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sábado, 23 de abril de 2022

EL ORIGEN DEL ROMERO DEL CASTILLO DE LOCUBÍN

 


 

Antes de que en el territorio abacial de Alcalá  la Real naciera la primera  hermandad romera, se remonta el  culto a la Virgen de la Cabeza por los devotos de las diversas ciudades y pueblos, que componen su territorio. Castillo de Locubín, por su lugar estratégico y su conexión vecinal y familiar con muchos  hermanos de la sede abacial, estuvo presente en el arraigo de la devoción de la Virgen de la Cabeza entre su gente.  Hemos encontrado documentos que,  antes de esta fecha, se frecuentaba en los testamentos la tradición de ofrecer misas  en el santuario del cerro del Cabezo  en honor a la Virgen Morenita. Y, aún más, dudamos de que algunos de los fundadores de la cofradía alcalaína fueran de Alcalá la Real, e, incluso nacieran en el Castillo de Locubín como Pedro Hernández de Navas apellido que se encuentra con mucha frecuencia  en las tierras castilleras.

Nos basamos en estas conclusiones, porque el sentir romero  de Castillo de Locubín se remonta a años anteriores a su declaración como hermandad en 1899. Cuando el obispo de Jaén  recogía que  Los hijos de este pueblo, cuya salvación  confiara en mi custodia, amantes de la verdad católica y fervorosos devotos de la Virgen candorosa  de nuestros cultos, han acudido a mí  en respetable falange, manifestándome el deseo de constituir una Hermandad dedicada a dar culto a la que es reina de afligidos y Estrella que seguramente nos ha de conducir al punto de salvación, bajo el título de Nuestra Señora de la Cabeza, venerada en su santuario de Sierra Morena en la ciudad de Andújar”.

Nadie puede poner en duda de que en la ruta del Pastor de Colomera, predomina la tradición ganadera, donde arraigó la presencia romera de muchas personas relacionados con el mundo del ganado que pastaba por todos estos montes y dehesas  que rodeaban  las tierras del Castillo ( desde la Acamuña hasta el Marroquí , y desde la Nava hasta Encina Hermosa); era un lugar de paso de ganaderías que, en determinadas épocas del año pastaba por estos montes cuando bajaban del Alto Guadalquivir a Sierra Nevada.  Esta ruta siempre se mantuvo, y , por el paso de nuestra tierra, enlazaba con las  alcalaínas , por el camino real de la Corte, bordeando la Acamuña; y en otras ocasiones bajaba por Charilla y río Guadalcotón , se adentraba en Castillo de Locubín para  coger el ramal junto a las riberas del río de San Juan y, desde allí, subir por la vía romana de Encina Hermosa a Alcaudete para encaminarse a Martos, Torredonjimeno y Andújar,( según Pedro Cano Ávila esta vía medieval era una de las vías más importantes de acceso  a la depresión de la Vega de Granada  que discurría  junto al Castillo). Por lo tanto todos los romeros que provenían del Sur, y sobre todo los alcalaínos siempre estaban obligados a su paso por Castillo de Locubín una dirección NO a SE. De seguro que aquellos días anteriores a la Romería iban incrementando la comitiva con el paso  por las ciudades  y pueblos por donde pasaban.   Así lo relataba la poetisa alcalaína María del Pilar Contreras en el Noticiario Alcalaíno en 1881 música: “La gente del Cerro regresó de Sierra Morena. Los muchachos esperaban en el puente Castillo. Otra vez los pitos y las pitadas., el alboroto, los cohetes, la música. Las banderas de la cofradía, desplegadas al viento, con sus vistosos colores, y sus escudos bordados, encabezaban la marcha de romeros. Detrás de estas  dos hileras, los expedicionarios y los cofrades, con su banda de terciopelo carmesí.  Ruido, pisotones, contiendas verbales, vino… Y refleja una comitiva de jinetes romeros con potros de resistencia y enjaezados caballos, acompañados de mujeres con vestidos  y de época. Y recita como si describiera el paso por el Castillo:

 Van recorriendo los pueblos 

Donde en igual forma esperan

Las Juntas y Cofradías.

Y en cada pueblo que llegan,

 Se funden los corazones,

Saludan las banderas,

Se desborda la alegría

En mil formas ¡y se reza!

Se reza el santo rosario

Por el capellán, mientras

A devoción tan piadosa

La santa hermandad se entrega;

Tiene el Hermano Mayor,

Con sus manos la encomienda,

divina, la enseña santa,

el cetro, donde se ostenta

la imagen gloriosa

Virgen de Sierra Morena,

Alcalá, el Castillo y Martos,

Donde algún reposo encuentra,

después Torredonjimeno,

Villadompardo, Escañuela,

Arjona, pueblos y pueblos…

Este encuentro de cofrades se recogía por un vecino castillero Federico Castillo en abril de 1931 “Hoy es una de las fiestecillas locales de más sabor arcaico ante mis ojos. Se va la gente del cerro, como vulgarmente se dice a los romeros de Nuestra Señora de la Cabeza, y es una cosa que infunde respeto y simpatía a la vez el ver  los saludos a la imagen y unas banderas con otras. Este año ha resultado bastante deslucida, pues la Cofradía de Alcalá, por cuestiones políticas no va este año en bestia y además de aquí han ido reducidas personas”.  Era costumbre unirse castilleros y alcalaínos y emprender juntos la romería por la vía  mencionada. Antes y tras ser declarada la cofradía del Castillo. Luego vinieron otros tiempos y otros medios s de locomoción. Y fue Patrona de Castillo de Locubín.  Pero, lo que  les da a alas a sus pies:

Ciudades, villas y pueblos,

Que los romeros recorren,

Sin cansancio ni molestia,




Porque van a ver a su Virgen  

La madre que les consuela.

Francisco Martín Rosales.

, e

 

 

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