Archivo del blog

martes, 7 de mayo de 2024

CAPITULOS DEL CENTENARIO DEL PSOE DE ALCALÁ LA REAL

 











SELLO DE LA AGRUPACIÓN SOCIALISTA  DE 2024

C ANIVERSARIO DE LA  FUNDACIÓN

: C ANIVERSARIO DEL PSOE DE ALCALÁ LA REAL Este es el documento que se conserva en la hemeroteca de la Fundacion Pablo Iglesias sobre la fundacion de la Agrupacion Socialista de Alcalá la Real en el primer semestre de 1924. Una leccion historica que asumieron nuestros fundadores servir a una causa hace 100 años.





CAPÍTULO I

SALVADOR FRÍAS PINO

Pablo  Batmala y Salvador Frías  saliendo del  ayuntamiento alcalaíno tras los primeros ayuntamientos de la II República
Hace unos días, en el cementerio de San Eufrasio de Jaén se  rendía homenaje a las víctimas de la guerra civil  y se entregaba a la familia de Salvador Frías Pino el expediente de sus últimos momentos de su padre. Ha sido una persona que casi ha pasado desapercibido por la historia de Alcalá y  su figura fue muy importante en el movimiento político de las clases populares de esta ciudad.
Nacido en 1888 en la ciudad de la Mota,  era de familia republicana, porque su padre, Juan Paredes, había sido concejal en la Primera República y , en los apenas dos años que se mantuvo aquella Asamblea Ciudadana, como se denominaba en las actas municipales, muy activo, transmitiéndole la ideología republica en una población dominada por el partido conservador.
  Gracias a las fotografías y a las descripciones de sus expedientes oficiales, era de tez morena, cara fina y una altura de 1.61. Como herrero, tenía su taller en una de las primeras casas de la calle Tejuela ( Abril  y , luego República) donde se encargaba del arreglo de muchos aperos del campo y otros  instrumentos  y herramientas del mundo agrícola ganadero;  había recibido los  primeros pasos de la enseñanza en aquellas escuelas oficiales, que se arrendaban en casas particulares y , en algunas ocasiones, se ubicaron en los claustros de Consolación y del Rosario, sabiendo leer, escribir y adquiriendo los conocimientos básicos de ortografía, cálculo, doctrina y materias básicas de aquellos tiempos. No quedó su instrucción en las simples destrezas escolares, sino que, en su adolescencia,  recibió, de  su propia familia, una  formación autodidacta en el campo de la política, pues desde el principio  se formó con los libros recibidos de Francia sobre el socialismo, como comentaba un sobrino suyo que visitó las salas altas de su casa y comprobó en su niñez algunos ejemplares procedentes de editoriales parisinas.
En su madurez, se casó con la alcalaína Mercedes Álvarez Canovaca, con quien tuvo dos hijos (Antonio y Esperanza). Todavía vive la hija Esperanza en la capital del Santo Reino, y el hijo  expandió su estirpe por tierras francesas tras la guerra civil. Salvador pronto se inició en la vida política en medio de una comarca completamente dominada por los partidos turnistas, sobre todo por el partido conservador representado por miembros de la tendencia datista. No llegó a tener mucho éxito  en los primeros decenios del siglo XX para alcanzar un cargo de concejal dentro de la candidatura socialista-republicana, porque se encontró con muchos impedimentos y restricciones para la difusión de sus ideales de tal modo que, en 1909, ya fue perseguido e  investigado por el juzgado de Instrucción,  por el hecho de que  estuvo relacionado con su militancia política republicana  junto con su padre Juan Frías Paredes. Fueron tiempos , en los que había nacido el Círculo Republicano de Alcalá la Real y los de muchas aldeas, y  se hizo una fuerte campaña contra ellos por el partido del poder, como manifiesta el propio cronista Guardia Castellano en el Libro de Notas para la Historia de Alcalá la Real.  Incluso , recibió una acusación judicial por sus ideas junto contra Juan Miguel Bermúdez,  Manuel Medrano, y   Francisco Moya Pérez.
 Fue  miembro fundador  de la S.O. de la  Emancipación de Oficios Obreros, sita en la calle Veracruz de Alcalá la Real,  ( años después quedó reconvertida en la S.O.  Unión y Defensa, que se mantuvo hasta el fina de la guerra civil en la capital jiennense), concejal del ayuntamiento alcalaíno en tiempos de los primeros años del Directorio Militar representando a los sindicatos ( UGT) junto con Pablo Batmala  en 1924 y 1925; ambos dimitieron sin llegar a los dos años;  posteriormente secretario de la Agrupación Socialista de Alcalá la Real hasta su disolución en los años treinta. Fue reelegido concejal alcalaíno representando la candidatura republicano socialista que triunfó el 14 de Abril , en la Segunda  República, ocupando el puesto de primer teniente alcalde del ayuntamiento alcalaíno, y, tras la dimisión del Pablo Batmala como alcalde,  los sustituyó en este puesto y ocupó el cargo de alcalde de Alcalá la Real  (1931-1933) que lo desempeñó hasta ser cesado, dos años después,  por el Gobernador Civil y ser elegido el candidato republicano liberal  Calvo Montañés. Formó, de nuevo,  parte como concejal del consistorio tras el triunfo  del Frente Popular en febrero de 1936, y ocupó, por esta misma fecha, el puesto de diputado provincial (1936).
Le tocó vivir los momentos  más difíciles de la guerra civil en la localidad alcaláina durante el periodo republicano  como presidente del Comité del  FP en 1936.Tras la toma de la ciudad por las tropas del coronel Muñoz en 30 de septiembre de este año, se marchó a Jaén, donde ejerció  de comisario político hasta finalizar la contienda civil. Al mismo tiempo, fue alcalde  o presidente del Consejo Municipal  de la zona republicana (1937-1939); dicho ayuntamiento sufrió varios desplazamientos de sede en Ribera Alta y La Hoya de Charilla  para acabar residiendo en la aldea de La Rábita.
            Participó activamente en todas las medidas de guerra con rigor y seriedad enfrentándose, incluso,  al delegado gubernativo de Jaén al que llegó a apresar, y defendiendo los intereses alcalaínos frente a las decisiones de las autoridades foráneas. En este tiempo, el Boletín  Oficial de Granada publicaba que se le incautaba todos los bienes de su herrería y vivienda personales.          
Fue fusilado y sepultado  en la fosa  548 del cementerio de San Eufrasio de  Jaén, acusado de ser el líder de los socialistas, Frente Popular  y  de todos los cargos que había ejercido anteriormente.


