EL CORREGIDOR ANDRÉS ROLDÁN Y
AGUILERA (1719-1723)
Nació en Córdoba, ( 1670)
y murió en Madrid, (6.VI.1731).
Fue Presidente
de la Casa de la Contratación, y miembro de los Consejos de Hacienda y Castilla.
Hijo de
Francisco Roldán, natural de Baena, y de María Moreno de Padilla, natural
de Baena Niño.
Contrajo matrimonio
con Juana María de Aguiar Andrade y Ulloa, enlace del que nacieron cinco hijos,
tres de ellos varones.
Desde su Baena
natal pasó a Salamanca y en su universidad se graduó de licenciado en Leyes e
ingresó al Colegio Mayor de Cuenca (16 de julio de 1693). Durante su estancia
en la Universidad salmantina leyó las Cátedras de Instituta (agosto de 1702),
Código (noviembre de 1704), Volumen (1705), Digesto Viejo (1706) y Vísperas de
Leyes (1707).
Por Real Cédula
fechada en Madrid el 16 de septiembre de 1707 se le libró título de alcalde
mayor de la Audiencia de Galicia en lugar de Miguel de Salamanca, que había
sido destinado a la Real Audiencia de Aragón, y siete años más tarde fue
promovido a la presidencia de la Casa de la Contratación para substituir a
Martín José de Mirabal, que había sido ascendido a la fiscalía del Consejo de
Indias, empleo del que se le libró título por real provisión fechada en Madrid
el 19 de febrero de 1714, sin limitación temporal expresa, empleo del que tomó
posesión en Sevilla el 21 de marzo siguiente, y en el que se mantuvo hasta
1717. Entre otros cargos, ejerció de superintendente y conservado del Colegio
de San Telmo. Entre este año y 1723, ocupó el corregimiento de Alcalá la
Real.
GUERRA
El nuevo intento
de recuperar los terrenos italianos de nuevo incide en la vida local,
fueron varias las levas de soldados que solicita la Corona. En los 1717 y
1718, se llevó a cabo un registro de caballos en todas las ciudades del corregimiento
y se alistan once hombres ( siete de Alcalá y cuatro del Castillo de
Locubín) entre los vagabundos, que se embarcan en Almería, para dirigirse
a Denia y Cartagena con el fin de acudir a las guerras de Italia. Y la
sangría mayor venía ocasionada por las reclutas de soldados y los
batallones que se alojaron estos años por la ciudad, así como la
contribución de la milicia alcalaína a la nueva administración militar.
Hubo momentos de regimientos completos que pernoctaron durante meses,
provocando enfermedades, la principal de ellas, el tabardillo, entre los vecinos.
En 1721, el regimiento de Dragones de Bélgica que alojó
seiscientos caballos y 700 soldados formando 13 compañías y
procedentes de África, entre Alcalá y el Castillo, en medio de un momento
sumamente seco y sin forraje para el ganado; a lo que se añadía que
trajeron gran cantidad de soldados enfermos cuya enfermedad lo extendieron
en la población; también lo hizo el de Andalucía con siete compañías. No
era extraño que en décadas posteriores no hubiera más recurso que apresar
a los jóvenes mozos, como sucedió en el año 1722 para enviarlo a Vélez,
pues ya desde 1706 la compañía de milicias locales estaba
desaparecida por la muerte de muchos de ellos en la batalla.
Y lo que fue
peor el enfrentamiento entre el corregidor y la ciudad con motivo del
alojamiento de siete compañías de granaderos que se mantuvieron en la
ciudad más de un año desde el 1723, dándole forraje y alojamiento hasta en
1724.
GOBERNACIÓN Y
HACIENDA
En su mandato
continuaron los años de gran voracidad de la Corona, tratando de recuperar
deudas contraídas anteriormente y creación de nuevos impuestos. Por estos
años los juicios de residencia realizados al Conde de Torrepalma y al
Marqués de Gandul ocuparon una gran parte de la vida municipal, reclamando
a todos los miembros del cabildo, y mayordomo, deudores y otros
acreedores grandes cantidades en medidas adoptadas arbitrariamente
referentes al Pósito, compra de trigo e indultos de anteriores corregidores. Le
correspondió en 1618 la residencia del corregidor Rodrigo de Viedma y su alcalde
mayor en Loja y Alhama (Pedro de Villagra Guerre3ro y Juan Antonio del Castillo)Puestos
singulares y sin retribución fija fueron cargados con el famoso valimiento
de los oficios como el alguacil mayor , el síndico, padres de menores y
otros de poca importancia. Son continuos los pleitos y las réplicas de la ciudad
con la Corona por el aplazamiento de los pagos.
