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martes, 31 de enero de 2023

EL CORREGIDOR ANDRÉS ROLDÁN Y AGUILERA

EL CORREGIDOR ANDRÉS ROLDÁN Y AGUILERA (1719-1723)    

Nació en  Córdoba, ( 1670) y murió en Madrid, (6.VI.1731).

Fue Presidente de la Casa de la Contratación,  y miembro de los Consejos de Hacienda y Castilla.

Hijo de Francisco Roldán, natural de Baena, y de María Moreno de Padilla, natural de Baena Niño.

Contrajo matrimonio con Juana María de Aguiar Andrade y Ulloa, enlace del que nacieron cinco hijos, tres de ellos varones.

Desde su Baena natal pasó a Salamanca y en su universidad se graduó de licenciado en Leyes e ingresó al Colegio Mayor de Cuenca (16 de julio de 1693). Durante su estancia en la Universidad salmantina leyó las Cátedras de Instituta (agosto de 1702), Código (noviembre de 1704), Volumen (1705), Digesto Viejo (1706) y Vísperas de Leyes (1707).

Por Real Cédula fechada en Madrid el 16 de septiembre de 1707 se le libró título de alcalde mayor de la Audiencia de Galicia en lugar de Miguel de Salamanca, que había sido destinado a la Real Audiencia de Aragón, y siete años más tarde fue promovido a la presidencia de la Casa de la Contratación para substituir a Martín José de Mirabal, que había sido ascendido a la fiscalía del Consejo de Indias, empleo del que se le libró título por real provisión fechada en Madrid el 19 de febrero de 1714, sin limitación temporal expresa, empleo del que tomó posesión en Sevilla el 21 de marzo siguiente, y en el que se mantuvo hasta 1717. Entre otros cargos, ejerció de superintendente y conservado del Colegio de San Telmo. Entre este año y 1723, ocupó el corregimiento de Alcalá la Real. 

GUERRA

El nuevo intento de recuperar los terrenos italianos de nuevo incide en la vida local, fueron varias las levas de soldados que solicita la Corona. En los 1717 y 1718, se llevó a cabo un registro de caballos en todas las ciudades del corregimiento y se alistan once hombres ( siete de Alcalá y cuatro del Castillo de Locubín) entre los vagabundos, que se embarcan en Almería, para dirigirse a Denia y Cartagena con el fin de acudir a las guerras de Italia. Y la sangría mayor venía ocasionada por las reclutas de soldados y los batallones que se alojaron estos años por la ciudad, así como la contribución de la milicia alcalaína a la nueva administración militar. Hubo momentos de regimientos completos que pernoctaron durante meses, provocando enfermedades, la principal de ellas, el tabardillo, entre los vecinos.  En 1721,  el regimiento de  Dragones de Bélgica que alojó seiscientos caballos y 700 soldados  formando 13 compañías y procedentes de África, entre Alcalá y el Castillo, en medio de un momento sumamente seco y sin forraje para el ganado; a lo que se añadía que trajeron gran cantidad de soldados enfermos cuya enfermedad lo extendieron en la población; también lo hizo el de Andalucía con siete compañías. No era extraño que en décadas posteriores no hubiera más recurso que apresar a los jóvenes mozos, como sucedió en el año 1722 para enviarlo a Vélez, pues ya desde 1706 la compañía de milicias locales  estaba desaparecida por la muerte de muchos de ellos en la batalla.

Y lo que fue peor el enfrentamiento entre el corregidor y la ciudad con motivo del alojamiento de siete compañías de granaderos que se mantuvieron en la ciudad más de un año desde el 1723, dándole forraje y alojamiento hasta en 1724. 

