. Al padre como maestro se le valoraba en cinco rfeales distinguiéndose su trabajo de los demás. 
.Esta familia tuvo destinos diferentes. Algunas hijas pronto debieron morir o desaparecieron del contexto familiar antes de 1569. Nos referimos a Catalina, nacida en 1553, Ana, en 1567, y Cristina en 1575, casada con Miguel Ruiz de Priego.
María, nacida en 1564, se casó con el alcalaíno Andrés Martínez de Cazorla y permaneció en Alcalá, manteniendo, al principio, el apellido Raxis y recibiendo gran parte del legado testamentario del abuelo, de Miguel y de Pablo de Rojas, como se manifiesta en los poderes que otorga en 1611 a su marido para recoger la herencia.

PEDRO DE RAXIS Y SUS HIJOS
Los hijos, acuciados por las deudas de su padre, tuvieron varios destinos, Pedro de Raxis, nació en Alcalá la Real en 1555, se educó en Granada y residió en ella, considerado como un gran pintor y estofador hasta el punto que lo denominan el “padre de la estofa” donde desarrolló su mas importante obra. Se le considera discípulo del dorador y pintor granadino Juan de Orihuela, su futuro suegro.  Para el profesor Lázaro Gila  desde su más corta edad entraría en contacto con el mundo de la pintura, de la imaginería y de la retablística a través del taller familiar, donde, bajo la dirección de su abuelo, trabajaban, además de su padre, sus otros tío, a saber: Pedro, Nicolás, Miguel y Pablo- éste tan sólo seis años mayor que él y el único que castellanizó el apellido italiano. Tuvo contactos con Alcalá, pues era el hijo predilecto del padre,  donde acudía y tenía negocios, encargándosele muchas de las obras de la abadía, entre las que destaca la pintura del retablo mayor de la iglesia de la Asunción de Priego, tal como expuso años ha el profesor  Pelaez del Rosal. Tenemos referencia de un San Blas para el cabildo municipal. En el antiguo reino de Jaén intervino en las obras del  Hospital de Santiago de Úbeda junto a Gabriel Rosales en 1586,  en los frescos del iglesia parroquial de Villacarrillo y en el retablo principal de la Iglesia Mayor de Alcaudete. Los hijos de este último Bartolomé y Pedro fueron también pintores en tierras granadinas y en Martos, Bartolomé, a mediados del siglo XVII. Esta rama se mantuvo hasta finales del siglo XVIII según un testamento de Martín de Raxis que recoge la genealogía de esta familia.
     Melchor, otro hijo del mismo nombre del padre, nació  en 1561, se casó con Sebastiana de Villareal y se mantuvo en Alcalá hasta principios de siglo en Alcalá, aunque se trasladó a Alcaudete a finales de siglo donde intervino en las obras de la iglesia. Intervino en la iglesia de la localidad junto a Sebastián de Solís que había sido educado de aprendía con Sebastián de Solís desde 1583. Fue escultor y dorador, cuya obra principal fue la pintura de las bóvedas de la iglesia abacial. En 1598 tuvo un hijo de nombre Jacinto.
Alonso le creó grandes problemas a su padre por una causa criminal y desapareció de Alcalá.
Este hijo tuvo varios hijos Francisco Ventura de Raxis, Fernando  y Mariana de Rajis que se mantuvieron en Alcalá emparentándose con otras familias alcalaínas.[2].
El otro hijo Gaspar de Rajes, nacido en 1565 y casado con María de los Reyes, se formó en Granada bajo las recomendaciones de Pedro de Raxis con algún artista  granadino desde el año 1580. Posteriormente se trasladó a Sevilla, donde fue un destacado estofador de las imágenes de Juan Mártínez Montañés. Murió en 1610 y dejó a cuatro hijos Gaspar, María, Ana y Pedro que se vieron implicados en las herencias, no siempre bien resueltas sin con contínuos pleitos entre ellos y sus familiares.
Su hermana Mayor, casada con el escultor Francisco de Villegas, también residió en Granada, Sevilla y Cádiz donde su esposo fue nombrado escultor de cámara del Obispado y  en la que probablemente murió. Gracias al descubrimiento del poder que otorgó a sus familiares alcalaínos pudimos reconocer el origen alcalaíno de Pablo de Rojas. Su esposo colaboró con Martínez Montañés y son significativas las obras que se encuentran en las iglesias de Sevilla y Cádiz. Unas veces compartiendo la labor con el maestro en el Convento de Santa María de Socorro y el monasterio de San Isidoro del Campo y, otras, por sí solo tanto en Cádiz- el Hospital de San Juan de Dios, los Santos patronos de la parroquia del Rosario- como en poblaciones cercanas a la capital: Medina Sidonia, Conil y Vejer de la Frontera, en donde se le encargan imágenes para el retablo mayor. Está clara la influencia manierista, procedente no de tierras castellanas sino de su ambiente familiar que se inició con Pablo de Rojas. Muy típicas de esta época son el Cristo de la Columna del Hospital de San Juan de Dios y el Señor de la Salud de las Cigarreras.
María, casada con Andrés Martínez de Cazorla,  residió en Alcalá y consiguió gran parte de la herencia de Miguel y de su abuelo al concentrarse los bienes de los hermanos que se habían trasladado a otros lugares. Vivió en la calle Real y su descendencia es muy interesante, pues forma la rama con la que se mantuvo la pervivencia alcalaína de los Raxis. Poseía otra casa en la calle de los Izquierdos. Tuvo un hijo de nombre Melchor, que casó con Jerónima de Hinojosa, y  fue sastre sin continuar la línea artística de sus antecesores.   

