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domingo, 21 de febrero de 2021

EN 1581. UNA AÑO NEFASTO PARA ALCALÁ, EN EL RECUERDO SUPERADO. Epidemia de peste, terremoto y guerra.






 





Entre 1580 y 1585, fueron unos años difíciles para la ciudad de la Mota, su territorio abacial y de corregimiento. Como decíamos  en un artículo anterior " A principios del año 1580, el licenciado Nino acudió como juez de residencia para llevarla a cabo al Juan de Torres Garnica,  y ejerció el cargo de corregidor desde  este año  hasta el año 1584, pues se le prorrogó en la primavera del 1581 ". En su primer año del corregimiento tuvo que organizar  la participación de las milicias alcaláinas en  la guerra contra Portugal y, a instancias del alcalde de la Corte y miembro del Consejo Real licenciado Valladares Sarmiento y por medio del capitán general  de Artillería, se le solicitaron que enviaran numerosos bagajes hasta Badajoz, por parte de todas las ciudades del corregimiento. No se respondió como obligaba la Corte de felipe II, sino que "  Por Alcalá se  acordó de que fuera el capitán Rodrigo de Góngora con 60 gastadores y  150 bagales, 20 carretas y dos hombres por cada una de ellas  y trigo de la ciudad. Al estar empeñada  desde el levantamiento del reino de Granada, a su vez, la ciudad  pidió que se le diesen seis dehesas para labor durante ocho o diez años . Al final se redujo a diez carretas, veinte hombres y cuatro bueyes y una segunda remesa de tocino y cereales ( garbanzos, guijas, habas..) sacadas a los vecinos de la ciudad.  Además, como tropas de alojamiento el capitán de Benavides pasó por la ciudad  con cuatrocientos hombres. Al mismo tiempo, por una carta del real se llevó a cabo, a instancias del duque de Arcos,  un alarde general que luego  tuvo efecto con el  envío de tropas al igual que en Loja. Similar fue la postura de Loja, también alegaron pobreza los vecinos y no pudieron sacar sino 1.500 fanegas, decretándose el embarque de bagajes y carretas para transportarlas desde Antequera al Puerto de Santa María. Por mayo se envió una compañía de Costa al mando de Iñigo del Rosal " .

Si el año 1580 se había visto inmersa  la ciudad en las campañas militres y abastecimiento de tropas, en  1581, se llevó a cabo otro alarde para hacer una leva de 100 hombres porque venían las tropas de Abdalá desde Constatinopla a Árgel. Además, se le acumularon nuevas y  variadas desgracias, entre ellas,  una plaga de langosta por el mes de marzo en todas las ciudades de su corregimiento Incluso, se afrontaron  gastos extraordinarios como las exequias con motivo de la muerte de la reina, para pagar los lutos, túmulo  etc. En el 9 del mes de ostbre del 1580 se produjo terremoto, en que  se resintieron varios edificios.  Se cayó parte de la torre del Homenaje sobre el Alcázar y la calle de la Escaleruela. Amenazaba ruina la torre de del Gabán, que se cayó en  este mes junto con  la torre del Pendón , la del Farol, el adarve y edificio de las Carnicerías y toda la muralla del Gabán, de modo  que con su derrumbe cegó el paso y las calles que comunicaban la fortaleza por el Postigo hacia santo Domingo. De la trascendencia de esta obra lo dan las medidas de todo lo caído, suponía sesenta metro de ancho largo por 24 de alto. Pronto se iniciaron las obras de las Carnicerías en 1580. Vinieron el maestro de Málaga Diego de Vegara, emitió informe y trazas Gabriel de Aranda.
Los regidores y el corregidor del año 1581 hicieron lo que pudieron para reconstruir  esa  parte de la ciudad, que era la puerta principal a la plaza de la Mota, y a los edificios más importantes que se albergaban a su alrededor, la Casa de la Justicia, las Casas de Cabildo, la Cárcel y la Iglesia Mayor, y no sólo , recinto urbanístico sino lugar obligado de comercio principal de la ciudad.Por eso, en  el otoño de 1582, la torre del Gabán o de la Justicia la desmontaron hasta arrasarla y nivelarla con las demás murallas y Gabán, pero en la mañana del diá siete de febrero un terremoto produjo una ruina inmensa  en los fundamentos y cimientos de las torres del Pendón y del Farol y las traviesas del lienzo , donde se apoyaban el mirador que la ciudad tenía en la plaza pública - Todo ello era torre, lonja y muralla-. Murieron de doce a quince personas y se derrumbaron varias casas de vecinos  ( cinco mujeres y un viejo) , con los que se cerró el paso de los vecinos a la plaza, a lo que hubo que abrir un portillo para poder salir a  veinte pasos de la plaza;  acudieron maestros como Alonso o Barba de Jaén

