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Recuerdo
hace muchos años cuando presencié una escena especial de nuestra historia local. Se celebraban
fiestas de la feria de San Mateo
. Comenzaban con el pistoletazo inicial de algún cohete ( creo que uno de los
pocos que el ayuntamiento solía lanzar al aire)
y los cabezudos iniciaban su marcha por las callejuelas de la plaza.
Algunos estaban expectantes de los nuevos organizadores de estos eventos, acostumbrados
a la veteranía de la antigua comisión de fiestas. No hacían más que zaherir a los nuevos
gobernantes, y, mira por dónde el centro de la conversación radicaba en la
certeza de la ausencia de la banda de música. A muchos de los presentes les
llamaba la atención de que los interlocutores pudieran escandalizarse de la
hipotética situación, cuando, por
entonces, se asistía a un declive tan
enorme de la banda de música, que se había convertido
en un grupo de antiguos músicos con más
voluntad y esfuerzo que la que ponían
los organizadores, sin estructura ni al amparo del consistorio. Y, de topetazo, aquellos tertulianos
malintencionados toparon con que
desfilaba una renovada banda musical, reorganizada por Pepe
Ibáñez bajo la batuta de Nicolás Navarrete y con el patrocinio total del nuevo
ayuntamiento presidido por José Marañón Barrio. Luego, pasaron los años,
sembraron la semilla de la afición por
este excelso arte de modo que el mundo musical alcalaíno sobresale con muchos
grupos y seguidores de Euterpe; y, aún
más, se mantienen en la vanguardia del éxito bajo el cobijo y formación de la agrupación musical Pep Ventura. Pues sus profesionales
surten a muchas agrupaciones y bandas musicales de la comarca alcalaína; se
multiplican creando grupos pequeños, cuartetos y tríos; triunfan en orquestas
filarmónicas foráneas; y abundan los maestros de los conservatorios y de las
especialidades de música. Aquel semillero de la banda de
música no podía haber dado mejor fruto y formación a los jóvenes
alcalaínos para servir de plataforma futura de muchas profesionales.
Posiblemente,
estos músicos caerán en la cuenta de que han superado el XXV aniversario con diez años más. Son una clara muestra de
superación, al mismo tiempo que son conscientes de que sin una dirección
excelente no hubieran alcanzado estas brillantes metas. A Nicolás Navarrete le sustituyó don
Lirio Palomar, Pedro Rueda mantuvo el tipo en los momentos críticos, y
afortunadamente de la mano de don Lirio Palomar la banda de música alcanzó una
categoría que le condujo a interpretar conciertos de unidad temática o de
género musical de modo que podía
pavonearse con las de primera categoría. Con el último director Jorge
Molina, la renovación de la agrupación musical ha sido
total y nuevas artes se complementan bajo su batuta. Ya no quedan aquellos
veteranos del 44 que tantos días de gloria dieron al pueblo de Alcalá la Real , pues la edad pesa y hace mella. Por eso, me
viene a la memoria las palabras de aquel
músico recientemente fallecido Matías Bailón, al que homenajeo con este
artículo, cuando afirmaba" estos
chicos jóvenes de ambos sexos tienen una capacidad increíble para captar los
estudios y que aprenden en la mitad de tiempo lo que no podían aprender los
educandos de los tiempos pasados"; y les conminaba que les faltaba algo
de disciplina, pero vaticinaba que pronto
triunfarían con la llegada de una persona sabia que los alentara y motivara. Y
así aconteció.
Largo
relato de una anécdota, pero para todos
bella lección, la de la historia de la música alcalaína, principalmente para todo tipo de organizaciones y personas.
Hay momentos de crisis, de decadencia y de declive, o simplemente cambios de
etapas de la vida de una asociación, partido o consistorio. Pero hay que saber
pasar las páginas de la historia y
olvidar lo negativo que se fue como el viento se llevó, afrontando el futuro con sangre renovadora. Hay que dejar en el olvido los malos tragos y lo que desgarra la convivencia, y afrontar
metas nuevas con la savia de la ilusión y la renovación Es la hora de
convertirse en síntesis hegeliana para no tirar todo por la borda, porque ni
todo es tan malo ni tan bueno que no
manifieste defecto alguno, porque , a
las primeras de cambio, salta la liebre cuando uno menos se espera. En este
caso, una agrupación musical que sorprende en cada ocasión siempre que se monta a escena. Dirección,
coordinación, formación y renovación continuada son los ingredientes de una
etapa prolongada de éxitos. Se necesitan clases de comportamientos comparativos
para educación de muchos colectivos de la sociedad.
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