EN LA REVISTA DE SEMANA SANTA. COSTUMBRISMO DE LAS HERMANDADES DE ALCALÁ LA REAL
Actualmente,
se manifiesta un proceso de uniformidad organizativa de la mayoría de las
cofradías y hermandades por los decretos diocesanos de finales de siglo, de
modo que han perdido muchas características, así como la adaptación y
conversión de sus modos asociativos, al pasar de fórmulas de pasos, cuadrillas,
y hermandades de contrato a auténticas cofradías o hermandades y grupos
parroquiales.
FORMA DE ORGANIZACIÓN
Desde el siglo XVI hasta
la actualidad, para el desarrollo de la Semana Santa, las hermandades,
cuadrillas, pasos y asociaciones actuales como los grupos parroquiales, se
agrupaban para representar los pasos o portar gallardetes o imágenes, un modo de asociación que
varía en el tiempo y en las distintas cofradías. Los primeros que surgieron
fueron los hermanos de gallardetes, banderolas o estandartes e imágenes,
que abundan en los pasos de la Cofradía de la Veracruz y de la del Dulce Nombre
de Jesús. En la primera cofradía, para la tarde del Jueves Santo se enumeraban los
gallardetes de la Cruz, pendón de la Cofradía, el de la Soledad, de San Juan,
Crucificado y Cristo de la Columna con sus correspondientes imágenes. En la del
Dulce Nombre de Jesús, para la mañana
del Viernes Santo el propio Pendón, gallardete de Jesús,
el de la Madre de Dios del Rosario y el de San Juan
y sus correspondientes hermandades de
imágenes. Se caracterizaban por constituirse como un número cerrado de hermanos
en torno a veinte a sesenta y cuatro en el caso de los Discípulos pasando por
unos cuarenta como la hermandad de los
Judíos; en tiempos pasados, se establecía
una relación de contrato notarial con la
cofradía, la abadía ( en el caso de la Veracruz) y/o con el convento, cuyos puntos más importantes
de los estatutos o reglamentos se centraban
en la salida procesional del gallardete o paso por parte de la hermandad
constituida y la obligación de la cofradía o convento de acompañamiento y misas
a la hora de la muerte. La cuota de ingreso varió a lo largo de la historia
cofrade, y se regulaba, por ejemplo, en el siglo XVIII la cantidad de los dos
reales o el pago de una misa al Convento. No era privativo este tipo de
cuadrillas a las anteriores cofradías, sino que otras cofradías también lo
asumieron: la Hermandad de la Señor de la Humildad, también solía tener varios
gallardetes y resaltaba el del Crucificado en la tarde del Miércoles Santo; con
similares características. el de la Soledad es un claro ejemplo de ello,
formado por cuarenta y tres hermanos que, vestidos de túnica negra, acompañan
al gallardete portándolo con sus borlas y en riguroso orden de antigüedad. El Paso de la Soledad del Convento de San Francisco también se
acompañaba de un gallardete de dicha imagen
y el de San Juan con su un gallardete en la procesión n que salía con motivo del
Entierro de Cristo en el Viernes Santo por la tarde.
Actualmente ha desparecido el número cerrado de hermanos y se han articulado
otras fórmulas de salida procesional con las cofradías. Era de obligado cumplimiento asistir y
representar a determinado paso según la cofradía matriz en un día determinado
de Semana Santa (miércoles para la Cofradía de la Oración en el Huerto, jueves
para La Veracruz y viernes para el Dulce Nombre de Jesús), con los que se
ganaba el beneficio de sufragios y pompas de enterramiento (tumba o bóveda,
misas, pendón y hachas) que recibían del Convento y de la Cofradía, sin olvidar
la cuota de hermandad.