capítulo II

EL NUEVO AYUNTAMIENTO DE PRIMO DE RIVERA.

 

En el segundo decenio del siglo XX, la plaza del Ayuntamiento alcalaíno ofrecía diferente aspecto que el de principios de siglo, con la llegada de los nuevos vecinos. Del Castillo de Locubín, habían venido Rufino Baeza y Antonio Collado, de Priego los Calvo y del Mármol, que se emparentaron con los Montañés ( Manuel del Mármol casado con Concepción Montañés).

La prensa que se leía por aquel tiempo era “La ëpoca”, “ El Pueblo Católico” y “.La Regeneración”. La revista Lope de Sosa daba entrada muchos escritores alcalaínos que con sus artículos ilustraban de la historia, el costumbrismo y las inquietudes de los conservadores bajo la égida de Alfredo Cazabán.

Nuevos miembros del entorno familiar de los Batmala se integraron en la vida municipal: Pablo Batmala y José María del Mármol, su cuñado,-este en una segunda participación de la política municipal - formaron parte de uno de los sectores de la Junta Municipal.

Otros familiares suyos ya habían muerto, como su tía María Juana Laloya el uno de diciembre de 1923. En la calle Caridad, a espaldas de su casa, Batmala tenía como vecinos en la calle Caridad a varios republicanos el granadino Miguel Alamidas García, al empleado de notaría Juan Bermúdez, que lo seguiría siempre, a los miembros de la familia Sánchez Cañete y González de Lara, por otro tiempo eran miembros del partido liberal. Su casa estaba cercana a la del industrial y republicano José Marañón Serrano, que vivía en la calle de las Angustias.Por la calle Bordador- Batmala, el barbero Cobaleda, Dolores Granda y los Montijano compartían vecindad.

