Mi madre me cantaba este villancico que escuchaba en la capilla del Hospital de la calle de Rosario. Con su buena voz, recordaba las noches de Navidad, Noche Vieja y Reyes Magos en las que madres mercedarias se agrupaban en torno al Niño de Belén de su Portal y entonaban estos veros preciosos líricos, y con una melodía inolvidable:
En el portal de Belén,
hay un niñito
que le llaman Jesús Rey,
y el pobrecito
ropa no tiene.
Duérmete niño,
duérmete leve.
qué serenita cae la nieve,
que menudita
cae la nieve
En el portal de Belén
hay un niñito
que llaman Jesús Rey,
es muy bonito y chiquito.
¡Qué serenita cae la nieve!
¡qué menudita cae la nieve!
Y,¡ qué bonita
que es la canción!
No cabe duda
que, al escuchar,
una segunda repetición,
es más bonito
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