No hubo trato, en el primer intento. De la Plaza salía una calle en forma de adarve en
dirección a la muralla del Trabuquete, colocado encima de un muro que daba a
las Carnicerías y todo este recinto se extendía hasta la torre del Homenaje,
junto las caballerizas del corregidor hasta que se mantuvieron en esta torre.
Existía una calle interior por algunos lugares que daban por una parte a un
adarve lindero al muro y, por otra, a los corrales de la calle Cuatro Esquinass,
que daba nombre a todo este barrio y a las casas de las familias nobles. Por
ella, se asomaban los niños y con su pícara travesura jugaban a la guerra con
los tenderos y los transeúntes de las Entrepuertas y el Albaicín haciendo de
ballesteros u honderos de piedras, otros la utilizaban para echar las
inmundicias a las casas adosadas bajo la muralla. Esto ocasionaba las quejas de
los vecinos y el derrumbe de la muralla, que hubo que cerrarla en el 1587 con
dos tabiques que iban desde las esquinas de las casas de Ana de Mendoza por un
lado y, por otro con las de Gaspar de Aranda. Y no sirvió ni siquiera esta medida,
sino que, un año después, se caían peñas enteras, provocadas por las continuas
cuevas que horadaban la roca, en los corrales de los vecinos dando lugar al abandono
de muchas viviendas, de modo que tuvieron que intervenir los alarifea Juan Díaz
y Alonso de Tudela en 1594.
. Probablemente, la fortaleza
estaba protegida por este pequeño artefacto bélico que encañonaba la principal
entrada de la ciudad a través de la Cuesta del Cambrón, que era por donde
solían acudir en correrías las huestes moras del Reino de Granada. De ahí le
debió venir su nombre.
Todas
las edificaciones que cubrían este recinto actualmente sólo se encuentran en
los cimientos y tan sólo se puede percibir parte de las bodegas, algunos
hornos, suelos de casas, aljibes y conducciones de agua hacia la muralla que
acababan en rejas. Tenemos algunos comentarios de los regidores del siglo XVI,
que describían casas adosadas dentro de la muralla del Trabuquete. Como la de
Hurtado de Mendoza, eran un peligro para la ciudad, pues sobresalían por encima
del adarve de la muralla, colocando un mirador, que amenazaban las casas de
abajo, las que hubo que sostener con pilastras y columnas en su interior y con
el picado de la roca para evitar peligros de desprendimiento. Estas casas, en
su planta baja se componían de un portal, un cuarto, una bodeguilla y una
cueva.
Hoy día, el trabuquete,
que describen como una pequeña torre, se ha simulado con una saetera, desde
donde puede contemplar nuestra ciudad moderna, e imaginar miles de algaradas
entre los vecinos de Alcalá y las razias granadinas. La torrecilla era de
propios y solía ser alquilada, Se puede contemplar desde aquí, cómo serían
avisados por las torres vigías los inquietos caballeros alcalaínos.
Lugar proclive al desprendimiento de
rocas, amenazaba a las Carnicerías, al Albaicín y parte baja del castillo de
Aben Zayde. Las reformas más importantes tuvieron lugar en 1598, con la
intervención de Ginés Martínez de Aranda. Pues en las Entrepuertas, existían
unas casas debajo de esta muralla del Trabuquete y los vecinos hicieron por la parte baja que daba
al Albaicín cuevas en los cimientos de la roca y provocaron la ruptura de las
peñas y resintieron la muralla, de manera que se tuvo que realizar una obra de
emergencia cerrando las cuevas y macizándolas y colocando pilastrones de apoyo.
