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domingo, 16 de julio de 2023

MANUEL LÓPEZ FUENTES


 

 






No podía ser un día cualquiera, fue el 14 de julio, un viernes caluroso de 2023. Un día de agobio por las altas temperaturas , del que te resguardabas en aquella tierra granadina del pago de Gumiel, entre la frontera jiennense y granadina, para dar testimonio de la composición geográfica de tu familia. Que por julio era por julio cuando aprieta mucho el calor, y la muerte ha dejado su huella con su  guadaña mortecina. Y como manifestaba nuestro común amigo Pedro Amelio Villegas. “ Aprovechando el punto más alto de la aldea de las casillas de Gumiel , El, tu siempre amado Cristo de la Salud, te extendió su mano, y tú,, como siempre hiciste a todo, le dijiste que SI…. Aunque creo que ‘ temprano madrugo la madrugada…. Y era demasiado temprano’. Siempre estuviste dispuesto, no puedo olvidar la noche agosteña que, reunida en el patio de San Juan la Junta Directiva de Tu Cristo, buscábamos candidato a Hermano Mayor y no había nadie, recuerdo que tal vez era la primera vez que eso ocurría, y tras largo tiempo allí encerrados, TU diste el paso adelante y dijiste ‘“El Cristo no se puede quedar sin Hermano Mayor’ ‘ “aquí estoy yo’ te ofreciste para un año, y te quedaste para cuatro años ”.

Y te ofreciste como hizo tu padre Saturnino López Pérez, un maestro  de albañilería que estaba entroncado con el  famoso Manuel López Ramírez, La Morena y ocupó cargos parecidos en el cabildo alcaláino como maestro fontanero y de obras, y en su propia empresa. Nunca lo olvidaste y fuiste su testimonio del patrimonio que, gracias a las manos de tu padre, quedaron en la iglesia de San Juan, Cristo Rey, restos del Rosario y ermita del Ecce Homo. Y, por parte de tu madre, recibiste la huella de tu otro abuelo que se vanagloriaba de haber guardado durante algún tiempo a Pablo Batmala para salvarlo, pues ejercía de manigero. Y la huella de cofrade sanjuanero quedó en tía grabada sin olvidar tu querido Juego Pelota, pues fue dos veces nombrado  hermano mayor en 1950 y 1950,  y en varios decenios miembro de la Junta Directiva. Y le seguiste los pasos de ser un hermano de la nueva etapa de renovación de la cofradía, que mantuvo las raíces tradicionales y dio un nuevo impulso a la hermandad. Vestiste, de pequeño, por primera vez, túnica nazarena con farolillo de facundo  en  la hermandad en la tarde del Viernes Santo cuando el Cristo salió en Semana Santa; palpaste la generosidad de tu padre en muchas obras y enseres de la iglesia como los primeros bancos, como tu hiciste en tu mandato;  acompañaste a tu padre como demandante en el campo, y no fallaste ningún año desde tu niñez a la  velada y la publicata de fiestas en la  víspera, la función de iglesia donde intervenía una capilla de música y se hacía sermón por el párroco y capellán, la procesión vespertina con el Cristo a hombros al principio y luego a ruedas con chófer, y rezabas en las tardes del quinario septembrino y los domingos sanjuaneros.

Cristo de la Salud, pasión y gloria,

que en dulce madero te clavaron,

Cadena de amor de vital historia,

do los hombres de bien se encadenaron,

        Y, te caló esta gente y este mensaje, como hombre machadiano en excelencia, de buena persona que nunca perdiste los estribos y  lo fomentaste con tus relaciones profesionales y familiares. Siempre, abrías la mano y eras generoso, ofreciendo  tu amabilidad y amistad, de modo que  nunca olvidaremos tus años de defensa ciudadana  en la junta electoral ni tu oficio como abogado  o entre tus compañeros de Priego. Si se preguntara a los amigos, te referirían miles de testimonios  y recuerdos agradables en los que te ofrecías a ti mismo y ofrecías tu casa para compartir la convivencia. Siempre nos aportabas datos de la historia cotidiana de Alcalá la Real, Entre ellos, la asociación capuchina, a la que colaborabas siempre. Y dejaste tu huella en tu familia, Elisa, Manolo, Pablo y Fernando.

Hoy, sigue apretando el calor, pero tu estarás recogiendo las palabras de aquellos versos que cantábamos al Cristo de las Senagüillas.

Ánfora de Salud, donde manaron,

los hijos que acudieron a tu noria.

Atiende, pues, Señor, esta  plegaria,

hoguera de amor, pasión y entrega,

enredada en jazmín y luminaria,

 

patena de Jesús, alfa y omega.

Enciéndenos la eterna candelaria,

danos la paz y el fruto de la siega.

 

Pues tu herencia paterna te aportó tus raíces sanjuaneras, nunca olvidaste tu Cristo de la Salud, allí te entregaste como hermano, devoto de la misa del Domingo y hermano mayor, lo transmitiste a tu familia. Nunca lo olvidaremos, siempre tu entrega, su amabilidad y generosidad y la amistad en el sentido etimológico de amor. Que te recoja el Cristo bajo su seno. Clamavi coram te, Domine Deus Salutis,

 

FRANCISCO MARTÍN ROSALES

 

 

 


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