Sebastían vivía en la calle el Mudo, arrendaba fincas y poseía una casa a medias con su hermano Gaspar en la calle de los Izquierdos que habían recibido de la herencia de su tío Miguel.


              BALTASAR y MIGUEL

Baltasar, el otro hijo de Pedro Sardo,  murió pronto, antes del 1567. Miguel, soltero, murió a finales del siglo XVI, considerado como un gran artista convivió con el padre al que no abandonó hasta el final de su vida. Era vecino de Alcalá y así participaba en toda la vida municipal como en el alarde del 1589, cuando fueron convocados Pedro de y Miguel para la expedición militar del duque de Arcos por la primavera de aquel año.  Adquirió un gran patrimonio con el que fundó un patronato para mantener a las doncellas de la familia que se transmitió en los miembros de la familia de su hermano Nicolás Raxis y sirvió para alcanzaran el rango de hidalguía, dando lugar a cruces con las familias nobles de Alcalá: los Hinojosa, los Alba y los Mesa, perpetuándose la presencia de esta familia hasta muy entrado el siglo XIX.

                   PEDRO DE RAXIS EL MOZO
    
Pedro de Raxis, casado con Leonor de la Torre, se formó con Sebastián de Solís, interviniendo en diversas obras del siglo XVI de Granada y, como es de suponer, en la abadía de Alcalá la Real. No tuvo descendencia y otorgó todos sus bienes a su sobrino Pedro, el tundidor, hijo de Nicolás Raxis. Contrató, al final de su vida en el 1606, con Alonso de Morales el retablo de Santa Ana del convento del Rosario para la familia de la madre del abad Moya. No tuvo descendencia y era muy afectuoso con su siervo Juan Muñoz. Tenía casas en la calle Real que arrendó a su sobrino Pablo de Rojas, hijo de Nicolás.
     Juan no llegó a residir mucho tiempo en Alcalá la Real hasta el punto que debió acudir a alguna empresa americana, donde  las raices se conservan en el país de Méjico.
    

         NICOLÁS RAXIS SARDO Y SUS DESCENDIENTES

 Nicolás, escultor, pintor e imaginero, fue el único que, junto a su hermano Pedro de Raxis, vivió y murió en Alcalá la Real por el año 1607. Las últimas obras que hemos podido recoger de esta familia fueron realizadas por Nicolás y Pedro; entre las que destacan el escudo de armas de Moclín. L Las últimas obras que hemos podido recoger de esta familia fueron realizadas por Nicolás y Pedro. 
Al final de su vida se dedicó, como el padre, al comercio de vino y tuvo algún problema con sus vendedores y con la justicia que le acusaron de un delito causa comentariensis por los que dio en la cárcel.  Estaba avecindado en la calle del Postigo y casó en primeras nupcias con María López con la que tuvo a su hijo Pedro, el tundidor, que continuó con los negocios comerciales del padre en la venta de vino y los amplió con el negocio de los paños; éste también tuvo  problemas con la justicia al enfrentarse con el clérigo Simón Pérez y herirlo con la espada. Recibió la mayor parte de la herencia de su tío Pedro de Raxis Sardo. En segundas nupcias, casó con Catalina López con las que tuvo a Nicolás, Juan, Pablo, Antón y Lorenzo. Ninguno continuó la línea artística de su padre, pues Nicolás fue sastre  y se dedicó al mundo de los negocios. También tuvo dos hijas, María y Ana. Esta última casó primero con Pedro Muñoz del Cuartel y luego con  Pedro de Hinojosa. María, por su parte, se casó Juan Díaz de Arcadia y tuvo un hijo en 1631 de nombre Fernando (folio 368. Además, gracias a su descendencia se mantuvo el apellido Raxis ) y el adaptado de Roxas. Este último no con mucha fortuna, pues un hijo llamado Pablo de Roxas, que debió disfrutar del beneplácito y simpatía de su tío Pablo, murió recien casado con su esposa María Jesús a principios del siglo XVII.
Sin embargo, el resto de sus hijos debieron prolongar su vida y no se marcharon de Alcalá. Dejando atrás a Antonio de Raxis que tuvo problemas de deficiencia y quedó bajo la tutela de la madre, Juan Rodríguez Raxis, Nicolás, Pedro y María tuvieron descendencia y mantuvieron sus vínculos con familias alcalaínas que se prolongan con el paso del tiempo hasta la actualidad. Lorenzo, casado con Ana González, fue tundidor, sastre y tratante y tuvo dos descendientes Matías/eo y Juan. Este último prolongó la descendencia al casarse con Ana de Hinojosa en 1671 y tener a tres hijas Isabel de Raxis Hinojosa en 1676, María Manuela de Raxis, casada con Matía Gonzáles y Catalina que se casó con Joan León Moliedro. Esta línea va ser la que va perpetuar la estirpe en el siglo XVIII, al casarse, una de sus descendientes de nombre María con Pedro Martínez de Alba, desapareciendo el apellido Raxis a favor de los Alba que conservarán el mayorazgo y la hidalguía de los Raxis e Hinojosas.
        
