COMENZAMOS POR DONDE ACABAMOS, SAN MARCOS, SU HISTORIA, SU ERMTIA Y SU ORIGEN FRANCISCANO.
NOS PARAREMOS ENEL DEPÓSITO DEL SIGLO XVI, OBRA DE MARTÍN DE BOLÍVAR
BAJAREMOS POR EL CAMINO DE LOS ASPADORES
MONTERREY Y ZUMACAL
En Alcalá la Real , el amarillo motea por las alameda de riachuelos, arroyos y humedales, pero en los altos de los Tajos queda un resquicio del rojizo zumaque, testigo de una industria artesanal convertida en otro símbolo otoñal, por cierto que ha despertado el interés de toda la población y es muy visitada hasta por turistas extranjeros. Todo un símbolo romántico, el zumaque desarrolla una metamorfosis desde el verde primaveral pasando por el rojo y acabando en el amarillento color del otoño. Entusiasma los rojos y amarillentos colores de unos días de la tercera estación, pero es más perenne el verde de la esperanza.
El amarillo invadió por todas partes la comarca de la Sierra Sur. Ya la tierra alcaláina se adentró por completo en el ecuador otoñal. Quedó atrás el veranillo del membrillo y el calor prologó los efectos de Febo hasta muy entrado el mes de Octubre, a causa de los trastornos climatológicos ocasionados por la contaminación atmosférica. Se resistieron las lluvias. Pero, al final irrumpieron gozosamente en el cielo. Pues el primer día de Noviembre sorprendió a todos con una fuerte viento que hizo realidad la teoría freudiana, del thanatos y el eros.
LOS CAMPOS OTOÑALES
LOS TAJOS EL CHOTO Y EL HACHO
LA TEJUELA POR DONDE NOS ADENTRAREMOS , UN BARRIO DE ORIGEN ROMANO.
MAÑANA, LA CITA, A LAS ONCE EN HUERTA DE CAPUCHINOS, JUNTO A LA PLAZA DE JUAN CARLOS I.
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