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jueves, 25 de abril de 2019

EN IDEAL ALCALÁ LA REAL, MI ARTÍCULO SOBRE LA VERACRUZ.


DE LA COFRADÍA DE LA VERACRUZ AL SEÑOR DE LA COLUMNA           La cofradía de la Veracruz, ligada con la iglesia de San Juan de Letrán, recibió del Papa Julio III en 1553 una bula papal por la que se permitía su fundación y erección de ermita, capilla y hospital, concediéndole las mismas indulgencias en las fiestas que lo recibían en la basílica romana.
Son muy importantes sus primeros cabildos que nos ilustran de la vida , bienes  y  objetos cofrades ( dos arcas para la Cofradía y para el Hospital,  una cruz de madera, obra del pintor Rodrigo de Figueroa que  la doró y pintó, los ocho cetros del mismo pintor y las crucetas de las puertas, atriles, la cruz de enterramiento- en una cara la insignia de Cristo, y  en la otra, la Señora de la Concepción- el pendón de la cofradía, un arca pequeña con el Libro de la Regla, escrituras, entre ellas la Bula traída de Toledo para ganar indulgencias, ocho ciriales, pintados de verde, tacillas de madera con la cruz de insignia de la Hermandad y hostiario, objetos  litúrgicos, frontales de altar, el pendón de lienzo teñido Y


juegos de vestidos sagrados);  y además se aprecia la introducción penitencial de la Cofradía con el contrato de un trompeta de Granada, la confección de una  treintena de túnicas negras, las insignias que pintó Pedro Sardo, los tronos, las andas, los ciriales ( que costaron dos mil ochocientos cincuenta maravedís que pagó a Rodrigo de Figueroa, amén de la labor de carpintería de Martín Pérez , entallador que alcanzó la suma de tres mil setecientos ochenta y dos maravedís para las andas del Crucifijo e imágenes ), las imágenes  (un crucifijo grande de estatura de un hombre con  una corona de espinas con las púas doradas  e está puesta en una cruz de madera teñida de verde e está nuevo y sano y una imagen de la Señora, con sus ropas, tocados y cofias). En 1578 aparecen nuevas imágenes pasionales como "un retablo portátil con una imagen del Cristo de la  Resurrección, un crucifijo o cruz , dorado a la redonda y el campo verde y en el pie cuatro escudos con cuatro penitentes, Nuestra Señora de La Quinta Angustia, el nuevo pendón de la  Cofradía con una Cruz y las insignias de Pasión, también se enriquece la iglesia con la Virgen de las Angustias en dos tallas,  cuadros y capillas como la de la Cruz o Jesús Nazareno, Nuestra Señora y San Idelfonso y la De Santa Quiteria.[2]
De los primeros años de la vida de la hermandad nacen dos aspectos muy importantes de su participación de Semana Santa: el monumento del Jueves Santo y la procesión del Jueves Santo por la tarde. Del primero hay que destacar que le dedicaban todo tipo de gastos en carpinteros, pintores, y luminarias. Su festividad inicial era la celebración del día de la Invención de la Cruz.En el siglo XVII, fue importante la unión  que mantuvo con la Cofradía de la Santa Caridad, formando  el Hospital de la Veracruz  y Santa Caridad, manteniendo su cementerio y , lo más interesante, creando el Corral de Comedias que sirvió de fuente de ingresos para la cofradía, La hermandad se dedicaba durante este siglo a la fiesta de la invención de la Cruz, la Candelaria, al monumento del Jueves Santo, a la procesión del mismo día, sin muchos gastos en ella , salvo la trompeta contratada y los músicos y ministriles que acompañaban a la procesión.
A pesar de que el principio de siglo significó un paso en la reorganización financiera de la cofradía, el final de siglo supone una gran participación en la vida cofrade de la Semana Santa. Su cabildo era presidido por un miembro de la curia abacial, un notario o provisor, y se celebraba el cabildo ordinario y t anual de elección de hermano mayor y de nombramiento de cargos, tanto para la organización y funcionamiento como la preparación de la procesión del Jueves Santo, el Domingo de Ramos y Día de la Santa Cruz. Solían nombrarse el hermano mayor con sistema de rueda, así como los alcaldes y patronos, y por tradición y experiencia a los cargos a los pasos de imágenes y sus correspondientes gallardetes y banderolas, así como los pasos que salían en la tarde del Jueves Santo. Generalmente, los primeros eran un grupo muy reducido  y formado por personas privilegiadas que ejercían cargos municipales ( regidores, jurados, síndicos, escribanos, alguaciles, recaudadores, depositarios… )y eclesiásticos ( presbíteros, capellanes, ..) que comenzaban su mandato a partir del tres de mayo y nombraban los capellanes para decir la misa los días de fiestas en la iglesia durante toda el año, los demandantes para el Jueves y Viernes Santo y  los hermanos de banderolas, andas e insignias; , los segundos eran miembros de las clases no privilegiadas y ejercían de campesinos y oficios artesanales. EL PASO DE LA SANTA VERACRUZ             La procesión, al principio, salía con los siguientes pasos: la banderola o estandarte de la Santa Cruz con sus hermanos, a continuación, las andas de la Santa Cruz; la hermandad del Cristo de la Columna estaba formada por su gallardete y hermanos, seguidos de los de las andas del Cristo, continuaban las hermandades del gallardete y andas  del Cristo de las Penas; tras estos, los de San Juan con su gallardete, y al final cerraba la Madre de Dios, que recibía el nombre de la Soledad con su gallardete. A finales del siglo XVII, se integraron los pasos representados y vivientes. Tanto el Cristo de las Penas como el de la Columna adquieren una devoción especial por estos años. Con la reorganización de la Compañía de soldados se muestran de nuevo los pasos en la calle. Los primeros pasos de esta cofradía que se mantuvieron en todo el siglo dieciocho fueron los Azotes, Profetas, Arcángeles, Planetas y Doce Apóstoles. El paso del gallardete y el del Cristo de la Columna adquirió una gran importancia y en 1768, se le concedió el privilegio de guardar los cordones de plata de la imagen, algo parecido a lo que sucedió con el Ecce- Homo en las prendas de Jesús Nazareno.  

En los últimos años de vida de la cofradía, se transformó con el nombre del Santísimo Crucificado de las Penas, manteniéndose todavía la placa del pendón del siglo XIX. Algunos pasos, el tambor y la trompeta eran sus elementos básicos en estos años finales (la imagen de San Juan, La Cruz [4], el Crucificado de las Penas, la Soledad y el Cristo de la Columna).  Como cofradía penitencial se mantuvo hasta el decreto del Abad Alonso y Gatica, desapareciendo por completo con la prohibición de las procesiones, promulgadas por el Abad Palomino en los años 1791 y siguientes hasta tal punto que no consigue una renovación posterior como le sucedió al Dulce Nombre de Jesús. No obstante, la imagen del Cristo Crucificado de las Penas, de la Columna y de Nuestra Señora de la Soledad siguieron saliendo la tarde del Jueves Santo, salvo el año 1795, que en un nuevo litigio con el abad Palomino transformó esta iglesia al servicio de la Parroquia de Santo Domingo de Silos. En el siglo XIX, todos sus derechos y bienes pasaron a beneficencia municipal y la propia cofradía, ya simple esclavitud, no tuvo apenas vida, como se comprueba en la declaración de gastos ante el Alcalde Constitucional de 1840.   Tan sólo el paso del Cristo de la Columna pervivió hasta principios del siglo XX y en el siglo XIX volvió a reconstruir sus estatutos con la hermandad de los judíos.



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