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viernes, 11 de octubre de 2024

EL CORREGIMIENTO TRIPARTITO DE ALCLÁ LA REAL Y LOJA

 

 

 

 

EL CORREGIMIENTO Y LOJA

 


No es el caso del estudio del corregimiento para llevar a cabo un breve análisis histórico de la ciudad lojeña, pues es amplio su  catálogo documental que ofrece el Archivo Municipal de Loja para el estudio del corregimiento durante el periodo felipino, porque no hay lagunas sensibles. Los hay  referentes a los cabildos, a los repartimientos, a la hacienda municipal y a las provisiones reales. Como hemos dicho anteriormente, Loja, además es un modelo de ciudad semejante a la Alcalá la Real, del siglo XVI, no se encuadró definitivamente  en el corregimiento hasta el segundo decenio del siglo XVI. Anteriormente, constituyó un corregimiento con Alhama; a finales de siglo, en el 1492- 98, ya formaba el corregimiento tripartito con Alcalá la Real, para comenzar el siglo independizado del corregimiento por ser señorío del Gran Capitán a partir del 1508, con Tristán de Acuña su teniente. Algo parecido se manifestaba con respecto a Loja, similar a lo que atribuía a Alcalá la Real, cuando  Henríquez de la Jorquera decía “.. siempre fue la puerta de la Vega de Granada, según la cadena de armas, y los Reyes granadinos hicieron gran aprecio de ella. Su termino era extenso, pues comprendía más de 700 Kilómetros cuadrados”, y según el profesor Malpica: . “.. Pródigo en agua y vegas de fértil suelo, etc. De sus bellezas, no sólo los testimonios de quienes contemplaron sus tiempos áureos, sino las pervivencias, tras más de cinco centurias no siempre benéficas, de su configuración urbana singular, de su movido paisaje, entre lo ameno y lo abrupto..”([1]). Clara muestra de ello es la fragmentación del término en seis municipios a lo largo de su historia, entre ellos, la de Huétor Tajar en tiempos de Felipe II,  pues Algarinejo, Villanueva de Mesía, Salar y  Zagra se mantuvieron algo más tiempo.

Con la llegada del corregidor Fernández Maldonado en el segundo decenio del siglo XVI, ya no se separó del corregimiento hasta finales del siglo XVIII, que formó otro nuevo corregimiento y su disolución en el 1835.


Tampoco nos corresponde abundar en el estudio de su conquista y la importancia a la hora de la definitiva conquista de Granada. Pero, a partir de este momento, se abrieron nuevos cauces para la acción repobladora, en la que estuvieron sumidos en los años de los ochenta del siglo XV y principios del XVI, donde un gran número de nuevos vecinos procedentes, en su mayoría, de Jaén y Córdoba  emprendieron una nueva etapa social, económica y política ligada con la Corona de Castilla. Tal vez aquí hay que comprender que, poco a poco, se fuera independizando del control del Gran Capitán y se sumiera en el de la Corona a través de sus comisarios reales, que eran los corregidores.  En tiempos de Georgius Hefnagle se describía Loja como una ciudad con una plaza noble y fuerte, distante de Granada a menos de seis millas, en el camino de Sevilla y perteneciente a la diócesis de Granada Lugar ameno, de buenos huertos, y pasto en los montes para la ganadería, abundante en caza y numeroso ganados, que daban queso, pieles y lana, que se exportaba a Italia y Bélgica  ([2]).

En el periodo filipino, el cabildo, presidido por el alcalde mayor, y, en ocasiones por el regidor más antiguo, poco a poco se ve inmerso en las disputas de varios grupos de  sus veintiséis regidores, catorce jurados y dos escribanos: En 1594, estos se habían acrecentado como en Alcalá dentro de la política de  ingreso de la Corona a través de la venta de oficios hasta tal punto que llegó a ser regidor un joven de diecisiete años cuando sólo está permitido a los mayores de 25 años  ([3]).

En este periodo felipino su población cuenta con 1563 vecinos  en l 1560, según Ruiz Martín([4]), prosperando con motivo de que se agrupaban lo esencial de la población en vegas y valles al pie de las sierras.

            Generalmente, la población no era solamente urbana, sino que una gran  parte era campesina. Como dato, Barrios Aguilera señala que, por el año anteriormente mencionado,  en su arrabal vivían 89 trabajadores al lado de 109 labradores([5]). La población era mixta de cristianos viejos y morisca, pero en este municipio del noroeste, la población era el 90 por ciento cristiano vieja frente a los moriscos que representaban el resto. A partir de la guerra de las Alpujarras, por los datos de Barrios, aunque se encuentran inmersos los de Alhama, que hemos comentado en el apartado anterior en franco declive, podemos asegurar que la población creció, tal como señalamos a continuación. 1561 con 2.815 vecinos, en 1587 con 12.921, y en 1597 con 2.539 vecinos, teniendo en cuenta que Alhama, a partir de 1568 no legaba a mil el crecimiento demográfico es claro y evidente en la ciudad de Loja ([6]). A lo largo de este periodo se contempla un proceso roturador que afectó a gran parte del término, y ocasionó varios pleitos contra los usurpadores de tierras. También desde el punto de vista hacendístico, se manifiesta un equilibrio de entradas y gastos, que se vio descompensado en los últimos años del  corregimiento con motivo de las continuas levas militares el servicio de millones y los censos a los que tuvo que someterse el municipio lojeño. No obstante, comenzó un importante renacer de la ciudad en obras civiles y religiosas, al mismo tiempo que, salvo los periodos de la Guerra de las Alpujarras, los conflictos entre los distintos grupos sociales no son sino intereses de la élite del poder municipal, representada por los hidalgos y los  regidores, y la presencia de algunas crisis de susbistencia en los últimos decenios por la falta de trigo, peste, epidemias y hambre.

El Corregidor ejerció su poder a través del alcalde mayor, y, algunos corregidores aumentaron su presencia  en momentos de guerra o de los saltadores de caminos, pero el peso lo llevaron sus tenientes de justicia que debieron defender la postura de la Corona en temas delicados como el servicio de millones, las nuevas milicias ciudadanas y los continuos avatares que se producían para afrontar los alojamientos de tropas en la defensa de la Costa y la carencia de trigo.

 

 



[1] MALPICA CUELLO, A. Elconcejo de Loja(1492-1506). 1980.

[2] HEFNAGLE ,G. Civitates orbis terrarum , Amsterdanm, 1594.

[3] AHML. Acta del cabildo del  14 de enro de 1594.

[4] RUIZ MARTÍN. F, “Movimientos demograficos y económicos del Reino de Granada durante la segunda mitad del siglo XVI”Anuario de Historia Económico y Social, 1968, pp. 127.183

[5] BARRIOS AGUILERA, Manuel Historia del reino de Grnada.Universidad de Granada . El legado andalusí. Granada.2000.

[6] BARRIOS AGUILERA Tomo II. . Op. Cit.  Pág. 54.


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