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miércoles, 5 de julio de 2023

NUEVOS DATOS SOBRE EL ABAD MOYA

DON PEDRO DE MOYA


Fue vicario de Alonso de Mendoza en Alcalá la Real. En Zaragoaza , vicario y comisario del Santo Oficio de la Inquisición por los años primeros del siglo XVII

En 1612, tesorero y canónigo de la Catedral de Málaga. Y aprincipios de siglo también lo era, pues se lo llevo el arzobispo Tomás Borja a la capital maña.




 “Aprobación”

Autor del texto editado:
Briz Martínez, Juan (1560-1632)
Título de la obra:
Las comedias del famoso poeta Lope de Vega Carpio
Autor de la obra:
Vega, Lope de (1562-1635)
Edición:
Zaragoza: Angelo Tavanno, 1604


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Fuentes 
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APROBACIÓN


Habiendo visto por comisión y mandado del muy ilustre señor el licenciado Pedro de Moya, vicario general del ilustrísimo y reverendísimo señor don Tomás de Borja, arzobispo de Zaragoza, del consejo de su Majestad, etc., doce comedias, que son sus títulos: la de Los donaires de Matico, la de Carlos el perseguido, El cerco de Santa Fe, la Vida y muerte de Bamba, La traición bien acertada, El hijo de Reduán, la del Nacimiento de Ursón y Valentín, El casamiento en la muerte, La escolástica celosa, La amistad pagada, La comedia del molino El testimonio vengado, compuestas por Lope de Vega y Carpio, y recogidas por Bernardo Grasa; demás que no he hallado en ellas cosa alguna contra nuestra santa fe o costumbres, me parece que su lectura es muy apacible y curiosa, muy conforme al grande estilo de su autor, que tan conocido está en España, por donde ha merecido nombre tan celebrado, y que se conceda licencia para que sus cosas salgan a luz. En Zaragoza y noviembre, a cuatro, año 1603.

El doctor Joan Briz Martínez

Información sobre el texto

Título del texto editado:
Licencia
Autor del texto editado:
Moya, Pedro de
Título de la obra:
Las comedias del famoso poeta Lope de Vega Carpio
Autor de la obra:
Vega, Lope de (1562-1635)
Edición:
Zaragoza: Angelo Tavanno, 1604


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Fuentes 
Información técnica 






El licenciado Pedro de Moya, en lo espiritual y temporal vicario general de la ciudad y diócesis de Zaragoza por el ilustrísimo y reverendísimo señor don Tomás de Borja, por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica arzobispo de dicha ciudad y su arzobispado, del consejo de su Majestad, etc.

Damos licencia para que se puedan imprimir en este arzobispado las doce comedias siguientes: Los donaires de Matico, la de Carlos el perseguido, El cerco de Santa Fe, la Vida y muerte del rey Bamba, La traición bien acertada, El hijo de Reduán, la del Nacimiento de Ursón y Valentín, El casamiento en la muerte, La escolástica celosa, La amistad pagada, La comedia del molino y El testimonio vengado, compuestas por Lope de Vega Carpio y recogidas por Bernardo Grasa, por cuanto nos ha constado no hay en ellas cosa que contravenga ni repugne a nuestra santa fe católica y buenas costumbres, con que al principio de cada un cuerpo se ponga esta nuestra licencia y aprobación, y antes que se comiencen a vender se traiga ante nos un cuerpo para que veamos si la impresión concuerda con el original. Data en Zaragoza, a 12 de noviembre, 1603.

El licenciado Pedro de Moya, vicario general.


Por mandado de dicho vicario general, Jerónimo de Iturralde, notario.Tomás de Borja y de Castro-Pinós (Gandía, Valencia, c. 1551-Zaragoza, 13 de septiembre de 1610). Religioso español, obispo de Málaga, arzobispo de Zaragoza y capitán general de Aragón.

Biografía[editar]

Estudió en el Colegio Mayor de San Ildefonso de Alcalá de Henares (Madrid), y de allí al Colegio Mayor de San Bartolomé de Salamanca, donde se doctoró en Teología, y se decidió por el estado eclesiástico.

En 1571 acompaña a su hermano, el futuro santo, Francisco de Borja y Aragón y al cardenal Alejandrino en un viaje por Europa hacia Roma, donde fue designado Consultor de la Inquisición Romana. De vuelta a España es nombrado canónigo de Toledo y Abad de la Trinidad de Orense.

El rey Felipe III lo presenta en 1599 como obispo de Málaga. Su llegada coincide con unos brotes de peste, con origen en el desembarco de tropas infestadas procedentes de puertos africanos, tan fuerte que la gente caía en la calle o en los templos sin dar tiempo al socorro oportuno, rebosando la capacidad de los hospitales. El obispo se dedicó con denuedo a ayudar a los enfermos, incluso a aquellos a quienes los demás no se atrevían a acercarse; duró la peste dos años, y murió tanta gente que hubo que traer numerosas familias de otras regiones para atender los trabajos y las labores del campo.

En 1603, fue nombrado arzobispo de Zaragoza, donde vivió con intensidad la beatificación de su hermano, San Francisco de Borja.

En 1606 fue nombrado capitán general de Aragón.

Deceso[editar]

Falleció el 13 de septiembre de 1610, a los sesenta y nueve años, siendo sepultado en la Capilla Mayor del Colegio de las VírgenesDE SAN FRANCISCO DE BORJA EN 1610 JUAN RAMÓN ROYO GARCÍA Director del Archivo Diocesano de Zaragoza 1 Bartolomé Bennassar, La España del Siglo de Oro, Barcelona, Crítica, 1983, pp. 145-159. En los últimos años varias revistas han dedicado sus números investigar el tema: Mélanges de la Casa de Velázquez, 33-2 («Le temps des saints. Hagiographie au siécle d’or», 2003); Revista de Historia Jerónimo Zurita, 85 («Fábrica de Santos: España, siglos XVI y XVII», 2010); Chronica Nova, 43 («Santidad y política: modelos de santos y su vínculo con el poder en la monarquía hispana: siglos XVI y XVII», 2017). Cf. también los estudios de Eliseo Serrano Martín, «La santidad en la Edad Moderna: límites, normativa y modelos para la sociedad», Historia social, 91, 2018, pp. 149-166 y «Santidad y patronazgo en el mundo hispánico de la Edad Moderna», Studia historica. Historia moderna 40/1, 2018, pp. 75-123. 2 Últimamente se han ocupado del santo Santiago La Parra López, «Francisco de Borja en el espejo de Teresa de Jesús (vidas paralelas unidas por la modernidad)», Studia historica. Historia moderna, 39/1, pp. 327-367 y Henar Pizarro Llorente, «De duque de Gandía a santo: la transformación de san Francisco de Borja a través de sus biografías», Chronica Nova, 43, 2017, pp. 53-84. Hay que señalar también la publicación de la Revista Borja publicada por el Institut Internacional d’Estudis Borgians con cinco números editados desde 2006-2007. 3 Como los procesos de san Juan de Dios (+1550), José Luis Martínez Gil (ed. lit.), Proceso de beatificación de San Juan de Dios, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2006; Santo Tomás de Villanueva (+1555), Cècile Vincent Cassy, «Llevando a santo Tomás de Villanueva a los altares. Del proceso al modelo de santidad», Chronica Nova, 43, 2017, pp. 109-138; 286 Élites políticas y religiosas, devociones y santos (siglos XVI-XVIII) •••••••••••• Como es sabido, en 1607 se inició una serie de procesos informativos con participación de testigos que le conocieron directamente. Los realizados en la Corona de Aragón (Zaragoza, Barcelona, Valencia, Gandía, Denia y Oliva) recogen 149 declaraciones frente a los 163 de los tramitados en Castilla (Madrid, Alcalá y Toledo), que son los más interesantes porque entre ellas están las del duque de Lerma, su hijo el duque de Uceda, el jesuita Pedro de Ribadeneyra, etc., aunque por encima de todas estuvo la de Juan de Ribera, arzobispo de Valencia (canonizado muy tardíamente, en 1960)4. Según Enrique García Hernán, estos procesos suponen «una fuente de datos biográficos inéditos, pero difícilmente comprobables y con multitud de errores, porque deponían muchos años después de los acontecimientos. Es una documentación apoyada en la autoridad de unos testimonios al menos cuarenta años posteriores a la fecha de los acontecimientos»5. El proceso informativo zaragozano comenzó el 30 de marzo de 1610 con la comparecencia ante el vicario general, Pedro de Moya, del jesuita P. Gabriel Álvarez (1564-1645)6, comisionado por el general Claudio Acquaviva, el cual mostró «unas letras de comisión para examen de testigos ad futuram rei memoriam» San Luis Beltrán (+1581), Adolfo Robles Sierra y Miguel Llop Catalá, Procesos informativos de la beatificación y canonización de San Luis Bertrán, Valencia, Nácher, 1983; Santa Teresa (+1582), Julen Urkiza (ed. lit.), Procesos de beatificación y canonización de la Madre Teresa de Jesús, Burgos, Monte-Carmelo ediciones, 2016, 6 v; San Juan de la Cruz (+1591), A. Fortes y F. J. Cuevas (eds. lits.), Procesos de beatificación y canonización, Burgos, 1992, 4 v.; San Juan de Ribera (+1611), Información de la causa de beatificación y canonización del Ven. Siervo de Dios D. Juan de Ribera..., Valencia, 2011 (microficha); la beata Ana de San Bartolomé (+1626), Julen Urkiza (ed.), Procesos de beatificación y canonización: Beata Ana de San Bartolomé, Burgos, Monte-Carmelo ediciones, 2011. Recientemente se ha publicado la traducción al castellano de una copia hecha en 1590 del proceso de canonización de san Vicente Ferrer, en una edición conjunta de Facultad de Teología de Valencia y el Instituto Studia Friburgensis, de Friburgo (Suiza), coordinado por el dominico Alfonso Esponera –https://www.teologiavalencia.es/2019/01/4168/, consultado el 22 de enero de 2019. 4 Enrique García Hernán, «Francisco de Borja y su familia», Revista Borja. Revista de l’Institut Internacional d’Estudis Borgians, 4, 2012-2013; Francesc de Borja (1510-1572), home del Renaixement, sant del Barroc. Actes del Simposi Internacional, 2010, pp. 61-81, p. 66. El proceso de Valencia ha sido estudiado por Amparo Felipo, «La actitud institucional ante el proceso de canonización de san Francisco de Borja» en Enrique García Hernán y María del Pilar Ryan (coords.), Francisco de Borja y su tiempo: Política, religión y cultura en la Edad Moderna, Valencia-Roma, Albatros Ediciones, 2011, pp. 59-78. 5 Enrique García Hernán, «Francisco de Borja y su familia», o. c., p. 66. 6 Puede verse su biografía en http://dbe.rah.es/biografias/19652/gabriel-alvarez. EL PROCESO INFORMATIVO DE ZARAGOZA PARA LA BEATIFICACIÓN DE… | JUAN RAMÓN ROYO 287 •••••••••••• concedidas por el nuncio en España, don Decio Carraffa «de la vida y milagros del Padre Francisco de Borja». Los testigos declararon entre el 3 de abril y el 26 de mayo sobre «la vida y milagros» de Francisco de Borja «que primero fue duque de Gandía y después tercer general de la Compañía de Jesús», sobre estas preguntas (f. 15)7: 1) Si lo habían conocido antes y después de entrar en la Compañía, cuánto tiempo y en qué cosas le trataron. 2) «Las preguntas generales de la ley»: edad, si tenía relación de parentesco, amistad o enemistad. 3) Su concepto de la vida, religión y perfección del Padre Francisco y en qué se fundamentaba. 4) Si sabían, cómo y porqué, que «en la opinión de muchos hombres graves y de buena conciencia, de dentro y fuera destos Reynos, ha sido siempre tenido el dicho padre por grande siervo de Dios y hombre y religioso perfecto». 5) Si lo antecedente era público y notorio. El proceso se desarrolló en el año en que el santo hubiese cumplido cien años, cuando estaba en marcha la expulsión de los moriscos de la Corona de Aragón, decisión tomada el 17 de abril y publicada en Aragón el 29 de mayo8. Pocos meses después falleció Tomás de Borja. Este proceso fue declarado auténtico por el Ldo. Pedro de Molina, prior y canónigo de la catedral de Granada, vicario general del arzobispo Pedro González de Mendoza, el 31 de mayo de 1618 («este proceso es el original que, como comisario apostólico fulminó el Illmo. Señor don Thomás de Borja…y así lo certifico yo… y lo firmo de mi nombre y mando se authorize con el sello de la dignidad»: f. 41)9. 7 El 3 de abril juraron como testigos el virrey de Aragón, Gastón de Moncada, y Fray Juan Bautista, prior de Santa Engracia. El 15 de abril lo hicieron los canónigos de la Seo José de Palafox y Jaime Moncayo y el Justicia de Aragón, Martín Batista de Lanuza; el 17 declaró el P. Francisco Ruiz, S. I y el 21 testificó el duque de Villahermosa; el Dr. Juan Miguel de Bordalba declaró el 28 de abril. El 6 de mayo compareció el franciscano Fray Lamberto de Espés; el 22 de mayo lo hizo el arzobispo Tomás de Borja y, por último, el 26 de mayo declaró Francisco Vázquez Monte. 