En años anteriores, hemos analizado las innovaciones que se habían producido en su entorno, círculo artístico, familia y los descubrimientos de su producción
artística desde que se descubrió la partida de nacimiento de Pablo de Rojas en la parroquia de Santo
Domingo de Silos. En este artículo, es centro de este trabajo su sobrino, por lo que respecta a una huella pictórica que se encuentra en nuestra
localidad. Nos referimos a su máximo colaborador Pedro de Raxis, hijo de
Melchor Sardo Raxis y nieto de Pedro Sardo. Nacido en 1555 y bautizado en la parroquia
anteriormente mencionada como su tío. Además de su paso por el taller de su tío
en su formación artística (. : con este , tras la llegada a Granada y apertura
de un taller en la Elvira gracias a la tarjeta de visita que le ofreció el
padre de Martínez Montañés, bordador que
frecuentaba anteriormente la ciudad de
la Alhambra) así como su padre y
tíos Miguel y Nicolás durante su infancia alcalaína, en el Escorial tuvo contactos con Miguel
Barroso, pintor del Rey cuya vacante
ocupó Sánchez Coello tras su muerte, donde conoció a los hermanos Carvajal, y
al pintor valenciano Ribalta; también, durante esta etapa, se especializó en
realizar frescos como la iglesia de Villacarrillo y el Hospital de Santiago de
Úbeda
Se
le conoce como “^Padre de la Estofa” al
ser mencionado por Francisco de Pacheco,
maestro de Velázquez con este nombre. No
hay muchos sobre su obra y su documentación, pero no es raro que su producción artística
se enriquezca frecuentemente con atribuciones de obras y descubrimientos de
inventarios en parroquias, conventos e iglesias granadinas, así como entre
bienes muebles particulares. Su biografía se ha completado por la pluma del
profesor Gila Medina en varias publicaciones y la tesis doctoral del profesor
Daniel José Carrasco de Jaime. Se sabe que en 1603 es pintor del Rey y así
firmaba en Granada. En palabras del critico del arte Carrasco de Jaime " Ha sido
un artista muy mal interpretado por la crítica . se le ha confundió históricamente con nuestros maestros como
Roela, Sánchez Cotán, Vallandrandio etc. Es un maestro activísimo, muy productivo
y sumamente ecléctico, sus capacidades
naturales para la captación del natural, no sólo le convierte en un
magnífico retratista, sino que está capacitado para copiar, como todos los artistas
que el tránsito del siglo XVI al XVII. Esta circunstancia le convierte en un
maestro copiador e imitador de los modelos existentes, hasta el punto de asimilarlos,
modificarlos tras estudio y presentarlos
como propios”. No es rara la exposición de Andalucía Oriental en las que no se manifieste
su obra, se hizo por ejemplo en el II Milenario del Nacimiento de Jesucristo en
la catedral de Granada con algunos cuadros del Episcopologio granadino, tampoco
nos debe causar sorpresa que su lienzo cuelgue del rincón más insospechado de algún
templo o museo del rincón más apartado posible.
Como innovación y motivo gratificante, en esta ocasión lo
hacemos con una obra que se encuentra en Alcalá la Real titulada “Imposición de la Casulla a San Idelfonso”,
una obra datada aproximadamente entre 1580 y 1583, cuando Pablo de Rojas y Pedro de Raxis compartían elaboración de imágenes: Pablo con
la imaginería y Pedro con la estofa y policromado de sus imágenes en un momento
anterior que los críticos sitúan antes de su marcha a Priego de Córdoba. Por
este tiempo trabaja en algunas obras que le contratan desde su pueblo
natal la imagen de Santiago Apóstol para
el Ayuntamiento con el fin de que se
colocrecibiendo las sagradas
ordenanzas mayores de manos de san Eladio, y san Eugenio le nombró después
arcediano de su iglesia. Los monjes del monasterio de san Cosme y san Damián le
nombraron su abad, dignidad que también obtuvo a la muerte de Deusdedit en el
monasterio donde había profesado, haciéndose admirar por el celo que desplegó
en la reforma de su Orden, por su fe y su inagotable caridad. (…)A la muerte de su tío, san Eugenio III, fue
nombrado Arzobispo de Toledo, cuya silla ocupó el 1 de diciembre del año 659,
no sin haberla con insistencia rehusado. Compuso, apenas elevado a la nueva
dignidad, un libro que tituló "De virginitate perpetua Sanctae Mariae
adversus tres infidelis", para combatir los errores de la secta joviniana.
Su cuerpo fue sepultado en la iglesia de
Santa Leocadia, por haber nacido en santo en unas casas pertenecientes a
aquella colación, no lejos de la parroquia de san Román, en lo que fue luego
casa de los jesuitas. Cuando la invasión de los árabes, los toledanos, que con
las reliquias de sus santos y los sagrados vasos huyeron hacia las montañas de
Asturias trasladaron el cuerpo del santo a Zamora.
Dejó escritos, además del tratado "De virginitate", antes mencionado, otro con el título "De cognitione baptismi, De itinere vel progresso espirituali diserti quo pergitur post baptismum", la continuación de libro de los "Ilustres varones", de san Isidoro, y dos cartas, respuestas a otras que le dirigió Quirico, Obispo de Barcelona.
