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martes, 12 de diciembre de 2017

CALLE BRACEROS. LAMANZANA ENTRE EL LLANIL,LO Y CASAS DE ENFRENTE

Rincón comentado en este artículo
Completa la Plaza del Ayuntamiento la calle Braceros, que, en algunos momentos, se denominó Alonso de Alcalá, en honor a este escritor judío que intervino en la redacción de la Biblia Complutense. Según Valladares, este  alcalaíno " Alcalá, Alfonso de. Alcalá la Real (Jaén), c. 1465 – Alcalá de Henares (Madrid) o Salamanca, c. 1540. Humanista, médico y jurisconsulto.Nació en Alcalá la Real hacia 1465. De religión judía, al ser decretada la expulsión de 1492, decidió convertirse al cristianismo y permanecer en España. Estudió en las academias de Córdoba y Sevilla. Contó con una buena base en conocimientos de Derecho y también ejerció como médico en la cátedra de esta disciplina en la Universidad de Salamanca. Gracias a sus conocimientos de las lenguas hebrea, griega y latina, fue reclamado por el cardenal Cisneros para colaborar en el magno proyecto de la que luego será conocida como Biblia Políglota Complutense, empresa que dio comienzo en 1502 y no concluyó hasta comienzos de 1517, pocos meses antes de la muerte del propio Cisneros. Junto a Pablo Coronel y Alfonso Zamora, igualmente judíos conversos, se encargó de la revisión y traducción latina del texto hebreo y caldeo de los libros del Antiguo Testamento, que constituyen los cuatro primeros tomos de la mencionada empresa. Esta actividad fue, sin duda, la más importante de su vida, hasta el punto de ser conocido por algunos como Alfonso el Complutense. Tiempo más tarde, un ilustrado como Juan Pablo Forner, en su conocida Oración apologética por la España y su mérito literario (1786), no dudará en esgrimir, para su argumentación, la referida obra colectiva, llevada a cabo por doctísimos varones, entre los que cita a Alfonso de Alcalá. No hay seguridad sobre la fecha de su muerte, que debió de ocurrir hacia 1540; ni tampoco del lugar, que algunos sitúan en Salamanca, en tanto que otros apuntan Alcalá de Henares, para lo que agregan que, como los restantes colaboradores de la Biblia Políglota, fue enterrado en San Ildefonso. Las dos ciudades homónimas, jienense y madrileña, se han considerado honradas con el nombre de este ilustre personaje. El Ayuntamiento de su patria chica, con fecha de 17 de agosto de 1885, decidió dar su nombre a la antigua calle de Braceros. Y lo mismo ha ocurrido, más recientemente, en Alcalá de Henares, en cuyo pleno municipal de 22 de abril de 1986 se acordó rotular con tal nombre una calle del distrito 2. La Enciclopedia Universal Ilustrada europeo-americana distingue a este personaje de Alonso de Alcalá, médico y jurisconsulto del siglo XVI, nacido en la misma población jienense de Alcalá la Real, al que atribuye la obra Jardín anagrammático (Granada, 1586), título que ya le había asignado en su día Nicolás Antonio.
El nombre de Braceros le proviene de la segunda parte del apellido de un vecino de esta calle Fulano Cetano de Braceros, que lo hubo con nombre y apellidos concreto. Braceros, de un apellido sinónimo de lanza arrojadiza. Lo mismo que existe Fulano de Lanzas, existe fulano de braceros. En Alcalá la Real , se encontraba Sebastián Braceros, casado con Juliana González que casaba a su hija Juliana Álvarez  Gonzáles con Juan de Valenzuela, hijo de Juan Jiménez en 6 de febrero de 1544, aunque ahora vivía en el Arrbal Viejo. 
Esta calle fue ocupada por los nuevos vecinos que repoblaron Alcalá. Pero, al abrirse el espacio urbano de la plaza en los años treinta , adquirió un carácter comercial, cuyos vecinos están relacionados con esta actividad terciaria. No nos extraña que abunden estos personajes en los años del Catastro, recién inaugurada la plaza. Y se acrecienten los negocios y los tenderos a lo largo de los siglos siguientes hasta la actualidad. En esta calle hubo armerías, herrerías, tiendas de camas, lencerías, telas, quincallas, carpinterías, tabernas,  panaderías,ultramarinos, fondas, zapaterías, barberías, hojalatería,pescaderías, cajas de ahorro; y más recientemente estudios fotográficos, mercerías, fruterías y bancos. 

PRINCIPIO DE LA CALLE. LAS CASAS DEL HIDALGO DON  ANTONIO  GONZÁLEZ DE LARA. 
Siempre ha sido una incognita el espacio comprendido desde la plaza hasta el Llanillo por el hecho de cambiar la arquitectura de una manera sencilla que se ha mejorado en los años finales del siglo XX. Proviene su diseño de una manzana de casas relacionadas con la familia González de Lara. Estos, en concreto los presbíteros don Antonio y dom Miguel González de Lara fundaron un vinculo que les obligaba a una importante cantidad de limosnas relacionadas con el pago de misas en conventos y la imagen de la Virgen de las Mercedes. Pero, se gravaban con bienes muebles e inmuebles. Entre ellos, las casas de número impar actual del principio de esta calle. Casi comprendían las la manzana comprendida desde el Llanillo hasta la plaza, delimitada por las casas de la  acera  de la calle Braceros y parte de la de la fila impar de  la calle del Bordador. Pues este vínculo poseía  unas casas principales con dos accesorias, que tenían mirando al Llanillo seis portales ( los que hacían de tiendas en esta vía comercial) y en sus cuarenta varas de frente y diez de fondo, se levantaban  cuarto primero, además de los portales, segundos principales, primeras cámaras, bodegas, candiotera, otro cuarto, segundas cámaras, pajar y caballeriza. Estas casas se refieren a  la actual oficina de la Caixa y locales de Valeriano Gálvez con la tienda de panadería y confitería. Nos llama la atención de la palabra candiotera, un ustantivo femenino que  define a un establecimiento, sitio o local donde están ordenados, almacenados y completamente clasificados los envases o botellas, toneles o recipientes hechos de madera que se guarda el vino. Agrupación, montón, conjunto o aglomeración de estos tipos de envases.  En su etimología procede del sustantivo “candiota” y del sufijo “era” que asigna el sitio, lugar, paraje u objeto en que hay. A su vez Candia hace alusión a la manera como llamaban los marinos italianos a esta isla, de la palabra candídus y el sufijo aumentativo ote. De ahí que candiota aluda al barril donde se guardaba el vino. 
Estas casas en la que habitaba  el presbítero don Antonio  González de Lara en algunas partes lindaban por la calle Bordador con casas de la monja dominica María de Santo Domingo, y por la calle Braceros, también con las casas de don Antonio González  de Lara ( si se alquilaran , rentarían 825  reales) . En concreto, una de ellas, con cuarto primero, segundo, cámaras y corral, de ocho varas de frente por nueve de fondo, lindera por la parte alta con otras nuevas de este sacerdote ( rentarían menos 110 reales), son la actual tienda de Paco Moya. Las otras casas en la misma calle, lindaba con la anterior y por la parte alta con las casas y portales de los propios del ayuntamiento, los que ocupaban las oficinas económicas hacendisticas y de pesos y medidas, las actuales casas que fueron de Gutiérrez frutería y Pepe Martín, hoy la Plazita. ( Eran una fuente de ingresos importante 1.100 reales) Corresponde con la frutería




Rincón del Llanillo y Braceros comentado en este artículo
y Lupiañez. Era la casa más pequeña de siete varas de frente y ocho y media de fondo con cuarto primero y segundo y cámaras.
Ahora se comprenden que no les afectara una renovación edilicia en el siglo pasado a la altura de las casas construidas bajo la égida de los maestros de obras modernistas, salvo la casa de Valeriano Gálvez. Formaban un conjunto patrimonial ligado a un vínculo religioso. 

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