8 Asunto estudiado por Manuel Lomas Cortés, La expulsión de los moriscos del Reino de Aragón: política y administración de una deportación: (1609-1611), Teruel, Centro de Estudios Mudéjares, 2008, donde se analiza el papel desarrollado por el virrey y el arzobispo. 9 Archivo Diocesano de Zaragoza. Comisiones Apostólicas, letra C, ligamen 3: Comis. Ap. Rdi. Patris Claudii de Acquaviva, gener.ordinis Societatis Jessu contra (en blanco) super comissione et recepe. testium. El hecho de que esté a nombre de Claudio Acquaviva y de que no se 288 Élites políticas y religiosas, devociones y santos (siglos XVI-XVIII) •••••••••••• Este proceso, que no es desconocido por los historiadores pues en su copia del fondo Osuna ya fue utilizado por el jesuita P. Suau, por Enrique García Hernán y Santiago La Parra, no es propiamente un relato biográfico de Borja, aunque destaca el relato pormenorizado del viaje que le llevó hasta Roma para morir (ff. 31-32v y 34-36)10. Su interés radica sobre todo en ser el original que se hizo en Zaragoza y en las personas que declararon, que permite conocer mejor sus biografías. Prestaron declaración las principales autoridades civiles (el virrey, el Justicia de Aragón, el jurado en cap del concejo de Zaragoza), dos de sus familiares (su hermano el arzobispo de Zaragoza –junto con su criado, el racionero Francisco Vázquez Monte– y su sobrino, el duque de Villahermosa), dos canónigos de la Seo y varios religiosos. Sobre todo prima el interés hagiográfico y piadoso, que no incide en profundidad en los acontecimientos en los que se vio implicado, para demostrar su indique que se trate de un proceso para la beatificación de san Francisco de Borja seguramente hizo que pasase desapercibido. Dado que se afirma que es auténtico, el conservado –junto con los realizados en Valencia, Gandía y Barcelona en 1611 y en Madrid en 1617– en el fondo Osuna 16, del Archivo de la Nobleza en Toledo (Enrique García Hernán, o. c. p. 66) ha de ser una copia; dicho proceso ha sido utilizado por el jesuita P. Suau, por García Hernán y por Santiago La Parra. En la sección de Vicariato General, letra E, lig. 5 se encuentra el Expediente sobre diligencias de busca de papeles de la V. Sor María Ángela Astorch, monja capuchina (1592-1665, beatificada en 1982), del siglo XVIII. Con anterioridad se recogieron informaciones sobre santa Teresa de Jesús en 1595, ya que su discípula sor Isabel de santo Domingo fue priora del convento de San José de carmelitas descalzas de Zaragoza, actuando como investigador el canónigo Gabriel Sora, canónigo de la Seo y consultor del Santo Oficio, futuro obispo de Albarracín (Tomás de Jesús, OCD y Diego de Yepes, OSH: Vida, virtudes y milagros de Santa Teresa de Jesús, Madrid, Editorial de Espiritualidad, 2015, p. 506, publicado en el tomo primero de la edición de 2015 de los procesos de beatificación y canonización de la santa). En el Archivo Capitular de la Seo se guarda documentación sobre los procesos de san Pedro Arbués (beatificado en 1662) y santo Dominguito de Val (cuyo culto fue confirmado en 1807). 10 Enrique García Hernán, Francisco de Borja, grande de España, Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 1999, pp. 242-245, que se refiere, entre otras fuentes, a las declaraciones de Tomás de Borja y de Francisco Vázquez Monte. El testimonio de Tomás de Borja en este proceso zaragozano ofrece «detalles que hoy se nos antojan más propios de un guion cinematográfico que de un acta notarial» (Santiago La Parra López, «Retrato de Francisco de Borja y Aragón, el Santo Duque de Gandía» en Ximo Company y Joan Aliaga (coords.): San Francisco de Borja, Grande de España: arte y espiritualidad en la cultura hispánica de los siglos XVI y XVII: Gandía, Casa de la Cultura Marqués de González de Quirós, del 4 de noviembre de 2010 al 9 de enero de 2011, Valencia, Afers, 2010, pp. 51-66, p. 53, que lo toma de la biografía del P. Suau, en su traducción española de 1963, p. 438, n. 552). EL PROCESO INFORMATIVO DE ZARAGOZA PARA LA BEATIFICACIÓN DE… | JUAN RAMÓN ROYO 289 •••••••••••• virtud y lograr su glorificación Así, Tomás de Borja menciona la dificultosa instalación de los jesuitas en Zaragoza, indicando las palabras alentadoras de san Francisco –«que no se desconsolasen y que guardasen las piedras para la fundación, que se había de hacer un gran colegio», como sabía el provincial de Aragón P. Román y como había oído del P. Antonio Cordeles, de tal manera que dudaba «que haya fundaciones en la Compañía tan bien fundadas y asentadas que esta» y cita «la resistencia de parte de la ciudad a esta fundación hasta echarlos a pedradas» pero sin indicar que de ella participaron su tío, el arzobispo Hernando de Aragón, y otras órdenes religiosas (f. 36v)11. También se detienen en anécdotas, como fray Lamberto de Espés, refiriendo como lo atendió, con trece o catorce años, en la botiga de su tío Pedro de Espés y que le proporcionó «lienzos, guarniciones de oro y otras cosas que gustaría de comprar para las damas de su palacio y otras personas con que tenía obligación» (f. 30). La mayoría no lo conoció y su opinión se basa en la de terceras personas. El caso del marqués de Aitana se apoyó en la opinión de sus propia madre y de su abuela (f. 16); de Batista de Lanuza, que, aparte de lecturas de «algunos autores dignos de fe» (f. 18) refiere como mientras estudiaba en Salamanca en 1562, oyó al dominico fray Mancio del Corpus Christi, catedrático de Prima, aludir 11 El deseo de establecerse en la ciudad parece haber nacido del propio santo en 1546, cuando enviudó y entró en la Compañía. Con tal objetivo vinieron en 1547 dos religiosos. En 1554 compraron unas casas viejas detrás del Coso Bajo, cuyo solar corresponde en parte al actual Seminario de San Carlos y en 1557 se comenzó a levantar el colegio. En 1558 los jesuitas fueron excomulgados y abandonaron la ciudad. Fueron acogidos en Pedrola por la hermana del santo, duquesa de Villahermosa. En 1569 o 1570 se puso la primera piedra de la actual iglesia, concluida en 1585. En 1564 Pío IV dotó al colegio con los diezmos de Monreal del Campo y Portalrubio (Teruel), que conservaron hasta 1767. Sobre el caso de Zaragoza «tercer centro opositor de los jesuitas», v. Javier Burrieza, «La expansión de la Compañía de Jesús en España bajo la mirada de Francisco de Borja», Revista Borja. Revista de l’Institut Internacional d’Estudis Borgians, 4, 2012-2013, pp. 301-340. p 323, e Isidoro Miguel García, La diócesis de Zaragoza en el siglo XVI. El pontificado de don Hernando de Aragón (1539-1575), Zaragoza, Fundación Teresa de Jesús-Cabildo Metropolitano de Zaragoza, 2015, 2 v, v. 1, pp. 739-752. Falta todavía una historia del colegio; más datos bibliográficos los ofrece Juan Ramón Royo García, «La expulsión de los jesuitas en la diócesis de Zaragoza», en Eliseo Serrano Martín y Jesús Gascón Pérez (eds.): Poder, sociedad, religión y tolerancia en el mundo hispánico, de Fernando el Católico al siglo XVIII (Actas de la XIV Reunión Científica de la Fundación Española de Historia Moderna, Zaragoza, IFC, 2016), Zaragoza, 2018, pp. 1161-1180 (disponible en https://ifc.dpz.es/publicaciones/ebooks/id/3699). El P. Antonio Cordeses (1518-1601) fue nombrado provincial de Aragón en 1573 (http://dbe.rah.es/biografias/20166/antonio-cordeses) (consultado, como el resto de las voces, el 23 de enero de 2019). 290 Élites políticas y religiosas, devociones y santos (siglos XVI-XVIII) •••••••••••• a su intervención en el proceso de Carranza (“en los negocios que entonces corrían en Roma” (f. 18 v)12 y su “erudición y prudencia” al hablar del tema con Felipe II “que está en el cielo”; del jerónimo fray Juan Baptista, residente muchos años en el reino de Valencia, que trató con “dos religiosos que habían estado a sus servicio” (f. 17v); del propio sobrino del santo, el duque de Villahermosa, que se apoya en sus padres y en otras “personas muy religiosas y graves” jesuitas, de otras órdenes religiosas y también “seculares” (f. 23v); de Juan Miguel de Bordalba, que oyó “a sus antiguos, ya difunctos, y a otros” sobre su “grande religión y santidad de vida” (f. 26v). Otros mantuvieron una relación ocasional: El contacto de Fray Lamberto de Espés fue sobre todo durante medio año mientras estuvo en el convento franciscano del Araceli (Santa María de Aracoeli) en Roma y los canónigos Palafox y Moncayo lo oyeron predicar en Valencia en 1571 mientras estudiaban en su Universidad, con gran éxito de público, cuando el santo acompañó al cardenal Alexandrino (ff. 19v y 20-20v). El jesuita Ruiz mantuvo solo una vinculación epistolar con él por razones de gobierno (f. 21v). Quien más le trató fue su hermano, con el que se llevaba más de treinta años, en tres ocasiones (f. 34): – Entre 1548 (en Gandía) y 1550 (cuando marchó a Roma). – En 1553 “quando salió de Oñate en Valladolid gobernando la princesa doña Juana, que envió a llamarle, que era ya comisario general y andaba fundando casas por España” y le trató en la casa de Simancas, casa de novicios fundada por él, y luego, “muy frecuente y familiarmente por espacio de muchos años” hasta que pasó a Portugal y luego a Roma llamado por Pío IV en 1560. – En 1570 cuando llegó con el cardenal Alexandrino enviado por san Pío V, estando él en el colegio de San Bartolomé le pidió licencia para acompañarle a Roma por haber acabado laos estudios. En este periodo fue cuando le conoció el racionero Francisco Vázquez Monte. 12 Sobre el dominico fray Mancio del Corpus Christi (c. 1500-1576) v. http://dbe.rah.es/ biografias/ 18993/Mancio-de-corpus-Christie. San Francisco de Borja «hizo todo lo posible por ayudar al desdichado arzobispo de Toledo Bartolomé Carranza, con quien disfrutó de una larga amistad» (Enrique García Hernán, Francisco de Borja, grande…, op. cit., p. 18). EL PROCESO INFORMATIVO DE ZARAGOZA PARA LA BEATIFICACIÓN DE… | JUAN RAMÓN ROYO 291 •••••••••••• EL JUEZ PEDRO DE MOYA Y ARJONA13 Nacido en Alcalá la Real (Jaén) en 1566, era hijo de don Pedro de Moya y doña María Jamilena. Estudió en el Colegio Real de Granada de donde fue catedrático; en Málaga fue provisor del obispado y canónigo y tesorero de la catedral de Málaga, de donde lo trajo Tomás de Borja para ser su Vicario General. Fue capellán de honor de Su Majestad y letrado de Cámara del cardenal infante don Fernando. En 1621 fue nombrado abad de la abadía vere nullius de su ciudad natal, donde terminó la iglesia abacial (dedicada en 1627), convocó un Sínodo (impreso en 1626 y en 2002) y fundó seis capellanías de coro, dotándola de música. En 1630 fue nombrado obispo de Tuy, siendo consagrado en la iglesia de los Clérigos Menores de Madrid por el arzobispo de Vintimilla, con asistencia de los obispos de Siria y Malaca en 1631; tomó posesión de la diócesis por medio de su procurador el Dr. Juan Sanz de Velasco el 26 de agosto, pero no entró en su sede por fallecer en Madrid el 14 de octubre, como electo de Málaga. Fue enterrado en la capilla familiar del convento de Nª Sª del Rosario en su ciudad natal. LOS TESTIGOS 1. El arzobispo Tomás de Borja (ff. 37-41)14 Tomás de Borja era el último de los doce hijos de Juan de Borja y su segunda esposa Francisca de Castro Pinós, hija de los Vizcondes de Ebol y Cañete15. Nació 13 http://dbe.rah.es/biografias/68763/pedro-de-moya-y-arjona. Además de las referencias que se dan, tratan de él Gil González Dávila, Teatro histórico de las Iglesias Metropolitanas y catedrales de los Reinos de las dos Castillas, vidas de sus arzobispos y obispos y cosas memorables de sus sedes, Madrid, Pedro de Horna y Villanueva, 1650, t. 3, pp. 453-454; Pedro Suárez, Historia del obispado de Guadix y Baza, Madrid, Antonio Román, 1696, p. 193, y Enrique Flórez, España Sagrada, t. 23 (Continuación de las memorias de la Santa Iglesia de Tuy y colección de los cronicones pequeños, publicados e inéditos, de la historia de España), Madrid, Antonio Marín, 1767, pp. 72-73. 14 Sobre su gobierno, v. Archivo Capitular de la Seo, Actas 1593-1610, en especial ff. 17v, 147, 149-150 y 313. Su partida de defunción en ADZ. Fondos parroquiales. La Seo. Quinque libri, t. 3, f. 624 y 637. A falta de un estudio de su episcopado, puede consultarse José Blasco Ijazo, Obispos y arzobispos que han regido la diócesis de Zaragoza, Zaragoza, Librería General, 1959, pp. 33-34; Juan Ramón Royo García, «Los hospitalicos de niños y de niñas 292 Élites políticas y religiosas, devociones y santos (siglos XVI-XVIII) •••••••••••• en Gandía en 1541. Fue colegial de San Ildefonso en Alcalá de Henares y de San Bartolomé en Salamanca y doctor en Teología. En 1571 acompañó a su hermano a Francia y Roma y estuvo presente en su muerte. Al volver a España obtuvo una canonjía en Toledo y el cargo de abad de la Trinidad en Orense. En la sede primada fue presidente del consejo del cardenal Alberto de Austria (1594), gobernador y vicario general y juez de la Santa Cruzada; en 1598 fue nombrado consultor del Santo Oficio. En 1600 fue nombrado Obispo de Málaga; en 1602 fue propuesto como obispo de Córdoba y arzobispo de Santiago. Como arzobispo de Zaragoza tomó posesión el 13 de agosto de 1603 por medio del procurador el Ldo. Francisco Vázquez Monte. Ejecutó la bula de secularización de la Seo dada por Clemente VIII el 12 de julio de 1604, admitida por el rey el 31 de marzo de 1605 y puesta en práctica este año. Siendo arzobispo fue Virrey de Aragón (1606). En 1610 apoyó la expulsión de los moriscos, aunque esto supuso la despoblación de Rodén, pequeño pueblo zaragozano del cual los arzobispos eran señores temporales. Murió el 7 de septiembre de 1610, después de haber enfermado el día 1. Fue enterrado en la capilla mayor del Colegio de las Vírgenes, al que había favorecido con dos mil ducados, en el lado del evangelio16; hizo testamento ante Diego Fecet, siendo ejecutores del mismo el Justicia, Martín Bautista de Lanuza; el inquisidor Miguel Santos de San Pedro (que ya lo había sido de su tío, el arzobispo Andrés Santos, muerto en 1585)17, su criado Benito López Hurtado y su vicario general Pedro de Moya18. de Zaragoza en 1605 según la visita del arzobispo Tomás de Borja», Revista de historia Jerónimo Zurita, 69-70, 1994, pp. 115-128 y Carmen Abad-Zardoya, «Por el bien y beneficios que de su mano hemos recibido: estudio documental de una donación de bienes muebles hecha por Tomás de Borja a su sobrino el duque de Lerma en 1608», Artigrama, 24, 2009, pp. 341-371.Su biografía en el Diccionario Biográfico Español es muy incompleta (http:// dbe.rah.es/ biografías/31206/tomas-de-Borja). 15 Los hijos de este segundo matrimonio pueden verse en Enrique García Hernán, o. c., p. 26 y el árbol genealógico en la p. 295. 16 Institución docente creada en 1531, que pervivió hasta 1837. El edificio se derribó entre 1946-1947, por lo cual hay que dar por desaparecidos sus restos. De su historia se han ocupado Tarsicio de Azcona, «El Colegio de las Vírgenes de Zaragoza en el siglo XVI», Memoria Eclesial XX, 2001, pp. 57-68 y Pilar Lop Otín, «Nuevas aportaciones sobre el Colegio de las Vírgenes de Zaragoza: límites y evolución en los siglos XIX y XX», Artigrama, 31, 2016, pp. 373-390. 17 Natural de Santeras (Palencia) y beneficiado en Quintana Díez de la Vega, pueblo natal de su tío, que le ordenó sacerdote en 1584. Sucesivamente ocupó los cargos de Arcediano de Alcor en la catedral de Palencia, inquisidor de Zaragoza (1604), obispo de Solsona (1624-1631), EL PROCESO INFORMATIVO DE ZARAGOZA PARA LA BEATIFICACIÓN DE… | JUAN RAMÓN ROYO 293 •••••••••••• 2. Francisco Vázquez Monte (ff. 30-33) Racionero de la catedral de Toledo, tenía sesenta años, natural de «Boliches», jurisdicción de Baeza (Vilches, Jaén). Desde los catorce años estuvo al servicio de Tomás de Borja durante sus estudios en Alcalá y Salamanca, cuando este era colegial de San Bartolomé y le acompañó a Roma. Fue el encargado de preparar el aposento y de acudir a los médicos y procurar las medicinas en su último viaje camino de Roma. 3. Los canónigos José de Palafox (ff. 19v-20) y Jaime Moncayo (ff. 20-21) José de Palafox desde 1605 era magistral de la Seo. Contaba con 52 o 53 años. Hijo de Enrique de Palafox (que fue virrey de Cerdeña) y de su primera esposa, su prima segunda Ana de Palafox, nació en Ariza (Zaragoza, ahora diócesis de Tarazona y entonces de Sigüenza), señorío de su linaje elevado a marquesado en 1611. Sus hermanos Enrique, caballero de Calatrava, y Fadrique fueron Diputados del Reino en 1618, como lo fue Juan, prior del Sepulcro, en 1614. Fue canónigo de Tarazona y vicario general del arcedianato de Calatayud virrey de Cataluña (1627-1628) y arzobispo de Granada (1631-1633) y presidente del consejo de Castilla (1630-1633). En el santuario de Nª Sª de Monlora, en Luna (Zaragoza, comarca de las Cinco Villas), hizo construir un Vía Crucis tallado en piedra en 1613. Vincencio Blasco de Lanuza, Historias Eclesiásticas y Seculares de Aragón, en que se continúan los anales de Curita desde et año 1556 hasta el de 1618, Zaragoza, Juan de Lanaja y Quartanet, 1622., t. II, p. 179; Martín Carrillo, Historia del glorioso S. Valero, obispo de la ciudad de Maragota... Con un Catálogo de todos los Prelados, Obispos y Arzobispos y Abades del Reino de Aragón, Zaragoza, Juan de Lanaja y Quartanet, 1615, p. 398; Domingo Costa Bofarull, Memorias de la ciudad de Solsona y su Iglesia, Barcelona, Balmes, 1959, pp. 368-370; Janine Fayard, Los miembros del Consejo de Castilla (1621-1746), Madrid, Siglo XXI de España, 1982, p. 223; fray José Antonio Hebrera y Esmir, Descripción histórico-panegírica de la montaña y convento religiosísimo de Nuestra Señora de Monlora, de religiosos recoletos de la Santa Provincia de Aragón, de la regular observancia de Nuestro Padre S. Francisco, Zaragoza, 1700, p. 87. John H. Elliot lo hace aragonés y señala la importancia de su nombramiento como presidente del Consejo de Castilla por Olivares, que «simbolizaba el deseo del conde-duque de terminar con la exclusión de los no castellanos de los puestos del gobierno... Aquí había una señal visible de su determinación de unificar la Monarquía», en «El programa de Olivares y los movimientos de 1640», Historia de España Menéndez Pidal, Madrid, Espasa Calpe, 1982, t. XXV, pp. 333-523, p. 409. 18 En su testamento dejó 60.000 ducados a su sobrino el duque de Lerma, que tanto le había favorecido (Patrick Williams, El Gran Valido: el Duque de Lerma, la Corte y el gobierno de Felipe III, 1598-1625, Segovia, Junta de Castilla y León, 2010, p. 226). 294 Élites políticas y religiosas, devociones y santos (siglos XVI-XVIII) •••••••••••• y, como tal hizo el proceso informativo de la vida y virtudes del obispo Pedro Cerbuna que no llegó a término. En 1611 fundó un convento de dominicas en su villa natal, trasladado en 1616 a Calatayud, de que fue primera priora su hermana Bernardina y donde fue enterrado, el cual cerró en 2015. En 1627 fue nombrado obispo de Jaca, aunque su gobierno no llegó a los cuatro meses. Escribió varias obras, que recoge fray Ramón de Huesca19. Jaime Moncayo afirmó tener 61 años. Nació en Borja en 1548 y falleció en Zaragoza en 1622. En la colegiata de su ciudad natal fue canónigo doctoral y prior; desde 1604 fue canónigo de la Seo. En 1621 dispuso que se fundase un convento de dominicos en Borja, aunque la fundación no se hizo efectiva hasta 163620. 4. Los religiosos El franciscano fray Lamberto de Espés (ff. 27v-30)21 era natural de Zaragoza. Residía en el convento de Santa María de Jesús (situado en la margen iz19 Sobre la familia Palafox y la fundación del convento, v. Vincencio Blasco de Lanuza, op. cit., pp. 129-131 y 545-547 y Ángela Atienza, Tiempo de conventos una historia social de las fundaciones en la España moderna, Madrid, Marcial Pons, 2008, pp. 372-373. Como obispo de Jaca se ocupó de él Ramón de Huesca, Teatro Histórico de las Iglesias del Reino de Aragón, t. 8, Pamplona, Josef Miguel de Ezquerro, 1802, pp. 167-170. 20 Manuel Gracia Rivas, Diccionario biográfico de personas relacionadas con los veinticuatro municipios del antiguo Partido Judicial de Borja, Borja, Centro de Estudios Borjanos, 2005, pp. 691-692, y los artículos de Alberto Aguilera Hernández, «El “calvario” dominico: Jaime Moncayo y la conflictiva fundación del convento de San Pedro Mártir en la ciudad de Borja (Zaragoza)», en Archivo Dominicano, 37, 2016, pp. 95-162, y «El realejo del convento de San Pedro mártir de la ciudad de Borja: una obra inédita del organero Juan Miguel de Longás (1686-1687)», Nassarre, 30, 2014, pp. 211-219. 21 Fray Diego Murillo, Fundación milagrosa de la Capilla Angélica y Apostólica de la madre de Dios del Pilar y excellencias de la imperial ciudad de Çaragoça, Barcelona, Sebastián Matevad, 1616, p. 444; Félix de Latassa, Biblioteca nueva de los escritores aragoneses que florecieron desde el año de 1600 hasta1640, Zaragoza, 1799, t. II, p. 245 y Juan José Polo Rubio, Jaime Jimeno de Lobera, 1580-94, organizador de la diócesis de Teruel, Zaragoza, Caja de Ahorros de Zaragoza, 1987, pp. 97-100. Fray Diego Murillo también residió en el convento de Jesús, por lo que pudo conocer de boca de fray Lamberto detalles de la vida de san Francisco de Borja, a quien presentó «como dechado de humildad y menosprecio de sí mismo» en su Instrucción para enseñar la virtud a los principiantes, Zaragoza, Lorenzo de Robles, 1588 (citado por Enrique García Hernán, «Francisco de Borja: la construcción de un santo» en Joan Aliaga y Ximo Company [coords.]: San Francisco de Borja…, op. cit., pp. 33-50, p. 34). EL PROCESO INFORMATIVO DE ZARAGOZA PARA LA BEATIFICACIÓN DE… | JUAN RAMÓN ROYO 295 •••••••••••• quierda del Ebro). En su Orden fue lector jubilado, guardián del convento de san Francisco y definidor mayor de la provincia de Aragón. Latassa (que lo llama Lamberto de Espés y Gracia) lo califica de «teólogo místico aventajado» y cita unos Ejercicios Espirituales que parece que no llegaron a imprimirse, aunque fray Diego Murillo afirmó en su momento (1616) que se trataba de hacerlo. Murió muy anciano en 1619. Fue ejecutor testamentario y uno de los herederos de su hermano, el doctor Miguel de Espés, catedrático de la universidad de Huesca, nombrado canónigo de la catedral de Teruel por el obispo Jaime Jimeno de Lobera en 1583 –con oposición del cabildo que llegó hasta Roma–, que murió en Génova en 1590 cuando llevaba la documentación de la visita ad limina de dicho prelado. El jerónimo fray Juan Baptista, prior de Santa Engracia (ff. 17-18)22 contaba con unos sesenta años y había vivido más de cuarenta en el reino de Valencia. Según fray León Martón, era natural de La Almunia de Doña Godina; tomó el hábito en el monasterio valenciano de la Murta y fue prior del monasterio de san Miguel de los Reyes y general de la Orden en 1604. Fue visitador general de Castilla, habiéndolo sido antes de Aragón. Fue nombrado prior de Santa Engracia en 1608; luego lo fue de Madrid y de nuevo volvió a serlo de aquel monasterio en 1613. Concluido su trienio, volvió a su casa de profesión. El jesuita Francisco Ruiz, residente en el colegio de Zaragoza (ff. 21v-23)23 era natural de Tarazona. Contaba más de sesenta años y hacía cerca de cincuenta que había entrado en la Compañía. 5. Testigos civiles El más importante fue Gastón de Moncada, marqués de Aytona y virrey de Aragón (1554-1626) (ff. 16-17)24, seguido de Martín Baptista de Lanuza, Jus22 Fray León Benito Martón, Historia del svbterráneo santvario oy Real Monasterio de Sta. Engracia de Zaragoça, Zaragoza, Juan Malo, 1737 (ed. facsímil, Zaragoza, 1991), pp. 587-588 y 742. 23 Supongo que es uno de los dos jesuitas que llegaron a Tarazona en 1568 desde Alcalá de Henares para predicar durante dos meses en la comarca del Moncayo y que era sobrino del canónigo Jerónimo de Silos (Rebeca Carretero Calvo, «El colegio de la Compañía de Jesús de Tarazona [Zaragoza]: metodología de trabajo y fuentes para su estudio» en María Isabel Álvaro Zamora y Javier Ibáñez Fernández [coords.]: La Compañía de Jesús y las artes: nuevas perspectivas de investigación, Zaragoza, Universidad, 2014, pp. 57-74, p. 57). 24 http://dbe.rah.es/biografias/20899/gaston-de-moncada-y-gralla. 296 Élites políticas y religiosas, devociones y santos (siglos XVI-XVIII) •••••••••••• ticia Mayor de Aragón (ff. 18-19)25, que declaró tener 58 años, cuyo testimonio es destacable porque era hermano del dominico fray Jerónimo Batista de Lanuza, que fue provincial dominico de Aragón y más tarde obispo, que se opuso a los jesuitas, llegando a quejarse de ellos en un memorial que escribió a Felipe II en 159726. El doctor Juan Miguel (Pérez) de Bordalba (ff. 26v-27)27 era un jurista natural de Zaragoza, de donde era ciudadano y jurado en cap, de sesenta y cuatro años. Representó al concejo de la ciudad en la corte ente noviembre de 1591 y abril de 1592 y en 1594. En 1585 había sido propuesto como lugarteniente del Justicia. Perteneció a la Real Audiencia desde 1589, pero renunció en 1591 alegando problemas de salud. Aparte de las obras que señala Latassa es autor de Responsum iuris, in favorem admodum insignis villae Alcagnicensis (Zaragoza, 1603). 25 Aparte de los datos y bibliografía ofrecida en http://dbe.rah.es/biografias/15622/martinbautista-de-lanuza, puede verse una valoración más reciente de su persona en José Ignacio Gómez Zorraquino, Patronazgo y clientelismo: instituciones y ministros reales en el Aragón de los siglos XVI y XVII, Zaragoza, Prensas de la Universidad, 2018, p. 449. En esta época se estaba reformando la capilla de Nª Sª de las Nieves en la colegiata del Pilar, que se le había cedido en 1605 y que estaba terminada en 1613, y también poseía otra dedicada a la Anunciación (Olga Hycka Espinosa, Santa María la Mayor y del Pilar de Zaragoza. Evolución histórica del templo colegial, Zaragoza, IFC, 2018, pp. 102-103 y 325-341). 26 Asunto estudiado por Alfonso Esponera Cerdán, «Ne nos fratres pradicatores, sed dominicanos appellent... disputas entre dominicos y jesuitas en la Valencia del patriarca (1597)», en Emilio Callado Estela (ed.), El patriarca Ribera y su tiempo: religión, cultura y política en la Edad Moderna, Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 2012, pp. 275-298. Obispo de Barbastro (1616-1624) y Albarracín (1622-1624), donde murió, su proceso de beatificación no prosperó (http://dbe.rah.es/biografias/21964/jeronimo-bautista-de-lanuza y, más recientemente, Eliseo Serrano Martín, «Santos que quedaron en el camino. Vidas religiosas y procesos hacia la santidad en la Edad Moderna. Una aproximación con ejemplos aragoneses», en Inmaculada Arias de Saavedra Alías, Esther Jiménez Prado y Miguel Luis LópezGuadalupe Muñoz (eds. lits.), Subir a los altares: modelos de santidad en la Monarquía Hispánica (siglos XVI-XVIII), Granada, Universidad, 2018,  pp. 155-185, en concreto pp. 178-190. 27 Firma como Juan Miguel, pero en el f. 26v aparece como Bernardino. Tratan de él Félix de Latassa, Biblioteca nueva de los escritores aragoneses que florecieron desde el año de 1500 hasta 1599, Pamplona, 1798, pp. 412-413 y Jesús Gascón Pérez, La rebelión de las palabras: Sátiras y oposición política en Aragón (1590-1626), Zaragoza, Prensas de la Universidad, 2003, en especial pp. 231 y 233 y Alzar banderas contra su rey: la rebelión aragonesa de 1591 contra Felipe II, Zaragoza, Prensas de la Universidad, 2010, en especial en la p. 231. La obra citada está tomada del Catálogo del Patrimonio Bibliográfico Español: CCPB000708766-7. EL PROCESO INFORMATIVO DE ZARAGOZA PARA LA BEATIFICACIÓN DE… | JUAN RAMÓN ROYO 297 •••••••••••• Como familiar suyo declaró Francisco de Gurrea y Aragón, duque de Villahermosa y conde de Luna28 (ff. 23v-26), sobrino del santo en cuanto hijo de su hermana Luisa de Borja y del duque Martín de Gurrea y Aragón. SAN FRANCISCO DE BORJA Aunque su biografía es suficientemente conocida, conviene resaltar aquellos aspectos citados por los testigos, siempre con una visión ejemplarizante propia de este tipo de procesos. Su hermano Tomás hizo mención de los presagios anteriores a su nacimiento, que había sido revelado mucho antes de producirse a su tía Isabel de Borja (Francisca de Jesús, 1498-1557): cuando entró en el convento de Santa Clara, con gran sentimiento de sus padres, profetizó a su hermano Juan el nacimiento de un hijo al que llamarían Francisco, gloria de la casa ducal en la tierra y en el cielo, según era opinión constante en dicho monasterio (f. 37)29. Este don profético pasaría al santo que aconsejó a su sobrino el futuro duque de Lerma, cuando tuvo «en su mocedad grandes impulso e inspiraciones de dexar el mundo y ser religioso» (f. 18v) y teniendo luego alguna duda, al seguir la vida seglar, sobre si tenía que haber cedido a los mismos, le consoló diciendo que no estaba obligado a seguirlos, porque Dios le quería gobernando su casa y estado «que le haría merced de acrecentarla y augmentarla dándole auctoridad y valor para volver a levantar la dicha casa al estado tan grande que havía tenido en los tiempos antiguos y aún más» (f. 19), según afirmó Batista de 28 http://dbe.rah.es/biografias/16700/francisco-de-gurrea-y-aragon. También se recogen las biografías de sus padres: http://dbe.rah.es/biografias/18322/martin-gurrea-y-aragon y http://dbe.rah.es/biografias/ 28193/luisa-de-borja-y-aragon. Más recientes son José Alipio Morejón Ramos, Nobleza y humanismo. Martín de Gurrea y Aragón. La figura cultural del IV duque de Villahermosa (1526-1581), Zaragoza, IFC, 2009,  y Carmen Morte García,  «Luisa de Borja y Aragón, duquesa de Villahermosa y condesa de Ribagorza: La familia Borja del siglo XVI en Aragón», Revista Borja: Revista de l’Institut Internacional d’Estudis Borgians, 2, 2008-2009; Actes del II Simposi Internacional sobre els Borja (València-Gandia, 21-23 novembre 2007), pp. 483-527. San Francisco, en carta a su tío Hernando de Aragón (1565) se alegró de las segundas nupcias del duque, porque conociéndole, «era mejor casarse que abrasarse» (Enrique García Hernán, «Francisco de Borja y su familia», op. cit., p. 78), pensamiento que no es original suyo, pues es una cita literal de la primera carta de san Pablo a los Corintios, capítulo 7, versículo 9. 