DIEGO DE RAXIS    

Entre ellos destacamos los hijos de Juan Rodríguez Raxis casado con Manuela de la Hinojosa en 1631, porque fue el que conservó el mayorazgo del patronato de Miguel de Raxis y murió en 1679:  este, en 1635, tuvo a Ana, en 1632 Francisca y, unos años antes,  a Diego, que  se casó con Catalina de Alba Zamorano alcanzó el rango de hidalgo en 1766.  Diego murió a principios del siglo XVIII[3] y tuvo un hijo que de nombre Lorenzo que fue beneficiado de la Iglesia de Santa María y, al morir, dejó sin descendencia la familia incorporándose la hidalguía y herencia a la rama del hijo de Lorenzo,  a través del casamiento de María con Pedro de Alba.  Su testamento, realizado en 1700 ante el escribano Joan Ramírez del Postigo, refleja la decadencia de una familia que se agostaba a consecuencia de los nuevos enlaces matrimoniales y el deseo de perpetuar el mayorazgo. Primero dedicó a uno de sus hijos al clero, concentrando la riqueza de toda la familia, pero dejó sin descendencia la estirpe. Su poder económico era notario: era patrono de la capilla del Dulce nombre de Jesús, donde fue enterrado y se le dijeron 1.000 misas. Legóó los bienes a su sobrina María Manuela de Raxis, hija de Joan de Rajis y Ana de Hinojosa. El resto de sus bienes a otras sobrinas que ya vivían en Granada. En el testamento, aparecen los 50 ducados que recibieron los herederos de Pablo de Rojas para esta sobrina, que se transmitían de padres a hijos y unas casas en las calle de los Caños junto al callejón del Horno. Demuestran que el parentesco con la familia de los Hinojosa va ser desaparecer prácticamente el apellido junto con el enlace posterior  de María Manuela con Pedro Martínez de Alba, que tuvo dos hijos Francisco y Gerónima en el segundo decenio del siglo XVIII. 
    












[1] ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE JAÉN. Legajo del Catastro de la Ensenada. Declaraciónes individuales. Número 1971. Aparece Matías Jiménez Rajis, labrador en la Rábita. Declara que labra un cortijo de las Monjas de la Encarnación de Alcalá la Real. Tenía 28 años de edad y estaba casado con Mariano Molina y tenía un hijo de nombre Antonio. Vivía con él tres cuñados y un criado Juan Malagón ignorante de 24 años, un mozo sirviente llamado Francisco, que como gañán ganaba 18 reales. Y  su labor le dejaba de utilidad unas 5 fanegas de grano. La situación de la casa era al final de la calle Lana, que se llamaba de don Eladio con el que lindaba. Era una casa con ocho varas de frente y seis de fondo, don dos aposentos, dos cocinas una cámara, un corral, y dos de0spensas. La tierra de la Hortichuela la tenía a medias y arrendada a  Matías Jiénenez en proporción cuatro fanegas. Parecida a las de su familia de los Raxis Sardo. Para su labor y uso doméstico, poseía tres vacas, dos bueyes, 22 ovejas y siete borregos y 4 cerdos, una yegua, un asno 
[2]  Francisco Ventura de Raxis casó con Catalina Ramos y en 1679 tuvo un hijo de nombre José( Libro de 1679, folio 90 v.); Fernando, casado con Ana Pareja, tuvo un hijo de nombre  Juan en 1673, folio 8. Mariana de Rajis, casada con Juan Martín de Castilla, tuvo un hijo en 1681, folio 247.de nombre Ana. Todos ellos bautizados en la parroquia de Santo Domingo de Silos.
[3] En el siglo XVIII, nos encontramos la rama de los Raxis confundida ya con otros apellidos, fruto de cruces matrimoniales con la familia de los  Hinojosa, Alba, Jiménez, Romero, Rodríguez  y Mesa. Muy pocos conservan el apellido, tan sólo, al principio  de siglo como primer apellido y, posteriormente como segundo y, en la mayoría de las ocasiones oculto entre los mencionados anteriormente. Uno de los más significativos fue una tal Ana de Rajis que se casa con Francisco de Mesa en 1715 y a través del hijo del mismo apellido y nombre desaparece el apellido de los Raxis. Acercándonos a mediados de este siglo, es´ta Felix Giménez Raxis. Por citar, documentación de la parroquia de Santo Domingo de Silos, nos encontramos Juan Romero Rajis que murió en 1786, la última que mantiene el apellido, casada con Pedro de Víboras, que a través de sus descendientes José de Víboras, casada con
 María Cano, su hijo José Antonio casado con Ana Escribano y el hijo de este Gerónimo de Víboras, casado con Dolores Sánchez, se prolonga hasta la actualidad con sus biznietos y nietos que son numerosos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario