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viernes, 13 de marzo de 2015

EL COFRADE DEL ECCE-HOMO EN EL MUNDO DEL HOY

EL COFRADE DEL ECCE-HOMO  EN EL MUNDO DEL HOY

Nos vienen las palabras del papa Francisco en su Exhortación Pastoral  Evangeli Gaudium  para comentar   el significado y  la importancia de ser hermano  en el siglo XXI,  perteneciendo a una cofradía que se remonta a mediados del siglo XVI y  que ha mantenido muchas vivencias, costumbres y prácticas religiosas  a lo largo de más de c cuatro siglos.
Nos alientan estas palabras recogidas en uno de sus párrafos ( 126):  “En la piedad popular , por ser fruto del Evangelio inculturado, subyace una fuerza activamente evangelizadora que no podemos menospreciar”. Y , en esta línea, la hermandad del Ecce-homo fomenta la piedad  hacia Jesucristo con la presencia de sus cuadros y láminas en las casas de los mayordomos de cada año no olvidando y ejerciendo practicas piadosas como los Quinarios y los rezos del Rosario de cada mes, ofreciendo las casas donde se albergan estas imágenes de la hermandad para fomentar la oración entre hermanos, devotos y vecinos que  acuden a ella durante muchos días del año.  Las mismas manifestaciones no  deben quedar en puras representaciones sino en catequesis que despierte el fervor hacia el seguimiento de Jesucristo, teniendo en cuenta las adaptaciones que se han tenido realizando cada años ( sirva por ejemplo la imagen del Cristo de la Expiración de el paso de la Lanzada). Un cuadro del Ecce-Homo o de Jesús en la Columna  y el gallardete de esta última advocación no son  unas imágenes   con unos valores simplemente estéticos e históricos sino que, para los hermanos, comportan un  significado especial , le  despiertan  un  espíritu especial  y una disposición personal para acercarse al seguimiento de Jesús.
Por otro lado, nos anima  aún más este articulado de  su Exhortación (124), cuando la piedad popular se califica y eleva a la categoría de la mística, porque  Jesús nos ha dado la gracia y la gratuidad de pertenecer a este  mundo cofrade de la gente sencilla  : “…se describen  las riquezas que el Espíritu Santo despliega en la piedad popular con su iniciativa gratuita. En ese amado continente, donde gran cantidad de cristianos expresan su fe a través de la piedad popular, los Obispos la llaman también espiritualidad  popular » o « mística popular ». Se trata de una verdadera « espiritualidad encarnada en la cultura de los sencillos ».
               En  este año de celebración del V Centenario  de  la mujer mística por excelencia Santa Teresa de Jesús, hacemos nuestras las palabras del Papa, porque  nuestra pertenencia  y  esencia de ser cofrade  Ecce-Homo(124): “ No está vacía de contenidos, sino que los descubre y expresa más por la vía simbólica que por el uso de la razón instrumental, y en el acto de fe se acentúa más el credere in +Deum que el credere Deum. Y además, pPor la historia de la cofradía y el  pasado de nuestros cofrades vivos o ya fallecidos, damos testimonio  de que  “ Es « una manera legítima de vivir la fe, un modo de sentirse parte de la Iglesia, y una forma de ser misioneros”.
          Y nos incita  cumplir las palabras del Papa, porque, a veces, no nos damos cuenta de la pobreza que existe en nuestro derredor y, sin embargo,  nuestra práctica cofrade auténtica  puede convertirse en el acicate de seguir a Jesús siempre que no la edulcoremos ni  la convirtamos en un mero exhibicionismo  :  “conlleva la gracia de la misionariedad, del salir de sí y del peregrinar: « El caminar juntos hacia los santuarios y el participar en otras manifestaciones de la piedad popular, también llevando a los hijos o invitando a otros, es en sí mismo un gesto evangelizador.  ¡No coartemos ni pretendamos controlar esa fuerza misionera!
Finalmente, agradecemos las palabras del Papa, para que la mirada hacia nuesto mundo cofrade sean con los mismos ojos que  solicita para todo el que ejercita la pastoral cofrade(125): “ Para entender esta realidad hace falta acercarse a ella con la mirada del Buen Pastor, que no busca juzgar sino amar. Sólo desde la connaturalidad afectiva que da el amor podemos apreciar la vida teologal presente en la piedad de los pueblos cristianos, especialmente en sus pobres.
Movidos por esa “ manifestación de una vida teologal animada por la acción del Espíritu Santo” realizamos los pasos de la Pasión y Muerte de Jesús, nos vestimos de los personajes de este auto y con esa mirada de amor  puesta al Ecce-Homo , como dice el Papa, nos disponemos  a estar abiertos a la labor pastoral que nos alienta la Nueva Evangelización.  Y lo hacemos con el espíritu de este poema de Santa Teresa:

¿Qué mandáis, pues, buen Señor, 

Que haga tan vil criado? 

¿Cuál oficio le habéis dado 

A este esclavo pecador? 

Veis me aquí, mi dulce Amor,
 
Amor dulce, veis me aquí, 

¿Qué mandáis hacer de mí?


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