Hace años escribimos sobre el retablo de Santa Ana en la iglesia de Nuestra Señora de Consolación. nuevos datos nos muestran que la devoción a Santa Ana estaba muy arraigada en Alcalá la Real. Raro era el devoto que no fuera cofrade suyo en la misma ciudad, pues los vecinos de la ermita Santa Ana eran pocos poco el siglo XVI. También se frecuentaba la dedicación de misas en las exequias funerarias con el oficio de La Abuela de Jesús. Por eso no nos extraña que se rindiera culto y se levantaran capillas o retablos de la santa.
Ante el escribano Alonso Ramírez de Molina (Legajo 4728 , folio 399) en 11 de de octubre de 1574 los hermanos Raxis-Sardo (Pedro, Melchor, Nicolás, que figuraban con apellido de Sardo y Miguel Rages Sardo sin Pablo de Rojas), se comprometieron a realiarlo. Era el patrón de la capilla de enterramiento había fundado Pedro Sánchez de Jaén el Viejo, que había y ya se econtraba difunto, porque se comprometieron a todas cláusulas sus hijos y herederos.Los artistas, Melchor como pintor, Nicolás entallador, Pedro, pintor y Miguel pintor y escultor, realizaron las trazas del retablo.
Estas eran las condiciones:
-" debía ser de madera de pino limpios y de dos varas y media de anncho y tres varas y media de alto para que queden en proporción y se a de hacer en el dicho retablo la imagen de Nuestra Señora Santa Ana con su nieto en brazos de bulto en medio del retablo conforme a las traaças y muestras".
-"Que los pilares, cornisa y arquitrave an de ser de oro fino, y los cachetes del coronamiento ansimismo y en el timpano del mismo los pilares an de ser de azul fino gravado con un romano y gravado de oro y Santa Ana su manto de oro con sus cebefas de azul y la saya del en ovadas de púrppura de oro, y la imagen de Nuestra Señora con sus cenefas y saya de purpura de oro fino
-Que el retablo por la forma y orden se a de hacer y dar fecho y puesto en la capilla de enterramiento conforme a la traça y modelo que queda en poder de los susosdcihos hereder para el día de Nuestra Señora Santa Ana del año 1575. Como es lógico debían comprometterse los artistas a hacerlo a toda perfeccion y a contento de los patronos y herederos de la capilla de enterramiento, pudiendo ejecutarlo si no estaban de acuerdo y con la facultad de poner oficiales que dieran el visto bueno.
-El importe del retablo eran sesenta ducados, que se repartían de la siguiente manera: veinte al contado, otros veinte conforme se realizaba la obra, y los últimos veinte asentado el retablo y puesto en la capilla.
-Las trazas y muestras se quedaron en poder del escribano, firmados por los cuatro hermanos para comprobar que debía realizarse con estas condiciones y lo debía entregar cuando se quedara terminado y poder comprobar el grado de ejecución.
-Los dichos hermanos debían asentar y colocar el retablo y Diego Felipe, y debían estar todos presentes con sus obradores.
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