Pero los pasos vivientes de ambas cofradías nos
suelen formar un compromiso contractual, En concreto, los pasos de
personajes del Antiguo Testamento suelen constituir grupos de personas que
representan sin diálogo los momentos culminantes de la Biblia desde la Creación
con Los planetas hasta Los profetas, pasando por Los Ángeles,
Abraham, Jueces, Tribus de Israel o Reyes, sobre todo, el rey David. Hay
constancia de que solía encargarse un Padre de Animas de su organización en la
cofradía del Dulce Nombre de Jesús, o, incluso el Capitán de la Tropa, en la
Cofradía de la Veracruz. Disfrutaban de los mismos beneficios de las anteriores
cuadrillas como enterramiento, misa y acompañamiento de pendón para el hermano
y familia. Al principio estas cuadrillas respondían a una estructura
medieval en la que un oficial o patrón o padre de ánimas se encargaba de todas
las obligaciones que le ligaban a la cofradía, mientras que otro responsable de
la hermandad se comprometía a ejecutar el paso en los aspectos técnicos de
representación en la procesión. Dentro de este grupo, fueron las de la Cruz de
los Discípulos, donde, incluso, se distribuyen en forma de las distintas cuadrillas
de los Juegos de Cañas. A veces, como en
el caso de la comentada, se constituyen en hermandad, cuyos estatutos se
conciertan entre la cofradía, el convento y la propia hermandad. Esta forma de
organización se generalizó a gallardetes y hermandades y pasos. Lo mismo que en
las hermandades de gallardetes se comprometen a la salida del paso, se insiste
en el número limitado de miembros (en este caso setenta y tres) y en la
asistencia a entierros y misas de muerte.Todos estos grupos se constituyeron,
tras el paso de cuadrillas, en hermandades, cuyos estatutos se conciertan
entre la cofradía, el convento y la propia hermandad. Esta forma de
organización se generalizó a gallardetes e imágenes y pasos LA
TROPALas milicias de la ciudad eran un ejemplo de
organización jerárquico desde la escuadra a la compañía. Con el nombre de tropa
se organiza y con los anteriores postulados, asumieron,
dentro de la cofradía de la Veracruz, el papel director de la Semana Santa. Su
estructura trata de imitar a la milicia de la ciudad en la jerarquía, las
órdenes, el reclutamiento y la vestimenta, pero en los deberes y derechos se
regulan atendiendo a conciertos de escritura parecidos a los de los
gallardetes. Por eso, se conservaban costumbres como el aleo y recogida de la
tropa a la manera de la leva militar, el escalonamiento de recogida de
personajes antes del desfile procesional, la vestimenta de los cargos y
soldados a la manera de soldados del Antiguo Régimen, la diana, los heraldos de
las chirimías y atabales con sus peculiares tambores de cuero y trompetas de
hojalata, y la transformación de su milicia
en personajes de Pasión (Anás y Caifás, capitán y alférez); los sargentos
y soldados en cargos, verdugos y sayones de
la tropa judía, que, en algunas cofradías constituyeron el Paso o hermandad de los Judíos, de la Túnica o de
la Sinagoga.Por otra parte, estos pasos individuales como el
Longinos o Simón Cirineo, o grupales como los Judíos, Los Azotes, la Gente Armada,
los Apóstoles o Judas, el Juego de la Túnica, la Sinagoga, los Letrados se integraron
en unas nuevas hermandades, como la del Señor de la Columna en la Cofradía de
la Veracruz y la del Señor del Ecce-Homo en la Cofradía del Dulce Nombre de
Jesús. El siguiente paso constituyó en formar una hermandad unificada tras la
desaparición de la Veracruz como cuadrilla o hermanad y la integración de los
Discípulos y Apósteles en la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y Santa
Caridad.
En todas estas hermandades, el número limitado de
miembros obligaba que, ante la muerte u otra circunstancia de baja, el miembro
ausente se sustituía generalmente por los lazos familiares de los más directos
a los de baja consanguinidad. Estos
pasos individuales como el Longinos o Simón Cirineo, o grupales como los judíos,
Los Azotes, la Gente Armada, los Apóstoles o Judas, el Juego de la Túnica, la Sinagoga,
los Letrados se van a ir agrupando en unas nuevas hermandades, como la del
Señor de la Columna en la Cofradía de la Veracruz y la del Señor del Ecce-Homo
en la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús. En todas estas hermandades, el número
limitado de miembros obligaba que, ante la muerte u otra circunstancia de baja,
el miembro ausente se sustituía generalmente por los lazos familiares de los
más directos a los de baja consanguinidad.
GRACIAS DE IMÁGENES
Las variantes
de sorteo de imágenes, vestimentas penitenciales o de actores, suelen ser muy
pocas y se han mantenido hasta la actualidad. Solía recaer el objeto religioso en
un hermano, al que se le acompañaba desde su casa hasta la vuelta de la
procesión. En su casa, preparan un altar, donde solía guardarse el gallardete,
la lámina, la mesa, o la Túnica. Se rinde una devoción especial, propio de la
religiosidad familiar, obligando a sus depositarios, denominados hermanos
mayores, a abrir, a lo largo del año, las puertas de sus casas para recibir las
visitas de hermanos y devotos. Suelen recibir el cargo y su correspondiente
gracia mediante el sistema de suerte solicitada entre los miembros de las
hermandades, que se realiza en el cabildo de suertes, en las hermandades del
Ecce-homo y Jesús en la Columna y los Apóstoles el Domingo de Ramos y el
Gallardete de Jesús en el Domingo de Resurrección, así como la entrega los
nuevos mayordomos o depositarios en la primera tras las procesiones de Semana
Santa, y el gallardete de Jesús el domingo Segundo de Pascua. Este sistema de
suerte imita al proceso de insaculación, muy frecuente en los cabildos
municipales, con la diferencia de que eran bolas de plata y los sacaba un niño
para adjudicar cada una de las delegaciones; y en estas hermandades suelen ser
de madera con un orificio donde se alberga el nombre de la lámina.
CABILDOSEn los cabildos generales antes de la Semana Santa,
tanto la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús como la de la Madre de Dios del
Rosario o de la Santa Veracruz, los hermanos mayores, mayordomos, alcaldes, y
patronos bajo la presidencia del prior o del vicario organizaban el desarrollo
de los pasos. Bajo la anuencia del prior del Convento la primera solía
determinar "que en la dicha Procesión se sacaran los Pasos". Tras el
nombramiento de oficiales y encargados, estos se comprometían a realizar el
paso. Unos lo hacían individuales, otros en forma de cuadrillas o gallardetes,
otros en forma de hermandades filiales o concertadas con los dos anteriormente
mencionados, la cofradía y el prior del Convento. Debieron preparar al
principio cada escenificación de un modo autónomo bajo la dirección religiosa
de algún fraile del convento. Más tarde, se transmitió el papel del paso, a
través de la transmisión oral de padres a hijos o parientes. No obstante, se
realiza en torno al Domingo de Ramos toda la puesta en escena de tal modo que
en sus casas ensayan para el día del Viernes Santo. El ensayo de los tambores
de piel y Trompetas de hojalata se incorporó recientemente a la Víspera de San
José; y el de resto de los pasos en los días anteriores a la Semana Santa.
DESFILE PROCESIONAL
El desfile procesional se desarrolla con elementos
que recogen tradiciones especiales, como la salida y entrada a las casas por la
derecha evitando el carácter siniestro por su carácter de mal augurio desde
tiempos de los romanos. Durante el desfile, los elementos militares predominan
en muchas escenas y una moral maquiavélica que se encarna en la dualidad entre
buenos y malos, reflejados desde el color de sus rostrillos hasta la elección
de vestimentas y diálogo de la trama. En
los períodos de oscuridad que se originan, a lo largo de los tres siglos de la
historia de los pasos, unas veces, los judíos; otras, el Juego de la Túnica
mantuvieron latentes dichas tradiciones. Desaparecido el Convento de los padres
domínicos, resorbió en el siglo XIX la Hermandad del Señor del Ecce- Homo y
Jesús en la Columna. En nuestros días, es significativo que continúen la
cofradía y la hermandad en la defensa de estos aspectos tradicionales. Entre
ellos, se mantiene el refresco final tras la procesión que pagaba el hermano
mayor, lo que provocaba disidencias entre los hermanos y se mantienen a lo
largo de la Historia. Algunos aspectos gastronómicos como el pestiño, dulces
artesanos y licores caseros perduraron en el convite tras las Juntas Generales
y Ensayos, así como las tradicionales, invitaciones.
VESTIMENTA Y REFORMISMO
Un aspecto fundamental de este costumbrismo fue su
singular traje militar en todos los pasos del auto de Pasión, salvo el de los
apóstoles, los reos, y los discípulos que responden a la iconografía religiosa
y los trajes de los condenados Inquisición o la Mortaja de los Ajusticiados que
no respondía en ocasiones con el reformismo abacial. El penitencial del
gallardete siempre fue signo de esta hermandad y nunca ofreció problemas. El
resto se mantuvo desde su origen, pero fue cuestionado en muchos momentos de la
vida cofrade. Pues, a finales del siglo XVIII, fueron extinguidos y prohibidos
los pasos, pero de nuevo aparece el Ecce-Homo, acogiéndose a la posibilidad que
dio el abad a constituirse en hermandades y sacar sus insignias, gallardetes y
cuadros amparándose en el decreto de veinte de febrero de 1782 del abad Esteban
Lorenzo de Mendoza y Gatica. En estos años ochenta, debieron sufrir un fuerte
impacto el reformismo del abad Palomimo y las disidencias entre la cofradía, el
convento y los propios gallardetes, un preludio de lo que fue el final del
siglo XX. A pesar de las dificultades, los miembros de los pasos no querían
perder este aspecto tradicional y así manifiestan en 1792: "En la ciudad
de Alcalá la Real a diez y nueve de junio de mil setecientos noventa y dos
años, estando juntos en el Convento del Rosario Orden de Predicadores, juntas
las dos Cofradías de Madre de Dios y del Dulcísimo Nombre de Jesús, convocadas
a toque de campana para tratar con los que tienen a su cargo los Gallardetes si
han de salir n la procesión en los términos que expresa el Decreto del Sr. Ilmo.
el obispo Abad de esta ciudad y inteligidas de su contenido, de unánime consentimiento dijeron todos que de ningún modo quieren salir en dichos
términos y sí en los que hasta de presente se han acostumbrado, con el
distintivo de cada gallardete que le corresponde, vestido el Apóstol de
Apóstol, y el Discípulo como Discípulo, cuyas vestimentas arregladas y lo mismo
las de los Judíos representan el Sacrosanto paso de Nuestra Redención,
siendo notorio en muchas partes la
Derogación con que se practican en esta Ciudad los referidos pasos que de
tiempo inmemorial se ejecutan en ella, y sin ellos serían las procesiones
más de risa que de Devoción. Y visto por las Cofradías que sin estos ramos
de ningún modo le es factible sacar la procesión que les corresponde el Viernes
Santo, aunque es la principal de todas. Desde luego discriminan que se guarde
la costumbre inmemorial o que de lo contrario no salga dicha. En 1797, de nuevo
el abad permite que salgan a la antigua usanza. El corregidor también ordena lo
mismo. Y de nuevo aparecen los soldados, los judíos, los apóstoles,
descubiertos y tapados, con túnica y sin túnica.El siglo XIX y XX es simplemente de un retazo de una
serie de composiciones de este costumbrismo, que quedó como una reliquia de los
autos de pasión.
AHPJ. Legajo 5143. Año 1722 Francisco
montes Lezcano. Pag 5. Concierto entre los hermanos del Gallardete y la
Cofradía del Dulce Nombre de Jesús. Ver Revista del Gallardete año 1996.
AHPJ. Legajo 5372. Manuel Monte Lezcano. Fol. 1. Fecha veintidós de marzo de
1649.AHPJ
Legajo 5373. Folio 73. Escribano Manuel Monte Lezcano. Escritura de concierto
entre el Convento de Consolación, la hermandad de la Soledad y la del Cristo de
la Humildad. Seis de abril de 1651.
AHPJ. Legajo 5371. Folio 20. Felipe Montes Lezcano. Concierto entre el Convento
de San Francisco y hermandad del gallardete y la de la imagen de Nuestra Señora
de la Soledad. Eran cincuenta y tres hermanos, de los cuales tres iban con el
gallardete, el resto, vestidos con túnicas negras y disfrutaban de las hachas,
misas y enterramientos acostumbrados.
AHPJ. Legajo 5369, Folio 334. Manuel Monte Lezcano. 16 de septiembre de 164O.
Concierto entre el Convento de Nuestro Señor San Francisco, la Hermandad de
Nuestra Señora de la Soledad y los cuarenta y los hermanos del Gallardete del
Señor San Juan.
Garrido Espinosa de los Monteros, Diego. Historia de la Abadía. Pag. 306.
Diputación Provincial de Jaén.
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