Dejó escritos, además del tratado "De virginitate", antes mencionado, otro con el título "De cognitione baptismi, De itinere vel progresso espirituali diserti quo pergitur post baptismum", la continuación de libro de los "Ilustres varones", de san Isidoro, y dos cartas, respuestas a otras que le dirigió Quirico, Obispo de Barcelona.
ara en la Iglesia Mayor Abacial; en unos años que mantenía excelentes relaciones con el cabildo municipal que se enorgullecen de un hijo de la ciudad a la hora de encargarle la obra mencionada. En palabras del anterior crítico “ esta primera etapa de su producción artística es tan sólo una diferenciación plástica, su estimulo iría en evolución hasta convertirse en el primer artista andaluz del Rey que cubrirá todo el curso normal basta el primer naturalismo idealista de Alonso Cano(…)es una pieza magistral que sigue los modelos normales de transición al naturalismo idealista granadino…Se explayan perfectamente los recursos técnicos y formales propios del Contra reformismo, donde el santo parece recobrar un papel olvidado con anterioridad. La escena no es única en el maestro , se conocen dos versiones más, pero ésta es la más representativa, la más completa y, por supuesto, la más documentada y compleja” . Es una obra documentada en los archivos e instituto del critico granadino don Manuel Gómez-Moreno, que la remonta a su ubicación en las paredes de la sacristía de la iglesia parroquial de Alhama de Granada allá a finales del siglo XIX y principios del siglo XX… Corresponde a un óleo sobre lienzo , de unas dimensiones aproximadas de 125 x 92 cm.. Iconográficamente , representa el segundo milagro de la imposición de la casulla por la Virgen María. Se describe en la parte central la escena de la figura del santo arrodillado recogiendo la casulla que le entrega la Virgen , en este caso auxiliada por una doncella, que aparece rodeada por un grupo de otras vírgenes as que cierra el centro de la imagen; en segundo plano aparece una representación de coros de ángeles celestiales; y en primerísimo plano, abre la escena una mujer mayor con una vela encendida. Sobre san Ildelfonso sabemos que nació en Toledo entre el año 606 o el 607, que era hijo de Esteban y Lucía, nobles visigodos, parientes del Rey Atanagildo; fue educado por su tío san Eugenio III, pero posteriormente, en su adolescencia, se trasladó a Sevilla, estudiando en la escuela de san Isidoro con muy buen rendimiento, los estudios de la época de modo que san Isidoro lo retuvo a su lado algún tiempo. En el cuadro va vestido de fraile, porque , una vez que llegó a Toledo, se hizo monje del afamado monasterio Agaliense a pesar de la oposición frontal de su padre y gracias a las buenas artes de su madre. le arrastró a aquel retiro, impulsado además por su fuerte vocación. Allí, pudo dedicarse a la oración y al estudio, y cuentan que “
La Virgen, como
segundo personaje central responde a una
premonición que le hizo Santa Leocadia
“Por ti, Idelfonso vive mi Señora” en agradecimiento de la defensa que hizo el
santo de la virginidad de María como
dice Francisco de Pisa en su Descripción de la ciudad imperial de Toledo y su historia
” Se halla escrito con buenos autores, cuando la santa virgen Leocadia dijo
aquellas palabras, por las cuales parece que daba gracias y alababa a san
Idelfonso por haber vuelto por la honra de la sacratísima Virgen madre de Dios defendiendo
su propia virginidad contra los Herejes”. Carmona Muela “ . En concreto lo hizo con el libro de De verginitate perpetuae beatae sancatae
mariae, de gran difusión a lo largo de los siglos XVI y XVII en tiempos de la Contrarreforma. El
momento y el contexto de la escena fue
el día de la Encarnación cuando acudió
el santo a la iglesia para decir misa, encontrándola
abierta y nadie se atrevió a entrar salvo él hallando a la Virgen sent6ada en la cátedra de
la iglesia y rodeada de ángeles. Y el
diálogo de la escena hace referencia a
las palabras de María al santo: “Porque tú, Idelfonso, guardando
virginidad con la limpieza de corazón y
ardor de la fe, defendiste la mía , serías hoy honrado con un don del tesoro celestial de mi Hijo, y por mi
mano te adornaré de esta gloriosa vestidura para que uses de ella en mis
festividades” , al mismo tiempo que le imponía la casulla.
Raxis recoge algunas variantes del tema dignas
de destacar: la `presencia de la anciana
con la vela que le entregó uno de los ángeles y no quiso devolver,
motivo que divulgaron
literariamente en el auto de José de
Valdivieso y en la obra “El capellán de
la Virgen “ de Lope de Vega, lo curioso del caso es que el pintor alcalaíno
precede en casi cuatro décadas a estos escritores, y no digamos a Murillo y a
Reni y Rubens); generalmente el santo va recubierto con ropas arzobispales y
aquí aparece con el alba y en forma de
fraile humilde; el coro de ángeles queda
humanizado frente a otras representaciones que frecuentan las figuras alada y
más infantiles; la Virgen muestra el colorido que acostumbra la pintura de los
sardos en las muestras de pintura que encontramos en la localidad alcalaína con
el manto y túnica rojo y azul , que se contrapone y alterna, por lo que
respecta a los colores, con el de la anciana en un plano superior; el esquema
de la obra resulta muy manierista en
algunas posturas como la postura anciana, y la de los personajes centrales;
finalmente, en cuanto su valor iconológico el tema se encuentra encuadrado en una diócesis que comiera
a defender a ultranza el Dogma de la Inmaculada Concepción no sólo a través de
tratados teológicos sino también de las representaciones artísticas, sirva de ejemplo
las inmaculadas de su tío Pablo de Rojas, los relieves de la Inmaculada
coronada por los ángeles de la parroquia de Santa María la Mayor uy su replica pictórica en
Santo Domingo de Silos
.
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