Como fiesta ordinaria era de
obligado cumplimiento del cabildo municipal que acudía a la Iglesia Mayor
Abacial o a la coadjutriz de San Juan, invitada por la ciudad. La Señora de
Santa Ana solía venir a la ciudad a finales del mes de mayo o principios de junio, cuando se hacía
ordinariamente sin ninguna intención de rogativa, por el Domingo de la Trinidad
y para la fiesta del Corpus. Su organización dependía de la Iglesia Abacial en
la persona del Abad que invitaba al Cabildo para que la acompañara desde la
Iglesia de la Veracruz, donde hacía su primera estación, tal como se manifiesta
en el acuerdo del seis de Junio de 1716. La ausencia de los munícipes se
sancionaba con una pena de cuatro ducados que se inscribía en el libro de Penas
de Cámara, que se distribuía mitad para la Cámara del Rey y la otra mitad para
la cera de Nuestra Señora Santa Ana.[1]
Pronto comparte el patronazgo
con la Virgen de las Mercedes, como se pone de manifiesto en el año 1730,
recogidas con estas palabras " y teniendo esta ciudad por su especial
abogada y compatrona de la Reina de los Ángeles. con el referido título de las
Mercedes, a Su Señora Santa Ana, sita en la Iglesia extramuros de ella, y por cuya
intercesión ha experimentado siempre seguro consuelo en la propia urgencia y
otras muchas de contagio, de que por la misericordia de Dios se a conservado libre; acordó
asimismo con segura confianza y fervorosa devoción , se traiga de su dicha
Iglesia a su COPATRONA SSEÑORA SANTA. ANA a la referida Santa Iglesia Mayor por COINTERCESORA con su hija NUESTRA SEÑORA..[2]
[1] AMAR. Cabildo
del seis de junio de 1716. El Alcalde Mayor trasladaba la noticia dada por el
presbítero don Antonio de Contreras con orden del señor Abad para que asista el
Cabildo por la tarde al traslado de la imagen Santa Ana desde la iglesia de la
Veracruz hasta la Mota. El alcalde le fija la hora de las seis de la tarde y el
mandamiento de asistencia
[2]AMAR. Cabildo
del veinticuatro de mayo de 1730
SANTA ANA, PANORÁMICA DE ALREDEDORES DEL SIGLO XVI
Contemplar el partido de campo de
Santa Ana, por los siglos pasados resulta difícil. No obstante, a través de
diferentes documentos que pueden servir de fuentes de investigación, pueden acercarse
a este territorio de la abadía de Alcalá la
Real. Los libros de Veredas son los que más
datos aportan a esta panorámica, porque las visitas de términos no les afectan
a este paraje considerando que dicho territorio puede definirse que es un
espacio interior del suelo abacial o del
corregimiento alcalaíno, muy próximo a la capital de la abadía y del corregimiento,
Alcalá la Real. Incluso ,
si se avanza a los siglos XIV, ni
siquiera puede considerarse una demarcación, pues queda indefinida con respecto
a otros parajes como la Fuente
del Rey. En el Libro de Veredas de 1567,
que recoge aspectos anteriores de libros anteriores referentes a la demarcación
de veredas, caminos, abrevaderos y
espacios públicos corregido por Diego de Anaya y Hernán Pérez de Torres
m se observan los siguientes espacios:
-EL BALDÍO DE LOS LLANOS.. A este
paraje se adentraba por diversas veredas provenientes de Charilla, de Santa Ana
y Alcalá la Real ,
que acababan en unos portillos abiertos al Tajo. Se citan Portillo Cerrado y el
de la Boca de Charilla. La
descripción de una de ellas se recoge de esta manera " e luego entra a una haça que dice el Libro
que era de Fernán Martínez de Córdoba, y
que llega a la senda que baxa del
Portilllo Cerrado, esta es la primera senda que va del dicho Portillo yendo la vereda
arriba, por la qual o pòr otra parte se
hallare más cómoda la Ciudad
a mandado agora echar una vereda que salva de esta a los baldíos de los Llano".
Por lo que se demuestra que entre el
baldío de los Llanos y el arroyo de la
Boca de Charilla , se encontraba una zona escarpada con
veredas indefinidas que se van marcando
para hacerla más cómoda y llegar a las tierras repartidas a los vecinos.
En estos términos, se refiere el párrafo siguiente, a la otra vereda de la Boca de Charilla, " Y
volviendo al punto que do dexamos
la otra vereda principal junto con el dicho arroyo, que baxa de la Boca de Charilla, y, aunque
avemos dicho que la primera senda que baxa del Portillo cerrado y entra en este
lugar o esta vereda , por la que decimos que se avía de echar la vereda que
piden los vecinos para entrar en los Llanos, no ser hará assí, antes passamos
adelante hasta llegar a otra senda que esta más arriba muy cerca de esta ,
porque por allí viene muy mejor la dicha vereda, que se ha de echar, como
diremos quando lleguemos a ellas. Predominan los dueños de las tierras de sus
alrededores con plantaciones de viñas,
hazas de tierra calma de cereal; pero conforme se acercan a la dehesa, montes y
baldíos de Charilla, se insiste en la necesidad de la vereda que se encamine
hacia Portillo Cerrado y predominan los
las Huertas, viñas y heredades de vecinos, al mismo tiempo que sentían
la necesidad de buscar nuevas rutas de entrada hacia los Llanos con una vereda
donde entraron los ganados de los labradores de la dehesa y montes y baldíos
hacia los Llanos.. Desde la
Cueva del Moro venía un camino Real que se dirigía a una
arecife, llamado de Pablo López, y finalizaba en Puerto Cerrado para entrada de
ganado.
-PARAJE DE LA
BOCA DE CHARILLA
Es un paraje que viene
determinado por un camino real que iba de la Cueva del Moro a la Boca de Charilla y se
atravesaba por una vereda que conducía al Portillo y lindaba con el arroyo del
mismo nombre de la Boca. Son heredades que
habían sido fruto de repartimientos
anteriores y, conforme se avanzaba en nuevos tiempos, pasaron a otras
manos; suelen ser, en su inmensa mayoría plantaciones de viñas y sus
propietarios más conocidos son los descendientes de los conquistadores de Alcalá
( Padilla, Montijano, Arjona, López de
Medina, Aranda., Pérez de Córdoba, Gutiérrrez de Burgos, Frías, ..). Es una zona
atravesada por el camino real mencionado de la Cueva del Moro hasta la Boca de ChaRilla donde subía
una vereda con diez estadales y se asomaba
a ojo del Salobras, compuesta de Baldío y cierzo.
Descendiendo
de los Llanos, por la primera parte pertenecía al común de la ciudad llegaba hasta el camino que iba de Alcalá a
frailes. Estas tierras, que lindaban con el camino de Frailes, eran de calma y
majuelo y habían sido vendidas al
escribanos Alonso de Castro y Jordán; y
otras pertenecían junto al camino a la familia del abad Moya ( Aparicio López
de Moya y Juan Sánchez de Arjona) Son las tierras del actual polígono del
Chaparral que se mantuvieron de propiedad municipal hasta hace pocos años y
antes pertenecieron a la beneficencia municipal y al legado del abad Moya.
-TIERRAS DEL ENTORNO DEL CAMINO
DE FRAILES HASTA EL ARROYO DEL SALOGRAR. Estas tierras pertenecían a la familia
de los Arjona ( desde Juan de Arjona hasta llegar a los García Gallardo), Badillo,
Muñoz y , sobre todo, el canónigo Padilla. Otras fueron de Aparicio López de
Moya, familia Herrera y Pedro de Pineda. Lindaban con tierras de propios y , al
final del trayecto se dirigían, por
medio de una vereda, al Bao Chiquero. Por
la parte que se dirigía a los Llanos, salía una vereda que marcaba nada menos
una extensión de 15 a
35 estadales ( de 30
metros a más de cien metros de ancho) y pasaba por tierras
de las familias de Gutiérrez de la
Higueras , Peñalver, Arjona y propios de la ciudad. Como dice
el Libro de Veredas " hasta aquí
llega esta vereda y tierra común y concejil y, como tal usada y apacentada por los ganados de
los vezinos de esta ciudad y guardada
por los que alindan con ella, la qual por orden de esta ciudad , Justicia y
Regimiento se mandó medir de la manera
susodicha, para que de aquí en adelante aya en este orden y se castiguen los
que en esta dicha vereda o baldó entraren".
.TIERRAS DEL ENTORNO DEL ARROYO
DEL SALOBRAR Y CAÑADA DE VILLARREAL. Estas tierras eran atravesadas por una
vereda que pasaba el arroyo en dirección a la Cañada de Villarreal y de allí se divisaba el Vao
Chiquero. Sus propietarios pertenecían a la familia de los Aranda, al canónigo
Padilla, Pedro de Pineda, y Bartolomé de Guillén. Muchas propiedades
lindaban con el monte, y no era de extrañar que los propietarios linderos las rozaran
ilegalmente y se apoderaran de veredas y caminos. La cañada de Villarreal daba
con una zona llamada del Chupete, donde un membrillo servía de testigo. A
partir de este lugar subía la vereda arriba, pasando por el Portillo de
Villarreal , hasta las tierras de
Cerrato. era una zona de paso de ganado muy invadida por los propietarios de la tierra que se vieron obligados a permitir
el paso de ganado según lo ordenaron los corregidores, sobre todo Diego de Anaya en tiempos de los Reyes Católicos.
-ZONA DE LAS HUERTAS DE LA FUENTE DEL REY. esta zona no
viene afectada por el Libro de Veredas, porque debió ser un espacio rural muy
bien definido desde la antigüedad, incluso antes de la conquista en cuanto se
refiere a los repartimientos y caminos.
-ZONA DE LAS ENTREDEHESAS Y
TIERRAS DE PROPIOS. Se refiere a una zona que fue repartida en los siglos XVII
y XVIII y estaba comprendida entre las
torres de la Moraleja
y Cascante., y las dehesas mencionadas de Llanos y Mazuelos, Unas las disfrutan los vecinos para
el pasto comunal y otras suelen arrendarse para el pasto del ganado y
aprovechamiento de la bellota. En alguna, se asentaron los potros de doma y
cría del ganado comunal.
- LOS CORTIJOS DE PROPIOS . Eran
principalmente dos : la Mesa
y Cabeza del Carnero. Son tierras que disfrutan los vecinos o se arriendan a particulares
para proveer fondos con los que saldar las cuentas del presupuesto municipal,
datan de varias mercedes que otorgaron los Reyes al cabildo municipal. Son
objeto de posteriores estudios por su producción cereal o sistema de arrendamiento.
-TIERRAS ENTRE ARROYOS DE LA FUENTE DEL REY Y EL ARROYO DE PALANCARES. Es una zona que atravesaba un arroyo que
bajaba de la Gineta. Y recorría una vereda que bajaba por el
arroyo de la Fuente del Rey donde se
unía con el camino de la dehesa de la Hondonera y . En este tiempo, no se escatimaba
superficie para el paso de las manadas
de ganados y, no sólo servía " para mucho más que descansadero y abrevadero, ya que ay buelta que tiene desde el dicho arroyo hasta el
camino, más que ochenta o cien estadales, como es la que está cabe la Fuente el Cadallhaso".
. Es decir, 334
metros nada menos.
Es una tierra metida en labor , cuyos parajes más importantes era el
cerrillo de las Mentiras, tierras de propios y linderas con el cortijo de la
Mesa Juan Carnicero y Cabeza del Carnero. El camino se iniciaba
junto a la Gineta
( el cerro de los Ginetes) y acababa,
camino del arroyo de la Fuente Rey
arriba, en un paraje denominado las Eras Viejas . Lindaba por parte izquierda con el arroyo de Palancares
hasta la junta con el arroyo de la
Fuente del Rey, ( como es dicho junto al Cerrillo de las
Mentiras), continuaba con el camino que
bajaba desde la Fuente
del Rey, hasta el arroyuelo del Chaparralejo donde nacía el agua y finalizaba
en Eras Viejas. Por la parte derecha desde la Gineta , se encontraban los cortijos de Leonor Méndez
de Aranda Juan Sánchez de Ávila, tierras de propios de la ciudad que dicen
cortijo de la Mesa ,
luego parte de las tierras de las Eras Viejas, tierras del cortijo de Cabeza
Carnero y en ellas las Eras Viejas.
Es muy bonita la descripción que
se hace de este paraje de las ERAS VIEJAS " Estas eras no pareçe que tienen necesidad de medida, porque con las
aguas del ynvierno ,casi lo más de ellas se hazen pantano, y. las que labran
las tierras que les alindan ., escarmentados desto nunca toman nada de ellas, ante s me han
dicho algunos de ellos que suelen dexar parte de lo que junta con ellas, porque
pierden lo que siembran allí, como el año venga un poco lluvioso, pero es de
advertir que por el rincón alto que
hazen a la mano derecha sale un pedaço de prado a manera de vereda, que hazia la Alcaçariguela , que
será como de seiscientos pasos de largo y una querda y más ancho. También es
esto común y concejil, dícese aquí para que las personas que visitaren tengan
cuenta con ello. ". Las Eras Viejas, además, eran un punto de encuentro y de caminos. Otra
vereda se dirigía al Chaparralejo de las Peñuelas, que recorría tierras de
propios pertenecientes al cortijo de la Cabeza del Carnero y de allí cruzaba un punto
fundamental el camino viejo de Colomera . Curiosamente el Chaparralejo recibía
un nombre deshonesto que el autor del Libro de Veredas no se atrevió a nombrar.
Hasta aquí hemos recorrido, las
principales tierras , en su mayoría comunes y de propios, dejando aparte las
tierras concedidas a los conquistadores de la ciudad en forma de cortijos,
viñas, huertas, y heredades de labor que
nos reservamos para otra ocasión ( CONTINUARÁ).
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