También tuvo que afrontar una epidemia de  peste bubónica  que se extendía por el mes de abril de 1580 en muchos pueblos de Andalucía. En el mes de octubre, en Alcalá se tomaron medidas y  encendieron hogueras con romero y fuegos en el domingo día uno, para que cesaran las enfermedades  que había en la ciudad y hubo que emplearse a fondo, de nuevo en el año siguiente por el mismo mes, y  en el mes de julio de 1582, impidiendo la entrada de los transeúntes que venían de Priego, cerrando las ventas y las puertas de la ciudad, puso unas cuadrillas al frente de un guarda para recoger a la gente que anduviera por los campos, provistos de arcabuz, y, como era normal, se realizaron las acostumbradas plegarias y rogativas celebradas por el abad en la iglesia Mayor.
En muchas ciudades, se alegaba que el dessembarco de tropas por Málaga había producido la epidemia a través de los soldados que intervenían en Portugal.  
En Loja se tomaron también medidas preventivas, entre ellas se despidieron los mendigantes de la Fuente Santa y se controló todo paso de comerciantes y acarreadores. Curiosamente el alcalde mayor se vio implicado en un conflicto con el marqués de  Algaba, que procedente de Sevilla dejo su coche quebrado en el Ayuntamiento y lo prendió fuego para evitar la peste. Provocando un pleito con este miembro de la élite de poder.

En Alcalá la Real, hay noticias del paso de las tropas  del capitán Hernando de Carabreo con Juan de Aguirre, vecino de Málaga siendo testigos don Fernando de Cabrera de Aranda, y don Juan Bautista de Balmas  y Rodrigo Ordóñez, escribano de cabildo,   y  la presencia de la peste todavía en Andalucía por la zona de Málaga en 26 de noviembre de 1582. Por un documento de poder  al alférez Pedro de Navarrete  de Estella ante el escribano Gómez Muñoz  ( legajo 4695, folio  70 y ss) para comparecer ante el Presidente y Señores de la Chamncillería de Granada con el conducto y la patente  de don Álvaro de Bazán, capitán general de las Galeras de la Armada de España , presenciamos como afectaban las medidas contra epidemia, incluso en el tránsito de las tropas  por las ciudades.  Por este conducto, se obligaba a hacer una leva para formar  compañía de infantería  en las ciudades de Málaga, Loja, Antequera, Alhama y Alcalá la Real  Y manifestaba el capitán:
"como es notorio  no se puede entrar en la dicha ciudad de Málaga ni su tierra poder ser la dicha gente respecto de la peste contagiosa que en la dicha ciudad de Málaga  e  su tierra dizen haber,  e puedan pedir que por los dichos señores la dicha gente de Infantería se pueda hazer  en el marquesado de Pliego e condado de Cabra o en otra qualquier parte donde los dichos  señores fueren servidos ". Añadía a la petición que pudieran conseuir otas  gestiones y dilgencias que se  pudieran hacer. También , llevaba el poder con el encargo para querellarse con la ciudad de Loja y otras partes " por los agravias que de las personas  que nos han hecho  en la ciudad de Loxa y en otras partes  por razón de no dexar  entrar  la dicha compañía, ni al soldados en la dicha  ciudad abiendo abiendo mostrado testimonio como devían de tierra sana e pidalos  ytereses e costas que a mi y a los dichos soldados se nos recreció". Y solicitaba nuevas providencias para entrar en potras tierras.  

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