29 http://dbe.rah.es/biografias/60768/isabel-de-borja. 298 Élites políticas y religiosas, devociones y santos (siglos XVI-XVIII) •••••••••••• Lanuza que le había dicho el arzobispo Tomás de Borja, que también se refirió a ello (f. 36v)30. El prelado también depuso sobre la precoz vida de piedad del futuro santo: a los cuatro años rezaba diariamente a los pies de su maestro, el doctor Ferrán, «un hombre grave y docto», todas las oraciones de la doctrina cristiana y desde que tuvo uso de razón tuvo confesor fijo, «un canónigo de vida muy ejemplar», con quien se confesaba algunas veces al año y en fiestas solemnes; también le gustaba oír la palabra de Dios, de tal manera que podía repetir lo dicho en los sermones, al tiempo que su abuela sor María y su tía sor Francisca le hacían subir al púlpito y predicar (f. 37). Su vida peligró durante las Germanías – que llama «Comunidades»– de Valencia al apoderarse de Gandía los agermanados («comuneros»), siendo llevado a Zaragoza, a casa del arzobispo Alonso de Aragón31, y luego reclamado por María de Luna, mujer de don Enrique Enríquez, para gozar de su compañía en Baza (ff. 37-37v). Su desafección a los juegos y entretenimiento y su preferencia por las cosas devotas preocuparon a sus familiares, por lo que fue enviado a la Corte, donde creció en virtud, siendo favorecido por los emperadores, que «le casaron de su mano con doña Leonor de Castro, señora muy principal y dama muy privada de la emperatriz y su camarera mayor» (f. 37v), siendo él un «mozo de muy lindo rostro y disposición» (f. 38). Su famosa conversión, cuando tuvo que llevar el cuerpo de Isabel de Portugal a su tumba en la Capilla Real de Granada (mayo de 1539)32 fue descrita por su sobrino, el duque de Villahermosa, como su «primera vocación» y «primer llamamiento» (f. 24). Su hermano declaró que entonces tuvo una «muy especial lumbre del cielo» sobre la caducidad de las cosas del mundo con «el desprecio de todas ellas y el deseo de procurar las que nunca perecen» (f. 38), tomando una determinación firme de dedicarse «a señor que no se le pudiese morir», que 30 El duque de Lerma intentó entrar en los jesuitas en dos ocasiones, en 1572 y 1621 (Patrick Williams, El Gran Valido..., op. cit., p. 42). 31 A quien Tomás de Borja llama «tío» en vez de abuelo. Su padre mandó ajusticiar a sus vasallos que habían pretendido adueñarse de Gandía, en una acción que provocó la destrucción del archivo familiar (Enrique García Hernán, Francisco de Borja, grande…, op. cit.,, p. 31). 32 Enrique García Hernán se refiere a este episodio como «un punto difícil de explicar que influirá decisivamente en la vida de Francisco de Borja» (ibidem, p. 80). Una valoración de los diferentes historiadores jesuitas la recoge Santiago La Parra López, «Retrato…», op. cit., pp. 61-62. EL PROCESO INFORMATIVO DE ZARAGOZA PARA LA BEATIFICACIÓN DE… | JUAN RAMÓN ROYO 299 •••••••••••• se vio confirmado cuando Juan de Ávila, «varón apostólico» en su sermón fúnebre trató de ello como si hubiese oído la oración nocturna del santo y leído el corazón33. Todo ello le fue revelado al mismo tiempo a su tía sor Francisca de Jesús, según esta le comunicó por carta (ibidem)34. Todo esto se lo comunicó al emperador Carlos, que lo nombró virrey de Cataluña, donde destacó por «limpiar la tierra de bandoleros», que constituyó para él la «más sabrosa caza», según el jesuita Ruiz (f. 21v), rigor que también señaló su hermano (f. 38). En ese tiempo incrementó la frecuencia en recibir los sacramentos, en sus oraciones, ayunos y mortificaciones (ff. 38v-39). Convertido en duque de Gandía a la muerte de su padre, insistió al rey licencia para retirarse a sus estados, para poder gobernarlos y dedicarse a las cosas espirituales. En la última enfermedad de su esposa, rezando insistentemente por su salud, Dios dejó a su elección su salud o su muerte, poniéndola el santo y la de sus hijos en sus manos. Después ella empeoró y murió, quedando viudo a los treinta y cinco años y buscó cumplir la promesa hecha en Granada de que si la sobrevivía entraría en religión (f. 39v). Así determinó entrar en la Compañía de Jesús, recibiéndole en ella desde Roma san Ignacio, con quien se había escrito siendo virrey. El padre Fabro35 llegó a Gandía y le comunicó el estado de su alma; estando allí fundó un colegio para «que tuviesen sus vasallos la doctrina necesaria para su salvación» (f. 40). Allí hizo su profesión secreta con licencia papal, viviendo con hábito de duque y administrando su señorío «porque, por una parte, no podía buenamente renunciar hasta dar orden en cosas y, por otra parte, deseaba muchísimo verse en estado de perfección y obligado a ella con votos» (ibidem). Estando en las cortes de Monzón, en 1547, según fray Lamberto de Espés, «habiéndole tocado ya Nuestro Señor en el corazón» cambió en su conducta (vestido, comida, conversación), tomando solo una escudilla de potaje y un poco de carne y no vistiendo prendas de seda (f. 29). 33 El funeral fue celebrado por el cardenal de Burgos; según un testigo, san Juan de Ávila predicó el 26 de mayo y el 9 de junio, pero se desconoce si los cortesanos permanecieron el tiempo suficiente para escucharle, aunque Ribadeneira afirmó que ambos hablaron (Enrique García Hernán, Francisco de Borja, grande…, op. cit., pp. 80-81). 34 Esta carta «acaso apócrifa» se la escribió su tía, abadesa de las clarisas de Gandía, cuando se dirigía a esta población. Una copia la publicó fray Juan Carrillo en su historia de la fundación de las Descalzas Reales de Madrid en 1616 (ibidem, p. 81 y n. 161). 35 San Pedro Fabro (1506-1546), uno de los cofundadores de la Compañía y el primer sacerdote, fue beatificado en 1872 y canonizado en 2013 por el papa Francisco por medio de una «canonización equivalente». 300 Élites políticas y religiosas, devociones y santos (siglos XVI-XVIII) •••••••••••• En estos años (1548-1550) dio mucho ejemplo en el gobierno de sus vasallos, criados e hijos y se dedicó a la oración, penitencia, limosnas y obras de piedad, obras de piedad, fundando en Lombay un convento dominico y siendo el sustento de clarisas (ibidem)36. Como señor «jamás detuvo el salario de criados ni dilató la paga de cosas que tomase para su casa y servicio de mercaderes» (f. 29v). Habiendo colocado a sus hijos, en 1550 marchó a Roma para ganar el jubileo y poder vestir el hábito de jesuita, habiendo dejado a su hijo Carlos «unos documentos admirables, llenos de grandísima cristiandad y prudencia» sobre la dirección de su conciencia y el gobierno de sus vasallos37. Marchó con nueve jesuitas, con la firme resolución de no volver más a Gandía, dando muestra de gran devoción y acudiendo a la casa general, donde estaba san Ignacio. Por temor a ser nombrado cardenal, regresó a España y residió en Oñate, entre otras cosas «por estar cerca del lugar donde había nacido» su fundador, renunciando a sus estados, tomando el hábito de jesuita, dedicándose al estudio –y siendo ordenado sacerdote– (f. 40v), acudiéndole a ver su cuñado el duque de Villahermosa, su hijo Álvaro y su hermano Felipe, a los que dio una plática muy fervorosa (f. 25v), permaneciendo allí hasta que fue nombrado comisario general. Siendo general, el padre Ruiz destacó su solicitud en el gobierno, mayor aún que la que tuvo en su virreinato, buscando evitar las imperfecciones de los religiosos con «exemplo, palabras y cartas escritas a toda la Compañía» (f. 21v). Su hermano Tomás declaró que tenía «muy alto concepto» de su vida religiosa, fundándose en sucesos conocidos, bien «de oydas y tradición de mis pasados», bien de su trato personal con el santo (f. 37). Refirió cómo se extendió su olor de santidad en toda su tierra y cómo pervivía en el reino de Valencia, citando que el obispo de Cartagena Esteban de Almeida38 acudió a verlo (f. 40) y la opinión favorable de fray Luis Beltrán, entonces ya beatificado (1608) y que sería canonizado junto con él39; de fray Juan Micó «cuya beatificación está en 36 Sobre la fundación dominica, v. Emilio Callado Estela, «Dominicos y moriscos en el reino de Valencia», Revista de Historia Moderna, 27, 2009, pp. 109-134, p. 114 y sobre las clarisas, Francisco Pons Fuster, «El mecenazgo cultural de los Borja de Gandía: Erasmismo e iluminismo», Estudis: Revista de historia moderna, 21, 1995, pp. 23-44, pp. 31-32. 