Archivo del blog

jueves, 11 de abril de 2019

EN EL PROGRAMA DE SEMANA SANTA. DE LA REPRESENTACIÓN A LOS PASOS. ENFOQUE HISTÓRICO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR


 DE LA REPRESENTACIÓN A LOS PASOS. ENFOQUE HISTÓRICO DE LA RELIGIOSIDAD POPULAR



         Decíamos, hace años en el libro Pasos, debieron representarse en Alcalá la Real, pequeños autos con motivo de la Navidad, Semana Santa y el Corpus Christi. Claro testimonio de ello son las Constituciones Sinodales de Juan de Ávila en el año 1542, que, en muchos apartados, como luego haría el abad Moya en el siglo XVII, recogía anteriores capítulos de las constituciones de los abades Gómez de Padilla y Ordóñez de Villaquirán. Incluso recogimos la alusión a estas representaciones: 
"Somos informados que en algunas Iglesias y hermitas de esta nuestra abadía se hagan algunas representaciones, juegos o remembranzas: otras cosas semejantes no muy honestas y porque de los tales actos se ha seguido y sigue muchos inconvenientes y traen escándalos en  los corazones de algunas personas ignorantes o no bien instructas en nuestra sancta fe cathólica, viendo los desórdenes  y excesos que en ella passan  por ende o p.sc.et.a. statuimos y mandamos a todos los beneficiados y curas y a otros clérigos  in sacris que no hagan las tales representaciones ni den lugar que en las dichas iglesias se haga ni consientan que se hagan velas en las iglesias "[1].
Dentro de la vigilia de la noche del Jueves Santo al Viernes Santo, se prestaba a celebrar con canciones y sermones de Pasión, que a veces se continuaban con otras actividades representadasEn torno al predicador se realizaban, sobre tablados, las escenas más significativas de la Pasión [2], las de Pilatos, la Sinagoga, la Túnica, el Señor en la Columna, Ecce-Homo, y, sobre todo, en la Santa Cena, Oración del Huerto y la Negación de Pedro. No se conserva más que un texto de 1860 en el Castillo de Locubín, en la que se describe la Pasión en forma de sermón acompañado de escenas pasionales (se insiste a lo largo de las digresiones en muchos detalles de representación y sugiriendo las escenas mientras el sacerdote lo declama). [3] En concreto está clara la presencia de los Apóstoles en este título del pequeño legajo “La Santa Cena y la Oración del Huerto, pasos que se representan en la tarde del Jueves Santo”. En un capítulo aparte, se desarrollaba la Sentencia y la Sinagoga ante los Pontífices Anás y Caifás y la Negación de Pedro con la acción en la que realizaban los apóstoles o animales como el gallo (canta).  No nos debe extrañar que este tipo de representaciones frecuentaran en Alcalá, porque abundan las cofradías con la tradición de pagar a los predicadores por el sermón de dichos días en la iglesia de la Veracruz, en el convento del Rosario y de Consolación. 
Por otro lado, las procesiones se celebraban el Jueves Santo con la cofradía de la Veracruz y el Domingo de Resurrección, oficial para la iglesia y el cabildo; su velada y visita a los monumentos de las iglesias era una costumbre obligada de cualquier tipo de cofradías, eran los elementos más importantes de la Semana Santa del siglo XVI. Aquella noche del Jueves Santo entre disciplinantes, rostrillos y penitentes era propicia a que se formaran altercados."[4]
En el siglo XVII, se celebraba en la Víspera de todas las fiestas “Máscara", ceremonia en la que los caballeros anunciaban la fiesta, mientras lucían sus hermosas vestiduras y cubrían sus rostros con armaduras hasta que fue degenerando en forma de máscaras. De estas máscaras y de los rostrillos de los personajes del teatro y de los autos se pasará al de las representaciones de Semana Santa bajo la dirección de las cofradías de La Oración del Huerto, Dulce Nombre de Jesús y la referida de la Veracruz. Pues, en Semana Santa se pregonaban (kerigma) las fiestas del Señor en medio de rostrillos y la tropa de ciudad. Pero, ya entrado este siglo, las cofradías y hermandades pasionales cambiaron de ser disciplinantes a penitenciales, lo que dio lugar a algunos momentos de enfrentamiento con las autoridades eclesiásticas. Así el Abad Moya dispuso en sus Constituciones la prohibición del teatro dramático, misterios o los autos dentro de las iglesias, porque se degradaron los elementos dramáticos hasta tal punto que se convirtieron en objeto de burla y escarnio, sin el sentido original cuando nacieron. Se pasó de la representación de las insignias e imágenes a la representación humana, cuando los pasos se procesionan y se introducen en la celebración de la manifestación religiosa. Y frente al carácter mayestático y devocional de los primeros momentos no extraña que algunos abades publiquen edictos para limitar los abusos y los actos deshonestos que se producían en la Semana Santa, ya que la marcha procesional no se mantenía con el fervor ni respeto que tales momentos requerían. Por un lado, entre los penitentes "había risas, escándalos, e indecencias en los participantes y sus vestimentas": por otro lado, “los cubiertos con rostrillo, se portaban cosas profanas e indecentes y realizaban acciones y gestos indecentes. [5]           
En el siglo XVIII, ya nos son las autoridades eclesiásticas las que se preocupan de esta salida de tono sino la propia ciudad se siente desbordada por los acontecimientos de modo que se ocupada del mal uso de vestimentas y rostrillos semanasanteros y acuerda esta ordenanza prohibiendo su uso en la fiesta del Corpus. "[6]

