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viernes, 17 de mayo de 2024

VIII PREGÓN CRUZ DE MATUTE

 


VIII


 PREGÓN

DE FIESTAS

CRUZ DE MATUTE

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Buenas tardes, amigos y amigas convocados a la Fiesta de la Cruz de  Matute.

 

Este año, se aproxima  la fiesta de la Cruz de Matute al disanto de la  Ascensión del Señor, el día 19  de  mayo. Ya no hay lamentos por  el agua, sino que ha llegado  entre calores  intensos, se hace realidad la fe de aquel campesino del siglo XVI  que miraba los cielos, y le respondía a su hijo desde estos lares, parapandará. Y llegaron las lluvias. No valió para nada aquel refrán  Cuando no llueve en febrero, no hay buen prado ni centeno. Y, en el último año de mes no se cumplió:  Cuando en diciembre mucho llueve, buen año es el que viene.. En marzo cada gota quita un cuarto, y en abril cada gota da mil. Pues apenas hemos tenido algún respiro  por los primeros meses del año. Ya no nos vale cantar aquel dicho cuando marzo mayea, mayo marcea.

      Hoy, con esa alegría, acudimos  orgullosos del legado de la Asociación de la Cruz de Matute, y de nuevo  os hemos convocado a esta VIII fiesta  en torno a la cruz. Como decía el  poeta, y lo que significaba en nuestros antepasados:

Ante la cruz me llamas

En tu agonía

Ante la cruz me llamas

Y he aquí que tropiezo

Con tus palabras

Invocar al cielo 
Y la Santa Cruz 
es cosa de sabios,
al buscar la luz
como en el Calvario.
Y. en la de Matute,

El cerro brilla y reluce,

Convoca a mucha gente,

Cuyo encuentro  conduce

A celebrar el banquete

Entre saraos y dulces.

 


Esta cruz,  denominada “Cruz de Matute”,  ocupa una ascensión especial en  toda la mañana, que coincidió  en muchos tiempos, en el día de la Ascensión. Como cantaba el  poeta, recogiendo esta subida desde el valle hasta esta cima, en tiempos de ganadería convertidos en un lugar bucólico.

 

¿Y dejas, Pastor santo,

tu grey en este valle hondo, escuro,

con soledad y llanto,

y tú, rompiendo el puro

aire, te vas al inmortal seguro?

 

 

  Esta cruz hace más suave su ascenso y  es como un abrazo de paz entre la gente y de pueblos, construida entre tres términos municipales y dos provincias. Un recuerdo de muchos años de trabajo de conquista del monte. Un recuerdo actual de un cambio de este entorno en otro modelo de disfrute de la naturaleza. Homenaje a los anfitriones que siempre tendieron puentes para el encuentro de este rincón, r Pepe Morales y Lydie Bagart, la holandesa Elisabeth Wagenr, los ingleses Ian Urquart, Colin Rastail y Rowie Biart  y los que cogieron la antorcha de sus antepasados: Victoria Sevilla, Valeriano Ramírez Sánchez, Eduardo Pérez Trujillo. Domingo Cano Cano, Miguel Ángel Pérez, Rafael Ramírez Sánchez. Nos invita a ser parte de historia, ser miembro honorífico con la implicación de una modesta contribución, que será agraciada con esos dígitos para ser agraciados en la ruleta.

 

Esta cruz atrae siempre, pero especialmente, esta  mañana, desde los terrenos limítrofes entre Granada y Jaén y los términos municipales de Íllora, Montefrío y Alcalá la Real. Programada por estos vecinos  y labriegos se convirtió en una ruta internacional. Vinieron grupos desde la zona de Ruiz Pérez, Capillas, los Hospitales,  y otros se  acercaron desde la callada Ámbar siguiendo el camino de los playeros ; los hay desde el camino de Agreda, Sierra del Camello, la Guardesa fueron atraídos por esta cruz

 

Y de su esfera, cuando

la cumbre toca altísimo subido

el sol, él sesteando, de su hato ceñido,

con dulce son deleita el santo oído.

   Toca el rabel sonoro,

y el inmortal dulzor al alma pasa...

 

 

 Se refrescaron con la gracias del agua recibida, , tras  pasar por Conejeros, se adentraron a través del camino de Íllora hacia la cima, recorriendo por varios parajes del término alcalaíno y el arroyo de Cañadas; luego tras pasar el pasaje de las Chozas, miraron el sitio de la Cruz de Matute, desde donde emprendieron a ruta a pie por el camino de los Endrinales, al divisar  este cortijo y otros del alrededor-muchos abandonados, pero con sus espíritus latiendo en el éter, que roda esa haza que limita con los tres términos. Tras pasar a tierras de Íllora que dan a la carretera de Ermita Nueva; en una revirá se llegó a  un haza de cerezos en cuesta a  loma de Solís, y camino alto hacia Íllora. Desde este lugar se divisaban vistas impresionantes de la Mota entre montañas, donde posamos con ella al fondo,  Sierra Nevada y la Parapanda. Cereal, huertas, olivos y monte mediterráneo.

 

 

 Tu llevas el tesoro

 

que solo a nuestra vida enriquecía,

que desterraba el lloro,

que nos resplandecía

mil veces más que el puro y claro día.

 

Recuerdos nos viene ante esta austera cruz, en la que cuelgan las bandas blancas junto a una encina de sombra, recuerdo de la parada de autobús escolar antiguamente- junto al cortijo del mismo nombre y bajo el de Matute. Esta cruz alarga sus brazos entre  leyendas de la Cruz y la fiesta del día de la Ascensión, Y se sostiene, año tras año, con los abrazos y manos de comisión organizadora para realizar estas fiestas.  

   Descubre tu presencia,

y máteme tu vista y hermosura;

mira que la dolencia

de amor que no se cura

sino con la presencia y la figura.

 

Esta  cruz es una cruz de humolladero, de los antiguos parajes de los hidalgos y caballeros granadinos, que establecieron sus dominios por estas tierras. Por estos lares, nada menos que en el siglo XVII la familia de los Gamboa y Eraso pasearon por estos montes abriendo tierras de labor, levantando cortijos de teja  y disfrutatando de la caza del monte meediterraneo. Aquí, el alcaide Antonio López de  Gamboa encontró restos y reliquias de civilizaciones anteriores; su cuñado presidente de la Chancillería pasó por estos lugares y puso las bases de las futuras capellanías. Y sus descendientes levantaron esta cruz.

Esta cruz de humilladero, que colocan a  las entradas y salidas de los pueblos, y también en este cruces de caminos. Donde los aires acechan y ventosean los malos vientos, que necesita esta cruz  para rechazar el “mal”. Hacía que sus moradores pidieran el auxilio divino al ponerse en marcha hacia sus labores agrícolas o algún viaje.

Es una cruz hermana de la Cruz Gorda. Otra,  o de la Cruz del Jabonero, esta cruz le  falta monumentalidad. Cruz  de piedra, sin ornamentos y sin un pedestal, grada o escalinata. Le sirven de monumentalidad  este ascenso  de cerros, el terreno para elevarla como patena natural.  

Cruz de intersecciones como la de Marcos, la de Tío Campos, la del Hachuelo, la Cruz del Bujeo, la Colorá, la del Espinar y la Cruz Altera, todas a las afueras, a las afueras de Montefrío, y que comenzaron a construirse desde mediados del siglo XVII.

Estas  bandas blancas cruzadas  de los hermanos directivos de la Junta, recuerdan muchos esfuerzos conseguidos, muchos ensueños en estas tierras y muchos campos renovados, Las hay verdes y blancas como el verde de los olivos y esparragales de las  hazas en torno al Palancares o  el blanco cauce sin  aguas de  los arroyos de  Cañadas y Ana Ramos.

