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domingo, 5 de julio de 2015

EL CORTIJO MARRÓN. su nombre e historia

SOBRE EL AMO DEL CORTIJO DE MARRON
Este cortijo se halla a las faldas de la Camuña y fue uno de los primeros que plantó el olivar, así como tuvo en su interior un molino de prensa, según la declaración de bienes del regidor Fernando Marrón. Este cortijo jugó un papel estratégico durante la Guerra Civil como puesto de vigilancia del fretne republicano desarrollándose un intenso combate  con motivo de un avance de las fuerzas de Queipo de Llano hacia el Castillo por el mes de diciembre de 1936, que fueron cortadas por las tropas republicanas. En la actualidad, estaba en posesión del hijo de una de las sirvientes, por cierto   recientemente fallecido que lo apodaban Antonio el de Marrón.
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            Nos ha llamado la atención  sobre el nombre  de este cortijo, que compró don Santiago Batmala,  padre de don Pablo Batmala.  Marrón responde a su amo, cuyo nombre completo e era don Fernando Marrón y Balboa  que  presenta la siguiente  biografía  que  vamos a detallar:
            Hijo de don Juan Marrón y doña Juana de Balboa.  Nació  en  la villa de  Frechilla, obispado de Palencia , donde  nacieron y vivieron.  Se casó con  doña Antonia Sequera Colon de Portugal , hija de don Julián Sequera y Uribe, caballero de la orden de Santiago, y doña María de Atocha Colón de Portugal en segundas nupcias( en primeras con don Juan de Tapia).  Al casarse vivió  en la ciudad de Antequera con sus suegros. Fue regidor del ayuntamiento de  Alcalá la Real hasta 1778, con dos honores, perpetuo y de privilegio. Vivía en las casas  de la calle del Llanillo, linderas con la calle Bortdador con casas de don Francisco Javier de Valenzuela,  la sede del antiguo Casino  Primitivo. Y, por el Llanillo con casas  de Bernardo de Mirasol, familiar del Santo Oficio de la inquisición de Córdoba.  Estaba relacionado con el industrial don Felipe Mantero, anterior poseedor de las casas.  Compró una tierra de dos fanegas en  las Atravesadas por el camino que va a la Acamuña.  
Con estos bienes fundó una memoria en honor de San Antonio Abad y su octava  , al que se le debía dedicar una misa en la Iglesia Mayor Abacial y  debía estar inscrita en las tablas de la colecturía de la iglesia de la Caridad. Se pagaban 180 reales destinados a la fábrica por el doble a pino, cruz, cera, y diez misas con seis beneficiados.
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SOBRE UNA IMAGEN DE LA INMACULADA DE LA ENCARNACIÓN.

Por  una clausula del testamento de don Frenando Marrón y su mujer Antonia Sequera, sabemos que “  la imagen de talla de Nuestra Señora de la Concepción, se dé por nuestro fallecimiento a las cuatro sobrinas religiosas de mí el dicho don Frenando, y que después recaiga en su convento y queremos y es nuestra voluntad que antes  la tenga por los días de su vida doña Clara Chafino y Mantero, otra sobrina en el dicho convento”,

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