Archivo del blog

lunes, 23 de enero de 2023

LA SEMANA. UN CUADRO PARA FRANCISCO JOSÉ ZÚÑIGA EN EL JAÉN

 

LA SEMANA. UN CUADRO PARA FRANCISCO JOSÉ ZÚÑIGA

 

A veces las personas superan la historia de los olvidos de las ciudades y de los pueblos. Marcan con su comportamiento humano y su entrega  a la comunidad una huella que perdura con el paso del tiempo. La muerte trágica de Francisco Zúñiga Martín  es un ejemplo de la historia local de Alcalá la Real. Caer asesinado  a las puertas de la iglesia de Consolación, en el Compás de Consolación, donde la brújula de la ciudad orla el escudo de la ciudad abacial y bajo la morada de la imagen de Nuestra Señora de Consolación es una metáfora que trasciende por el  hecho. Es el culmen martirial de la entrega a la vida cristiana.  El impulso que incitó al pintor a plasmarlo en el lienzo  de  65 x 54 cm. Partiendo de material fotográfico  y  elaborado entre abril y mayo de 2022”.

Tras bastantes días sacudido e impactado hasta la médula, con aquel hachazo  que nos causó  la inesperada dramática y sangrante muerte de nuestro buen amigo Poco Zúñiga, daba vueltas y vueltas a mi cabeza, intentando encontrar respuesta, un por qué, un sentido, el aparente ´sin sentido´ humanos de su final”. Poco a poco, fui descubriendo que era la culminación de este enorme testimonio dado con su vida de entrega y dedicación a Alcalá Y  Resonaban en mí aquellas palabras del Jesús ´Te alabo, Padre…porque  has ocultado estas cosas a los sabios y prudente y las revelasteis a los pequeños ‘Y es que Paco, apoyado en una profunda espiritualidad eucarística y mariana, fue modelando su vida en una callada, sencilla y permanente entrega de servicio total a nuestra ciudad”. Una  sociedad , que recibe con los brazos abiertos a muchas personas y se encuentran con la entrega de muchos servidores. Por eso no nos extraña que una vida con este fin se sublime en la expresión artística de la espiritualidad. Y no hay mejor testimonio que el arte pictórico para dejar la huella del retrato en la sala del antiguo templo franciscano. Podía haberlo llevado a cabo de otra manera y otros enfoques, pero eligió el retrato, a pesar de que  no todos los  pintores son capaces de enfrentarse con este aspecto pictórico del mundo retratístico, además de estar el retrato muy  asediado por las nuevas  técnicas de otras artes actuales como el cine y la fotografía.  En esta labor, hay que destacar la valentía y el acierto de Pepe Sánchez, a lo que añade la destreza de componer la obra mediante un estudio pormenorizado de elementos geométricos, mezclados con colores, donde su mano alcanza grandes aciertos en expresividad psíquica y de composición estética de Paco Zúñiga. Y, por encima de todo, esa fuerza  expresiva que atrae al receptor que se acerque a la obra.  Decía sobre el punto el maestro Antonio Campaña: En el retrato, Pepe Sánchez trabaja magistralmente; por su tamaño, por su armonía y, sobre todo, cuando consigue, tras una interpretación personal, captar el alma y el parecido de las personas retratadas. Eso  es más difícil que pintar; solo los grandes lo consiguen”.

 De la mano del pintor José Sánchez Jiménez en su retrato recordará un ejemplo a l servicio de los demás  y de superación en la vida. En sus colores el pintor manifestaba “lo recordaba viéndolo continuamente en su trabajo de guardacoches, siempre disponible, abierto, amable y de fácil conversación con quien se acercara. o de macero de la Corporación Municipal, o en otros múltiples menesteres requeridos por el Consistorio. Y no digamos ya de su aportación  y dedicación a la esta parroquia de Santa María la Mayor, como si fuese ‘los pies y las manos ‘de don Juan Ramón”-

          El pintor hizo entrega de este regalo a todo el pueblo alcalaíno en el día final de la novena de la Virgen de las Mercedes, ante la presencia del deán de la catedral de jaén  y Francisco Martínez Rojas y el párroco Juan Ramon.  Un regalo que se envolvía en estos  envoltorios “Inmerso em estas consideraciones, pensé y decidí hacerlo en retrato y donarlo a nuestra ciudad. Si, era justo, era necesario dejar constancia y un recuerdo tangible, palpable y permanente de este amigo tan sencillo, y a la vez un gran hombre, y que quedara precisamente aquí, en esta querida iglesia de Consolación”. A lo largo de este acto, los anteriores sacerdotes se hicieron eco de la vida rota desgarradamente  de Paco Zúñiga ensalzando los momentos de su vida al servicio de la comunidad civil y religiosa en una muestra de altruismo  y solidaridad    que  resumió con sus palabras el pintor José Sánchez “Paco Zúñiga siempre estaba ahí, pronto y disponible, cual celoso colaborador e infatigable velador del perfecto funcionamiento parroquial, en cuyo empeño culminarán ese servicio y entrega total. Sí, Una vez más, el final del trayecto, el Gólgota…la cruz…Sin embrago, los creyentes sabemos muy bien qué es lo que se nos tiene reservado después, Una vida eterna y en plenitud”, Sobre todo en los momentos difíciles de la pandemia. Su hermano Antonio Jesús dio las gracias a la parroquia, al pinto y al párroco  por hacer perdurar la memoria de su hermano con este gesto.

Un agradecimiento que se fijó en las paredes de la sacristía, donde se puede ver una obra de arte entre la galería de lienzos y cuadros de la historia del convento franciscano. En palabras del pintor  ha tratado de “conseguir el máximo del parecido físico, es fundamental que se pueda identificar el personaje, ver claramente quién es”, Y, con su cromatismo de colores fríos, sobresaliendo los blancos y azules, y con técnica retratística de pincelada suelta y recia, Pepe Sánchez ha conseguido  un segundo objetivo claro consistente en  adentrarse y bucear, a fin de reflejar su carácter, actitud, personalidad, en definitiva su alma”. Logra  equilibrio y la composición armónica a través de las grandes pinceladas, la gradación de las gamas más sugerentes, los buenos empastes, la captación del gesto humano; mantiene   la ampliación del retrato  con gran arte del torso por encima de los primeros centrados  a la cabeza para conseguir un encuadre contextualizado. Este retratos  gestual y entrañable, desnuda  el corazón y el alma de Paco Zúñiga  con la proyección de aportarnos, según las palabras del pintor “una gran lección  de vida generosa y de compromiso en “que nos abramos más y  más al servicio  y bien dela Comunidad”.  Esa es la intencionalidad que descubría María José de Córdoba con sus retratos “Esta obra parece invitarnos de manera hipnótica y seductora a desprendernos de los conceptos y conveniencias del mundo y a contemplar, vivir, reflexionar desde la pasión corporeizada y transcendida a la vez, de su paisaje encadenado en una especie de manera de marea, en una danza infinita de fluyente energía. Su nueva propuesta pictórica y técnica, en estos retratos, no solo capta a la perfección el parecido físico, sino también el emocional”. 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario