SAN ISIDRO LABRADOR Y SU ESPOSA MARÍA DE LA CABEZA
20 DE AGOSTO DE 1614
La tradición de la devoción a San Isidro se remonta a tiempos muy lejanos en España. También, los reyes cuidaron de este aspecto y lo acrecentaron con el de su esposa. En 20 de agosto de 1614, el rey Felipe III envió una carta fechada en 13 de julio del mimo año, a la ciudad de Alcalá la Real a través de don Gabriel de Trejo de Panyagua, miembro del Consejo supremo de Justicia de Felipe III para que la ciudad haga apoyara la canonización de María de la Cabeza, esposa de San Isidro, ambos patronos de Madrid, al mismo tiempo que se reclamaba una manda para los gastos que conllevaba dicho acto. En este cabildo, se nombró persona de modo que recogiera dinero en los meses de agosto y durante la vendimia. Se procuró que las diversas partidas se metiesen en una arca de tres llaves 13.julio 1614 Se argumentaba que era un ferviente deseo de un interés muy grande de su Majestad, con el fin de que la ciudad lo compartiera. Por eso, quiso dar ejemplo y le envió de las arcas de sus propios fondos municipales cincuenta ducados.
LOS PRIMEROS CURAS DE LAS CASERÍAS DE SAN ISIDRO
No se encuentran libros de Cámara anteriores al 1731, por eso los primeros curas que asistían en los domingos, fiestas de guardar y mandas de los patronos en la capilla provienen de este año.
La iglesia debió tener un sacristán como se nombró en la Rábita por este año en la persona de Juan Rubio. Con fecha del 21 de mayo de 1731 se nombró capellán de la ermita de San Isidro a don Jacinto Díaz , presbítero. Y no debían durar durante mucho tiempo , porque , en 1732, lo fue capellán Pedro Feliz de la Vega.
No hemos encontrado datos de los años cuarenta hasta en 27 de noviembre de 1752, que se nombró por el gobernador abacial como capellán sirviente a don José Jiménez. Y en 1753, a fray Antonio Jiménez, con la demarcación de partidos de san Isidro y Las Caserías.
Era muy frecuente que , por estos años, los frailes franciscanos y capuchinos acudieran a las aldeas en acciones misionales y como capellanes nombrados por la abadía.
EN 1759
Curiosamente, en este partido se encontraba el cortijo de la Fuente del Allozo del abad Moya, y se arrendaba a Manuel Ramírez en 1759, lo que citamos para un dato de esta familia muy relacionada con este partido de campo.
En este año, había un cura sobresaliente que cobraba el diezmo, de nombre Martín Hidalgo y en esta zona, se sacaban 290 fanegas, se pagaban 29 de trigo; y 95 parvas de cebada y 25 de cebada.
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