En el siglo XVIII, se cantaba esta poesía de la fiesta de los Reyes Magos por tierras alcalaínas:
Rey eterno, ¿qué será
verte reinar con el Padre?
Pues en brazos de tu Madre
tres Reyes te sirven ya.
Si ahora, que eres humano,
sujeto a miseria y muerte,
reyes de tan alta suerte
están debajo tu mano;
¿quién no se te rendirá
sabiendo quién es tu Padre?
Pues en brazos de tu Madre
tres Reyes te sirven ya.
O esta variante popular del villancico de los Reyes Magos:
En Oriente hay una estrella
Que a los Reyes Magos guía
Y en el portal de Belén
Nace el hijo de María.
Dale la zambomba,
Dale al cascabel
Que está noche nace
Jesús en Belén-
(Esther Ramos)
O nos fijamos en su portal y recordamos un villancico de las madres mercedarias:
En el portal de Belén,
Hay un niñito
Que le llaman Jesús Rey
Y el pobrecito
Ropa no tiene.
Duérmete niño,
Duérmete leve.
Qué serenita cae la nieve,
Que menudita
Cae la nieve
En el portal de Belén
Hay un niñito
Que llaman Jesús Rey,
Es muy bonito y chiquito.
Qué serenita cae la nieve
Que menudita cae la nieve
Y qué bonita
Que es la canción
No cabe duda
Que, al escuchar,
Una segunda
Repetición,
Es más bonito
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