GOBERNACIÓN Y HACIENDA

En su mandato continuaron los   años de gran voracidad de la Corona, tratando de recuperar deudas contraídas anteriormente y creación de nuevos impuestos. Por estos años los juicios de residencia realizados al Conde de Torrepalma y al Marqués de Gandul ocuparon una gran parte de la vida municipal, reclamando a todos los miembros del cabildo, y  mayordomo, deudores y otros acreedores grandes cantidades en medidas adoptadas arbitrariamente referentes al Pósito, compra de trigo e indultos de anteriores corregidores. Le correspondió en 1618 la residencia del corregidor Rodrigo de Viedma y su alcalde mayor en Loja y Alhama (Pedro de Villagra Guerre3ro y Juan Antonio del Castillo)Puestos singulares y sin retribución fija fueron cargados con el famoso valimiento de los oficios como el alguacil mayor , el síndico, padres de menores y otros de poca importancia. Son continuos los pleitos y las réplicas de la ciudad con la Corona por el aplazamiento de los pagos.

LA CRUZ DE RAMIÍREZ EN LOS AÑOS CUARENTA

También emprendió acciones contra los vecinos de Frailes que habían levantado más de setenta casas en tierras de realengo, las cercaron y no  tenían registradas. 

Todavía se mantenían antiguos conflictos con los límites de los pueblos que ya parecían olvidados. En 1720, tuvo lugar la delimitación con Alcaudete con los mojones de la Sierra de san Pedro por el arroyo de los Chopos y la Loma de la Jabonera, estableciendo definitivamente los límites entre ambos pueblos mediante el acuerdo de los dos cabildos

CULTURA E IGLESIA

En este año, se nombró por maestro mayor de obras sustituyendo a Manuel del Álamo a Mateo Primo, que era natural de Arjonilla y se presentaba como maestro de arquitectura. En Alcalá la Real se avecindó tras ser nombrado. Con la iglesia, en este tiempo logró un acuerdo de concordia, de tipo protocolario, por el que se obligaba a la presencia de un paje que abría las procesiones. De estos tiempos es la Cruz de Ramírez y el entorno de San Ant´ón y Puertya de los Arcos. La cruz se mantuvo hasta los años sesenta, que fue sustituida y para liberar el espacio como andén de la estación de autobuses. He aquí la manda.

" Declaro que por el año pasado de setecientos y dos, día de San dionisio Areopagita, a honray gloria de Nuestro Señor y de su bendita Madre hizo poner a su costa en los Álamos de esta ziudad , antes de llegar a la Puerta de Arcos, por baxo de la calle de La Peste, una Santa Cruz de Piedra con sus gradas y pilastres, y en ella, un escudo de armas, y, junto a dicha Santa Cruz se an plantado algunos álamos, encargo a mis hixos y descendientes cuiden y reparen la dicha Santa Cruz, porque si con el tiempo se deteriore, permanezca por lo importante que es que los fieles que por dicho sitio pasaren, alaben al santísimo Sacramento del Altar y reberencien así la Santa Cruz, que oy llaman La cruz de Ramírez y su plan empedrado está´cercado de marmolillos y Piedras y su escrito dice mi nombr

 

Sequía, asonadas y hambre. 1717

CUADRO RESUMEN

23.7. 1721  Tempestad de granizo . Tabardillo extendido por una compañía de

soldados. Arrasó el  cortijo de Pinillo. Corta cosecha

 

1722Tiempo fatal. Ausencia de trigo en el otoño. Registro

 

1723 Avenidas de lluvias y tempestades por el mes de septiembre. 

Contagio de enfermedades. Se come trigo con habas, cebada y garbanzos. Hambre y

carestía. Reparto de trigo Corta cosecha de granos. Prohibición de venta de trigo a forasteros

 

Años sesenta del siglo XX

En este clima no era de extrañar que el abastecimiento de la ciudad no se surtiera de las recolecciones de las tierras de la comarca alcalaína y la población tuviera que alimentarse con panes de garbanzos, habas y otras legumbres. Debemos analizar sus causas que se recogieron unos años después en un memorial que se presentó al rey ante la información que recibía de la situación dramática de la ciudad, pues nos ilustra de esta etapa del reinado. Así el cabildo contestaba a una carta orden del señor Pascual de Villacampa en el año 1723:

"  se informe su Señoría con toda distinción, puntualidad y libertad cristiana de las necesidades públicas que padece todo este partido, la causa y origen verdadero de que proceden, en el estado de que se halla de granos, y qué providencias más

eficaces se podrán aplicar para el remedio de tan suma pobreza, como a llegado a oídos de su Majestad, convocando a su Señoría en todo lo expresado

En este año del informe, el pueblo se alimentaba de pan mezclado de pan con habas, garbanzos y harinas, y no sólo afectaba a las clases más sencillas sino también a otros grupos más emprendedores: y otros que por mayor felicidad lo gozan todo el trigo, es con tanta cortedad por su pobreza y falta de dinero, que pasan su vida con la mitad o parte de lo que avía de ser regular sustento de sus familias, las que, clamando a su Majestad, como a señor temporal resuenan sus doloridas quejas en los oídos de su real clemencia, no es esta estrechez tanto motivada de la cortedad de trigo qusnto de falta de dinero por

el comercio .....

Pero el cuadro pesimista de la economía y hacienda que la ciudad presenta en estos términos y sugiere que debía volverse a la autonomía local en el fomento de la riqueza y el cobro de los impuestos frente al amplio aparato burocrático

que la asfixiaba, sin negarse a las acciones de guerra que se atravesó, como venimos comentando:

 

"compónese la mayor parte de esta ziudad de operarios o pobres trabajadores en la agricultura, perciviendo diariamente por único caudal para su manutenzión el corto estipendio de dies o quinze quartos, en que les conduzen los dueños de las

heredades; carezen estos de el dinero suficiente para completar sus labores y faltan en consecuenzia, no solo la cosecha de frutos correspondiente al devido y regular cultivo sino tanbien a el patrimonio de los pobres operarios vinculados en la tarea del azadón, son los motivos de estas calamidades en nuestra intelixencia las continuadas extracciones de moneda de estos reynos, aun supuestos los repetidos viaxes y concdutas de flotas y galeones, con cuias copiosas sumas pudiera asegurarse la manutenzión más dezente, es también principal motivo de esta dolenzia la contribución de millones, por la práctica de sus administraciones y

arrendatarios, pues pribilegiando sus propias utilidades y aumentos con el carácter de lo rexio de esta contribuzión, al paso que vinculan con ellas sus abundanzias, dejan exhaustos los caudales, los contribuyentes en notorio detrimento del Reyno;

Estas continuas contribuciones habían afectado a todos los sectores, especialmente, al comercio: sea confirmación de esta verdad la experimentada ruina del abundante trato de paños que avía en esta ciudad con que se conservavan muchos ofizios debertidos en las tareas de sus fábricas y oy con la rigurosa práctica de administrazión, sus

excessos y causas, aún no llegan a tres los frabicantes, verficándose lo mismo para con los tratos del vino y seda, pues estenuados sus aumentos en cuia opulenzia consiste la manutenzión de esta ciudad, quedó destituyda de otro qualquier ingreso

Al mismo tiempo se acumulaban los continuos conciertos con los labradores que aumentaba año tras año, duplicándose cada año y provocando para cuio crezido pago, no alcanzando sus frutos, se ben precisados a bender sus aperos de labor quedando destituydos de remedio, disminuyendo a Su Majestad sus vasallo, quando se intenta acrecentar

A ello se añadía que los cobradores y receptores de impuestos no solían ser acompañados por comisarios locales que les facilitaban la moderación en el cobro de los impuestos, ocasionando, por ello, difíciles conflictos como levantamientos de vecinos, ataques a corregidores o alcaldes mayores como el de Francisco Franquis Lasso de Castilla contra el alcalde Mayor Simón Pérez de Leyva en 1702, e, incluso, la muerte o reyertas con los alguaciles.

