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lunes, 1 de mayo de 2017

EN TORNO AL UNO DE MAYO DE HACE CIEN AÑOS. EL AÑO 1917.


El golpe sufrido EN 1913 por el republicanismo debilitó a los dirigentes locales  de la Unión Republicana hasta tal punto que pocas noticias se refieren a sus actividades  durante estos años. Pablo Batmala se dedicó intensamente a sus negocios, y, por este tiempo, solicitó al gobierno civil un  guarda particular, al que mantuvo posteriormente como arrendatario y encargado: José Valverde Pérez[1]. Son los tiempos en los que el cronista Guardia Castellano cantaba:

¿Concejalitos de hoy día
los de las sesiones plácidas,
que os bañáis en el ambiente
de una paz octaviana;
los de sedantes acuerdos
y discusiones seráficas,
¿Qués sabéis vosotros, míseros,
lo que son tortas pintadas?[2]
     
Además, el predominio de los gobiernos conservadores locales cortaba de raíz cualquier tipo de inquietud ajena a estos ideales. Por eso, la S.O. Amantes del Progreso se le requirió que reintegrase toda la documentación al gobierno civil el uno de enero de 1916; poco después la segunda reprimenda recayó, el cinco de mayo, en la agrupación socialista de Cantera Blanca. 
La conciencia social de los trabajadores del campo y de las aldeas aumentaba, año tras año, en la comarca alcalaína. Obligados por  la situación  de miseria y abandono,  en estos núcleos aldeanos de baja productividad de la tierra y con gran número de pequeños minifundistas y braceros, estos hicieron renacer, con mayor fuerza y afiliación, estas sociedades obreras que luchaban, al menos, a favor de sus reivindicaciones, concretadas en un digno jornal para paliar el hambre de aquellos años de principios de siglo. En su nuevo renacimiento, continuaron la misma línea  que combatía la derecha conservadora con la creación de sociedades con el doble objetivo de defensas de intereses agrícolas y fines recreativos o sociales, como la aprobada por el gobierno civil el nueve de mayo de 1916 con el nombre Sociedad Mixta Agrícola y de recreo El Porvenir de la Hortichuela.
En el casco de la población, en 1915 la organización obrera ugetista Agricultores   debió renacer tras la política agresiva de los conservadores y fue la pionera en este nuevo contexto. En Charilla, se formó una comisión de trabajadores a principios de marzo que visitó al alcalde  para solicitar que colocaran a sus compañeros d trabajos ante la precaria situación  y pudieran darle de comer a las familias. No hubo más remedio que el propia alcalde pedáneo de la aldea junto con los mayores contribuyentes proporcionaran trabajo hasta que vinieran mejores tiempos. Y, como medida conservadora, la Asociación de la Caridad invirtió todos sus fondos para poder solucionar un conflicto inminente.
La situación se complicó a partir del año 1916, cuando hubo una gran crisis de subsistencia comarcal y provincial, de tal modo que el gobernador civil  obligó, por el mes de noviembre, a recoger grano para abastecer a  Alcaudete y Castillo entre todos los fondos que existían en la comarca. El clima debió ser conflictivo, porque por la autoridad gubernativa se previno ante la convocatoria de posibles mítines y manifestaciones populares. Estos  se concretaron en nuestra comarca para el día dieciocho de diciembre. Para afrontarlos, el gobierno civil envió un bando que desarrollaba una serie de medidas coercitivas que trataban de impedir la alteración del orden y al mismo tiempo procuraban restringir la  protesta. Probablemente, esta huelga  de diciembre responda a los parados generalizados que se habían dado en toda la provincia de Jaén por la situación penosa que atravesaban los jornaleros, parados y hambrientos ocasionada  por los temporales de lluvias y por la excesiva subida de precios.



La situación se complicó a partir del año 1916, cuando hubo una gran crisis de subsistencia comarcal y provincial, de tal modo que el gobernador civil  obligó, por el mes de noviembre, a recoger grano para abastecer a  Alcaudete y Castillo entre todos los fondos que existían en la comarca. El clima debió ser conflictivo, porque por la autoridad gubernativa se previno ante la convocatoria de posibles mítines y manifestaciones populares. Estos  se concretaron en nuestra comarca para el día dieciocho de diciembre. Para afrontarlos, el gobierno civil envió un bando que desarrollaba una serie de medidas coercitivas que trataban de impedir la alteración del orden y al mismo tiempo procuraban restringir la  protesta. Probablemente, esta huelga  de diciembre responda a los parados generalizados que se habían dado en toda la provincia de Jaén por la situación penosa que atravesaban los jornaleros, parados y hambrientos ocasionada  por los temporales de lluvias y por la excesiva subida de precios.
El gobierno local emprendió una serie de medidas para solucionar el conflicto social. Algunas obras públicas paliaron la situación agrícola como la construcción  del enlace entre la carretera de Monturque y La situación se complicó a partir del año 1916, cuando hubo una gran crisis de subsistencia comarcal y provincial, de tal modo que el gobernador civil  obligó, por el mes de noviembre, a recoger grano para abastecer a  Alcaudete y Castillo entre todos los fondos que existían en la comarca. El clima debió ser conflictivo, porque por la autoridad gubernativa se previno ante la convocatoria de posibles mítines y manifestaciones populares. Estos  se concretaron en nuestra comarca para el día dieciocho de diciembre. Para afrontarlos, el gobierno civil envió un bando que desarrollaba una serie de medidas coercitivas que trataban de impedir la alteración del orden y al mismo tiempo procuraban restringir la  protesta. Probablemente, esta huelga  de diciembre responda a los parados generalizados que se habían dado en toda la provincia de Jaén por la situación penosa que atravesaban los jornaleros, parados y hambrientos ocasionada  por los temporales de lluvias y por la excesiva subida de precios.
El gobierno local emprendió una serie de medidas para solucionar el conflicto social. Algunas obras públicas paliaron la situación agrícola como la construcción  del enlace entre la carretera de Monturque y La Rábita o el camino vecinal de Ermita Nueva y, también,  se solicitó a los diputados de la provincia para que propusieran el  arreglo de la Nacional de Alcaudete-Granada. Curiosamente, por primera vez, se observa una preocupación política por las denuncias de los accidentes de trabajo, pero  la articulación  de los movimientos sociales no estaba claramente definida.  Por un lado se ofrecía el nacimiento de las asociaciones obreristas, pero por otro lado, los defensores de los  patronos, ni siquiera estaban representados por la Comunidad de Labradores.
En 1917, la situación es, en algunas ocasiones,  bastante tensa, a lo que hay que añadir el mal clima internacional y nacional. En Alcalá,   a principios del mes de mayo, para prevenir la situación, se enviaron miembros de la benemérita a las aldeas de la Rábita (27 abril), Grageras (uno de mayo), Hortichuela (tres de mayo), Valdegranada ( cinco), Charilla ( nueve), Ermita Nueva y Caserías ( por esta misma fecha) y Mures ( diez de mayo). El Gobernador Civil envió una circular a Alcalá por veintiocho del mes de mayo, para que se prohibieran todas las manifestaciones, que se estaban gestionando por las sociedades obreras. Incluso, en Alcalá, se recogieron los ejemplares del periódico “El Socialista”  por el mes de julio desde la misma oficina de correos[1]


Martín, vocales. Juan Pé4eez, Mateo Barrio, G

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