37 Se refiere a su Instrucción para el buen gobierno de un señor en sus estados, escrita en 1552 (Enrique García Hernán, «Francisco de Borja y su familia», op. cit., p 67). 38 Obispo de Cartagena entre 1546-1563. 39 http://dbe.rah.es/biografias/12460/san-luis-bertran. EL PROCESO INFORMATIVO DE ZARAGOZA PARA LA BEATIFICACIÓN DE… | JUAN RAMÓN ROYO 301 •••••••••••• Roma muy adelante» (aunque no prosperó)40 y del franciscano fray Nicolás Factor (beatificado en 1786) (f. 36 v), «franciscano de espíritu profético»41. Su criado Vázquez Monte cita a Luis de Torres, clérigo de cámara del papa y arzobispo de Monreale (Sicilia)42 y al dominico fray Lorenzo de Figueroa, obispo de Sigüenza (f. 33)43. El jesuita Francisco Ruiz fundamentó su fama de santidad en diferentes aspectos (ff. 21v-22v): justificó su humildad con el testimonio del P. Arauz, sobrino de san Ignacio44 y del P. Gil González Dávila (1532-1596)45; alude a cómo un jesuita anónimo acudió a su intercesión para librarse de las tentaciones sensuales; se apoya en las referencias de su prima hermana, Ana de Aragón y Guzmán, hija de los duques de Medina Sidonia, esposa del condestable de Castilla Íñigo de Velasco, para referirse al desapego hacia su familia pues no quiso verla durante su estancia en España cuando estaba en Berlanga y cita el testimonio del cardenal Silíceo, arzobispo de Toledo46 «que si él hubiera conocido a san Francisco, fundador de los menores, hubiera conocido tres Franciscos sanctos que son Francisco de Asís, Francisco de Paula y Francisco de Borja» (f. 22v). Sobre su fama de santidad, fray Lamberto de Espés alude al testimonio del lego franciscano fray Juan Tejeda «religioso de grande espíritu y santidad con quien comunicaba las cosas de su espíritu muy frecuentemente» (f. 29)47. 40 http://dbe.rah.es/biografias/24562/juan-mico. Cf. también los estudios de Emilio Callado Estela, «Dominicos…», op. cit., pp. 112-114 y «En tierra de infieles. Fray Juan Micó y la fundación borgiana de Santa Cruz de Llombai», en Enrique García Hernán y Enrique García Hernán y María del Pilar Ryan (coords.), Francisco de Borja y su tiempo…, op. cit., pp. 223-236. 41 http://dbe.rah.es/biografias/8353/beato-nicolas-factor-estana. Enrique García Hernán, Francisco de Borja, grande…, op. cit., p. 17. 42 Hubo dos prelados con este nombre, que gobernaron entre 1573-1583 y 1588-1609 (http://www. catholic – hierarchy. org/diocese/dmonr.html, consultada el 25 de enero de 2019). 43 Fray Lorenzo Suárez de Figueroa y Fernández de Córdoba fue obispo seguntino entre 1579-1605. Se refiere a una conversación durante el concilio provincial de Toledo, en 1582. 44 Sobre Antonio de Araoz (1515-1573): http://dbe.rah.es/biografias/15507/antoniode-araoz. 45 http://dbe.rah.es/biografias/20368/gil-gonzalez-davila. 46 Conocido por su oposición a los jesuitas, asunto tratado por Isabella Ianuzzi, «Mentalidad inquisitorial y jesuitas: el enfrentamiento entre el Cardenal Silíceo y la Compañía de Jesús», Cuadernos de Historia Moderna, 24, 2000, pp.11-31. 47 http://dbe.rah.es/biografias/60759/juan-de-tejada. También aparece como Tejeda, como en Francisco Pons Fuster, op. cit., pp. 32-34. 302 Élites políticas y religiosas, devociones y santos (siglos XVI-XVIII) •••••••••••• Con vistas a lograr la beatificación, se insiste frecuentemente en sus virtudes, destacando su espíritu de humildad y penitencia –“retrato de penitencia” le llamó el canónigo Moncayo (f. 21)– y en especial cómo esto le había llevado a perder mucho peso (ff. 16v, 17v, 21, 22v, 25, 28v)48, de tal manera que su sobrino estaba seguro de que estaba en la gloria «ya por el llamamiento que tuvo como el discurso de su vida y santas obras y exercicios» (f. 20). La beatificación llegó el 23 de noviembre de 1624. Con este motivo el cisterciense Fray Miguel Descartín (futuro obispo de Barbastro, Lérida y Tarazona) predicó en 1625 un sermón en la iglesia jesuita de San Vicente en Huesca (Huesca, 1625)49. Unos años después vio la luz el Sermón que el padre Gabriel Álvarez de la Compañía de Iesús predicó en su colegio de Zaragoza, en la fiesta de San Francisco de Borja, a I. de Octubre, año 1632, en este mismo año50. La canonización se produjo el 12 de abril de 1671. Fue celebrada con la publicación en Zaragoza al año siguiente de la Oración panegírica que predicó el carmelita calzado fray Francisco Alberto de Undiano y Sarasa, en las fiestas celebradas también por los jesuitas oscenses y costeadas en parte por la Marquesa de Coscojuela y su primogénito51, y de la Relación de la memorable colgadura de cera, que hizieron los ... Padres de la Compañía de Iesús, del Colegio Imperial de Madrid, en la fiesta de la canonización de San Francisco de Borja... sacada de carta que escrivió un cauallero de aquella Corte a otro desta ciudad de Zaragoça 52. Su nombre fue incluido en el Misal Romano en 1688, adjudicándosele como día de su celebración el 10 de octubre53. Con la reforma de san Pablo VI en el nuevo texto de 1970 fue eliminado y su celebración quedó solo como 48 Enrique García Hernán se refiere a las referencias a su gordura de los testigos de los diferentes procesos, «acaso para realzar luego sus extraordinarias penitencias» (Francisco de Borja, grande…, op. cit., p. 16). 49 CCPB000148557-1. Véase sobre él http://dbe.rah.es/biografias/ 21927/miguel-deescartin-y-arbeza. 50 CCPB000148557-1. 51 CCPB000561462-7. El ejemplar del fondo documental de las Cortes de Aragón, no recogido por el Catálogo del Patrimonio Bibliográfico Español (que sí menciona el ejemplar de la biblioteca del zaragozano Seminario de San Carlos) está disponible en http://www.cortesaragon.es/ fondoHistorico/ i18n/ consulta/busqueda_referencia.cmd?campo=idautor&idValor=4316 (consultado el 26 de enero de 2019). 52 CCPB000482855-0. 53 José Antonio Goñi, Historia del año litúrgico y del calendario romano, Barcelona, CPL, 2010, p. 361. EL PROCESO INFORMATIVO DE ZARAGOZA PARA LA BEATIFICACIÓN DE… | JUAN RAMÓN ROYO 303 •••••••••••• facultativa en España y como obligatoria únicamente en Valencia y en los Jesuitas el 3 de octubre. El Martirologio Romano de 2007 resume su vida con el siguiente elogio el día de su muerte, 30 de septiembre: «En Roma, san Francisco de Borja, presbítero, que, muerta su mujer, con quien había tenido ocho hijos, ingresó en la Compañía de Jesús y, pese a que abdicó de las dignidades del mundo y recusó las de la Iglesia, fue elegido prepósito general, siendo memorable por su austeridad de vida y oración (1572)».

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