Este óleo sobre tabla, de 1.60 por 82 ms,
se conserva cada año en la casa del mayordomo del Ecce-Homo, que le recae en el cabildo de
suertes del Domingo de Ramos la gracia de guardarlo en su altar familiar de su
domicilio. Procede de un cuadro de la iglesia del antiguo convento de la Orden
de Santo Domingo de Nuestra Señora del
Rosario de Alcalá la Real. Es de buena calidad, y de autor anónimo. Corresponde
a la conocida tradición de los Ecce-Homo de busto, tan frecuentes en la
Andalucía Barroca siguiendo las grandes obras de los Moras (José y Diego). No
obstante, participa en una gran influencia de la obra de pintores granadinos
como Juan de Moya, Alonso Cano, Bocanegra y, sobre todo, Juan de Sevilla en sus
modelos de la Coronación de Espinas, y su Exposición posterior ante el pueblo. Ecce homo ("este
es el hombre" o "he aquí el
hombre" en castellano) SE FUNDAMENTA en la Vulgata latina del pasaje del
Evangelio de San Juan (19.5). Son las dos palabras que el gobernador romano
pronunció ante el pueblo para
ofrecérselo como responsable de su
veredicto final, ya que el se lavaba las manos.
Es una obra ya muy adentrada en el siglo
XVII siguiendo esta tradición granadina reduciendo a su busto y medio torso
toda la escena sin acompañamiento teatral como acontece en otras pinturas del Ecce-Homo
y alcanzándole la sobria teatralidad de centralizar la imagen de Cristo bajo un
fondo oscuro con una gran carga de tenebrismo. Este cuadro, denominado lámina del Ecce-Homo, está enmarcado en
plata, se adscribe a la escuela barroca
granadina, presenta el único y primer plano del rostro sangrante
de Jesucristo en el momento posterior a la humillación y golpes propinados por
los soldados romanos. Muy matizado el blanquecino rostro con los hematomas y
cardenales de la flagelación, se distinguen nítidamente la caña de cetro y la Corona de espinas de tal modo que se
esboza y se sublima muy esquemáticamente la humillación más profunda del
abajamiento de Dios. Lleva manto rojo, corona de espinas y se encuentra atado a una caña.La parte del cuerpo acardenalada y la roja clámide,
dejando al descubierto la parte superior
del cuerpo y cuello, se integra perfectamente con el reduccionismo de la
pintura del rostro frente a la simplicidad y vacío del fondo oscuro
de toda la obra. La verticalidad y el cruce de las manos muestran una frontalidad estática a la escena en cononancia conla
piedad de la religiosidad familiar. Esta claro que ofrece reminiscencias de los pintores
granadinos que trataron este tema iconográfico tan propagado en conventos e
iglesias particulares de la ciudad de la Mota. Obras muy coetáneas de la escuela del cuadro del Ecce-Homo de la hermandad
alcalaína del mismo nombre y Jesús en la Columna, pueden datarse a finales del
siglo XVIII. reflejan la baja calidad artística si se compara con la anterior
lámina del museo de la casa de los judíos.
Sale en procesión el Viernes Santo por la mañana portado por dos sayones judíos con rostrillos. Forma parte del patrimonio pictórico de la ciudad de Alcalá la Real, ya que fue rescatado durante el periódico de la destrucción gracias a la labor de conservación de la casa del hermano mayor en 1936.
Sale en procesión el Viernes Santo por la mañana portado por dos sayones judíos con rostrillos. Forma parte del patrimonio pictórico de la ciudad de Alcalá la Real, ya que fue rescatado durante el periódico de la destrucción gracias a la labor de conservación de la casa del hermano mayor en 1936.
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