No obstante, abundaron en estos tiempos los pasos de tablados o en el decurso de la procesión de modo que en la primera mitad del siglo dieciocho e, incluso, algunas decenas posteriores se alcanzaron el  máximo auge de representaciones pasionales, el  renacimiento de cofradías, sobre todo, en la del Cristo de la Humildad que había desaparecido, y la multiplicación de pequeñas hermandades, pasos y gallardetes que instruyeron una nueva forma de organización cofrade desde mediados de siglo en la cofradía del Dulce Nombre de Jesús.. En la Cofradía de la Veracruz, desde finales del siglo XVIII procesionaban cada vez menos pasos y, tan solo quedan las imágenes y gallardetes,    En medio de un siglo convulso, donde se sucedían  fundaciones, renacimiento, desapariciones y remodelaciones de gallardetes y pasos, a mitad de siglo , con la llegada del vicario y provisor de don Álvaro de Mendoza, don Pedro Pablo de Vera y Barnuevo, el espíritu de la Ilustración la emitió ordenó “que no se hicieran velas nocturnas en las Iglesias ni ermitas, procesiones de noche, prescribiendo la forma y modo que se deberá observar en las procesiones de Semana Santa, desterrando el abuso de las caras tapadas y otras indecencias".[8] Y no es de extrañar que  muchas hermandades y cofradías  desaparecieran, al interpretar un atentado con la liturgia todo este tipo de representaciones, “sucedió en el año 1782 con el Decreto del  Obispo- Abad Mendoza y Gatica. O más tarde, de una como manera más estricta, con la aplicación realizada por el espiritualista Abad Palomino en 1791, que provocó la desgraciada desaparición de una de las cofradías más importantes del acervo alcalaíno, la de la Santa Veracruz.  Sin embargo, la raigambre popular no se resistió y volvió a renacer aquellos pasos, cada vez más esfumados, quince años después, en 1797, con el mismo abad Palomino Lerena, pero continuaron difuminándose hasta el siglo XIX tras la unificación de aquel conjunto de cuadrillas y hermandades bajo la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad, absorbiendo la parte semanasantera de la Veracruz.


Las actuales muestras de estas manifestaciones religiosas, cultos, altares familiares y reminiscencias organizativas pervivieron y se adaptaron a lo largo del siglo XX conviviendo con otras formas organizativas más generalizantes de las cofradías y hermandades.


[1] CONSTITUCIONES SINODALES DEL ABAD JUAN DE AVILA. Año 1542. Título IV. Cap IX.
[2] Constituciones Synodales del Abad Moya. Año 1623. En la Constitución 13 Que la noche de la Navidad ni otro tiempo del año, no se haga cosas indecentes en los Oficios divinos. Prohibimos y mandamos , que la noche de Navidad no otro tiempo, ni Fiestas de entre año, no se digan, ni hagan cosas deshonestas, ni representadas, ni se hagan representaciones algunas, ni se canten villancicos, ni coplas sin nuestra especial licencia, y sin que primero sean por nos examinadas, o por la persona que nombraremos, para que se vea si en ellas se dize cosa deshonesta, falsa o escandalosa, o contra nuestra sancta Fe Cathólica, ni  se canten con viguelas o guitarras, ni otros instrumentos profanos, ni se prediquen sermones de noche en Jueves ,o Viernes Santo, ni otro tiempo del año, sino antes que anochezca o después de amanecido: ni tampoco se hagan velas de noche en las Iglesias , ni Hermitas, salvo las noches de la mañana de Resurrección, por ser Fiestas tan principales, y estos días , y los demás que hubiere tinieblas, o Maytines en las Iglesias, a que acude el pueblo, mandamos que aya luzes en ellas, de manera que todo esté claro ".
[3] El texto original facilitado por  Francisco Juan. Largo sermón, con citas evangélicas,  interrumpido por las escenificaciones.
[4] AMAR. Libro de Cabildo de 1569.
[5] Murcia Rosales, Domingo. Curiosidades de la Semana Santa de Alcalá la Real. Ideal 31 de marzo de 1996.
[6] AMAR. Libro de Ordenanzas de 1751. 3º.Nota final.
[7] AHPJ. Lefajo 4269. Folio 534. 13 de septiembre de 1640.                                                                                             
[8] Espinosa Garrido de los Monteros, Diego. Historia de la Abadía de Alcalá la Real. Diputación Provincial de Jaén 1996.




























No hay comentarios:

Publicar un comentario