  Blancas  como  el blanco cortijero de las casas de los vecinos del entorno de Matute o el verde de los prados de Ruiz Pérez y Capellanías. Blancas como el blanco de La Pantalona, Hospitales y la Malaspatas tendiendo manos de solidaridad verde al verde de  los campos que rodean a los Endrinales oliendo a la molienda del siglo pasado, el verde de la Esperanza frente al blanco de la Fuente la Hoya Baja entre las lágrimas del agua que llora en su sequedad, Verdes como el     Cerro Ayozo, de los Centenos, y Carboneros recordando tiempos de tala y de siega, Blancas entre la oscuridad del cortijo de la Cucanoche con el duende lorquiano de estas tierras granadinas y jiennense como tierra de frontera. Blancas y verdes entre  lomas, la de Enmedio y la mítica Solís, recordando duendes y fantasmas, Verdes y blancas en el centro como  los cortijos de Matute, sin aditamentos, el de la Cruz y el de las Cañadillas con su metamorfosis de usos actuales de tierra de sol y ocio.

Y llegar a esta cruz es cantar como Machado:

 ¡Cantar del pueblo andaluz,

que todas las primaveras

anda pidiendo escaleras

para subir a la cruz!

Me vienen al recuerdo los hermanos mayores anteriores, Todos quisieron conseguir como los de este año el mayor resplandor y regocijo con esta fiesta de la hermandad  matutera, para que, cansados de nuestro ágape, podamos contemplar de esta manera;

 

 En la cruz está la vida
y el consuelo,
Y ella sola es el camino
Para el cielo.
 
En la cruz está el Señor
De cielo y tierra
Y el gozar de mucha paz,
Aunque haya guerra,
Todos los males destierra
En este suelo,
Y ella sola es el camino
para el cielo.
 

Y queremos agradecer la presencia de todos vosotros y el desvelo de las autoridades para que sea una realidad esta fiesta campesina y tradicional.

Es una oliva preciosa
La santa cruz,
Que con su aceite nos unta
Y nos da luz.
Toma, alma mía, la cruz
Con gran consuelo,
Que ella sola es el camino
Para el cielo.

 Algún faro debió atraernos para compartir este día de fiesta  y convivencia, recuerdo de nuestros antepasados, rememoración de las labores de los años de braceros, y aldabón de la conquista del monte con la roturación de los campos. Hoy día,  rincón, agradable y ameno de familias de diversos rincones del mundo como los Sánchez Morales, los Rovie y Coin, o remembranza de la familia Ramírez, Cano, Briones y Coca.

 Atalaya natural desde donde se asoma alcahueta la fortaleza de la Mota entre cerros y olivares; mirador de la Parapanda, cerro  de dádiva real y trono de comunicación de  la  Vega de Granada  y de la Sierra Sur.

Este faro,  cruce de la Cañada real de Córdoba y Granada, testigo de los antiguos monfíes , alwayales y alfaqueques, a donde convergía el camino de Íllora, la colada de Agreda, y los caminos que venían de  Montefrío desde el cordel de los Playeros . Esta cruz mimada por los vecinos y los miembros de esta asociación ,  en medio siempre de vegetación de monte bajo es una  

Una cruz de alegría y fiesta, a los sones de los músicos y entre las viandas que se han preparado para folgar y gozar, y bailar y danzar., mientras esperan el turno de suerte para elegir al nuevo hermano mayor. Por eso , quiero finalizar con estos versos:

Bailemos hasta el final,  alargando la tarde hasta que el sol se convierta en mortecino. En noche.

Mientras la tierra sueñe solitaria,

vele la blanca luna; vele el Hombre

desde su cruz, mientras los hombres sueñan;

vele el Hombre sin sangre, el Hombre blanco

como la luna de la noche negra;

vela el Hombre que dio toda su sangre

porque las gentes sepan que son hombres.

Viva la Cruz de Matute.

FIN

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