III
En agosto de 1939 la obra estaba
terminada y el día veintiuno se convocó
una junta , a la que acudieron cerca de treinta hermanos. Se planificaron los
preparativos para traer desde la plaza de Cuchilleros la imagen en la camioneta Chevrolet , que pertenecía a la antigua
fábrica de su suegro Domingo Sánchez Velasco y el chofer sería el joven Antonio Aguayo Urbano.
El dos de septiembre, primer sábado de mes,
por la mañana temprano acudieron a Granada el chofer acompañado de Domingo
Sánchez Velasco y Francisco Huelte Granada y, tras la comida y el saldo de las
cuentas, ( por cierto quedó incompleto con un débito de 300 pesetas), se embaló con una serie de bastidores, y se trajo
la imagen recorriendo la antigua carretera de Granada, hasta llegar al paraje
de la Magdalena ,
y continuar por Llanillo, calle Real,
Rosario y placeta de San Juan. Se había
anunciado en la ciudad y al atardecer todo el mundo salió de sus casas o se
asomaba a las ventanas y balcones, mientras
pasaba entre una alfombra de romero y orlado por colgantes que pendían de las casas; los
vítores al Cristo de la Salud
se multiplicaban por doquier conforme se
acercaba a su iglesia y pasaba el último tramo de la calle Rosario al compás
del volteo al vuelo de de la campana de Diego de Castro. Al entrar a la iglesia
, las lágrimas de los antiguos cofrades y de las religiosas de la Madre Carmen Luque humedecieron
sus rostros .
Al día siguiente, la imagen fue bendecida
por el párroco don Manuel Santiago Álvarez y se instaló en la capilla de
Nuestra Señora de la Soledad ,
donde permaneció durante varios años; a
continuación se celebró una solemne función religiosa , en la que destacó el elocuentísimo
sermón del párroco. Por la tarde, se
empleó un trono del Señor de la
Humildad para portar
al Cristo, lo que costó mucho trabajo y obligó a que se reforzara con dos horquillas. Por la noche del mismo día salió en procesión portado por unos pocos
horquilleros siendo acompañado por una gran concurrencia de fieles, según
recogió en un pequeño recuadro el periódico Ideal de 20 de Septiembre del 1940.
Esto fue hace 75 años. La fe y devoción
popular pasó de aquellos treinta hermanos a toda la población alcalaína. De la Salud en tiempos de Peste,
el Cristo de la Salvación , pasó a congregar a todos los cristianos que
lo tienen como modelo de seguimiento.
Mi más emocionado recuerdo a todos aquellos
hermanos que mantuvieron la llama del eslabón perdido, a Manuel Aceituno por el
recorte del periódico de aquel día, y, sobre todo, a mi compadre Frasquito
Huelte y Antonio Aguayo Urbano por el testimonio oral de aquellos años. Un
abrazo a toda la hermandad.
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