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lunes, 29 de enero de 2018

EN IDEAL ALCALÁ LA REAL. LA VENTA DE LOS AGRAMADEROS






VENTA  DE LOS AGRAMADEROS

No siempre  este partido de campo se  ha identificado con este nombre. Incluso, hubo tiempos que el  núcleo rural más importante fue las Peñas de Majalcorón, otras veces se incorporaba dentro de un espacio muy extenso y comprndido por el arroyo del Palancares, que desemboca en el río de Frailes. Y hasta  años muy  recientes del  siglo pasado, su nombre  más difundido  era el  Valdegranada, por eso de  lindar con los territorios de Granada , val de Granada a los pies de los cerros de tierras de frontera, donde se hicieron extensos repartimientos con motivo de  la repoblación posterior a la conquista de Granada, sobre todo, en tiempos de Carlos I. Es  una zona en forma de  cuenca  de un arroyuelo del término alcalaíno que limitaba entre los montes  de Granada. Situada a 16 kilómetros de Alcalá la Real, en la parte sur occidental  del término municipal,   limítrofe con las provincia de Granada y  Córdoba, en un sitio  de cruce de caminos que proceden de Montefrío,  Íllora, Tocón, Priego, Almedinilla, donde se colocó una antigua venta  para vender ganados  que se ataban  en los postes de los  Bramaderos. De ahí el nombre Venta de los Bramaderos, hasta llegar al actual de los Agramaderos. A partir de estos términos, se muestra  el primer debate de su  etimología en torno a la venta como posada en el nudo de caminos entre Montefrío y el de los playeros  que procedían de las costas granadinas, donde posaban las caballerías atadas   en  sus postas  o   el  pilote de bramar,  también  el lugar de descanso en la venta para los antiguos comerciantes que  intercambiaban  el pescado con el cereal  por este  camino playero que se bifurcaba hacia Alcalá  y se adentraba en la Campiña cordobesa, o tomaban el camino de  Úbeda a través de la senda lindera de términos provinciales..
 O el segundo  término de Agramaderos, relacionado con esa  refiere a esa función agrícola de la grama del cáñamo, aunque en las  tierras inútiles abundaban  la escaña,  centeno, el yero o el lino que también se consumía  por estos lares.  
Su hábitat siempre  ha sido muy disperso, pero el antiguo camino real, actual carretera  de Montefrío,  agrupó a muchos vecinos  a partir de la pre y posguerra. El  río Palancares  convierte a estas tierras de gran calidad y siempre muy estimadas  por su producción de cereales. En tiempos de Madoz se estimaban mucho sus garbanzos, hoy desde el olivar al espárrago se propagan en sus parcelas agrarias, tiñendo de verde y amarillo sus heredades según los ciclos estacionales.  El encinar,  típico de mediados del siglo XIX,  poco a poco, dejó paso a otros cultivos y  se fue imponiendo el olivar y cerezo. 

          Sus viviendas rurales más importantes procedían de cortijos de propios o de la ciudad que pasaron a manos privadas en el siglo XIX el Sapillo, La Cruz, o,  en otros tiempos el de Fuente de la Piedra. Pero predominaban los cortijos particulares o de entidades religiosas: el de las Monjas, La Loma, Peñuela, Peñolilla, Blancares, Alamoso Alto y Bajo, Matanza  y Agramaderos entre otros. Actualmente, su polideportivo. e El Centro Social, la ermita y algunas  viviendas rurales destacan entre  otras casas que  recuerdan los servicios de antiguos bares, almazara o carpinterías.
Ese carácter fronterizo imprime una singularidad en sus gentes envueltas en leyendas, como la de Cañada Ámbar, que cuentan una fantasmagórica  historia  que hace referencia a unas tierras que eran de un señor  musulmán ( entre  Granada y Jaén) y de  su castillo de Venta Quemada se comunicaba con  el de la Peñuela. O la de  Cortijo de la Piedra, que relata la  encerrona de unos moros  a una comitiva de  cristianos que acompañaban a la mujer de Pedro de Aranda. Y, por su carácter etnográfico, no puede olvidarse la tradición perdida  de los Animeros, de aquellos hombres vestidos de peleles  que pedían cantando los aguilandos en Navidad. .
La Venta, siempre fue morada de  gente inquieta, heredera de los recatones antiguos de Alcalá,  Hoy contempla el paso de su transformación agrícola y  su conexión siempre prometida hacia  tierras de la Costa por ser paso de la carretera de Úbeda a Vélez.






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