DIARIO
DEL RUTERO DE LOS CONVENTOS DESAARECIDOS
Esta
era la portada del libreto
ASOCIACIÓN
DE VECINOS” HUERTA DE CAPUCHINOS”
ALCALÁ
LA REAL
(JAÉN)
RUTA
POR LOS MORABITOS, TEMPLOS,
ERMITAS, Y CONVENTOS
DESAPARECIDOS
BOLETÍN 108 º
CENTÉSIMO OCHO
11 HORAS MAÑANA.
DOMINGO 1 DE NOVIEMBRE
2015.
PROGRAMA
11.
Salida de Prudencia Ratia ( Parque de los Sauces) hacia Ermita
Nueva.
11.05.
CONVENTO DE CAPUCHINOS,
MONJAS TRINITARIAS DE CALLE UTRILLA, CONSOLACIÓN, ROSARIO, SAN
FRANCISCO, MONJAS ALTAS, Y DOMINICAS DE LA MOTA. MEZQUITAS DE ARRABAL
VIEJO Y DE LA IGLESIA MAYOR. .ENTERRAMIENTOS DEL MUNDO ARGÁRICO.
Y
en un día de viento solano, salimos unos setenta ruteros con nuevas
incorporaciones y algunas ausencias acostumbradas. En el centro de
la plaza de Juan Carlos I, explicamos en primero lugar
EL
HUERTO CONVENTO DE CAPUCHINOS
La HUERTA DE
CAPUCHINOS no ha presentado el aspecto ni el desarrollo urbano tal
como hoy día nos la encontramos, en el que podemos distinguir varias
fases. Y dejamos para el lecor estas notas.
- Antes de la conquista de los Reyes Católicos, formaba parte del ruedo de la ciudad y, en su mayor parte, eran fincas de cereales y, en torno a unos arroyuelos, había zonas de arbolado.
- En tiempos de Carlos V y Felipe II, se transformó primero en un ejido-. lugar común para pastar el ganado-, lindando con tierras de particulares y con los caminos de la Fuente del Rey y de Granada. En dicho lugar pastaban ganado de la ciudad antes de ser inmolado en el matadero. Posteriormente, se creó la Fuente Nueva, un lavadero, la puerta de los Arcos, y una Alameda, que comprendía principalmente el sitio de la actual Huerta de Capuchinos hasta el colegio Alonso de Alcalá, donde se ubicaba una ermita dedicada a María Magdalena.
Esta alameda se plantó en torno a los años setenta del siglo
XVI, tenía una calzada central y varios canales de riego, y a su
cargo había un guarda nombrado por el cabildo municipal que cuidaba
de los álamos, acequias y de las plantas. Ejemplo de ello son estas
palabras de los regidores del año 1597 También le preocupó a la
ciudad el reparo de la alameda, pues se hallaba casi perdida, así
como la calzada y sin agua en acequias, no se podía ir a pie ni a
caballo. De este tiempo, es la casilla de junto a la puerta de los
Álamos para caseta del guarda, que regaba la zona. Pues en esta
ciudad no tenía otra cosa de ella para paseo de recreación de
los vecinos.
Era un lugar donde los vecinos solían ejercitarse en el manejo de
la caballería corriendo y domando caballos, haciendo simulaciones de
combates y juegos de cañas. Por otra parte, cuando se puso de moda
el uso del trabuquete y arcabuz en la guerra, como en el periodo de
la guerra de las Alpujarras, los milicianos solían estrenar haciendo
la diana en unas paredes de aquella zona, y le daban de premio al
mejor arcabucero que consistía una medalla con agnus dei de oro.
- En el siglo XVII, se reservó una parte de aquella alameda para el convento, IGLESIA y huerta de los Capuchinos, lo que hoy día es el actual barrio y quedó acotado en medio del ejido y rodeado de la ala meda y los dos caminos. En 1634, comenzaron las obras del convento que duraron hasta 1659. A partir de mediados del siglo XVIII, el parque recibió una nueva remodelación, prácticamente que afectó a todo el recinto, a la manera del jardín francés, distribuyéndose en diversos parterres y una calle central con una fuente, así como se mantuvo parte de la alameda y se renovaron las plantas y flores. De este tiempo y principios del siglo XIX, viene el nombre de Paseo Público y el uso de una glorieta para las verbenas, amenizadas por las bandas de las compañías que se alojaban en la ciudad. Hemos encontrado, tras la desamortización de Mendizábal relatos curiosos de ser este recinto un lugar muy propio y elegido al juego prohibido de naipes, que era perseguido por la Justicia, sobre todo, en los días de fiestas, cuando acudían forasteros con puestos ambulantes.
Seguims
caminando y llegamos al actual exconento. E hicimos una expicación
del convento y de la iglesia. Su claustro, las celdas, la iglesia ,
el compás, el paso a manos particulres, el cambio a municipio
municipal y su transformación en tiempos de Felipe López.
- El convento pasó a manos particulares y se transformó en varias casas de vecinos. A finales del siglo XIX, sufrió una gran pérdida, pues se destruyó la puerta de los Álamos.
- En el siglo XX, de nuevo, el convento se usó de casa señorial, fábrica de aceito y casas de los mayordomos, y en el resto del recinto se llevaron a cabo varias remodelaciones, una muy importante en tiempos de Benavides, y entre ellas, la última la pérdida de la alameda que rondaba la entrada a la ciudad por los años sesenta y, así como la urbanización de la Huerta de Capuchinos, primero levantándose un hotel, posteriormente también destruido junto con algunas casas de arte regionalista.