Durante estos años, los republicanos seguían guardando en la clandestinidad sus creencias políticas. Pero solían reunirse secretamente en las tiendas y tabernas o realizaban comidas de campo, los famosos “guisos alcalaínos” en los cortijos de los más hacendados, donde debatían de los acontecimientos del momento o jugaban a los juegos prohibidos. Pablo Batmala frecuentaba la taberna de Esteban Gutiérrez en la casa número 32 de la Tejuela, donde en la trastienda solían reunirse los primeros republicanos, muchos de ellos afiliados de la mano de Domingo Gutiérrez Romero, un profesor masón, que se afincó más tarde en Sevilla. Allí, comenzaron a probar las primeras cervezas de la marca Alhambra, que les servía el hijo de Esteban, los famoso Biskutis.

Batmala, por este tiempo, solía estar aquejado de dolores de estómago, y para ello el hijo de Gutiérrez le preparaba un infiernillo donde le calentaba los vasos mientras el resto de los contertulios se la bebían fresca sacada del pozo del patio.Frecuentaban la reunión el sastre Miguel de la Casa, Manuel Ceballos, y un pariente suyo que llamaba el Chache Gregorio Cevallos León, el priipio Esteban y los hermanos Hinojosa. También acudían Víctor Sáez, Caquito, Choín y Bolívar, el del Banco Español de Crédito. De noche, acudían a la casería Funes. Todos ellos compartían el nuevo viraje hacia el centro de Lerroux, que no apostaba por la revolución de las barricadas. Comentaban los más variados adelantos como la colocación del nuevo Centro Telegráfico Urbano en la casa de Guardia Castellano y la cesión de un terreno de Luis Abril Lozano para pista de aterrizaje de aeroplanos. Los nuevos garajes de coches trajeron nuevos oficios y personas técnicas dedicadas a la pauesta en funcionamiento de estos artefactos, uno de ellos fue Juan Funes Quiroga. . Los negocios ocupaban gran parte de sus conversaciones, el nuevo rumbo de la fábrica la Trinidad, que había pertenecido a su tío Francisco Batmala, y ahora estaba en manos de Rafael Aguayo.

Se  celebraron las últimas elecciones de la Restauración el 23 de abril de 1923, y, en esta ocasión, republicanos y socialistas acudieron separados a las urnas. Por primera vez el distrito de Jaén, eligió un miembro de Unión Republicana. Se trataba del cazorleño Pedro Villar Gómez, miembro de una estirpe parlamentaria que se remontaba al siglo anterior ( había pasado de  la rama liberal de corte canalejista hasta las filas republicanas). Pero, poco pudo hacer. . De nada le valió. Pues, en la provincia de Jaén, el mes de septiembre el general Primo de Rivera disolvió las Cortes. Pues, a finales de 1923,  tras el golpe de estado del 17 de diciembre, el general Primo de Rivera disolvió las Cortes, impuso la dictadura militar, formando un directorio militar en el que apartaba a los partidos políticos del gobierno nacional y suspendió al Constitución. Sus primeras medidas afectaron a la  vida municipal, porque estableció la censura, suprimió los gobiernos civiles nombrando delegados gubernativos   y sustituyó los ayuntamientos por juntas rectoras. En el partido judicial nombró un delegado gubernativo, que controló toda la actividad política de Alcalá, Alcaudete, Castillo de Locubín y Frailes y, para consolidar el nuevo régimen, estableció una oficina, con la que controlaba el ayuntamiento y expandía las órdenes gubernamentales a la población. Como complemento, contó con la valiosísima fuerza de los somatenes, que se crearon para defender el orden público.

 

 ..

En Alcalá, concretamente, por orden del gobernador civil, el capitán  del Ejército don Esteban Merino Revuelto se presentó ante  el Ayuntamiento como delegado gubernativo del 17 de diciembre de 1923, y en consonancia con el golpe de estado de Primo de Rivera, el teniente de línea de la Guardia Civil Eduardo Carazo y Carazo, convocó a la Junta de Asociados, para que, entre sus miembros, ya concejales y con título de profesionales, eligieran el  nuevo Ayuntamiento: Pues, de acuerdo con la orden del Directorio Militar, debían cesar a todos los miembros anteriores. 

Se constituyó el ayuntamiento formado por profesionales liberales y funcionarios, dando la alcaldía a José Serrano Muñoz. Sin embargo, pronto, debió dimitir por ocupar su puesto estatal en Correos. A los pocos días, el Gobernador Civil   refrendó esta dimisión, porque  su cargo político era incompatible con el de funcionario de Correos, además de no tener título universitario, ocupando la alcaldía Antonio González de Lara[1].

 

 

[1] Acta de 17 de octubre de 1923.

 

José Serrano Muñoz


Empleado de Correos


Alcalde


Antonio González de Lara


Abogado


Alcalde


Blas Ramírez Castillo


Veterinario


Llanillo


Manuel Cente Rascón


Teniente de alcalde


Luis Belbel Castillo


º


Teniente de alcalde


Emilio Martínez Martínez


Comerciante


LLanillo


José Puche Jiménez


Antonio Sánchez


Gregorio Torres Daza


Teniente Alcalde


Sebastián Pinto Peinado


Empleado


Manuel Murcia


Domingo Cano García


Narciso Sáez Suárez


Síndico


Antonio Guardia Jiménez


Domingo Vela Freijóo


Miguel Barrio


Joaquín Cobaleda


Conrado Gallego García


Sánchez González


Pedro Bermúdez


Manuel López Ramírez


Maestro de Obras


Teniente Alcalde


 

 

 

 

 

 


 

LOS PRIMEROS CONCEJALES DE LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA

 

José González de Lara


Primer Alcalde


Febrero 1924


José Serrano Muñoz


Comerciante


Julián Gil


Oficinista


Samuel Rosales Frías


Industrial


Dimitió el 21 de abril de 1924


Manuel Fernández Mendoza


Rafael López Rodríguez


Maestro


Gregorio Torres


José Benavides Luna


Abogado


Sebastián Pérez Molina


Francisco Murcia Rodríguez


Juan de la Cruz Sánchez-Cañete López


Hacendado


Florentín Montoya


Francisco Santaolaya


Hacendado


Daniel Jiménez


Salvador Frías Pino


Herrero


Socialista


Pablo Batmala Laloya


Hacendado


Republicano


José González de Lara


Francisco Sierra Montañés


Comerciante


Sánchez Cañete Muñoz


Francisco Serrano Mármol


Comerciante y hacendado


Juan Sánchez Cañete López


José Gil Rodríguez


Pablo Oria Alba


Dimitió 24-4-1924


Domingo Esteban Gutiérrez Romero


Comerciante


Republicano Dimitió


Francisco Sánchez y Sánchez


Industrial


Luis Belbel Castillo


Dimitió en 1924


Francisco Sáez Suárez


Dimitió


Manuel Cañete Rascón


Emilio Martínez Martín


Comerciante


Miguel Barrio Díaz


Labrador


Pero, en el mes de abril, de nuevo se constituyeron los ayuntamientos de acuerdo con el nuevo estatuto de régimen local, en el que se apoyaba un concepto “organicistas de la vida social”, dando entrada a los distintos sectores de la economía y la sociedad. Por el mes de marzo dimitieron los concejales Ramón Navas, Domingo Cano García, José Oria Alba, Joaquín Cobaleda, Rafael Cervera Cano, Domingo Vela Freijóo. Antonio Guardia y Gregorio Torres. En el pleno del ayuntamiento alcalaíno del 27 de marzo de 1924, el gobernador civil de Jaén nombró nuevos concejales, y, ante el delegado gubernativo Cirilo Artés Olmo se incorporaron a la política municipal personas, que ocupaban cargos en las nuevas sociedades obreras y en instituciones consultivas del ayuntamiento de carácter económico, la mayoría de ellos eran nuevos comerciantes y hacendados de la localidad, y algunos artesanos. Se trataba de aquellos hombres que, años más tarde, serían defensores de la República como Pablo Oria Alba, Domingo Gutiérrez Romero, el socialista S alvador Frías Pino , Manuel Moreno Moreno, el maestro Rafael López Rodríguez, el agricultor Miguel Casanova Camacho, Manuel Fernández Mendoza, José González


 

de Lara y un enigmático emparentado con el párroco de Santa María la Mayor Julián Gil Rodríguez. Otros eran representantes de los industriales y hacendados alcalaínos, como Francisco Sánchez, Francisco Serrano de Mármol, Daniel Jiménez, los Sánchez Cañete, Sebastián Pérez Molina, y Bartolomé Laguna..

 

 

1 Acta de 17 de octubre de 1923.

2 AMAR. Libro del 28 de abril de 1924.

3 AMAR. 16 DE MAYO DE 1924..

4 AMAR. Acta del 31 de marzo de 1924.

5 AMAR. Cabildo Del 31 de marzo de 1924.

6 AMAR. Registro del 18 de junio de 1924.

7 JAÉN CRÓNICA DE UN SIGLO 1924. “Se trata de una figura d mármol blanco, incompleta, de un brazo y piernas, de 29 centímetros. Obra griega selecta, el Hércules pertenece al arte ático en su periodo arcaico (s.VI a.C) y guarda una especial analogía en cuanto a la técnica del desnudo e interpretación del rizado filamento con el grupo de las Tiranicidas que existió en Atenas, obra de Antenor. Todo ello llevó al Museo Arqueológico Nacional para adquirir la pieza jiennense.

8io de 1924.

CAPÍTULO III
LOS PRIMEROS CONCEJALES SOCIALISTAS EN EL DIRECTORIO.(VER REGISTRO BLOG) 

CAPÍTULO IV EN EL CENTENARIO DE LA AGRUPACIÓN SOCIALISTA DE ALCALÁ LA REAL (JAÉEN)

BATMALA, EL PSOE, LA UNIÓN MONÁRQUICAY LOS SOMATENES.



Ilustración 1 C ANIVERSARIO  DE AAGRUPACIÓN SOCIALISTA DE  ALCALÁ LA REAL

SELLO DE LA ÉPOCA DE FUNDACIÓN 

 

POR PRIMERA VEZ , SOCIALISTAS EN AYUNTAMIENTO

  DE

ALCALÁ LA REAL

 

Si esta era su postura  con respecto a la ciudadanía, las líneas de la reforma administrativa emprendida por los nuevos concejales  se basaban en varios puntos : la ruptura con la política anterior del turnismo clientelista  y con el nombramiento partidista de los funcionarios por motivos ideológicos, la racionalización de las tareas eliminando cargos superfluos, y la denuncia de los privilegios y de todo tipo de desaguisados urbanísticos: claro ejemplo fue la denuncia de la casa que se levantaba en la carrera de las Mercedes cercana al convento de las Dominicas, porque no ofrecía la alineación adecuada. La alternativa de estos nuevos políticos se manifestaba claramente en la persecución del enchufismo mediante unas oposiciones y un concurso de oposiciones de carácter público y universal que conllevaba la profesionalización de los funcionarios. En sus intervenciones, el propio Batmala  defendía claramente: “la conveniencia de hacer una renovación del personal de las oficinas municipales a excepción del secretario que tiene derechos adquiridos y que se haga la reducción de plantillas que corresponda y en sucesivo se reglamente el servicio para que rindan el maximum de trabajo, anunciando los concursos para la provisión de cargos que correspondan”. El  nuevo sistema municipal y la aprobación de un nuevo Estatuto Municipal permitieron que se pusieran las bases para un funcionariado  que, en palabras del que por el entonces era el concejal Benavides” se les dé estabilidad y capacitación, se evitará que estén siempre amenazados de verse mezclados y haciéndoles tomar parte activísima en las luchas políticas, se verán defendidos del vendaval político que sobre ellos siempre está cerniéndose y les libraremos de tener que ser servidores mal retribuidos de algún bando o de algún caudillo”.    

          Entre los concejales,   Batmala tampoco creía que no debía aplicarse  la política lastimera para solucionar los problemas acuciantes de la clase obrera, -la única que hasta ahora se había llevado a cabo, beneficencia y caridad-, sino que debían adoptarse  medidas serias y de gran calado. Por eso, era muy frecuente que acudieran al alcalde comisiones de obreros o se amotinaran en la plaza, y, a continuación, le presentaran un escrito para que los atendiera sus demandas. En, en este primer momento de su participación política, en concreto, el  31 de marzo de 1924, encabezó la protesta el republicano Eusebio Piñas. Pedía que el ayuntamiento les diera trabajo por encontrarse parados, y sin recursos  para sus familias, y, si no se les daba, que los alojaran los patronos[1]

