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domingo, 25 de noviembre de 2018

POR EL CASTILLO Y PANTANO E VÍBORAS EN EL JAÉN SEMANA


Son muchos los rincones que la provincia de Jaén ofrece para llevar a cabo rutas de senderismo, de bicicleta o, simplemente, en coche, al mismo tiempo que poder degustar de la gastronomía rural. Desde cualquier punto de la provincia, hasta llegar a la Autovía del Olivar, se puede uno dirigir al enclave del Castillo y pantano del Víboras, Desde la carretera que en dirección desde Martos se dirige a Alcaudete, continuación de la proyectada autovía, se desmiembra otra de carácter provincial que conduce a este paraje. Antes de llegar a las Casillas de Martos, la elevada altura de la zona permite entrever entre montes por el horizonte la Peña de Martos. Por un carril asfaltado, entre olivos se acerca el senderista a este paraje de ensueño, que juguetea desde el principio con el espectador a la hora del contemplar este recinto fortificado. Casi emprendiendo un circuito circular, sin mucha dificultad en la pendiente, entre monte bajo y olivares conquistados a lo largo de la historia, se llega a las faldas del Castillo del Víboras, junto a la Sierra Caracolera, un paraje alfombrado de olivos que conduce a un entorno natural que califican de gran valor paisajístico, sobre un montículo rocoso dominante desde el margen derecho del río Víboras”.

Se puede abundar en su entorno natural, pero lo que no puede pasarse por alto es la peculiaridad de esta fortificación medieval, datada del siglo IX, que constituía un albacar de refugio de la población cercana. Como frontera del reino nazarí, era un recinto avanzado de la cora de Elvira del iqlim de Alcalá Alcalá la Real, y, a la inversa, parapeto ante las incursiones nazaríes. En el 1225 Al Bayasi, emir de Baeza lo entrega a Fernando III, del que era vasallo, junto al castillo de Martos y Porcuna, Un año después, se expulsó la guarnición musulmana del territorio, siendo en el 1228 entregado al maestre de la Orden de Calatrava Gonzaliañez.
 Presenta muchas dificultades adentrarse su recinto, pero se constata su carácter inexpugnable y la seguridad militar, porque se ubica sobre un promontorio y en una posición de altura que le permitía dominar toda la ribera del río Víboras desde su nacimiento hasta las tierras de Alcaudete que actualmente son vertebradas por la futura de la autovía del Olivar.  Denotan los folletos informativos una descripción de esta fortaleza junto con las referencias de los paneles de su entorno,” en la cara septentrional la roca forma una pared vertical que hace innecesaria toda fortificación. La ladera meridional, con pendiente menos acusada, estaba protegida por una muralla. Y en la parte más elevada se encuentra una gran torre de planta ligeramente cuadrada con las esquinas redondeadas, levantada sobre la roca y realizada en mampostería. Tiene dos plantas y terraza. En el interior se puede apreciar la bóveda de cañón.  Junto a la torre, en la parte baja, se aprecian restos de cubos y muralla, así como de un aljibe cubierto con bóveda rebajada, los muros son de mampostería de gran espesor, revestidos de almagre". Este castillo sugiere al principio un nombre del reptil, pero no tiene que ver nada con lugar de víboras sino con " la evolución fonética de Bib-Bora, que en árabe andalusí significa Puerta de Bora, por encontrarse en el lugar de acceso a la antigua ciudad turdetana de Bora, localizada en el Cerro de San Cristóbal y que acuñó moneda en el año 50 antes de nuestra era”. Tras la conquista cristiana fue concedida en Encomienda a la Orden Militar de Calatrava hasta la desamortización eclesiástica de Mendizábal en el siglo XIX.
Los muy atrevidos son capaces de subir por la zona desde el río Víboras (al sur) mediante un sistema de rampas, o desde el norte por una vía de conexión con Martos. Y pueden comprobar las formaciones geológicas en forma de muralla natural, los dos recintos, los aljibes, las caballerizas, y su ingente torre de Homenaje.  
 Pero, cualquier senderista se apresta a continuar por un camino más seguro hacia el embalse del Víboras, entre olivares, y retamales, donde se contempla el área de servicios y las canalizaciones del agua del embalse.
Tras bajar una pendiente pronunciada, se llega al parque periurbano del Embalse, donde puede contemplarse la presa desde varios miradores. Este embalse del Víboras, construido en 1997, está situado en el cauce del río que le da nombre, y enclavado entre las estribaciones de la sierra de la Grana y de la Caracolera, bañando la pedanía de Las Casillas, del municipio de Martos. Su entorno es un remanso, donde predomina el cultivo del olivar junto con pinos repoblados y flora del monte mediterráneo En sus aguas, hay carpas, truchas, y barbos que invitan al ejercicio de este deporte.
Se completa una visita otoñal de esta muestra de paraíso interior con paseo por la aldea de las Casillas, donde destacan sus blancas casas, la iglesia neogótica, obra de Francisco Martín Serrano (El Alcalaeño fue su maestro de obras) y la remozada plaza, en la que es obligada una parada gastronómica en el bar Mendoza,


 


















3 comentarios:

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  2. R BG27 de noviembre de 2018, 14:42
    Me ha gustado mucho tu blog. Estoy buscando mis antepasados y se que mis bisabuelos eran de Alcalá la Real. En tus escritos aparece el apellido Hueltes y Alba. No tengo demasiado conocimiento histórico de la zona pero me ilusiona muchísimo ver qué hay personas que profundizan sobre hitos históricos. Si pudiera facilitarme más información sería de gran ayuda. Un saludo y enhorabuena!

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  3. Alba es un apellido muy conocido en siglos pasados en Alcalá la Real. En este blog hay registros y en la parte del Catastro.
    Hueltes está relacionad con mi familia, su origen s remonta a los conquistadores de Alcalá la real.

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