5. Actualmente, en los últimos decenios del siglo pasado se ha
remodelado el parque, se ha recuperado como patrimonio municipal la
iglesia y parte del convento, donde se instaló servicios de cultura
como la biblioteca.
De aquí llegamos a la calle Capuchinos explicamos su nombre por
haber estado anteriormente el convento de los capuchinos, su
residencia en la ermita de san Bartolomé y la donacióin de una
parte del egido del ayuntamiento alcláino a los capuchinos.
Junto a la antigua iglesia de la Veracruz , actual Banco de
Santadero, explicamos el origen del convento de las madres dominicas
en la Mota, la compra del Hospital del Dulce Nom de Jesís y su
traslado al Llanillo por el agua rojiza y el duende. Dejamos el
capítulo para la Mota.
Llegamos a la calle Utrilla y tuvimos la suerte que la casa
señorial de Fernández de Moya estaba abierta y pudinmos explicar
las partes de la casa, fachada, atrio, vivienda transformada en
convento, la iglesia, sus corredores, el patio y su enterramiento,
sus patronos.
MONJAS
TRINITARIAS DE LA CALLE UTRILLA
En la segunda década del siglo XX, el convento se trasladó a la
Casa palacio del de la calle Miguel de Utrilla (siglo XVIII), de
estilo neoclásico,
perteneciente a la familia de Nemesio Fernández de Moya, tal como
obra en la secuencia de inscripción de la portada de la casa CON
FECHA DE 1754. Era una antigua casona de tres plantas, que se
distribuía en torno a dos espacios abiertos: un atrio con adornos
en sus antepechos y corredores en la planta media, y otro patio en
tono al cual se encontraba el cementarlo, huerto, gallineros y otras
dependencias. En la planta baja se encontraba la iglesia de estilo
racionalista de mediados del siglo XX, ya desparecido, el torno,
comedor, sacristía y claustro bajo y locutorio. En la parte
segunda, a la que se accedía por una amplia escalera, las
habitaciones de las monjas y varias dependencias como sala de estar y
de cabildos, y claustro alto; en la tercera cámaras que sirvieron de
escuela infantil por los años sesenta. y El retablo debió ser
enajenado, junto con los retablos de la nave, y probablemente se
encuentre en Granada, según Domingo Murcia. Su más preciado tesoro
es el Niño del Coro, pequeña imagen de un niño Jesús que, según
la leyenda, se apareció a una monja cuando rezaba en el coro.
También, destacan dos imágenes de cristos crucificados de la
escuela granadina de Diego de Aranda o de Siloé.
El viento nos arrastraba, pero mantuvimos el tipo, fuimos a
Consolación, y explicamos la llegada de los franciscanos a San
Marcos, el convento de Consolación y las partes estructuales:
convento, iglesia y toril. Dentro de la iglesia, solo nos detuvimos
en la VOT , terceros u observantes, la iglesia de uso conventual y
entregamnos un folleto que nos donó el parroco, folleto muy bien
ilustrado. Nos dirigimos al toril, explicamos sus corredores,
portadas, autores de la obra( Juan de Aranda Salazar) , su
reutilizacion cpmo totil y tras la desamortización ( Casa Cuna ,
teatro y fábrica de aceite, las cocheras) . La posible
transoformación con el plan Urban.
Y de aquí nos dirigimos a la calle Real
CONVENTO
DE CONSOLACIÓN
El
monasterio de Consolación se componía de iglesia, huerto y el
propio convento. Fue fundado por los frailes terceros de la orden
franciscana en 1536, cuando recibieron una donación de solares y,
posteriormente, compraron otros nuevos dando lugar a su bendición
en 1538 por el obispo de Tagasta. La portada se acabó en 1581 y las
bóvedas, presbiterio y claustro en el siglo XVIII. La sacristía y
otros departamentos en el siglo XVIII. Intervinieron en los primeros
momentos Juan de Lizarza y Ginés Martínez de Aranda, posteriormente
lo hizo Juan de Aranda Salazar y culminó fray Juan Nieto en siglo
XVIII. La torres es posterior Antonio Martín Espinosa en 1774.
Es
digno de destacar el claustro de la iglesia que s encuentra en estado
deplorable, fruto de la desamortización de Mendizabal que pasó a
manos privadas y fue transformada en un lugar escénico, el teatro
Leiva y una fábrica de aceite hasta llegar como alojamiento de
cocheras y uso comercial y de carpintería.
23 DE ABRIL DE
1877
Solicitaba el
alcalde , siguiendo el sentimiento popular, al Ilustrísimo señor
obispo de Jaén que declarase independiente de las parroquias de este
poblado la Iglesia de Consolación , por ser reflejo de hoy de las
tradiciones de la ciudad: el obispo se ofreció poner a SM la
erección interesada al hacerlo un nuevo arreglo de parroquias , y
se considerase la iglesia según el concordarlo con culto y
ministros propios, pudiendo estar cualquiera de los párrocos y i.e.
interese a ella.
En
1877 Cura párroco de Santa María Don Antonio Gil y Zorrilla y
Francisco Zurita, de Sto. Domingo, José de la Torre Arenas,
beneficiado de santa María , Antonio González Serrano, coadjutor ,
Juan González coadjutor, Francisco Villuendas Romero, codajutor.
Al
final del primer tramo de Consolación, explicamos la casa de
Martínez Montañés, padre, y el convento del Rosario: llegada de
los dominicios, templo y claustro, hornacina de Jesús Nazareno ,
arquitectos de la obra ( Pedro del Portillo) , paso a parroquia, uso
civil con la desamortización, almacen de sal, casa cuna, parte e
hsopital, cuartel, escuela....
CONVENTO
DEL ROSARIO
El convento del Rosario de una casa de la calle Real cercana a
los restos del actual convento. Se componía de iglesia y claustro y
su planta era de cajón. El claustro adosado a la parte de la
epístola y tenía una torre. Las dependencias rodeaban al convento
como sala de refectorio , de cabildo y celdas. Tenía dos portadas,
una que daba a la calle Real y otra a la placeta de la calle Rosario.
El templo era de planta de cajón y , a partir de 1630, se iniciaron
las obras del convento por el arquitecto Pedro del Portillo.
En
1837 concedió el Estado el exconvento del Rosario para usufructo
del Ayuntamiento y se cedieron una parte a la Junta de Beneficencia
y, años más tarde, el templo para parroquia de Santa María. En
1844, se intentó trasladar la sede de esta parroquia desde la
iglesia de San Juan a la del Rosario, concediendo el ayuntamiento
2.732 reales. Pues, desde el siglo XVII se celebraban la mayoría de
los cultos en el templo sanjuanero hasta tal punto que este,
incluso, figuraba popularmente en algunos casos, como la parroquia de
San Juan. Pues, los vecinos reclamaban el cambio de san Juan y
Veracruz por Angustias y Rosario, por razones de comodidad, pocos
adornos y poca concurrencia. Por eso, a mediados de los años
cincuenta del siglo XIX, ordenado por el Jefe Político de la
Provincia, se hizo el repartimiento del cupo de contribución
general del Culto de tal manera que, desde 1837 hasta 1844, los
cultos los pagaba el ayuntamiento y recogía impuestos para este fin.
También nombraba unos comisarios de culto y clero. Además los
gastos eran controlados por la Diputación Provincial de Jaén que
los aprobaba anualmente como los datos que tenemos de 28 de
septiembre de 1842. Entre los gastos parroquiales, estaban los
sueldos parroquiales de los sacristanes, curas y tenientes
parroquiales, casas de curas, o gastos ordinarios del culto.
Al
llegar a la calle Rosario, comentamos la historia del Hoispital Civil
y al final de ella, las Monjas Mercedarias.
En
la iglesia de San Juan, el nonato convento de la Madre Carmen Luque y
el hospicio.
En
la calle mal llamada Cava, antigua Mazuellos, y más allá de los
tiempos Llana de la Trinidad, no ezplañamos en la ermita muslmana.
Ponemos como testimonio este texto del folleto.
MORABITO
/ UNA ZUBIA
DEL
CENOBIO MUSULMÁN AL BEATERIO TRINITARIO DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XVI
Tan
sólo , por una fuentes indirectas a la documentación alcalaína, se
recoge la presencia de un beaterío trinitario ( Casa en que vivían
ciertas religiosas en comunidad) en la ciudad de Alcalá la Real,
pero en versión actual esta afirmación es " todo gratuito y
sin fundamento", según los tratadistas trinitarios.
En
concreto, el escritor López de Altuna recoge en su "Crónica
general de la orden de la Santissima Trinidad redención de cautivos"
una referencia sobre la existencia de algún recinto
trinitario, que el historiador trinitario Bonifacio Porres Alonso
califica de " hipotético beaterio anterior ". Pues,
se alude a una religiosa alcalaína trinitaria, experimentada en los
oficios del priorato de su anterior destino de la ciudad de la Mota
que fue llamada a la ciudad salmantina de Villoruela para instruir a
las fundadoras del monasterio de la Santísima Trinidad en la vida
regular y Constituciones de la Religión.
El
padre trinitario fray Juan de la Vega, confesor de Felipe II,
relacionó esta religiosa con Catalina de Anaya, fundadora y priora
de dicho monasterio. Probablemente, pueda estar relacionada esta
monja con una hija del corregidor Diego de Anaya, que nacería en
Alcalá la Real, pero también vivió en otros lugares de España
donde su padre fue corregidor e ingresaría a su hija de monja.
La
calle lindera con el convento recibía en el siglo XVI el nombre la
Zubia. Por otra parte, hace ya años las prospecciones arqueológicas
dieron a luz una serie de tumbas árabes, que indican una
concentración importante en torno a un elemento religioso del mundo
musulmán, una ermita ( una Zubia). Por lo que se entiende
perfectamente este topónimo árabe, ya que esta palabra deriva
del árabe az-Zāwīa («la
ermita», «el lugar de retiro»), el mismo origen que otros
topónimos españoles como Adsubia o
Azoya. Con esto, se separa de otros filólogos que aluden a que es
erróneo
relacionar el nombre del pueblo con "zawiya", y que hay que
asociarlo exactamente con "zubia", (Del árabe hispánico
"zúbya", y este del árabe clásico "zubyah")
que significa en árabe «lugar donde fluye el agua» o «corriente
de agua en un arenal», que describiría las características del
emplazamiento del pueblo de la Zubia.
En torno a la carrera Vieja, apartado de la ciudad fortificada y
como un recinto sagrado este lugar se mantuvo y fue reutilizado por
los conquistadores de la ciudad para alojamiento de trinitarios, y,
en su entorno, dio lugar al nacimiento del convento de la Santísima
Trinidad.
Luego
hablamos de las MONJAS ALTAS,
Desde
su su hipotético carácter mixto hasta su sumisión al Ordinario
del Lugar. Y su traslado a las Trinitarias de la calle Utrilla. Y
citamos
El
convento trinitario de Nuestra Señora de los Remedios de Alcalá la
Real se situó a los pies de la fortaleza de la Mota y, en
concreto, se ubicaba en el solar que lindaba por la parte oriental
con la calle Llana de la Trinidad ( actual calle de Mazuelos), al
norte con la calle Real, por la parte del poniente probablemente con
una calle desaparecida de la Cruz del Cristo de la Piedra (Mesones
Bajos) y al sur con la calle de la Zubia ( denominada actualmente
como calle del Romancero). El convento se hallaba encerrado por
varias casas. Eran propiedad del jurado Juan de Aranda y estaban
gravadas con un censo para una memoria de aportar cera. También eran
linderas con las casas de Alonso López de Antequera, Gutierre de
Burgos y Francisco López Navarro. Además daba con un tejar , un
taller de cantarería, según testimonio de Alonso López (aludiendo
que estos edificios estaban habitados y estaban bien cercados con sus
paredes y bien tratados1)
y una tinajería de un Aranda, tal como no lo describen algunos
testimonios posteriores con motivo de la ampliación del convento. En
concreto, el testimonio verbal de Aparicio Martínez de Colomo se
refería con estas palabras a los alrededores del convento:
"
este testigo a oydo dezir de muchos años a esta parte que ha
Elbira Monte , difunta, dexó unas casas y un texar e cantarerías,
que está en linde con el dicho monasterio de la Santísima Trenidad,
que sobre ello quedó ciertas memorias de cera, lo qual a entendido
este testigo poseyó el jurado Juan de Aranda , difunto, vezino que
fue de esta ciudad, y después lo ha poseydo Juan de Aranda Monte
su hijo, vezino que es de la villa del Castillo Locubín,
jurisdicción de esta ciudad; e que dicho testigo conoció la dicha
casas e cantarería, bien adereçada e reparada, e se se abitaban e
bibían en la dicha casa, e se hazían obras de barro, y, por no
repararse ni tener cuenta con ella los prosehedores, se a caydo y a
venydo a menos acabando de tal manera que se a venido a perder y
hundir, y solamente sirve de muladar , e que se an fecho en los
solares de ella muchas ynmundicias , y está todo fecho solares e
solamente se a abitado de presente de toda la dicha posesión una
casilla muy pequeña, la qual ansimismo muy pequeña, la qual está
muy maltratada , para se caer e que lo susodicho a redundado e
redunda en mucho daño y perjuizio del dicho monasterio , porque las
dichas inmundicias, que es los que los dichos solares sean echado y
echan, an subido tanto que casi se señorea el guerto que tiene las
monjas y patio del dicho monasterio porque la pared que está entre
el dicho monasterio y los dichos solares se está muy maltratada y
muy baxa, por donde por ser el dicho monasterio de monjas esta muy a
peligro ".2
El
convento de Nuestra Señora de los Remedios fue fundado en 1528,
según Diego Espinosa de los Monteros, por Cristóbal Gallego,
escribano de la ciudad, con el permiso y licencia del abad don Juan
de Ávila. Según las crónicas,3
parece que al principio era de carácter mixto y fue regido por el
prior fray Juan de Castañeda. Fueron sus monjas fundadoras María de
Arrabal, María de Montiel y Aldonza de Rivas, hermana de Francisco
Vallejo Rivas, que fue patrona y abadesa del citado convento4.
Estaba situado a extramuros de la ciudad fortificada de la Mota, en
la expansión del Arrabal Nuevo junto al barrio de San Juan. Por el
testamento de Toribia Sánchez, viuda de Miguel Sánchez Villoslada,
el cuatro de agosto de 1529, en unas de sus cláusulas
testamentarias se refiere que su cuerpo fuera sepultado en la iglesia
y monasterio de la Santísima Trinidad, en una sepultura que debía
comprarse. Pero unos días después, en concreto el siete del mismo
mes, `por el codicilo del mismo se manifiesta “ dicho
convento no estaba bendito ni consagrado, ni hechas las ceremonias ni
solemnidades que se requerían , que, hasta que ello se ejecutare,
fuese sepultada en la capilla de su yerno en Santo Domingo de Silos,
y, cuando hiciesen las referidas solemnidades, se trasladase al dicho
monasterio ”.
Sin
embargo, aún con estos datos, algunos investigadores todavía tienen
dudas sobre la fecha de fundación del convento y cuestionan su
composición aludiendo a su carácter mixto en sus primeros
tiempos. Para ello se atienen a los documentos del AMAR y Carmen
Juan afirma rotundamente " en espera de que estas bula puede ser
localizada ( se refiere a una bula del papa Sixto IV sobre la
primera fundación del convento) damos a conocer hoy datos de
nuestro AMAR, que certifican la existencia del convento de la
Trinidad antes del año 1528 y que, por lo tanto, el dato aportado
por el historiador de la Abadía 5,
Agustín Garrido Espinosa de los Monteros , de que fue fundado ese
año por Cristóbal Gallego no es exacto". Pues estaban sujetas
a la corrección, visita y obediencia del provincial y vicarios
nombrados por él. Y cita estas referencias del primer libro de
Cabildos del Ayuntamiento de Alcalá la Real existente.
-"Viernes
, cinco de noviembre de 1529. ...(...) se leyó una carta del
licenciado Cerrato sobre la refacción que piden las monjas de las
Trenidad. E vista, e como dice que a los clérigos de esta ciudad es
fecha la dicha refacción, que se haga a las dichas monjas e frailes.
