Un día se habla sobre el carácter insólito de la luna azul o sobre los dos plenilunios de este mes de julio abominable por la epidemia de soporíferos calores que nos ha adosado casi todos los días de sus largas semanas sin olvidar el reconocimiento de un nuevo o disuelto cometa que ofrece el Observatorio Astronómico de la Pedriza en la Plaza Alta de la Mota. Otro día, vienen a cuento los estipendios de los cargos públicos enredándose en una disputada conversación, en la que abunda el debate sobre el espíritu de servicio y la retribución obligada por abandonar el puesto de trabajo sin pasar por alto las demagogias circunstanciales de algunos que esconden la mano y tiran la piedra. En los primeros días de julio, puede uno encontrarse a famosos jueces como Grande Marlaska en las azoteas del Parque de los Sauces con motivo de los cursos de Verano de la UNED dedicados al estudio de la corrupción; lo hacían descansando de su trajinar diario en la Villa de la Corte y tras la ponencia pronunciada durante la tarde.
Las notas musicales llenaron la bóveda celesta y estrellada del cielo azul oscuro del julio alcalaíno con su armonía sinfónica dentro de un continuado programa de fiestas que no se interrumpía en ningún fin de semana, porque, en caso de ausencia, se inventaba un nuevo encuentro festivo, Pues se abrió inesperadamente entre los bellos cantos de la popular Roko con motivo de los inesperados fuegos de artificio del L Aniversario de la empresa Condepols y el cante moderno del Trío Bohemia de las fiestas de
Menos mal que no hubo más fines de semana en el mes dedicado al general romano Julio César, porque no hay duda de que los alcalaínos se inventarían otra ruta de senderismo por la Martina , un festival de trovos dedicado al Arcipreste de Hita en el Arrabal o un nuevo campo de arqueológico de la cultura argárica en el cerro de San Marcos. Pues falta espacio y tiempo para ubicar creaciones de artistas alcalaínos en estos meses estivales. Y, en este caso, no puede omitirse en modo alguno ni, a principio de la noche dejar de visitar las dos muestras de arte pictórico , su trayectoria de Antonieta Castro en acuarela, óleo y grabado en el Palacio Abacial, y la antológica de los Retratos de Paco Montañés con su visión intuitiva, de encargo, sentimental y oficial.
Al fin de cuentas, para los alcalaínos las noches de verano deberían ser bisiestas ( y no me refiere a un día que repetimos en el mes de febrero, el bis sextum ante Kalendas Martias) sino de cada día de todos estos meses para poder cuadrar tanto acto o evento ( como se dice ahora por los profesionales de la palabra) festivo, musical y artístico. Es decir y con otras palabras, aprovechando el cambio climático prolongar o duplicar los dos meses centrales del verano con un bijulio y un biagosto. Así sea, PERO NO CON ESTOS CALORES.
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