(20/08 (JUEVES) POR PAMPLONA – EUNATE – PUENTE LA REINA – ESTELLA - LOGROÑO.
ITER
Desayunamos
a las siete de la mañana en el hotel y salimos hacia las ocho y treinta por la carretera opuesta
del día anterior en dirección hasta el
Alto del Perdón.
Traspasada Pamplona, junto al pequeño río Sadar, atravesamos la Cendea de Cizur entre terrenos cerealistas y alcanza las alturas de la sierra del Perdón, una barrera natural entre la Cuenca de Pamplona y Valdizarbe Cerca de las últimas rampas de la cima, nos detuvimos para contemplar desde un mirador las maravillosas vistas del valle de Pamplona, los Pirineos y las lomas de Puente la Reina .En la cima, recibimos nuevos turistas por el otro lado opuesto del camino de a pie. Nos fotografíamos ante los postes y el humilladero antes de emprender la bajada. Esta era muy escarpada entre veredas de peidras ígneas y envueltos entre coscojares, arbustos y monte bajo Nos encontramos bajo las sombras y lugares de parada peregrinos cansados. familias completas, ciclistas, algún grupo con un onagro. Al pronto del llegar al llano, pasamos por Uterga y Muruzábal que cedían el paso a Obanos, donde ya se unen muchos peregrinos venidos desde el Somport y que actúa como trampolín de Puente la Reina, población indisoluble del peregrinaje a Santiago: también pasamos por Eneritz, donde nos repusimos con un café o un refresco en varios albergues, entre ellos una vecina descendiente de la familia de los Calvo descendiente de Alcalá. En estos lugares, sellaron sus pasaportes de compostelana. Subimos al autobús, y nos dirigimos virando al camino aragonés para caminar dando un paseo hasta Santa María de Eunate,”templo misterioso y ejemplo de espiritualidad templaría que con su planta octogonal y su claustro del mismo formato nos sobrecogieron. Continuamos hasta Puente la Reina, a cuya entrada nos bajamos del autobús, para hacer el camino urbano, porque este lugar es un ejemplo típico de urbanismo santiaguista donde, unos pasos antes de llegar contemplamos que se unen el camino aragonés y el navarro. Paseamos por la rúa principal y visitamos la iglesia del Cristo de tipología alemana y su hospital y la iglesia de Santiago y llegaos al puente medieval que mejor representa el esfuerzo del peregrino por llegar a Santiago. Construido en el siglo XI. Compuesto por 6 arcos de medio punto.
La reina doña Mayor lo mandó construir para facilitar el paso de los peregrinos por el río Arga.
Coincidimos con esa descripción Un amanecer rojizo sobre la calle empedrada, el puente románico que sobrevive a los envites del río, paisajes de cereal y viñedos, una senda cargada de peregrinos que avanza hacia un pueblo medieval, una calzada romana, un río de agua salada y un santo benefactor. Todas ellas postales que brinda el Camino a quién despierta y duerme junto a él. Chateamos en una taberna con cerveza inglesa y de allí nos dirigimos a Estella, bajamos en la estación muy bonita, neorománica, pasamos por su bella plaza, en día del mercadillo y comimos en un bar de este bello rincón. Por la tarde, vistamos el barrio judío, la iglesia de San Miguel y , tras subir por una elevada y empinada escalinata, visitamos la Iglesia románica y claustro de San Pedro de la Rua. Comprobamos que "Estella es ciudad de buen pan, excelente vino, mucha carne y pescado y toda clase de felicidad". Y esta alegre y cordial ciudad que ofrece a quien la visita historia y arte, animado comercio, excelente gastronomía, una variada programación cultural y hermosas tradiciones.
Entre
viñas, regresamos para cenar y alojarnos
en un hotel de Logroño, situado en la la calle de Menéndez Pelayo, que dio más
que un quebradero r de cabeza al conductor para poder entrar en él. Tras la
comida, salimos por la zona de ocio y llegamos a la catedral con un helado
especial en la mano.
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Puente románico de Puente la Reina
El monumento
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