E para dar lo que piden , de que es de derecho dicha cantidad, se
cometió a los señores el magnífico señor teniente corregidor Luis
Solano e el alcayde Juan de Aranda regidor , para que, no más que
pudiéndolo concertar con dicho monasterio, se fagan de ello
relación a la Ciudad para el próximo día de Cabildo...". Y
en el mismo día otra cita del acta : " Cometiose a los
señores Francisco de Aranda e Pedro de Pineda , regidores, e Juan
López Solano, personero, para que vean la razón que tiene el
monasterio de la Trenidad para llevar el ganado mostrenco, e que yo
, el dicho escribano, notifique a Cristóbal Gallego que es escribano
de esta causa, para que venga a la posada del señor juez hoy , con
todo el despacho e razón del previlegio, e otras escrituras que
sobre esto tenga". Y de un modo claro cree que se manifiesta su
carácter mixto con este acuerdo de 12 de noviembre de 1529:
"el
dicho alcaide Juan de Aranda hizo relación a la ciudad de como
concertó con el monasterio de la Trenidad la cantidad de la
refacción de la sisa , e concertó con el dicho monasterio que se le
dé por año a nueve personas que presente están en el dicho
monasterio, con monjas e frailes, tres maravedíes por cada uno
día". Al año siguiente, el13 de abril de 1530, el convento
entró en conflicto con los intereses de la ciudad, que impedía que
se ampliara la plaza y se extendiera los servicios de ella fuera de
la fortaleza de la Mota: se cometió al regidor Alonso de Cabrera
escriba al letrado de la ciudad licenciado Cerrato, sobre los
oficiales, que sea impedido que están abajo, e lo que el frailes de
la Trenidad fa fecho sobre qué querían hacer plaza en los mesones,
e ansimismo que escriba esta al ministro e juez de la Trenidad..."
En
1531 volvieron a pedir la refacción de la sisa, y en 1533, tenemos
referencia de su posible carácter mixto por esta acta de cabildo6:
"En
este cabildo se vido una petición del ministro del Monasterio de la
Santa Trinidad de esta ciudad, sobre que pide que se faga la Junta
de Ganados que se solían fazer e se dé alguna parte de las p(artid
o presas)as e, vistos por los dichos señores se acometió a los
señores Alonso Cabrera e al alcalde Juan de Aranda regidores para
que hablen al dicho ministro, e se sepa lo que podrá fazer e lo
concierten como cobenga a la ciudad e a todos faziendo lo que se
pueda fazer de ello e fagan de todo relación a la ciudad”.
En
palabras del cronista trinitario Porres Alonso, se afirma
rotundamente sobre etos hechos: "los vicarios provinieron
durante muchos años dicho monasterio. Después , por graves
discordias surgidas entre los vicarios y las religiosas, estas, con
licencia del General de la Orden, traspasaron el convento a los
religiosos. Las monjas quedaron abandonadas a su suerte, sin que les
procuraran otra morada".
Por eso, concluimos que probablemente, el convento se fundó o
refundó por este año, solo, con mujeres, pero las monjas debieron
recibir la jurisdicción de la Casa de Jaén y del provincial de Jaén
y, por ello, era frecuente la presencia de estos en la ciudad a la
hora de representarlas ante la Justicia, el ayuntamiento o cualquier
registro público , porque son varios documentos los que se han
encontrado en documentos de los protocolos notariales de los primeros
momentos de la fundación En concreto en 5 noviembre de 1532,
acudió a la ciudad de Alcalá la Real fray Juan de Córdoba, padre
ministro de casa de la Santísima Trinidad de Jaén, acompañado de
dos frailes, fray Antonio de Medina y fray Francisco Barba"
estantes en la ciudad de Alcalá la Real". Para comprender el
sentido de su presencia en la ciudad abacial, se dice " que al
presente estoy en esta muy noble e leal ciudad, llave e guarda e
defendimiento de los reinos de Castilla", y firmó un poder
a otro fraile granadino Batista de Peñalver, ministro de la Casa de
Granada de la misma orden, para que lo representara ante la
Chancillería de Granada, con el fin de recibir una carta real de
amparo y, gracias a ella, ser nombrado provincial al haber fallecido
el provincial de Granada fray Iñigo Porcel . Con ello pretendía
que se le permitiera presidir las casas y conventos de esta provincia
de esta orden, administrar sus bienes y gobernar todos sus
establecimientos; curiosamente venía acompañada de dos frailes, lo
que demuestra que todas las anteriores referencias sobre la
existencia de un convento mixto no eran sino interpretaciones de
estas visitas de los frailes trinitarios para resolver algún escollo
jurídico ejercer su representación en la ciudad7.
Más explicito es un documento de poder de representación de las
monjas que conceden en 1534 fray Juan Castellanos, "frailes de
la Orden de la Santísima Trinidad en nombre de las monjas de la
Santísima Trinidad"; dicho contrato de arrendamiento se llevó
a cabo ante el escribano Juan Blázquez y se refería a una finca de
17 fanegas que poseía el convento en el paraje del Rosalejo para
que se beneficiase Mateo Ruiz Gallardo8.
En1538, se fundó la cofradía de Nuestra Señora de los Remedios
por Juan Vázquez Mesía con licencia del abad don Juan de Ávila en
el convento trinitario9.
Debía andar bien su administración. Todos sus fondos se dedicaban a
los cultos de de La Virgen de los Remedios y concretamente se
celebraban los sábados por la mañana.
Pues, tan sólo adquirieron una "imagen de bulto" que
colocaron en el altar mayor con la advocación mencionada.
En 1542, haciéndonos eco de las Constituciones del abad Juan de
Ávila, el templo del convento trinitario es ya una realidad, porque
es una estación importante en las procesiones que se celebran en la
ciudad. Podemos explicitar exactamente el segundo día de las
Letanías de Mayo , que “ ha de yr la processión a sant Joan , con
las dichas cruces y clerezías, y han de yr por el Postigo e por
Sancto Domingo, y salir por la Puerta de martín Ruiz, y bolber por
la Trinidad e la calle de los Mesones”.
