Hemos tratado en otras ocasiones sobre el Pozo del Altozano. En primer lugar la palabra altozano alude, según la DRAE alude a un Cerro o monte de poca altura en terreno llano. Si nos adentráramos por estas escalinatas principales, al lado derecho del actual camino de entrada, de las Entre puertas, se sube al pozo del altozano. Podríamos comprobar el esqueleto de un barrio con que ha desapare cido.
Se sabe que hubo un revellín o coracha por la zona del Alcázar de la Mota , con el nombre de barbacana que protegía el denominado pozo del Altozano o de la Conquista. El revellín hace referencia, según el diccionario arquitectónico militar a “ un avance triangular exento de una muralla para defender mejor algunos puntos estratégicos de la fortaleza”.Y “. Por su configuración triangular semejante a la del baluarte , en contextos faltos de precisión revellín
Cerca de las cuevas, pasando por la Puerta del Arrabal, una `puerta de hierro con un arco apuntado, introducía a un bosquecillo de pinos, que ocultaba todo el Arrabal Viejo. un arco apuntado de sillería y abierto a la muralla que desciende desde el Albaicín hacia el oriente. Austero y sencillo, encamina porun nuevo sendero al Jardín de la Mota, que linda con los cimientos de la Mota, y donde pueden contemplarse las cuevas horadadas en la misma roca, reutilizadas por diversas civilizaciones desde bodegas en el siglo XVI hasta gallineros en el siglo pasado, antes de que fuera recuperadas mediante una gran labor de limpieza que se realizó por los años noventa del siglo XX. Algunas cuevas se encaraman en la roca hasta acceder a la parte alta de las Entrepuertas; otras se transforman en minas que alcanzan el barrio superior, como la contramina de la casa del zapatero Rosado que prolonga su pasadizo hasta el pozo de la conquista. Hasta muy avanzado el siglo XVI, no fue sino un lugar reservado para solares entre peñas y no urbanizado, que fue conquistado por la ciudad mediante el levantamiento de muros y adarve de entrada a la ciudad desde el piso alto del Pósito .
En tiempos del Mioceno, donde el mar de Tetis campaba por todos estos rincones, a los diversos movimientos sísmicos y elevaciones de terrenos por estas tierras, los sinclinales y anticlinales, así como las huellas de las oquedades del mar que coadyuvaron a formar alojamientos de cámars y viviendas y pasadizos gracias a la mano humana. Parándose ante de un olivo que circundaba una cruz de la estación de la primera caída, en la boca de la cueva, el final de un pasadizo, se constata con un pozo ciego que aparece a las primeras de cambio. Debe remontarse a tiempos de conquista, seguro, y con algunas reformas importantes. Tenemos datadas las que hicieron al pozo del altozano por el maestro de obras de Jaén Eufrasio López de Rojas, por los años cuarenta del siglo XVIII.


Esta calle oculta predomina en otros castillos y fortalezas. Era la forma de comunicarse los del alcázar y ciudad fortificada con los otros barrios para pasar por ellos los mantenimientos, también para - comunicación de misivas y, sobre todo, en nuestra localidad para abastecimiento de agua. Esta mina de acceso y pasadizo que baja de la torre de la torre del Homenaje, está envuelta en la leyenda y la historia. Jugó un papel fundamental en la conquista de Alcalá la Real. En el mes de diciembre de 1340, las tropas de Alfonso XI.
llevaron a cabo la toma,según los cronistas y el poema del Alfonso XI:
Castellanos con plazer
combaten a la redonda;
el buen rey mando fazer
una cava grande e fonda,
Pero siga, siga.
Habían ocupado el Arrabal Viejo y se disponían a conquistar la ciudad fortificada. Para ello cavaron en la propia roca esta mina de acceso al pasadizo natural que comunicaba la torre principal, con el pozo y la salida de la última muralla del recinto amurallado. Son muchas las leyendas por estos arrabales, pero la principal, transmitida a los vecinos de generación en generación con múltiples variantes, es la de la Mora Cava, que ya le he comentado.
Estaba claro que el problema de la ciudad fortificada era el del abastecimiento de agua, tanto público como para los hogares. Varios pozos se encuentran en el recinto comprendido entre los alrededores de la segunda muralla y la torre del Homenaje. En el subsuelo, una extensa mina soterrada se prolonga desde la actual plataforma de recibimiento, hasta un pozo por debajo de la última muralla. Se encuentra sin excavar y debió ser muy socorrido porque hay referencias de su caudal hasta el siglo XIX para abastecer el barrio de San Juan y el entorno del convento de las madres trinitarias, donde bajaba a la fuente de las ablucines que vinos hace poco. Este abasteció a través de una canalización de la calle de la Zubia el pilarejo de la placeta de San Juan a partir del siglo XVI, y en el siglo XVII, el propio monasterio trinitario.
El segundo pozo se descubrió recientemente a la entrada de la contramina, tallado a la roca, del que se tienen noticias que abastecía a todo el barrio de Santo Domingo de Silos.
Por un documento de finales del XVI este pozo estuvo relacionado con el Pozo del Altozano. Curiosamente se hipotecó en favor de Miguel Raxis, el artista hermano de Pablo de Rojas, por parte de Bernardino García de Mazuela que le había comprado un asno , y puso como fianza de los ocho ducados del importe del trato el propio asno y su casa, que situaba en el Pozo del Altozano, lindera a la casa de Luis de la Peña y Aparicio López de Moya, que tenía sus casas en el barrio de Santo domingo de Silos Legajo 4782 folio 231, 10 de marzo de 1590) .
Bajo tierra, se avanza sujetándose en las maromas que sirven de barandilla de esta contramina y se dirige a un rellano, donde contemplan varios soldados cristianos y musulmanes y algunas máquinas de guerra de asalto de las ciudades. En otro, se recoge los versos del poema del rey aludiendo a la conquista tras envenenar los pozos con perros muertos y quemar los cimientos de la torre albarrana. Y lo leen:
Los crisitanos la cegaron,
de tierra la inchían,
bestias muertas echaron
e perros que mal fedían.
En todo este pasadizo, se muestra que la piedra ha sido tallada, y se han teñido de la negritud las marcas de las lucernas y candiles. De pronto, saludan a la mora Cava, de cartón rodeada de cántaros simulando la leyenda. Y, tras un cambio morfológico del pasadizo, como si se encontraran en una cueva submarina, sin el agua, se adentran con la ayuda de una escalera metálica, en un nuevo tramo del pasadizo. Se llega al tercer pozo, llamado de la Conquista.
Hay quien dice que ambién es conocido por Pozo del Altozano y , que han rebautizado por el de la de la Conquista.
Se recoge claramente que estaba situado en el Arrabal Viejo en muchos documentos.
Su origen se remontaba a tiempos anteriores a la Conquista de Alcalá la Real, pero era objeto de su mantenimiento por el cabildo municipal, quien lo protegía con medidas y reformas constantes. Como hemos dicho, ugó un papel estratégico este sistema de abastecimiento fundamental. So la torre fue ardida
la leña con el sarmiento;
la torre fue cayda
biuen acerca del cimiento.
Si nos remontamos a época árabe, está claro que los súbditos de Banu Saidl acampaban en un arrabal semipúblico de alquerías y con numerosos huertos plantados por las laboriosas manos musulmanas. Pero sus vecinos, tras la conquista cristiana de este barrio, se habían refugiado en el recinto de la fortaleza de la Mota. Resistían al duro cerco impuesto por las tropas castellanas, pero los víveres se iban agotando y sobre todo el agua, que escaseaba en sus aljibes. En un consejo de sus vecinos con el alcaide musulmán, acordaron bajar de forma secreta y durante en la oscuridad de la noche a través los pasadizos secretos a los pozos de las afueras del recinto amurallado. La más osada fue una joven, de nombre Cava, porque estaba acuciada por la enfermedad de su madre, que necesitaba urgentemente el agua para calmar la sed de su elevada fiebre. Bajó varias veces, burlando a centinelas y puestos de guardias. Cierta noche, los guardias la confundieron con un fantasma envuelto entre sus túnicas y a la siguiente le lanzaron una saeta que clavó el turbante con su velo en el tronco del árbol
Debió surgir aquella leyenda.La cava llegó un día
a una buena cisgerna
que la villa mantenía,
de agua llena yazía llena.
Esta galería, en realidad, es un conjunto de pasajes subterráneos utilizados con el triple objetivo de comunicarse con el exterior, de abastecer la ciudad en tiempos de asedio y de defender la zona del Castillo de la fortaleza de la Mota a lo largo de la Edad Media, momento crucial para proteger cualquier manantial, fuente, pozo o alumbramiento.