Por la parte alta, se cerró el mirador de la casa de Hurtado de Mendoza que
estaba cercana al Trabuquete y se limpió de piedra y tierra todo el adarve,
levantándolo de nuevo y con un empedrado que impidiera el recalar la roca y la
filtración de aguas. En los años ochenta del siglo XX se llevaron a cabo
obras en este adarve con el encintado de su camino y pequeño parapeto de
protección, que se amplió a una baranda de protección interior para esta
muralla de cremallera adaptada al terreno.Siguieron adarve adelante hasta el Trabuquete, una abertura simulada en el muro delante de la puerta de la Imagen. Llegaron a la parte alta de la Torre de la Imagen, una terraza al descubierto que mostraba a sus pies la nueva Alcalá de los Reyes Católicos. Esta
torre se denominó de la Justicia y de la Audiencia, por haberse instalado la
Justicia en los años finales del siglo XIV En su parte alta de esta torre Vieja de
la Imagen, de Santa María y de la Justicia se encontraba la cárcel vieja y, en
su entorno, en 1529, un rincón trasero a la torre se convirtió en el primer
aposento oficial del Corregidor y en sus portales la Audiencia Pública. Y hay noticias de que en 25 de enero se
aposentó la Audiencia de Granada y, en sus inmediaciones, la vivienda y cárcel
del corregidor. Siempre se vio amenazada por la caída de los
cimientos y en 1586, se acordó sobre la ruina de la Torre de la Imagen, hacer
reparaciones “hechas sobre peñas que están
fundadas la Torre de la Imagen y otra torrecilla y adarve de la Puerta del Arrabal”.
En el siglo XVIII, ya se encontraba desmochada, como actualmente se halla, y, tras la retirada de los
franceses, se colocó un cañón que dejaron abandonado. Fue reformada en los años ochenta del siglo XX quedando como
un mirador de la ciudad llana de Alcalá la Real.
. Desde aquí
divisan todo este barrio y al guía le viene a la mente las palabras de Anglería “Alcala
regae super nubila erectum et in conspectu Garnatae”. Se fijan en la iglesia de Santo Domingo Domingo de Silos, un santo que se remonta los milagros
de cautivos.
-Otra iglesia-increpa el jeque.
-Por cierto, una mezquita anterior-le responde el guía..
-¡Cómo otro testigo árabe!
-Sí, fue
una antigua mezquita, como se transmitió a través de los textos y litografías
documentales, donde se ubicó esta iglesia en honor a Santo Domingo de Silos por
coincidir la fecha del santo con la de la conquista del arrabal el 20 de
diciembre de 1340. Se accedió a ella, desde la ciudad fortificada a través de
la calle Postigo y la descendida de la salida del Cañuto; desde las afueras a
través de las calles que partían de las puertas de Martín Ruiz, Arrabal y
Granada. Estaba colocada en la ladera suroriental del cerro de la Mota formando
una plazoleta que rodeaba una baranda convertido en un excelente mirador, donde
se alojaba un pozo.
Actualmente
ha sufrido una fuerte degradación esta iglesia gótica mudéjar, a pesar de las
muchas intervenciones de la administración central y autonómica en los últimos cuarenta
años. Fue adquirida recientemente por el ayuntamiento alcalaíno en 2006 al
Obispado de Jaén.
-¡Qué planta más curiosa!
-Presenta
un conjunto de estructura compleja y edificado en varias fases. De estructura
basilical, con tres naves en la planta rectangular, la cabecera plana en las
naves laterales y cuadrada, algo desviada, en la nave central a manera de
ábside que constituye la capilla mayor cubierta con una bóveda nervada y
dividida en dos tramos, que se repite en la antigua del baptisterio. En el
resto de las naves, se colocaba una armadura de madera sobre pilares
cuadrangulares para sujetar los arcos ojivales formeros con diferencia entre la
nave central y las laterales. Es de piedra
de cantería bien labrada y cortada con sillares sin ladrillo y tan solo
revestida por algunos lugares con adornos mudéjares.