Era frecuente que los hermanos del a cofradía se enterraran en
dicha iglesia, en1545 lo hizo Martín Calvo 10"
mando asy que de mi acaeciere finamiento de esta enfermedad do
estoy ocupado, mi cuerpo sea sepultado en el monasterio de la
Santísima Trinidad de esa ciudad en una sepultura si me quisiere dar
Pedro de Anguiniano, al qual le ruego por guardadas alguna designe
entre tres".
Luego nos dirigimos a la Placeta de San Francsico, donde
explicamos el origen del convento y su evolución a Plaza de Toros.
CONVENTO DE SAN FRANCISCO
ORDO
MINORUM FRATRUM
La
iglesia de San Francisco dio lugar al arrabal de su mismo nombre.
Guardia Castellano la remontaba principios de 1500. Pero
investigaciones posteriores se ubicó en una casa y , gracias ala
labor protectora del alcaide Antonio López de Gamboa, se levantó
el convento más grande de toda la ciudad. Fue obra de Ambrosio de
Vico y se componía dc iglesia, compás, claustro y huerto. Su obra
se prolongó hasta mediados del siglo XVII. Se mantuvo erecta hasta
la invasión francesa y fue abandonada definitivamente en 1835 por
amenazar ruina siendo residencia de los excalustrados con la
desamortización. En 1840, tras la Saida de parte de la bóveda fue
abandonada definitivamente y en sus huerto se erigió la antigua
plaza de toros de Alcalá la Real. Queda la fachada de l presbiterio
.
Y de allí, a las espaldas del convento de las Triniatarias donde
comprobamos por una fotografía aérea la ampliación del comvento:
el claustro, sal refectorio, sala capitular, el primer corredor, la
ermita, comentamos la posterior ermmita de San Rafael reutilizando
los pies de la iglesia, las casas anexas y otros departamento y uso
futuro
Subimos hacia la Mota, con parada en la puerta de las Lanzas para
hacer comentario al cementerio neutro y el mundo del espiriismo- Nos
adentramos y comentamos los mones de San Juan de Dios en el Hospital
del Dulce Nombre de Jesús en el Albaicín y, al llegar a la Puerta
de la Imane, contamos la historia de la Virgen tornera o portera de
las Trinitariasl. Sin apennas hablar divisamos o prefiguramos la
mezauita anterior sita en una parte e la iglesia de Santo Domingo de
Silos.
MEZQUITA
DEL ARRABAL VIEJO
Según
las litografías de Santo Domingo de Silos, esta iglesia se fundó
sobre una mezquita, y quedan restos de su planta trapezoidal uy mal
distribuida y amplia para adaptarla a la iglesia cristiana. Era la
mezquita del arrabal viejo y fue convertida en la primera iglesia
cristiana.
Con un viento que recordaba a Ben Said aludiendo a su caŕacter de
alcahuete que levantaba los vestidos en tiempos de los musulamnes,
nos cobijamos en la Sacritstía y comentamos la huella visigoda, la
mezquita aljama, el cementerio musulmán y la igleisa cgótica. e
MEZQUITA
ALJAMA DE LA IGLESIA MAYOR
Debió
existir en la ciudad fortificada de la Mota. Pero ni las tuenes
escritas ni las arqueológicas la han definido claramente. Algunos
consideran que dentro de la actual Iglesia Mayor, se encuentran
algunos elementos como el muro de la mezquita y un pozo de
abluciones.
Luego
comentamos el primer convento de las dominicas
LAS
DOMINICAS DE LA MOTA
Te
lo aseguro que muchas leyendas son verdaderas, o, al menos, tienen
viso de realidad. Y esta es una de ellas. Hace de ello casi
cuatrocientos años, y es cierto que, en gran parte, estos hechos
que te voy a contar ocurrieron en una importante casa de la Mota.
Era una casa lujosa, de señores; tenía noble fachada con pórtico
adintelado de piedra de cantería y el resto con muros de
mampostería; se ubicaba en un paraje privilegiado de la ciudadela
alcalaína, lindera a la casa del corregidor; mas debajo de la Plaza
Alta, en dirección hacia la muralla de la Puerta Nueva y la torre
de la Especería; en concreto esta mansión era propiedad y cobijo
de una famosa e hidalga familia, los Aranda Méndez de Sotomayor.
Nobleza y alcurnia no le faltaban, pero todos los vecinos se
referían a esta casa como la casa del misterio, incluso con más
intriga que los misterios de las cuevas del Bahondillo y del
arrabal de Santo Domingo.
LA
CASA DE LOS ARANDA MENDEZ DE SOTOMAYOR
Hacía
tiempo que su familia la había abandonado a duras penas. La había
recibido Leonor Méndez de Sotomayor como el último eslabón de la
herencia paterna por ser descendientes de las familias de los
conquistadores de la ciudad, incluso. Pero, la abandonaron, aunque
los poderosos la consideraban de gran valor sentimental y
crematístico por haber sido vecina del palacio de los primeros
señores musulmanes, y, luego, de los alcaides de la fortaleza,
-entre ellos el conde de Cabra-. No podían soportar vivir
desgraciadamente en aquella casa que todo el mundo bautizaba como La
Casa del Duende. A ello se añadió un pariente, por cierto escritor
de la genealogía de los Aranda, sufría ataques de melancolía y
delirios.
Tras
su abandono, los vecinos de alrededor, al principio, no le dieron
importancia a los comentarios y habladurías que la gente había
extendido entre los vecinos de la fortaleza alcalaína; tan sólo,
algunos se asomaban a la ventanas de sus casas y, para satisfacer Su
curiosidad, se pasaban las horas observando, a lo largo del día y
de la noche, todos los movimientos de ida y venida de aquella
familia. Los había, sin embargo, que referían que no encontraron
otra cosa que el deambular nocturno de los miembros de la familia
aquejados de algún mal sonambulista; a lo más, los veían sentados
en el bufete de su sala cuadrada leyendo libros-o pergaminos
encontrados en el arcón de las cámaras-; lo hacían a la luz del
un lánguido candil o del cebo de los candelabros como si buscaran
el sitio
oculto
de algún objeto de valor y había que protegerlo; .tan poco daban
importancia a los bultos humanos que se traslucían por el encerado
de las ventanas y los relacionaban con las sombras de los dueños
cubiertos con amplios capotes para protegerse del frío. Pero, pronto
se extendió como la pólvora las habladurías de los criados de esta
familia: afirmaban que sus señores habían vuelto a aquella casa,
de noche y con sigilo, porque los llamaban seres extraños
produciendo ruidos en las cámaras altas.
Este
fue el comienzo de esta historia. Sin embargo, cada día surgían
nuevos imprevistos y acciones mágicas, donde se mezclaban los ruidos
ocultos con los seres de ensueño y los efectos fantasmales de la
luz y la oscuridad. Al principio, los vecinos achacaron los
sonoros ruidos a los fuertes vientos, tan frecuentes por los altos
de la ciudad, los que arremolinaban los aperos de labranza y los
arrastraban contra las puertas golpeándolas desordenada y
escalonadamente como si cayera ruidosamente un castillo de naipes.
Tampoco, le dieron importancia a los apagones intermitentes de una
lámpara que parecía que portaba un encorvado fantasma. Aunque la
visita ocasional de los esporádicos inquilinos lo achacaban a un
duende en forma de frailuco, que había albergado la familia, los
vecinos creían que no era sino una simple alucinación de las mentes
de aquellos señores, víctimas de su afán por la usura y la
acaparación de bienes. Lo cierto es que aquel duende les hizo perder
la cabeza a aquellos señores y, un día sin esperarlo, ya no
volvieron a aquella casa y se bajaron a los llanos de la ciudad para
aliviarse de aquella persecución que no sabían interpretar si era
fruto de los duendecillos o del diablo en forma de fraile.
EN
LA CASA, UN CONVENTO DOMINICO
Pasaron
algunos años y nadie les quiso alquilar aquella casa. Mas, no hay
mal que por bien no venga... Pues esto le vino muy bien a los
planes de aquella familia. Pronto, a aquellos señores se les
ocurrió una feliz idea con la que les hiciera purificar aquel
lugar y cambiar la mala reputación y fama que se había extendido
sobre su familia y sobre ellos entre algunos vecinos de la ciudad.
El ama, una devota y señora emprendedora, huérfana de padre y
madre, pensó fundar un convento. Cedió su casa, buscó personas
influyentes y poderosas entre los notables y ayuntamiento de la
ciudad para que le ayudaran a hacer realidad el proyecto: No tuvo, al
principio, muchas dificultades, porque la mayoría de los regidores y
jurados eran familiares suyos relacionados con las diversas ramas de
los Aranda. Como se suele decir, mató dos pájaros de un tiro,
porque su plan contribuía con la defensa municipal de que no se
abandonara la privilegiada fortaleza, y, por otra parte, sabía que
le era imposible fundarlo en otro sitio, porque a nadie se le
permitía edificar edificios religiosos en los bajos de la ciudad.
En
los primeros momentos, los hechos se fueron desarrollando como si los
marcaran inexorablemente las agujas del reloj de la Mota. El prelado
de los dominicos dio el visto bueno al proyecto; el abad hizo lo
mismo dentro de su jurisdicción, también a Leonor se le aceptaron
todas las cláusulas de su contrato con el nuevo convento: dos monjas
reservadas a la familia y privilegios de enterramiento para los
miembros de la familia en la capilla mayor del templo. Se trajeron
monjas de otros lugares como Almagro para constituir la cédula
inicial de aquel convento,
Cada día, con el crecimiento de miembros del convento se renovaban
la ilusión y la alegría de Leonor Méndez de Sotomayor, porque
continuamente se veía obligada a acudir a los escribanos de la
plaza alta para recibir las dotes de las novicias. Además, no se
quedaba su gozo en el grupo humano, sino que se amplió el recinto
del convento con las nuevas casas de los Monteses y Valenzuela; y aun
más, se comprometió con los mejores canteros de la familia
Bolívar a renovar aquella casa con un claustro porticado, una
capilla y dormitorios para las hermanas; en pocos años, aquella casa
albergó a más de veinte monjas.
Pero,
pronto, comenzaron a surgir raros inconvenientes, acontecimientos
extraños e inesperados sobresaltos. Las primeras monjas venidas de
Almagro y Jaén, como no sabían nada de la historia reciente de
aquel convento, tan solo se quejaban de las malas condiciones que
ofrecía aquella casona al sotavento y frío del cerro de la Mota.
Pero, con la entrada de las nuevas inquilinas de Alcalá, muchas de
ellas, procedentes de famosas familias hidalgas de la ciudad,
comenzaron a revivir las antiguas habladurías que corrían de boca
en boca a lo largo de la ciudad. A ello se añadió que se
produjeron varias muertes de las doncellas más delicadas, y
comenzaron a levantar los más inesperados comentarios sobre la
salubridad del convento
Tras
entrar a la iglesia y comprobar las huellas nos dirigimos al convento
dominico y sobre la muralla comentamos
UN
RECINTO RELIGIOSO ARGARICO
En
el pozo de la nieve, situado junto a la torre de la especería, se
encuentra un enterramiento argárcio que anexo a unas escaleras
conduce a una estancia abovedada naturalmente por el efecto de
erosión y simula un recinto religioso del Cobre.
Dejamos
para el próximo domingo de los Zumaques. Sírvanos de introducción
:
SAN
MARCOS, EL CONVENTO FRANCISCANO Y SU ORIGEN MISTÉRICO.
Subir el camino de la Virgen de la Cabeza y pasar el depósito de
la antigua Fuente de la Mora, la Mora Vieja, significa divisar la
ciudad desde un mirador único e inolvidable de Alcalá la Real. Es
el mirador de san Marcos. A este entorno siempre hubo que subir; aquí
se halla, - y se encontraba-, un lugar misterioso, sagrado, atávico,
donde acababan los pasos de los primeros pastores de la tierra
alcalaína, porque podían desviarse hacia los portillos de los
Llanos (Aspadores, Cerrado, Barrio…) o subir la colina que se
orienta a los Tajos de Alcalá para compartir los primeros vestigios
de la civilización argárica y divisar desde el Hacho hasta el
camino del Condestable, viñedos y actuales olivares de Monterrey,
la Nava, la Acamuña, Puertollano y los caminos que nos adentraban a
los antiguos reinos de Córdoba y Jaén.
La cuesta de la subida es dura; se hace dificultoso el caminar en
medio de un tren de casas blancas, claro testimonio de una época que
se nos fue. Es un legado de la familia Batmala, que la última
descendiente, Clotilde, donó como acción graciosa a los más
desfavorecidos de la ciudad. Pues, todos los bienes de aquel grupo de
emigrantes franceses de los Bajos Pirineos se quedaron para la
posterioridad convertidos en unas decenas de viviendas para las
familias alcalaínas que no tenían donde caerse en los años de la
autarquía y para que las pudieran disfrutarlas en vida gracias a
las concesiones de los descendientes de aquel patronato benéfico que
presidía el alcalde de la ciudad. Cada casa es parte del ahorro de
aquellos industriales, banqueros y comerciantes de origen francés
con el apellido de Lalolya, Corrucou, Govert, Miqueu…También de la
sangre derramada del alcalde republicano Pablo o Pablito Batmala, ya
que sus bienes le fueron incautados tras su fusilamiento, y su
hermana los recuperó para agregarlos a esta herencia solidaria,
fraternal o como se la quiera llamar. Como se ve, su altruismo
perduró hasta nuestro tiempo.
Al
superar la cuesta, se ofrece un altozano con la ermita dedicada a san
Marcos y donde se cobija la imagen de la Virgen de la Cabeza. Un
recinto prehistórico, histórico y moderno con perspectiva de
atalaya de la ciudad. En la parte trasera, dentro de la fábrica de
la ermita han quedado cobijados el pequeño cenobio franciscano
FUNDADO por unos frailes procedentes de la Madre de Dios de Córdoba
en 1506 y bendecido por el obispo de Santarín en 1529, el templo de
San Marcos y la tradición romera y ganadera de una población, que
fue desgraciadamente a menos, absorbida por la agricultura de la
triada mediterránea (viñedo, cereal y olivar) y que, en nuestros
días, ha quedado sometida al monopolio del olivar.
Si avanzamos hacia el ocaso del sol, este mirador nos recorre la
evolución urbana e histórica de la ciudad: desde los restos del
poblado argaríco hasta la ciudad moderna construida por los Reyes
Católicos por la zona que desemboca en el barrio de la Tejuela,
pasando por los únicos parajes con toponimia árabe (Cauchil,
Azacayas…), recorridos por una canalización de aguas que se
remontan a la época romana y abastecieron a las alquerías
musulmanas gracias a los rebosaderos de los Llanos. Por eso, no es de
extrañar que en estos lugares se albergaran las quintas de recreo
de nuestros antepasados, y, también, de algunos contemporáneos,
donde celebraron acontecimientos y efemérides curiosas y nefastas en
el sentido etimológico de su palabra latina-nefas, en contra de la
voluntad divina y la ley- o celebraron contubernios durante los
gobiernos turnistas o en la época franquista.
Francisco
1
AMAR. Caja 24, legajo 10. 19 de noviembre de 1570. Información de
Alonso López de Antequera , lindero y vecino en diciembre de 1570.
2
AMAR. Caja 24, legajo 10. 19 de noviembre de 1570. Información de
Aparicio Martínez de Colomo, vecino en diciembre de 1570.
3
Garrido Espinosa de los Monteros, Diego. Historia de la Abadía
de Alcalá la Real. Pág. 64. Diputación provincial de Jaén.
Reedición. 1996. Domingo Murcia Rosales y Francisco Toro Ceballos.
Dice que se hizo el documento de fundación ante el notario Alonso
de Jaén. Se basa en un traslado de este documento del siglo XVIII,
con motivo de un pleito levantado por Antonio Ricardo de Utrilla en
1715. Hay que desechar las malas transcripciones que atribuyen la
fundación del convento a Luís Gallego.
4
Programa de la Virgen " Don Antonio de los Ríos, patrono del
convento de la SS Trinidad de Alcalá la Real".1987.
5
JUAN LOVERA, Carmen, Algunos datos del AMAR(Archivo municipal de
Alcalá la Real) sobre el más antiguo de los conventos alcalaínos
, el de las Trinitarias. PV. Alcalá la Real 1988.
6
AMAR. Legajo A-1. Cabildo de 21 de marzo de 1533.
7
AHPJ. Legajo 4536. Escribano Cristóbal Gallego. Año 1532.
8
AHPJ. Legajo 4566. Folios146 y 712 vueltos. 25 de agosto de 1534.
9
Amar. Legajo 23. Pieza 14.
10
AHPJ. Escribano Francisco de Jaén. 0 de septiembre 1545.
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