LA CRUZ DE RAMIÍREZ EN LOS AÑOS CUARENTA |
También
emprendió acciones contra los vecinos de Frailes que habían levantado más de
setenta casas en tierras de realengo, las cercaron y no tenían
registradas.
CULTURA E
IGLESIA
En este año, se nombró por maestro mayor de obras sustituyendo a Manuel del Álamo a Mateo Primo, que era natural de Arjonilla y se presentaba como maestro de arquitectura. En Alcalá la Real se avecindó tras ser nombrado. Con la iglesia, en este tiempo logró un acuerdo de concordia, de tipo protocolario, por el que se obligaba a la presencia de un paje que abría las procesiones. De estos tiempos es la Cruz de Ramírez y el entorno de San Ant´ón y Puertya de los Arcos. La cruz se mantuvo hasta los años sesenta, que fue sustituida y para liberar el espacio como andén de la estación de autobuses. He aquí la manda.
Sequía, asonadas
y hambre. 1717
CUADRO RESUMEN
23.7. 1721 Tempestad de
granizo . Tabardillo extendido por una compañía de
soldados. Arrasó el cortijo
de Pinillo. Corta cosecha
1722Tiempo fatal. Ausencia de trigo
en el otoño. Registro
.
1723 Avenidas de lluvias y tempestades por
el mes de septiembre.
Contagio de enfermedades. Se come trigo
con habas, cebada y garbanzos. Hambre y
carestía. Reparto de trigo Corta cosecha de granos. Prohibición de venta de trigo a forasteros
Años sesenta del siglo XX |
En este clima no
era de extrañar que el abastecimiento de la ciudad no se surtiera de las
recolecciones de las tierras de la comarca alcalaína y la población
tuviera que alimentarse con panes de garbanzos, habas y otras legumbres.
Debemos analizar sus causas que se recogieron unos años después en un
memorial que se presentó al rey ante la información que recibía de la
situación dramática de la ciudad, pues nos ilustra de esta etapa del reinado. Así
el cabildo contestaba a una carta orden del señor Pascual de Villacampa en
el año 1723:
" se
informe su Señoría con toda distinción, puntualidad y libertad cristiana
de las necesidades públicas que padece todo este partido, la causa y origen
verdadero de que proceden, en el estado de que se halla de granos, y qué providencias
más
eficaces se
podrán aplicar para el remedio de tan suma pobreza, como a llegado a oídos
de su Majestad, convocando a su Señoría en todo lo expresado
En este año del
informe, el pueblo se alimentaba de pan mezclado de pan con habas, garbanzos
y harinas, y no sólo afectaba a las clases más sencillas sino también a
otros grupos más emprendedores: y otros que por mayor felicidad lo
gozan todo el trigo, es con tanta cortedad por su pobreza y falta de
dinero, que pasan su vida con la mitad o parte de lo que avía de ser regular
sustento de sus familias, las que, clamando a su Majestad, como a señor
temporal resuenan sus doloridas quejas en los oídos de su real clemencia,
no es esta estrechez tanto motivada de la cortedad de trigo qusnto de falta de
dinero por
el comercio
.....
Pero el cuadro
pesimista de la economía y hacienda que la ciudad presenta en estos
términos y sugiere que debía volverse a la autonomía local en el fomento
de la riqueza y el cobro de los impuestos frente al amplio aparato
burocrático
que la
asfixiaba, sin negarse a las acciones de guerra que se atravesó, como
venimos comentando:
"compónese
la mayor parte de esta ziudad de operarios o pobres trabajadores en la
agricultura, perciviendo diariamente por único caudal para su manutenzión
el corto estipendio de dies o quinze quartos, en que les conduzen los
dueños de las
heredades;
carezen estos de el dinero suficiente para completar sus labores y faltan
en consecuenzia, no solo la cosecha de frutos correspondiente al devido y
regular cultivo sino tanbien a el patrimonio de los pobres operarios vinculados
en la tarea del azadón, son los motivos de estas calamidades en nuestra
intelixencia las continuadas extracciones de moneda de estos reynos, aun
supuestos los repetidos viaxes y concdutas de flotas y galeones, con cuias copiosas
sumas pudiera asegurarse la manutenzión más dezente, es también principal
motivo de esta dolenzia la contribución de millones, por la práctica de
sus administraciones y
arrendatarios,
pues pribilegiando sus propias utilidades y aumentos con el carácter de lo
rexio de esta contribuzión, al paso que vinculan con ellas sus
abundanzias, dejan exhaustos los caudales, los contribuyentes en notorio
detrimento del Reyno;
Estas continuas
contribuciones habían afectado a todos los sectores, especialmente, al
comercio: sea confirmación de esta verdad la experimentada ruina del
abundante trato de paños que avía en esta ciudad con que se conservavan
muchos ofizios debertidos en las tareas de sus fábricas y oy con la
rigurosa práctica de administrazión, sus
excessos y
causas, aún no llegan a tres los frabicantes, verficándose lo mismo para
con los tratos del vino y seda, pues estenuados sus aumentos en cuia
opulenzia consiste la manutenzión de esta ciudad, quedó destituyda de otro
qualquier ingreso
Al mismo tiempo
se acumulaban los continuos conciertos con los labradores que aumentaba
año tras año, duplicándose cada año y provocando para cuio crezido
pago, no alcanzando sus frutos, se ben precisados a bender sus aperos de
labor quedando destituydos de remedio, disminuyendo a Su Majestad sus
vasallo, quando se intenta acrecentar
A ello se añadía
que los cobradores y receptores de impuestos no solían ser acompañados por
comisarios locales que les facilitaban la moderación en el cobro de los
impuestos, ocasionando, por ello, difíciles conflictos como levantamientos
de vecinos, ataques a corregidores o alcaldes mayores como el de Francisco
Franquis Lasso de Castilla contra el alcalde Mayor Simón Pérez de Leyva en
1702, e, incluso, la muerte o reyertas con los alguaciles.
Por otra parte,
a los anteriores impuestos de millones, medias annatas, la lanza del abad,
valimientos de oficios enajenados, arbitrios y milicias-pajas y utensilios-
de los reinados anteriores, se añadieron otros nuevos y algunas medidas
impopulares: el de la tercia parte de los montes y yeguas que gravaba a
los ganaderos que pastaban en los montes del término, el donativo 1719 que
importaba 69.294 reales, y el crecido importe de la sal, que perjudicaba
los ganaderos que no podían hacer frente para darla al ganado y
abandonando esta rama de riqueza que conllevaba la pérdida del abasto de
la carne en detrimento de los vecinos.
. No sólo generaba
conflictos con las clases más populares, sino que hasta el 1722, algunos
de estos impuestos como el de milicias y millones generaron un gran número
de pleitos entre el estamento civil y eclesiásticos para concertarse.
Para colmo de las desgracias, la pobreza que sufría la Corte y la propia Granada, obligaba a la ciudad a que tuviera que evadirse de miles maneras para poder evitar la salida de trigo como a finales del 1722. Son años en los que el estamento civil y eclesiástico deben combatir el hambre con todas las medidas posibles a su alcance. En la mayoría de las ocasiones se reducen a la prohibición del comercio y salida del trigo, el registro de los graneros de los labradores y de los eclesiásticos, el reparto entre los vecinos en los meses de abril y julio, cuyo gasto consistía enel reparto diario seis mil seiscientos siete panes y ciento cincuenta y dos fanegas de trigo y una suma total de 18.605 fanegas de trigo y los frecuentes empadronamientos y panadeos para controlar los precios. Una parte también quedaba reservada a los numerosos pasajeros y mendicantes que tenían tasa de reparto y pasaban por la ciudad, porque era la carrera de Madrid y Córdoba. Era una constante la compra de trigo forastero por estos meses en pueblos forasteros durante los años de sequía y corta cosecha 4 . Incluso, que los labradores recibieran préstamos de dinero, como en mayo de 1623. Y no era de extrañar que se produjeran asaltos al pósito por la noche, como en el 1622 y 1623.Tambien afectaba a otros oficios de la ciudad como las fábricas de paños y la seda, tan numerosa en años pasados, que habían quedado reducida a tres en una población de 12.200 habitantes entre Alcalá y Castillo. Este exhaustivo informe de principios de siglo XVII presenta una fundamentación de filosofía económica, en la que se parte del fomento de la riqueza para afrontar cualquier tipo de crisis y las medidas liberalizadoras sin imposiciones que asfixiaban en gran manera a la población. Es interesante el dato de registro de trigo que se realizó, consistente en dicho mes y año: 1.653 y media en poder de seculares, 1902 en poder de eclesiásticos, y 6950 en el Pósito. Se consumían 18.605 fanegas y se necesitan unas 8,600.
OTROS CARGOS
Se le
propuso, en 1723, para corregidor de Segovia. Pero, por Real Cédula fechada el
13 de julio de 1724, se le libró título de ministro del Consejo de Hacienda en
lugar del licenciado Antonio Francisco de Aguado, que había sido promovido al
Consejo de Indias, en cuya Sala de Justicia se mantuvo hasta 1729, pues en 1730
pasó a su Sala de Gobierno, si bien despachó escaso tiempo en ella porque, por
Real Cédula del 24 de mayo de 1730, se le expidió título de consejero de
Castilla, plaza en la que permaneció hasta su muerte.
Estado actual desde principios del III Milenio |
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