Además de la iglesia tiene adosadas la
sacristía , antesacristía, las dos de planta
rectangular y una torre, las tres de estilo renacentista y construidas por el
abad Maximiliano de Austira a finales del siglo XVI. De entre las cuatro fachadas, la meridional es la más importante y está dividida
en tres tramos y se abre con la portada de arco apuntado de centros interiores, algo
abocinado, muy sencillo y flanqueado por una archivolta. -Está muy deteriorada.-Prácticamente, desde 1936 ha venido decayendo hasta su
abandono total de modo que solo se mantienen los elementos de soporte, los
muros y algunos pilares y arcos, pero, al menos, puede describirse su interior. - Y era muy importante y muy costeada- interrumpe el asesor-.En el ala de la epístola, existían las capillas del Resucitado, con retablos de
la Anunciación y Santa Catalina, la de Santa Ana, y entre esta y la de la
Asunción coronada por los Ángeles con santa Catalina y san Roque, la lápida dedicada
al vicario gobernador Gil Fernández por el abad Diego de Ávila con motivo de su
muerte en 1570 Een el frontal con adornos mudéjaesr la capilla de Nuestra
Señora de la Antigua y el retablo de Ecce-Homo y un Cristo En el ala del
Evangelio, la capilla del Bautismo, la del
retablo de la Circuncisión y las tablas que se conservan en el retablo
recompuesto de la capilla del Sagrario de
la iglesia de las Angustias, y la capilla de Santa Lucía,. En la nave central
estaba el retablo de Santa Catalina y destacaba, sobre todo el retablo de la
capilla mayor, donado por el cardenal Mendoza y ejecutado en parte por Juan
Ramírez, cuya tabla central se encuentra en la iglesia parroquial de Nuestra
Señora de las Angustias y el resto se vendieron o destruyeron conservándose
algunas en casas particulares o de anticuarios. Se las enseñama en la descendida. - Como
sede parroquia, a cuyo cargo estaba un párroco ayudado de varios sacerdotes y
capellanes, disfrutaba de beneficios abaciales. Entre sus capellanías y
cofradías destacaban la del patrón y la de Nuestra Señora de la Antigua. ¿No hay nada árabe?
-Déjame que le cuente. Es lo único que queda de tiempos musulmanes.
-Hagamos una idea que el
cura párroco había salido de la sacristía por el lateral de la epístola y se
encaminaba al presbítero. Era un día frío de diciembre de 1560. Se llamaba don Juan Calvo, y era muy devoto de la
advocación de la Coronada, a la que levantó ermita en un paraje suyo de la
Fuente Rey. Los monaguillos le abrieron paso, por el centro de una de las naves
de la iglesia del Arrabal Viejo, mientras
subía las escalinatas del altar
mayor. Se persignó delante del retablo de Santo Domingo, rezó el introito;
luego cantó el Kirie y el Gloria in
excelsis Deo, y, a continuación, leyó la epístola en latín. Se detuvo en el evangelio proclamando la palabra de
Dios. Parsimoniosamente, subió al
púlpito..Volvió el rostro ante
los feligreses y comenzó el sermón. Y les enterega un pequeño libreto con el texto para que lo lean de noche.
Con la venia del señor
corregidor, regidores y jurados de la ciudad, nos disponemos a celebrar en el
día de hoy la festividad de Santo Domingo de Silos convocados por la cofradía
de caballeros de Santo Domingo de Silos. Han pasado ya más de cuatrocientos
años que murió el santo varón al que tenemos dedicada la iglesia. Me preguntó
las razones de esta advocación. Y, os
puedo comunicar una gran noticia. Me vino ayer un monje de Silos que me
trastocó los planes de mi homilía. Pues iba a contaros lo mismo que todos los años. La erección de
la iglesia en la antigua mezquita por
haberse conquistado el arrabal, nuestra antigua parroquia, en el día que se conmemora la festividad de
Santo Domingo. Mas me refirió unos hechos prodigiosos. Escuchadme.
Dicen que hubo en el monasterio
de Silos un monje que se llamaba fray Pero Martín. Pedro, para que nos
entendamos. Fue el compilador o redactor de un volumen de milagros del santo.
Publicó su obra en 1287. Unas veces hizo de recopilador y otras de cronista,
porque el propio Pedro recogía la versión que le daban las personas que se
habían liberado de los moros y contaban sus experiencias. Recogió, en
concreto, los milagros que realizó el santo, ya muerto,
desde 1232 y 1292. Anteriormente, un tal Grimaldo y Gonzalo de Berceo
escribieron la vida y milagros de Santo Domingo de Silos, unos en latín, y
otros en español antiguo, de ellos fray Pedro recogió algunos milagros. Me fue
contando, uno por uno, hasta el 91. Santo Domingo liberó a Pelayo de Granada, se apareció al
rey Alfonso en el palacio de la
enfermería....tantos...y.. tantos.
Falto de papel, fui haciendo unas
anotaciones en unos folios de un libro
roto de censos, ya que estos se habían
agotado por no existir los bienes que lo
concedieron para bien de la iglesia. Pero, sólo me quedé con lo que me
interesó: la descripción de las tierras del reino de Jaén y el norte del reino de Granada antes de la
toma de nuestra Alcalá por Alfonso XI en 1341, la estructura de los milagros,
y, si se citaba alguno referido al Santo y relacionado con Alcalá de Abençaide,
lo apunté con mucho interés....
LAS TIERRAS DE LA FRONTERA CON EL REINO DE GRANADA
Así me describía las tierras.
Por el relato del Sancho García,
hijo de García de Aceves de Jaén, y
otros muchos similares, entre Jaén y Granada muchos vecinos de ambos reinos
salían a una tierra, de nadie en teoría, a hacer alguna que otra razzia
ordenada por el comendador de Martos o de Alcaudete. De ambos hay referencias,
pero el del Alcaudete aparece citado en siete ocasiones Destaca el milagro de Esteban de Montoro que salió de
Granada y relató su vivencia de este modo. “Viernes, en la noche ocho días de
Noviembre, apareció muy grande claridad en la cárcel e salieron todos doce
fuera de la cárcel que la hallaron muy llana e las puertas abiertas e salieron
a la calle e vinieron a la Puerta Elvira. Hallárosla abierta. Estaban debajo de
ella varias guardias de moros que velaban la viña e muchos canes que rondaban.
E pasaron por entre ellos e ninguno les dijo nada. E esa noche anduvieron once
lenguas e arribaron a Alcaudete, castillo de los frailes de Calatrava e Roy Sánchez,
el comendador de allí, mándales sacar los hierros( grillos, para que nos
entendamos)”.
En estas aventuras, los caballeros cristianos, unas veces, marchaban en
cabalgada y se encontraban con otra de los moros. Otras veces, acontecía lo
contrario. Porfiaban entre ellos, y al final unos y otros solían cautivar a los
contrarios. Los milagros recogen siempre cautivos cristianos por el rey de
Granada, alcaide de Guadix, Ronda...Desde allí los llevaban a estas ciudades
para apresarlos, los vendían o los empleaban, por la mañana, en labores de
campo o artesanía, y, por la noche los encarcelaban.
ESTRUCTURA DE LOS MILAGROS
Permitidme que os haga un esquema de la mayoría de los milagros. Su
estructura era muy simple. (El cura
párroco casi iba leyendo las anotaciones del folio). Su sintaxis esencial, y su
vocabulario básico, de la época.
Primero, la cautividad se producía u
ocasionaba en tierras de frontera por un enfrentamiento con los musulmanes o
con motivo de una ruta comercial.
Segundo, los cautivos eran
conducidos por los moros a ciudades y alquerías del reino de Granada. Allí, con
guardias solían malvivir, esperanzados en salir de aquellos parajes gracias a la intervención de algún
redentorista o avalista. De noche la cárcel- una mazmorra honda o pozo- era su
alcoba de dormir, donde yacían
encadenados de pies y manos. Pasaban mucha hambre y trabajaban a destajo
de día y
vigilados por el señor o sus criados. La dieta era poco pan ya alguna
verdura. Las cárceles solían estar en
lugares profundos o torres, y, se pasaban años y años, trabajando en el campo,
en molinos moviendo la piedra de rodezno, haciendo calderas de tinte para las
ropas, cavando viñas.
Tercero, en una determinada
noche, rezaban a Dios, Santa María o a Santo Domingo de Silos, patrón de
los cautivos. Estas eran las fórmulas de
oración.
-Señor Santo Domingo, sácame de
esta pena donde yago.
- Señora Santa María, te lo
pido, sácame de esta cadena
En la penumbra y la sombra,
tenía un sueño, siempre al amanecer, y, antes de que cantara el gallo, se
producía una gran claridad. La voz del santo
le invitaba a salir de la cárcel al cautivo, realizando el milagro.
-Vete fuera y échate andar.
-Señor, ¿quién sois que esto me
decís?
-Soy Santo Domingo.
-No podré salir que la cárcel
está muy honda y tengo gran cadena.
-No tienes la cadena , la cárcel
está muy llana. Sal toma la cadena y ven tras mí..
Cuarto, es el momento en el que
el liberado se deslumbra ante el exterior y emprende la marcha hacia tierras cristianas. Lo suele guiar una
luz divina o una paloma que le va indicando la ruta. Entonces, la ciudad se le
muestra con todas las puertas abiertas,
sin nadie que le acose ni le pare. Va
como en medio de una nube. Desde la salida del lugar del encarcelamiento hasta
la llegada al monasterio de Silos, no le suele ocurrir desgracia alguna porque iban bajo la advocación del santo.
