El oficio de tundidor en Alcalá la Real
Siempre, en la mayoría de los padrones y censos de población, solían aparecer oficios relacionados con las telas y paños. Entre ellos, los tundidores no solían faltar. Hace referencia este trabajo manual, que, hoy día, se encuentra totalmente mecanizado, a la persona que se dedicaba a tundir los paños, es decir las que se dedicaban a igualar con tijera el pelo de los paños o telas de lana. No es de extrañar que este oficio fuera regulado por las ordenanzas municipales y se aprendiera, por otra parte, de una manera gremial entre los maestros y aprendices que recogían de las familias en la edad casi infantil. En las ordenanzas se regulaban aspectos variopintos y se trtransmitían de unas ciudades a otras. Así, e regulaba la limpieza : " Otrosí, mando que los tondidores tundan bien e ygualmente los paños, e cordellates y estameñas e retales que les dieren a tondir, e que fagan obra limpia e buena, e que no unten las tigeras, salvo con tocino. (Anónimo, Ordenanças paños, 1527, fol. IXr.)., o la procedencia de los paños : El tondidor no sea osado de tondir paño alguno, quier sea hecho en estos reynos, quier fuera d’ellos, de qualquier suerte que sea, sin que primeramente y al tiempo que se lo llevaren sea obligado de catar el paño, si hoviere canilla, o barra, o raça, o mancha. (Celso, Reportorio universal leyes Castilla, 1553, fol. CCXLVv.).,
Y curiosamente, se perseguçia el intrusimos, como manifiesta esta ordenanza : ", assí, merecían gran pena los que tal hazen en oficio ageno; y no sin causa pusieron una ley que oy se guarda en España: que el carpintero que se entremetiesse en çapatero, que lleven tantos maravedís de pena; y el sastre que se entremetiesse en oficio de tundidor, otra pena. (Rojas, Compendio fortificación, 1613, fol. 43r.).
En esta línea se cencuentra este contrato de venta entre dos tundidores alcalaínos, documentado ante el escribano alcalaíno Antón García de los Ríos . Franciscco Romero le vendía las herramientas del oficio a otro tundidor, Rodrigo Alonso, y nos ilustra de su mecánica. El importe de la operación alcanzaba seis ducados, que transformado en la moneda usual consistía en 1.250 maravedíes. Se componía de una tijeras, un tablero, un escaño y una tabla. Se obligaba en dos plazos: el primero en el día de San Juan e dos ducados ; y el segundo de cuatro,por el día de Santiago. Se firmaba en dos de abril de 1548, siendo testigos Luís González de Jaén, Alonso Rodríguez y Juan Sánchez de Villamediana.
Siete años después, ante Gutierre de Burgos, se recogía un contrato ( 8 de junio de 1555) entre Diego de Rosal (Rosales) y Alonso Rodríguez los dos tundidores, por el que primero se comprometía a la compra de herramientas ( dos tijeras, escaño y tablero y toda la ropa e todos los adherentes que es menester para la tienda) Y AL ARRENDAMIENTO DE LA TIENDA DEL ALCALDE EN LA PLAZA BAJA, DE PARTE DE LA MUJER DE ALONSO DE DUEÑAS. SE VALORABA TODO EN 10.500 MARAVEDÍES.
Según Suárez de Figueroa señalaba la Enciclopedia Universal de todas las ciencias (1615, 1009), se obtenía un gran beneficio de la ocupación de este oficio en el paño, porque afirmaba" si no se tundiese parecería peor que sayal y desflocaría un pelo como el de bayeta, llenándose de polvo. Fuera de que el mismo le cortaría de modo que quedase raído. Mas, tundido como se debe, parece bien, dura más, y no da lugar a este inconveniente ".
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