. El debate entre los miembros municipales no se hizo esperar. El alcalde  era partidario de que se agotaran los fondos municipales en la Cocina Económica y luego alojar a los obreros. Frente a la Cocina Económica, recurso muy utilizado por conservadores y liberales en los primeros decenios, los concejales más progresistas (Batmala, el socialista Frías y Gil) propusieron nuevas alternativas. En primer lugar deslindaron claramente lo que era política y caridad, porque no debía compararse a los verdaderos obreros con los pobres “vergonzantes o mendicantes”. Por eso, había que aplicar los fondos municipales hasta agotar el último recurso y obligar, en su caso, a los propietarios para que los alojaran estableciendo dos reales como cantidad  de participación diaria a pagar[2]. Sin embargo, otros concejales  mantenían las posiciones tradicionales. Pues eran partidarios de socorrer a los obreros sin pagarle nada, e, incluso, los hubo que propusieron  que se adelantara dinero por los concejales. Al final, se acordó el recurso de la Cocina, y el alojamiento valorado en dos pesetas por persona alojada sin ocupación, y dos y media por invertirlos en alguna tarea agrícola.


Ante este nuevo aire que se vivía en la vida municipal, pronto, dimitieron los concejales monárquicos. Gregorio Torres Castillo, Julián Gil, Manuel Fernández Mendoza y Francisco Sierra Montañés. En su lugar, entraron los tecnócratas y liberales Francisco Rubio, Alonso Pineda y  Miguel Casanova y Bartolomé Laguna. 

Por el mes de mayo, se tomaron algunas medidas administrativas de delimitación de términos en la zona comprendida entre el caserío de Trujillos y  el partido judicial de Moclín y además, comenzaron las gestiones para adquirir el  Palacio Abacial ante la oferta presentada por el arcipreste de la localidad, don Antonio Montañés Chiquero[3]. Y, lo que fue una importante noticia en el ámbito nacional, la Real Academia de la Historia informó que aconsejaba la compra de  la estatuilla del Hércules, que había aparecido en Alcalá[4].

 

 

            EL PSOE

 

Por este tiempo, fue también noticia importante el alta de la agrupación socialista de Alcalá la Real dentro de la organización nacional del PSOE[5]. Junto con ella se integraron las agrupaciones jiennenses de Begíjar, Villacarrillo, Villargordo, y otras de importantes ciudades del ámbito nacional, como Manzanares, Montijo, Carabanchel Bajo, Orihuela, Torrevieja y Rentería. Supuso un paso significativo para el socialismo alcalaíno, por primera vez varios concejales socialistas, junto con los republicanos, accedieron a ocupar puestos del Ayuntamiento de Alcalá la Real. Al no existir antes de esta fecha, una agrupación socialista definida orgánicamente y tan sólo una sociedad obrera, la de la Emancipación, no podemos constatar si ya estaba organizado el partido socialista aunque con una afiliación reducida en sus miembros y simpatizantes. Lo cierto es que Salvador Frías, Esteban Gutiérrez  y Pablo Batmala ostentaron el cargo de concejal, atendiendo el primero a la línea emprendida por el comité del PSOE en el día tres de octubre del 1923, aceptando la sustitución decretada por el Directorio Militar de Primo de Rivera, en el que se integraban los concejales de los ayuntamientos por los denominados vocales asociados. No debió ser muy importante ni relevante su presencia, porque ya en el año 1924, el veintiocho de abril se nombró un  nuevo delegado gubernativo de la zona de Alcalá que emitió un edicto impidiendo la celebración del uno de mayo y exponiendo las medidas a tomar en caso de coacciones. Ello  no impidió que la Agrupación Socialista de Alcalá se fundara por estos meses, tal como aparece en El  Socialista, del 30 de junio de 1924.

No fue, durante este periodo, la participación de los socialistas y de Batmala  muy  significativa ni intensa, pero les sirvió de experiencia para futuras empresas que posteriormente se plasmarán con la II República. La razón era obvia. Todavía, mantenía gran influencia en el ámbito obrero, desde un punto de vista asistencial, la Sociedad  conservadora de la Paz, que protegía a los obreros asistencialmente. Curiosamente, en este tiempo formaba parte de ella Esteban Gutiérrez como secretario general del PSOE local y, por tradición familiar, ejercía su liderazgo  Salvador Frías[6]

 

MORAL Y COSTUMBRES 

 