Quinto, el liberado llega al
convento y entrega los grilletes o la
lanza con la que cautivó a un moro al
Santo.
ALCALÁ Y LOS MILAGROS DE SANTO DOMINGO
Pues, carísimos hermanos, en
este relato de pero Martín hay también
varias referencias sobre las tierras de Alcalá. Una Alcalá que pertenecía al
reino moro, flanqueada de territorios de la Orden de Calatrava, con unas tierras
plagadas de viñedos, habitada en su fortaleza, donde había personas que se
ocupaban de abastecerse para librarse de los fríos. Un lugar que era fundamental en la ruta entre el
reino de Jaén y Granada, porque pasaba un camino fundamental para las correrías
de los reyes granadinos cuando se adentraban en tierras castellanas.
Los cautivos lo hacían por
varios recorridos. Primero, cuando los
cautivos eran liberados y pasaban por el
término,- en aquellos tiempos del reino granadino-, en dirección al reino de Castilla para adentrarse en el monasterio de Silos,
tardaban, todo el día y la noche, en
atravesar el reino de Granada hasta llegar a nuestra tierra y aparecían cerca
de Jaén, por la dirección de las actuales Sierras de Jaén o por Alcalá,
Alcaudete y Martos. Así lo expresan. “Anduvo toda la noche e la claridad
delante de él. Cuando amaneció estaban a tres leguas de Jaén. Y fue a la posada
donde solía posar”. Otros lograban “arribar a Otíñar castiello”, también muy
cerca de Jaén. Los habían, incluso, que
alcanzaban en su caminata hasta Pegalajar. Cazalla o, como Catalina de
Linares, cautiva de Muhamat, Aben
Mencal, hermano del rey de Granada que, junto con otras compañeras liberadas,
“quando amaneció, arribaron a Cabra,
castiello” .
El otro itinerario, se adentraba
por los montes alcalaínos. Por un relato del cautivo Juan de Martos, que,
acompañado de 37 peones, cayó en manos de Abu Yucef, sabemos que se encontraron
en lucha en una paraje llamado monte de Abençala, y que en el regreso y lo
condujeron a las tierras del rey moro, que estaba a siete leguas de
Torredonjimeno, aldea de Torredonjimeno, donde llegó el cautivo liberado.
En el
año 1225, Domingo Mínguez y otros ocho cautivos nos lo describían al salir del
cautiverio”siendo el mediodía, tomaron al
Mahomat, el moro que los guardaba. Y los echaron a un pozo y se dieron a
ir por las viñas. Hallaron muchos moros en el camino y ninguno les dijo nada.
Arribaron a Jaén” . Otro cautivo Fernando Pérez de Baeza, que se decía yerno de
María, pescadera baezana, tras unos
pleitos con sus señores moros por cuestiones de telas, sedas y cuchillos de
Pamplona, fue llevado a Granada, donde fue salvado por Sant Domingo en la
noche de un martes de primero de
agosto1323 y nos especifica un punto importante del itinerario, el límite de la
frontera y un momento histórico en el que Alcalá era musulmana y su villa del Castillo
cristiana con estas palabras “ en la noche arribó a Locubil Castiello (
Castillo de Locubín) de los frailes de
Calatrava sin embargo alguno”.
Con una detallada descripción, nos
adentramos a tierras desde Granada a Jaén, en la versión siguiente de los
liberados Pedro de Tobarra, Juan Fernández de Hellín y Gilot.Salieron de su
cautiverio un domingo de abril de 1323 años:”por la puerta Elbira y ninguno le
dijo nada. Vinieron a un hablar y se escondieron (probablemente por Pinos),
tomaron grandes piedras, dieron a los hierros y quebráronse luego como si
fuesen de cera. Sacáronles de las piernas e començaron a andar yendo de lante
de ellos una gran claridad. Llegaron a un río muy grande ( Velillos) e no
osaban a pasar, estaban en gran cuita. Dijoles una voz. “¿Porqué dudáis pasar?
no tengáis miedo”. Metiéronse en el río. Pasaron en guisa que no le daba el
agua más hasta el tobillo. Después,
llegaron a otros dos ríos más grandes (
el de las Juntas, formado por Palancares y Velillos en el término de
Alcalá, y el de San Juan o Víboras).
