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jueves, 16 de julio de 2015

pintura del siglo xix


                   SIGLO XIX
        
En esta misma faceta de  cuadros procedentes de talleres famosos de Madrid o Granada   donde los pintores renombrados  proporcionaban cuadros para los organismos oficiales, se encargaron los de Fernando VII y su tercer mujer María Josefa Amalia de Sajonia. Atribuidos a Vicente López, se encuentran en la antesala del Salón de Plenos del Ayuntamiento de Alcalá la Real, nos muestran unos buenos estudios psicológicos de los personajes con un buen tratamiento dibujístico enmarcado en unas cuidadas veladuras.
         De menor calidad, son los cuadros religiosos procedentes del convento de las Trinitarias, de autores anónimos, y que solían donarse por los devotos o instituciones con motivo de algún acontecimiento milagros. Es el caso del Milagro del Niño Jesús sin grandes calidades artística y caracteres anecdóticos con la leyenda al pie del lienzo. Y, simplemente, recreaciones de estudios en las Escuelas de Nobles Artes, que proliferaron en toda España como producto secundario de la Academia de san Fernando, son los cuadros del motivo artístico de las Cuatro Estaciones depositados en el Salón del Plenos del Ayuntamiento, probablemente obra de pintores locales, como Ricardo Moutón o un tal Pineda, que prolifera en los frescos de casas como la de su misma familia- actualmente desaparecidos- o la del general Lastres.. 

LIBROS MINIADOS

Se completa la exposición con la s obras no suntuarias de  libros miniados municipales y privados ;los primeros los encargaba el  cabildo municipal  para guardar en sus archivos los privilegios y su correspondiente confirmación real  en libros  con un  tratamiento especial por la trascendencia de su contenido , tanto del material como en la decoración de sus orlas, grecas, viñetas,  palabras iniciales  y  recuadros. Fueron obras de artistas del momento, algunos han llegado a atribuir el pergamino del Privilegio del Vino a Juan Ramírez o Juan de Cáceres, por su  excelente representación de la figura del emperador y de la ciudad  de principios del siglo XVI. Se enmarcan dentro de la escuela granadina donde intervienen elementos flamencos y renacentistas. Otros libros  posteriores, como la traslación de todos los privilegios en un libro  del siglo XVIII responden más a un artista  de oficio, que no se esfuerza en modo alguno a una  obra señera como fue la primera por la repetición de escenas paisajísticas y letras unciales   Las ejecutorias de hidalguía realizadas en talleres particulares corresponden a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII  y se conservaban en las casas de los hidalgos  a la hora de defender sus status este grupo social privilegiado en litigios y pleitos  Pues en ellas se contenían su linaje y árbol genealógico y se adornaban con escenas de sus escudos o advocaciones religiosas como la Inmaculada

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