Se pueden distinguir varias partes del
recorrido y trayecto. En primer lugar, se observa el trayecto inferior, que fue la contramina que realizó el rey Alfonso XI. Se adentra por la vivienda anclada en la roca del zapatero Rosado y, bajo el antemural, se llega al subsuelo del barrio del Albaicín; este trazado presenta, a su vez, varias partes del pasadizo interior bien diferenciados. Pues, al principio, transcurre desde el arrabal Viejo de Santo Domingo y atraviesa la actual muralla; continua por la parte de trayecto de mayor extensión abovedada naturalmente y donde comienzan a surgir algunos antros y recovecos hasta alcanzar la zona de Entrepuertas, junto a la Puerta de las Lanzas en la casa de un antiguo alhorí abacial, denominado la Casa de las Décimas Abaciales. A continuación, el recorrido se orienta hacia el pozo de la Conquista, sin apenas pendiente; ilustrado con paneles de la mora Cava. Aquí acaba la contramina.
Se pasa de un pasadizo natural, de acceso algo áspero, al tramo que se dirige hacia la parte alta del cerro, desde la torre del pozo, de ahí el nombre de Pozo del Altozano.
Se camina un poco más por unos peldaños hechos sobre la roca, con unos escalones para polifemos y al pasar, por una cueva ambientada en forma de cámara. Y se sube al tercer trayecto, se encuentra en la parte superior, que se adentra en la roca debajo de la Torre del Homenaje y asciende de forma vertiginosa hasta alcanzar la base de la misma por medio de una estrecha no
iluminada de pequeños ventanales que sirven de mirador de la nueva ciudad de Alcalá la Real .
A través del recorrido de la mina y Pasadizo, podía contemplarse el sedimento geológico de la roca y efectos de los movimientos sísmicos producidos en su interior, formado por oquedades, escondrijos, grietas y el contraste entre la labor tallada de los primeros tramos frente a los más naturales de acceso al barrio del Albaicín, donde hay un estratégico mirador de la ciudad y su entorno comarcal.
Se salen un momento del pasadizo, cerca del brocal del pozo y contemplan desde esta excelente atalaya todo el término municipal. Otean desde el camino de Jaén hasta el de Granada, la singular orografía de la Martina (1558 m.) el pico más alto del partido judicial y las sierras de Noalejo y Valdepeñas, así como el contraste entre el mundo del olivar y los campos de cereal, la ciudad nueva de Alcalá con sus monumentos, su trazado a lo romano, las almenaras de su contorno, la aldea de Santa Ana y el paraje de los Tajos, Llanos y cerro de San Marcos.
Siguiendo por el último tramo del pasadizo a través de unas escaleras talladas en el interior de la roca, se accede a la salida de una antigua torre anterior a la majestuosa Torre del Homenaje. A través de su recorrido, pueden ver la ciudad de Alcalá la Real.
Se relaciona esta Ciudad Oculta con los conquistadores cristianos, que fueron avisados de este pozo por un pastor musulmán prendido por el adalid Pascual Sánchez. Buena obra poliorcética bajo tierra. A este lugar había que acceder utilizando la técnica de orientación de alidadas, ya que había que cegar el trayecto al pozo para sabotear a los moradores del recinto fortificado. Los musulmanes, valiéndose de la naturaleza de sus oquedades, lograron llegar a este pozo.
Pero parece nuevo. Pues fue posteriormente profundizado y reconstruido, como se denota.
Con una altura de 30 metros, como elemento fundamental para el abastecimiento de su población. Por eso, este Pozo de la Conquista se consideraba esencial para la toma de la Mota y era protegido por una torre albarrana. Los conquistadores cristianos lo consiguieron en 1341, porque este pozo se destruyó con el relleno de animales muertos, al mismo tiempo que se derrumbaron los cimientos de la torre de modo que su acción resultó esencial para la rendición musulmana.
Se llegan a último peldaño y por el adarve, se contempla el Albaicín bajo sus pies, una serie de cimientos de un damero de un barrio de servicios, tiendas artesanales, hospital y alhoríes.
Cuytado fue el alcayde
e dixo con gran pesar:
"¡Ay, Alcalá de Aben Zaye,
ya no puedes escapar!" 
MEMORIA DE HERNÁN GOMÉZ DE MOYA. LA CALLE DE LA CUESTA DEL Cambrón

Entre las puertas de la entrada de la Mota, quedan en pie las del Arrabal, Lanzas, Imagen y Peso de la Harina o de la Plaza Baja o de la Villa; cerrada la de la Puerta Nueva; localizadas y recuperadas con nuevo formato de Santiago o del Aire; la del Cambrón y Granada, en buen estado, localizadas y con arranque de pilares de entrada, Martín Ruiz y Zayde. Esta última se encuentra localizada al pie de la Torre de la Cárcel Real, y, abierta su calle de entrada, real como se llamaba cualquier calle que se abría, desde el Rastro a la calle del Postigo. Comunicaba el barrio del Rastro,Puerta Nueva y Matadero con el de Santo Domingo, y, a través de la calle Postigo con el de la ciudad fortificada de la Mota; y a la Plaza por el Cañuto hasta que se mantuvo levantado en 1580.
En su entorno existían casas, como lo demuestra este documento en 1526, ante Francisco Ordoñez, por un censo de Pedro Jimenez de las Vacas casado con Catalina González que le hizo el licenciado Diego López de Villalobos en la cantidad de 10.000 maravedíes sobre unas casas bajo la Puerta de Martín Zayde, linderas con Pedro Martín de Castilla, Por estas fotos recreamos, el contexto, son obra de Pacomures, Francisco García Pérez a quien le agradezco la colaboración. Por su colocación y ubicación se comprende la Leyenda de la Mina, por aquí acabaría el pasadizo de salida de la ciudad fortificada y no por la falda de los Llanos.
MEMORIA DE LAS ÁNIMAS DEL PURGATORIO
Esta memoria fue fundada por el mismo don Alonso para sacar las almas del Purgatorio. En la capilla de Nuestra Señora de la Antigua de la iglesia de Santo Domingo de Silos debía celebrarse una misa a las seis de la mañana para que pudieran acudir todas las personas impedidas y ocupadas pudieran acudir, siendo avisadas media hora antes por el sacristán de la parroquia al que le daba de limosna de medio real y al sacerdote dos reales y, en las fiestas dos reales. Nombraba a su sobrino Francisco de Mazuelos Monte como capellán y cargaba sobre un haza de la Fuente de Guéscar en la Ribera y otra llamada de La Noria por la zona del cortijo de la Merced.
LA COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ANTIGUA
A lo largo de la Historia cofrade de Alcalá la Real, es frecuente la relación entre ellas por diveros motivos: los hay artísticos, caritativos, protocolarios, sociales y económicos. A finales del siglo XVII, un documento de Domingo Pacheco sobre las cuentas de la cofradía de Nuestra Señora de la Antigua nos muestra en 1674 su Actuaba en nombre de Muñoz Merino, como mayordomo de la cofradía de Nuestra Señora de la Antigua, sita en la iglesia del Señor Santo Domingo de Silos de Alcalá la Real, contra Cristóbal Pérez a que había sido durante doce años hermano mayor (1662-1674). En su poder se encontraban ornamentos, libros, cera, joyas y demás alhajas de la cofradía. En 15 de enero de 1674, se le obligó a que los entregara bienes y alhajas, el libro de sus institución y el movimiento de recibos y gasto. Y se amenazó con la pena de excomunión por parte del vicario general el abogado y licenciado don Francisco Montero Obregón. Se el comunicó y se le dieron tres días para la entrega
Así lo hizo Merino dentro de la iglesia de Santo Domingo de Silos, a la que pertenecía la cofradía, en presencia del Fancisco Muñoz Merino y el notario Pacheco,
También declaró que existían otro censos en los siguiente escribano y con estas cantidades:
-un censo de 50 ducados de principal contra Francisco Díaz Delgado, vecino de Alcalá.
-otro de 24 reales y 14 maravedíes de renta en cada un año contra la persona de Joan de Escobar.
Otro censo contra Francisco Muñoz Merino perpetuo de que se pagan 4 reales y 7 maravedíes de renta cada un año.
-otro censo contra Bartolomé Ruyiz Merino de dos ducados de principal.
-otro censo contra Pedro González de Pareda, de cuatro ducados y 24 maravedíes de principal.
-otro censo contra Francisco de de Cñacerez que no se acordaba del principal.
-un censo de 14 reales y 24 maravedíes que pagaba la hacienda y herederos de don Diego de Haro, vecino de la villa de Priego y 400 de escritura de de sus fundaciones y demás papeles que le pertenecían.
Los dineros lo harían ante el provisor y juró Merino que esto esa lo que tenía como inventario siendo testigos Tomás de los Maitines subdiácono Tomás Jiménez y Mateo Castillo, vecino de esta ciudad.Hasta abril, no se llevó a cabo la petición a los escribanos por parte el notario Pacheco a instancias de Merino.
Estos fueron los enseres de la cofradía:
-Una cruz de plata rosada en la peana, donde dice es DE NUESTRA SEÑORA DE LA ANTIGUA Y SE HIZO SIENDO HERMANO MAYOR GASPAR DE JÉREZ.
-Unas andas de madera dorada con cuatro horquillas, más cuatro barretas de hierro de dichas andas.
- Un dosel de terciopelo encarnado carmesí bordado con oro azul y en medio el Padre Eterno. Más en dicho dosel 16 campanillas de plata.
- Una corona de plata de Nuestra Señora y otra del Niño y un cetro de plata y una campanilla y un cascabel de plata que tiene el Niño.
-Una banderola para el Niño Jesús de damasco encarnada guarnecida con plata.
Un manto de rasa axul con estrellas de hylo de plata con unas puntas de plata.
-Un manto de razo blanco prensado y guarnición de terzuela de plata y oro forradas de vuelta con tafetán rosado sencillo.
-un manto de tafetán blanco.
-un velo azul de tafetán remendado.
-otro velo de tafetán rosado con terzuelas de oro falso.
-Un velo de tafetán blanco.
-Una cama de damasco encarnado con galón de oro forrada en tafetán sencillo dorado en tres piezas.
-Una cama de tafetán azul sencillo forrado en holandilla con galón de oro falso en tres piezas.
- Otra cama de esparragón encarnado de lan... con guarnición de oro falso en sus bastidor de madera.
-Un pendón de damasco blanco guarnecido con flecos azules y blancos bordado en medio de la imagen de Nuestra Señora por un lado, y, por el otro, la del Señor San José.
-con cordones de seda azules y blancos y sus borlas de la mesma seda.
- Una hasta y su travesaño con sus perilla dorada y dos pares de manteles para el altar.
-una manga de cruz de cruz azul vieja.
-dos bacinetas de azofar , la una con la insignia de Nuestra Señora estampada en hierro, y la otra llama.
-Un censo contra Francisco de Andújar en 250 maravedíes de revoco y tributo en cada un año, que se impuso en el 19 de enero de 1638 ante Francisco Ramírez, escribano público que de esta ciudad.
Otro censo de 22. 000 mars, de principal contra los bienes y heredero de don Juna Vázquez Mesía, presbítero.
-Otro censo de 20 ducados de principal contra Bartolomé de Yepes, vecino de esta ciudad.
- por su cesión una casa en la calle de la Antigua-.
-Otro censo contra Joan de Toro y Antonia García su mujer de 5.000 maravedíes de principal.
Otro censo contra Bartolomé Sánchez Relimpio y Martín Sánchez Relimpio de 1797 maravedíes de enta cada un año.
OTRA MEMORIA DE DON ALONSO
Esta memoria la cargaba sobre para decir tres misas en los primeros días de la Navidad, cargada sobre nueve fanegas en la Fuente Granada.
LAS CASAS DEL CRIADO
Sebastián Ruiz y su sobrina vivían en una casas junto a la Puerta de Santiago, linderas con las de Francisco Cano y tres calles, que solían ser de Pedro Fernández Torrevejano. Fueron donadas a estos dos como premio a su constancia en su servicio. También, les regalaba un corral, que alindaba con el de las casas de su vivienda y la muralla que iba hasta la Puerta Zayde. Se gravaban con dos misas en el día de los difuntos y se aludía a no poderse vender y estar comprendidas dentro de su patronato, que administraba la sepultura de su enterramiento en la nave de enmedio de la iglesia de Santo Domingo.
LA CRUZ DE ALONSO DE MOYA
De piedra y con gradas, fue labrada y ornada por don Alonso y se encontraba en la plaza de la iglesia de santo Domingo, y dentro de patronato de don Alonso, debía arreglarse con flores y otras hierbas olorosas el día de la Cruz y encenderse la luz en la víspera.
LA MEMORIA DE LAS FIESTAS DE RESURRECCIÓN
Fundó otra memoria por su alma con tres misas en las fiestas de Pascua de Resurrección de la iglesia de Santo Domingo de Silos, cargada sobre las fincas de dos fanegas y media en el Rosalejo, dos fanegas y media en el Rastrar del Ruedo de la ciudad y sobre las casas que le pertenecían al herrador Diego de Molina en la calle de la ermita de San San Blas lindera con las casas de Francisco Jiménez de Castilla y Pedro de Orantes y la calle Caba y de san Blas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario