EL CAMINO MOZÁRABE POR LA PROVINCIA DE JAÉN
Por fin hemos celebrado el primer
tramo de la ruta del camino jacobeo. Entre los caminos que llegan a las tierras
de Finisterre, se encuentra este camino mozárabe, que recogía en gran parte la
antigua Vía de la Plata y recorrían las tropas romanas entre la Bética y el
Norte de España. Remontan su historia al siglo X, cuando se hizo célebre para
muchos peregrinos cristianos, y, sobre todo, por ser el que camino que recorrió
Almanzor tras su saqueo de Santiago de
Compostela.
Por las tierras de la Sierra Sur, este camino se entronca desde tierras de
Granada hasta llegar a Mérida, donde enlaza con la famosa vía romana. A través
de estos lugares, absorbió y dejó a su paso una trama de caminos reales, rutas
pecuarias y otra serie de sendas y veredas comunales que pueden transitarse en
tres etapas, comprendidas desde el territorio granadino hasta la ciudad
cordobesa de Baena. En la primera etapa, sale de la provincia de Granada, y,
encuadrada dentro de la segunda etapa, se inicia en Moclín y, tras pasar la
fuente histórica de Malalmuerzo y el Coto de los Pedernales, llega a los
alrededores de la Cooperativa de San Antonio conocida popularmente por del
Pleito, donde entra en tierras de la Sierra Sur. Es un tramo de romances,
remembranzas de frontera y de panorámicas entre atalayas y de leyendas
mozárabes que se plasman en la ermita del cortijo de San Marcos, donde comentan
que se bautizó el pastor de Colomera. Por las lluvias no recorrimos un tramo de
la N-432, que se asciende por el antiguo camino real de Granada, hacia los pies
de la Sierra del Camello para pasar por una antigua alquería y venta, de nombre
Cequia, que se mantuvo hasta la Edad Moderna y hoy es uno de sus núcleos de la
aldea de Ermita Nueva. Bellos parajes en tierras de tesoros hispanoárabes,
algún dolmen con el que se topó Romero de Torres por los años treinta del siglo
XX, torcales y hundideros naturales divulgados con el nombre de los
Capachos en un paraje de singularidad geológica( dos dolinas de las que
contemplamos con este nombre popular), asentamiento de bienes y cortijos de
cartujos, campos colmados del léxico árabe como Almoguer, Acaicería
o Gineta, lugares de encuentros históricos entre ziríes y huestes castellanas,
poblados y oppida iberorromanos y reminiscencias de material lítico del homo neaderthalensis.
El tramo se encuentra perfectamente señalizado por la viera jacobea de color
amarillo a lo largo de todos dos los recorridos. Tras el paso de los núcleos de
las Pilillas y el Ventorrillo por el parque del antiguo centro cultural de La
Lealtad, los lavaderos y quesería, abandonamos Ermita Nueva y, tras seguir el
camino Real de Granada, pasando por el Llano de los Azores, terrenos de los
Propios, el cortijo del Piojo (la leyenda del niño de la Cruz) y una zona de
huertos y viviendas de ocio, se cruza el arroyo del Palancares, donde hubo un
antiguo batán. Cercano se encuentra el cortijo de Verdugo, de fachada
modernista, que recuerda la mano del maestro Manuel de la Morena; en su entorno
una cruz y una era son monumentos y testigos del patrimonio de la piedra seca y
revivió en años anteriores el tiempo de los segadores, la trilla, la criba y el
aventamiento.
Tras cruzar la carretera y un pequeño
puente, el camino se si dirige hacia tierras del regidor malagueño Alonso
Verdugo, abastecedor de las galeras de Felipe II, y hacia el desparecido
cortijo del Villar de Juan Mesa Carnicero, antaño de propios. Con el pequeño
respiro de la descendida de los anteriores tramos, el camino comienza una leve
pendiente, tras dejar varias viviendas rurales, por donde se marcha
`perpendicularmente a la carretera nacional abandonando el camino de la Corte,
y siguiendo hasta unos dos mil doscientos metros, donde se gira
hacia la izquierda entre tierras de la Cabeza el Carnero, La Lancha, Llanos de
Mazuelos y las huertas de la Pasadilla, llegamos al camino bici y de
la Cañada del Carril, y dejamos el que se apartaba hasta llegar a la Fuente del
Rey, bello paraje de hortelanos, bajo la vigía de la torre gótica del Cascante. En los libros de guías remontan este trayecto a
más de dos milenios por la presencia de algunos restos romanos cuando escriben
“Tras cruzar un pequeño arroyo se llega a una era presidida por una cruz
blanca. Muy cercana queda ya la pedanía de Santa Ana, a la que no
llegamos; los restos romanos se pueden descubrir si miramos atentamente el
suelo al llegar a la referida era”. En
su entorno, asentaron sus huestes las tropas de Alfonso XI, el mundo argárico
dejó sus huellas en cistas y tumbas, sarcófagos romanos se trasladaron al museo
local desde este lugar, una de las villas romanas de mayor fondo arqueológico
se encuentra en la Lancha, y se mantiene la imagen románica en
una ermita neogótica del siglo XX. El pilar refresca en medio de un recinto de
recia y restaurada piedra, tallada por Martín de Bolívar y cubierta en tiempos
del abad Mendoza y Gatica para proteger a las damas de las miradas de los
mozalbetes cuando llevaban a cabo la colada con los pies del canal del cauce de
agua fría. De aquí la ruta viene marcada por una serie de flechas hasta salir
al antiguo camino antiguo de la Fuente del Rey, hoy carretera autonómica, en
dirección a Alcalá la Real. Lo hicimos en unos meses pasados, Se otea
por el Portichuelo la fortaleza de la Mota, y tras bajar, por el antiguo camino
de Granada en su tramo de la Cuesta del Cambrón, la mejor entrada para el
peregrino es la puerta de Santiago. Curiosamente una puerta poterna
bautizada con el nombre del Apóstol, donde los aires solo conservaron sus muros
sustentantes y se llevaron el arco de la Pescadería. Pero, cercana se
encuentran las caballerizas de los abades y el Bahondillo. Un primer contacto
para subir a la iglesia abacial y contemplar varias tumbas mozárabes que en la
piedra esculpen una silueta antropomórfica. Las mismas que se encuentran en la
necrópolis de Tozar y en algunos cortijos de Alcalá como en las Peñuelas. Se
palpa la huella de la ruta mozárabe en esta primera etapa. Por doquier las
vieras y las conchas adornan pilastras de arcos y puertas dinteladas Y en el
interior del templo, Santiago preside una capilla del ala del Evangelio, como
reproducen las nuevas tecnologías en un panel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario