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lunes, 22 de abril de 2019

HISTORIA DEL GALLARDETE DE JESÚS. Sus hermanos mayores En la revista del gallardete









FRANCISCO MARTÍN ROSALES

            Para la historia de la hermandad del Gallardete de Jesús hay que remontarse a mediados del siglo XVII, cuando la imagen de Jesús Nazareno ya  llevaba formando parte de la Cofradía   del Dulce  Nombre de Jesús en la procesión de la mañana del Viernes Santo, Fue una tradición muy extendida en la abadía de Alcalá la Real por  la que se formaba una cofradía de nazarenos que comenzaron a procesionar en Semana Santa la  imagen de Jesús con la Cruz a cuestas en la mañana del Viernes SANTO. Desgraciadamente, Alcalá la Real no ha tenido la suerte de la ciudad hermana y abacial de Priego de Córdoba, que celebra en este año su conmemoración y remonta a finales del siglo XVI la presencia de Jesús, obra de nuestro escultor Pablo de Rojas y la asistencia de la procesión de los nazarenos , que así se llamaban. En el caso de este pueblo cordobés, nació al amparo del convento de San Francisco, donde todavía se rinde culto a Jesús Nazareno.
Como decíamos en nuestro libro de Cancionero, Relatos y Leyendas, la procesión del Viernes Santo ocupó  el puesto principal de la Semana Santa de Alcalá la Real, porfió con la del Jueves Santo, que organizaba la Cofradía de la Santa Veracruz. Y en esta procesión,  las imágenes principales eran Jesús Nazareno, San Juan Evangelista y la Madre de Dios, que a finales de este siglo ocupó la del Rosario, y siglos después la de la Soledad y salían en manifestación religiosa precedidas de  sus correspondientes gallardetes, a los que se sumaron los de  la Verónica y Discípulos. En concreto recogíamos así sus actas refiriéndose a la primera presencia del gallardete y sus fechas “es el estandarte de la cofradía, con su patrono, hermanos de túnica (desde 1609-1612) son la antesala de la imagen del Cristo (1609-1612)[1]”. Solían ser las túnicas de aquel tiempo negras, que no moradas, salvo las del Buen y Mal Ladrón amartillas y blancas.  No podemos extraer una historia pormenorizada de la historia de la hermandad del gallardete de Jesús, pro recogemos estas notas extraídas de algunas actas de la cofradía matriz del Dulce Nombre de Jesús

 NACIMIENTO DE LA HERMANDAD  DEL GALLARDETE

            En el siglo XVII, la cofradía del Dulce Nombre de Jesús  encargaba a unos patronos cofrades el desarrollo de sus pasos de aquella mañana de Semana Santa, para representar los distintos pasos que  quedaban a cargo de unos hermanos conocedores del auto de pasión, que se celebraba en las calles alcalaínas, una catequesis que ilustraba desde el Antiguo Testamento hasta la culminación de la crucifixión con la Lanzada.  Se constata por los documentos que  se transmitían las obligaciones de un año para otro, basándose en la tradición y, en la mayoría de los casos, cuando el grupo era numeroso, a través de un sorteo con bolas donde se adjudicaba el cargo.
Si bien debió abrir la procesión de los nazarenos un gallardete como era frecuente en otras cofradías. Sirva de ejemplo la de la Virgen de la Cabeza o la de los diversos pasos de la cofradía de la Veracruz de aquellos años, como hacía con el gallardete de la columna, que precedía a la imagen, y los hermanos eran diferentes entre los del gallardete y los de la imagen, no han aparecido los hermanos mayores que portaban este gallardete desde 1609 hasta ya muy avanzado el sigo XVII. En concreto, en 1663,  había dos encargados del gallardete  Juan Díaz y Fernán Pérez, pero  las andas de Jesús eran portadas  por Jacinto Pérez de Corpas, que invitaba atodos aquellos hermanos que  estos querían

LA FIGURA DEL PATRONO

Es curioso, que, un año después,  en 1664 se distingue el patrono, una figura que perduró hasta el siglo XX.  Se especificaba su función dentro de los  estatutos  de  la cofradía del Dulce Nombre como una especie de delegado que se encargaba de la organización y velaba por el buen desarrollo de las cuadrillas, pasos o hermandades integradas dentro de la Cofradía matriz. Por un lado, la hermandad o cuadrilla se organizaba de acuerdo con unos estatutos y unos acuerdos, que solían comprometer a cofradía, hermandad y los miembros del monasterio del Rosario, y, por otro lado, el patrón era una especie de autoridad garantista para el buen desarrollo y su integración en la manifestación del Viernes Santo. En el caso de  la hermandad del gallardete, el primero, en concreto en el año mencionado,  fue  un tal  Miguel Jerónimo. Y, a partir de esta fecha hasta finales del siglo XVII, se nombran los miembros siguientes: entre 1665-1567, Sebastián Portillo; en 1666 Andrés de Peñalver, en 1667, Cristóbal de Saavedra, en  1668, Andrés de Baeza, en 1669, Lorenzo de Baeza; en 1671, Joan Bautista de Linares, en 1684, Alfonso de Rosales como patrón, en 1686  el hidalgo Lucas Fernández de Linares, en 688 Juan Delgado, en 1689  Fernando  Cano del Sol y en   1690 el hidalgo  Andrés de Sevilla. La mayoría eran rentistas u hombres del campo.

            Con esta relación y función de portar las andas de Jesús y  sacara el gallardete, en 1691 Bartolomé Díaz de Arjona figuraba de patrón y  Pedro Matute  como encargado “frente al resto de las cuadrillas que son del pueblo”; y,  por otra parte, los hermanos Frías llevaban las andas de Jesús. Esta familia se mantuvo como costaleros, anderos o portadores de andas hasta el siglo XIX, sustituidos por otras familias y por los hermanos del gallardete de Jesús.
                       
                                   SIGLO XVIII DE LA REFORMA Y AUSTERIDAD

            En el siglo XVIII, el gallardete se mantenía como  una de las cuadrillas de la mañana del Viernes Santo. Solía  salir en la procesión de Jesús sin falta alguna, año tras año, incluso en los momentos más difíciles cuando se prohibieron rostrillos, vestidos, ropas de librea  y objetos de adorno o armamento en  la procesión semanasantera. También, participó en la salida de Reúsa Nazareno en las muchas rogativas compartiendo la celebración con  la imagen de la Virgen de las Mercedes. Por eso, en algunos lugares la cofradía se denominaba de Rogativas.
            En la mañana del Viernes Santo, el orden de la procesión seguía estando a cargo del patrono de  la cofradía del Dulce Nombre de Jesús y de la Madre de Dios del Rosario y surgieron las figuras de los regentes. Un ejemplo a destacar fue la manifestación religiosa de 1714:  el gallardete se sorteó y recayó en un hermano de la cuadrilla ( este  fue Juan García, que vivía en la calle los Caños); el orden procesional  lo iniciaba  el pendón de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús, luego el gallardete de Jesús,  y tras él, las andas de Jesús,  gallardete de San Juan, Cruz de los Discípulos, gallardete de la Soledad, andas de la Soledad, Lámina del Ecce-Homo (Sinagoga, Letrados y centurión), Apóstoles, Capitán de los Soldados,  el paso de Abrahán, andas de Verónica, ( a veces  ocupaba ese lugar las andas de Jesús con la familia Frías como anderos) y Varas de Palio.        
Para completar la historia del gallardete, estos eran sus hermanos mayores y encargados de sacarlo en la procesión: en.1765 Cipriano Delgado, en 1767 Francisco Aguilar; en 1768 Francisco Ballesteros; en 1769 Francisco de Ureña; en 1772, Mateo Mellado que vivía en la  calle Veracruz.
A  finales de este siglo, fueron años de  gran decadencia y, fruto del reformismo abacial (tanto Mendoza y Gatica, como en los primeros años Palomino Larena), se produjo una  simplificación de todos  los pasos de la calle. Se declararon varios edictos eclesiásticos prohibiendo el uso de los vestidos de sayones y caretas y se perdieron muchos enseres y ropas de los pasos de esta cofradía. No obstante, podemos establecer la siguiente lista de hermanos mayores del gallardete, sin que en las actas haya presencia de patronos o padres de almas. (La imagen de Jesús Nazareno seguía  portada por familias como los Frías).

PAULA ROMERO, LA PRIMERA MUJER QUE LE TOCÓ EL GALLARDETE

 En 1780, la primera mujer que le tocó el gallardete, con nombre de Paula Romero, y, probablemente,  se encargó de llevarlo Diego de Frías. Y terminó el siglo con los siguientes hermanos: en 1781, estaban a cargo de Felipe Díaz; en 1782, Vicente Jiménez; en 1783 y 1785 Francisco Gómez;  en  1798 Juan de Torres, que vivía  en calle Llana; y  en  1799 .Juan de Burgos.

EL SIGLO XIX

            En los inicios del siglo XIX, se produjo un cambio muy  profundo en el mundo cofrade de Alcalá la Real, también, en el resto de España, al reducirse las cofradías tradicionales siempre que no tuvieran una dedicación especial a la caridad o a la beneficencia y convertirse en hermandades de ánimas. Y comenzaron a venderse todos sus bienes muebles e inmuebles tras la mal llamada desamortización de Godoy a partir de 1798.  Por eso se integró,  en la  Cofradía del Dulce Nombre, la de la Santa Caridad, dando lugar a la actual cofradía del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad. Los nuevos estatutos permitieron la integración de los hermanos de gallardetes y pasos. De ahí que la hermandad del gallardete fuera una de las principales  cuadrillas, hermandades o pasos dentro de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad.
            Aunque los gallardetes mantenían ciertos reglamentos y una estructura, casi autónoma, en el ámbito económico, debían dar cuenta en la junta general al padre de ánimas  o patrono, que las  presentaba favorables o desfavorables ante los hermanos cofrades;  y  en las medidas del orden procesional se atenían a lo que marcaba la junta rectora de la cofradía, a la que solían acudir  unos doce cofrades (varios sacerdotes y el resto eran  hidalgos) y el  prior del convento de Nuestra Señora del Rosario, donde se celebraba la  Junta General presidida por esta máxima autoridad eclesiástica. Como curiosidad,  en 1833 se organizaba el protocolo procesional de la mañana del Viernes Santo de acuerdo con  el artículo octavo de sus  constituciones con  su pendón al frente, seguido  de las Tribus de Israel ( con el rey David presidiendo esta comitiva) y del Gallardete de  Jesús ( en  este año había recaído la suerte en Francisco Muñoz,  y el patrono o padre de almas de la cofradía era el hidalgo Bernardo de Arjona, figura que se mantuvo  hasta mediados del siglo XX en todos los gallardetes y pasos), tras él, el paso del Ecce-Homo ( paso de Pilatos) , los soldados ( tercio de soldados, paso de sayones), los apóstoles, gallardete San Juan, la Cruz de los Discípulos, el gallardete de la Soledad, andas de Jesús, Simón  Cirineo, el Verdugo y los Reos, Longinos, Judas, pregonero, una trompeta, andas de la Soledad y Varas de Palio. Curiosamente, los hermanos del gallardete de Jesús portaban el paso de la imagen de Nuestro Padre Jesús. Fueron hermanos mayores encargados del  paso en 1800 José Serrano que vivía en la calle Llana; en 1801, Félix Gómez que vivía en la Tejuela; en  1808 Francisco Arroyo;  y en  1814 Juan García.      
Como se ve nombres y apellidos que perdurarán en la historia cofrade del Gallardete y pueden ser los antecedentes de los actuales hermanos que conservan sus tradiciones con gran fervor y devoción.
            En el siglo XX, se mantuvo como hermandad, renació por los años cincuenta con su banda mixta y su permanencia sin falta alguna en el desfile de la mañana del Viertes Santo. Y en los últimos años se constituyó como Hermandad de Jesús  Nazareno y cambió el nombre de hermano mayor por depositario del Gallardete.



           


[1] MARTÍN ROSALES, Francisco, y MURCIA ROSALES,  Domingo. Ibídem Pág.244-

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