Por otra parte, a los anteriores impuestos de millones, medias annatas, la lanza del abad, valimientos de oficios enajenados, arbitrios y milicias-pajas y utensilios- de los reinados anteriores, se añadieron otros nuevos y algunas medidas impopulares: el de la tercia parte de los montes y yeguas que gravaba a los ganaderos que pastaban en los montes del término, el donativo 1719 que importaba 69.294 reales, y el crecido importe de la sal, que perjudicaba los ganaderos que no podían hacer frente para darla al ganado y abandonando esta rama de riqueza que conllevaba la pérdida del abasto de la carne en detrimento de los vecinos.

. No sólo generaba conflictos con las clases más populares, sino que hasta el 1722, algunos de estos impuestos como el de milicias y millones generaron un gran número de pleitos entre el estamento civil y eclesiásticos para concertarse.

Para colmo de las desgracias, la pobreza que sufría la Corte y la propia Granada, obligaba a la ciudad a que tuviera que evadirse de miles maneras para poder evitar la salida de trigo como a finales del 1722. Son años en los que el estamento civil y eclesiástico deben combatir el hambre con todas las medidas posibles a su alcance. En la mayoría de las ocasiones se reducen a la prohibición del comercio y salida del trigo, el registro de los graneros de los labradores y de los eclesiásticos, el reparto entre los vecinos en los meses de abril y julio, cuyo gasto consistía enel reparto diario seis mil seiscientos siete panes y ciento cincuenta y dos fanegas de trigo y una suma total de 18.605 fanegas de trigo y los frecuentes empadronamientos y panadeos para controlar los precios. Una parte también quedaba reservada a los numerosos pasajeros y mendicantes que tenían tasa de reparto y pasaban por la ciudad, porque era la carrera de Madrid y Córdoba. Era una constante la compra de trigo forastero por estos meses en pueblos forasteros durante los años de sequía y corta cosecha 4 . Incluso, que los labradores recibieran préstamos de dinero, como en mayo de 1623. Y no era de extrañar que se produjeran asaltos al pósito por la noche, como en el 1622 y 1623.Tambien afectaba a otros oficios de la ciudad como las fábricas de paños y la seda, tan numerosa en años pasados, que habían quedado reducida a tres en una población de 12.200 habitantes entre Alcalá y Castillo. Este  exhaustivo informe de principios de siglo XVII presenta una fundamentación de filosofía económica, en la que se parte del fomento de la riqueza para afrontar cualquier tipo de crisis y las medidas liberalizadoras sin imposiciones que asfixiaban en gran manera a la población. Es interesante el dato de registro de trigo que se realizó, consistente en dicho mes y año: 1.653 y media en poder de seculares, 1902 en poder de eclesiásticos, y 6950 en el Pósito. Se consumían 18.605 fanegas y se necesitan unas 8,600.

OTROS CARGOS

Se le propuso, en 1723, para corregidor de Segovia. Pero, por Real Cédula fechada el 13 de julio de 1724, se le libró título de ministro del Consejo de Hacienda en lugar del licenciado Antonio Francisco de Aguado, que había sido promovido al Consejo de Indias, en cuya Sala de Justicia se mantuvo hasta 1729, pues en 1730 pasó a su Sala de Gobierno, si bien despachó escaso tiempo en ella porque, por Real Cédula del 24 de mayo de 1730, se le expidió título de consejero de Castilla, plaza en la que permaneció hasta su muerte.

Estado actual desde principios del III Milenio

 DOCUMENTACIÓN

AMAR

LIBROS DE CABILDO
 1720. ACTA DE LA RESIDENCIA DEL CORREGIDOR RODRIGO DE VIEDMA, 17 DE MAYO, 25 DE JUNIO Y 16 DE OCTUBRE
1721
1721
1723,  4, Y 23  DE MARZO DE 1773

ARCHIVO DE LAS INDIAS. CASA DE CONTRATACIÓN
BIOGRAFÍA DE ANDRÉS ROLDÁN DE AGUILERA. ACADEMIA DE LA HISTORIA. 

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