Era muy frecuente, entre los movimientos de izquierdas, un moralismo austero, que propugnaba una lucha contra el alcoholismo en muchos lugares de la provincia. Durante esta etapa, Batmala compartió   su agnosticismo y laicismo, al mismo tiempo que  una moralidad y una ética  austera  con el socialista Frías, pues no sólo propugna el control de los horarios de las tabernas, sino que no se cayera  en los vicios de la embriaguez, de lo que se aprovechaban los patronos para pagar menos a los obreros en estos lugares. Por eso, trató de que  se evitase el pago de los jornales en establecimientos públicos, prohibió el juego de naipes y la venta de alcohol restringiendo los horarios  de apertura y cierre a partir  de la nueve de la noche. El propio Salvador Frías  acusó a la  conservadora Sociedad Obrera de la Paz ante el delegado Gubernativo de no ajustarse a las leyes, pues, en  la calle de los Álamos tenían abierto un establecimiento donde se expendía bebidas a los socios fuera  de las horas  de cierre infringiendo las ordenanzas municipales  [7]

.           En el mes de junio, con motivo de la aprobación de  la lista de clasificación  de quintos, todavía Batmala asistía a las sesiones municipales. Pero, en el mes de julio hubo una nueva sustitución de concejales entrando los banqueros y funcionarios por los conservadores y liberales. Dimitieron Gregorio Torres Rosales y Julián Gil; Francisco Sierra y Manuel Fernández Mendoza y entraron el industrial Francisco Rubio, Alonso  de Pineda y Miguel Casanova, junto con el maestro Rafael López y Bartolomé Laguna.  Las iniciativas del delegado gubernativo apoyando el nacimiento del nuevo partido, creado por el dictador Primo de Rivera, no complacieron a los sectores republicano. Socialistas que vieron que no era sino un movimiento de derechas donde se refugiaron  todos los conservadores posteriores del maurismo. Acudió una representación alcalaína junto con la delegación provincial de Jaén a la Asamblea de Alcázar de San Juan, donde se dio forma a una estructura piramidal, en cuya cúspide estaba Primo de Rivera y  el directorio militar, y en la base la Asamblea. Sus principios fundamentales en contra del anarquismo, comunismo y materialismo, además, ponían las bases para el golpe de estado del 1936.

 

 

LOS SOMATENES

 

            El día 16 de agosto, Pablo  Batmala acudió al  acto de la constitución del cuerpo del Somatén, que fue muy celebrado por la población alcalaína. Lo organizó el notario Rafael Azpitarte, cabo de la sección local. Anteriormente, este se desplazó a la estación de Espeluy  con varios concejales, el gobernador civil y, el diputado Sedano  para recibir al general Dabán, comandante general de los somatenes de la 1ª Región. El acto de Alcalá la Real se celebró con gran solemnidad y fue acompañado de una cohorte de jóvenes mujeres de la burguesía alcalaína  como madrinas del acto, a cuyo frente estaba Teresa Suárez. Tuvo lugar en el Paseo de los Álamos, donde el jefe de los somatenes hizo un largo discurso, basado en un canto a las juventudes rurales insistiendo en su pureza bucólica y en la defensa del apoliticismo, como política propagandística  emprendida por la Dictadura de Primo de Rivera. Continuó con la alocución de la madrina de honor, que ensalzó la bandera, enriquecida por los escudos bordados por las señoritas de la localidad y, además, solicitó que se le ofreciera a la Patrona de la ciudad. Como en todo acto extraordinario, hubo una manifestación cívica hasta la iglesia de Consolación, acompañada de la banda del Regimiento de Córdoba, un  banquete con discursos de Azpitarte,  brindis, y verbena vespertina[8].

 



 

[1] AMAR. Acta  del 31 de  marzo de 1924.

[2] AMAR. Cabildo Del 31 de marzo de 1924.

[3] AMAR. Registro del 18 de junio de 1924.

[4] JAÉN CRÓNICA DE UN SIGLO 1924. “Se trata de una figura d mármol blanco, incompleta, de un brazo y piernas, de 29 centímetros. Obra griega selecta, el Hércules pertenece al arte ático en su  periodo arcaico (s.VI a.C) y guarda una especial analogía en cuanto a la técnica del desnudo e interpretación del rizado filamento con el grupo de las Tiranicidas que existió en Atenas, obra de Antenor. Todo ello llevó al Museo Arqueológico Nacional para adquirir la pieza jiennense.

 

[6] EL SOCIALISTA. 30 de junio de 1924.

[7] AMAR.  Acta del 14 de julio 1924.

[8] NORTE ANDALUZ. Numero 95. 24 de agosto de 1924.0

 

 

 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario