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lunes, 7 de septiembre de 2015

DÍA SEXTO. MARAGATERÍA- ASTORGA, CRUZ DEL FERRRO Y CEBREIRO Y LUGO.


DÍA SEXTO DEL RUTERO DEL CAMINO


23/08 (DOMINGO) LEÓN – CRUZ DE FIERRO – ASTORGA - CEBREIRO – LUGO.

Día intenso, con el punto de mira en los Montes de León. Me recordaba un romance que cantaba nuestros antepasados sobre un caballero perdido EN ESTOS LARES.  Tras el fuerte desayuno en el hotel leonés, el guía le dio contenido épico al tramo del camino hodierno para azuzarnos y darnos acicate de héroes. Estábamos en las puertas de Galicia. Como escribía el guía Nos vamos acercando a Santiago y el camino vuelve a hacerse duro. Como penitencia cogeremos una piedra del llano y la dejaremos a los pies de la Cruz de Fierro como llevan mil años haciendo todos los peregrinos.
Mal día para el que suscribe, tras echar una foto al Hospital  de León nuestro amigo Pablo Aguilera,  y  mira por dónde se produjo un trabajo del duende del camino y me dejé en la habitación el teléfono móvil. Lo que podría haber sido una pesadilla y un ataque de ansiedad, me sirvió de relajamiento durante dos días que lo recuperamos con la ayuda de todos y de Ismael a la llegada de Salamanca.
Tras pasar por pueblos cercanos a la capital leonesa, el Camino Francés se internaba por la maragatería. Encantadora comarca que fue  habitada a por arrieros y que aún mantiene su hábitat rural  plasmado en sus  casas de sillarejo y provistas de portalón, y "  sus danzas al son de la flauta y el tambor y sus guisos pantagruélicos”- Por una carretera comarcal , nos dirigimos  a Castrillo de Polvazares y Santa Colomba de Somoza. Preguntas sobre  abades ( Somoza y su Laberyntus) , y ,ante la revuelta de la dificultad de las preguntas, el tribuno de la plebe Pepe Cazado  me sugirió otras más pueblerinas y sencilla, que inauguramos con el descubrimiento de un personaje popular y apodo alcalaíno.  e inauguramos una nueva serie que acabamos cantando el pasadoble de Chivami. Bajamos el listón de los premios y ya se encarmaba al primer lugar Antonio León y segundo Paqui Cano. Los terceros se multiplicaban.   Por un paseo paralelo a la LE-142 bajamos suavemente hasta la altura de Valdeviejas, donde se encuentra la ermita del Ecce Homo, construcción del siglo XVIII Se hicieron las necesidades y se  facilita credenciales. A unos 150 metros a la derecha de la ermita, en la carretera que conduce a Valdeviejas, Desde allí partimos hacia la Cruz del Ferro. Y, luego,  llegamos a Foncesbadon por entre pinos, chaparros y algún que otro abvedaero que nos palió  la sed. Antes,  se produjeron algunas bajas-
Despedimos Foncebadón tras habernos repuesto  y, calle arriba, entre muros caídos y la iglesia, cuya espadaña recibe siempre las primeras luces del día y algún que un albergue . A la salida tomamos el camino de la izquierda, que en suave pendiente nos acerca hasta la carretera LE-142, nuestra guía en la etapa de hoy . Algún que otro abrevadero de camino, cuestas empinadas, ubn boj de color cárdenos, monte leonés, pizarra. Por una senda paralela a la carretera, que avanza junto a algún bosquete de repoblación, llegamos hasta la Cruz de Ferro. Situada a unos exactos 1500 metros de altitud (el techo del Camino Francés en España), no es más que una pequeña cruz de hierro aupada por un desproporcionado mástil de madera. De espaldas a la cruz es tradición arrojar una piedra al montón ya levantado. Un gesto calcado al que hacían los segadores gallegos cuando se desplazaban a Castilla para trabajar en los campos de cereal y también los arrieros y los pastores trashumantes . La fotografía colectiva, encuentro con peregrinos franceses que rezaban en el prado, mientras lance  una piedrecita al montón,  zaherido pòr muchos ante  mi vagancia y subimos al autobús que estaba esperando y rezamos el Ángelús. Epopeya cumplida y sin mucho esfuerzo. Junto a la cruz se erigió en 1982 una capilla consagrada a Santiago Apóstol, que todos visitamos
Después, la recompensa consistió en  un  cocido maragato en el encantador pueblo de Castrillo de Polvazares. Excelente cocido maragato, natillas, orujo y café, vítores a los cocineros, vista la pueblo de recinto histórico por doquier, panaderías del medievo, ....Y Nos dirigimos a Astorga, en una breve visita, donde contemplamos la Catedral y Plaza del Ayuntamiennto ,comprando el célebre chocolate.
En Astorga comprobamos "el amor de Gaudi por la Edad Media" con el palacio episcopal en forma de exin castillo .
La : Asturica Augusta, nos recibió en la Estación de Autobuses, y , tras pasar la muralla romana, llegamos a la catedral,  seo y palacio episcopal .Luego rápidos como unos centellas, por la calle principal contemplamos gran cantidad de confiterías que hay en Astorga, que nos con sus anuncios de engatusaron, mantecadas y hojaldrados, es muy difícil o, más bien imposible, abandonar la antigua ciudad romana sin haber probado un solo dulce. Ya desayunados, dando la espalda a la fachada del Ayuntamiento de Astorga, atravesamos la plaza Mayor para colarnos por la calle Pío Gullón, situada a la izquierda de la plaza. Tras cruzar García Prieto continuamos de frente por la calle de Postas y la calle Santiago.
            Y de allí, por autopista, emprendimos la entrada a Galicia psando a lo lejos por Ponferrada y comentando su castillos templario.
En principio castro y más tarde ciudadela romana.
La En Orden del Temple lo amplía y mejora desde el siglo XI al XIII. 
El aspecto actual se debe a una gran cantidad de ampliaciones y reformas llevadas a cabo desde el siglo XV hasta nuestros días. 
 Llovía y cambió el paisaje desde Ferreiras, donde lanzamos algunas preguntas sobre su origen y relación con los primeros moriscos que se afincon en Alcalá. Y, al paso por el monte O Cebreiro comentó el guía la leyenda. Como el camino era muy largo, se nos hizo corto entre preguntas y poe,as. Sirva de ejemplo este romance titulado MARAGATOMAQUIA:
Vamos a cantar , señores,
las hazañas de guerreros,
Que no son los de la Iliada,
Ni Eneas ni Odiseo,
Ruteros del Maragata,
Que porfían un Campoameno.
Van todos muy empatados,
No ha conseguido ni un terreno,
Por eso Paolo Aquileira,
Hombre fiel y rociero,
 A cambio de preguntar,
Se hace en la ruta el primero.
Decían que era de alma épica,
Y  que no era tampoco un cuento,
Subir esta  dura cima
Sin alaridos y resuellos.
Y tuvimos mil Aquiles,
Patroclos y Polifemos,
Por eso que un solo ojo
No hubo ni mal tropiezo.
Penélopes hubo pocas,
Y Telémaco el de menos.
Pues, cuando llegamos a la cruz,
Que la llaman la del Ferro,
Nos sorprendieron los de Ïtaca,
Franceses y anglo-norteños
Entre cantos y salmodias
En medio de un gran silencio.
Faltó la pregunta culta,
¿por qué Paolo fue el primero
No sin antes realizar
Y ser un buen consejero
En el páramo burgalés,
Donde llano era el terreno,
Que Troya no se gano en un día
Sino en nueve años completos?.

 En el Cebreiro entramos ya en otro mundo, en Galicia, por la lluvia lo observamos desde los puentes elevados de la autopista por Piedrahita casi al final de nuestro peregrinaje d aquel día. Lloviendo, con el gris de la tarde y un revolcón de preguntas con paisajes de grelos, verdes pastos, vacadas y caseríos por doquier llegamos a Lugo. En el hotel nos alojamos. Pero, tras dejar las maletas, fuimos a la catedral y a la plaza de Lugo, regrésanos para la  Cena  por lo alto de la muralla roma de Lucus. Un día completo y empapados.  




























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