Pasáronlo muy bien. Así como el primer día todavía la claridad iba con ellos.
Anduvieron así hasta el otro domingo. Y el lunes llegaron al Castillo que dicen
de Otiñar, que es a dos leguas de Jaén. Guiólos un hombre a Jaén”. Pero, no
siempre los cautivos se dirigían hacia Jaén, porque otras veces lo hacían a Priego como un tal Domingo Pérez de Jódar
que apareció dentro de un arca en
aquella villa que ‘era de los freyres de Calatrava”.
Os aseguro que hay varios
relatos que tienen precisas referencias
sobre Alcalá de Aben Zayde. Los
hay sin importancia en el relato, pero con signifcativos datos económicos. Pues,
mientras Alcaudete jugaba un papel importante en el comercio dentro de las
tierras cristianas de la frontera, Alcalá desempeñaba parecida función comercial en las granadinas. De ahí que no se
puede entender el milagro de Larios de Burgos que en una cabalgada contra el
reyezuelo de Rute cayó cautivo y fue vendido en almoneda en Alcalá de Aben
Zayde a un tal Bucar por 17 doblas y penó su castigo en Almuñecar.
Hay otro
importante por los datos
geográficos, que relata la liberación de un grupo de vecinos de Arcos que se habían liberado
del alcaide de Ronda, y, desde allí emprendieron la huida a través de los
montes hasta llegar a nuestras tierras. La distancia era de doce leguas , y, en
palabras del texto “Salieron e hallaron toda la Cárcel abierta e llana. La
puerta de la Casa abierta. E fueron a la puerta que dicen Biba Regen e hallaron
una carrera e anduvieron por ella hasta
la mañana. Todo el camino no los embargaban ( quiero deciros obstaculizaban o
paraban) a pesar de que traían los hierros ( maguer, en sus palabras,” hierros”
o sea los grillos) Quando fue el día arribaron a Alcalá, castillo de Jaén que
avía xii leguas e echaronse a dormir cerca de una carrera. Venía Martín
Domínguez, almocadén de Écija ( capitán) de Écija que traía presa de los moros
e bestias e despertó los e conosció a Johan e quebrantóles los hierros”.
Pero me voy a detener en el milagro de Gil Pérez de Soria. Transcribo el
texto.
MILAGRO
DE GIL ´PEREZ, MORADOR DE BAENA, Y MARTÍN
En la era sobredicha, vino aquí ( se refería al
monasterio de Silos) Gil Pérez de Soria, morador en Baena en la colación de San
Pedro. Y dijo que, yendo de Castro a Baena, a donde llevaban pan él y otro mozo
Miguel. Llevaban una acémila e tres asnos cargados. Yendo en derecho del aloçar[1],
hallaronse con un almocadén(un capitán de tropa de pie),que decían Muça
Barrach, que traía cincuenta peones. Cautivó a Gil Pérez e a Miguel. Los
sobredichos llevólos a Rute, después a Pesquera e después a Granada. Llegaron
allí el lunes. Metiéronlo en una cárcel muy honda. Yacieron allí dos días. El miércoles, sacáronlos
en almoneda. Vendieron a Gil Pérez por
dos doblas y media. Comprólo un moro que había de nombre Aben Bajar e otro
Mahomat e otro que era corredor de hierros, que decían Bovat.
Metiéronlos en la cárcel. De día
cavaban él y otros en un parral. De
noche, métenlos en la cárcel las gargantas en el cepo de madera e las manos en
otro cepo Yacieron cinco semanas. E de noche les daban de comer pan de panizo
tan poco que no les faltaban. Ellos, cada día, toda la vida rogaban a Dios e a Santa María
e a Santo Domingo que por la
merced los sacasen de cautivo. En la era de mil.323 años, lunes ante de Ramos,
siendo el mediodía, cavaban Gil Pérez e otro Martín en un parral, ellos
cavando vino un viento recio.
Parecióle que dijera una voz de
hombre:
- Gil Pérez, véte por el camino
por tierra de cristianos. Porque Dios te ha hecho merced e Santo Domingo e
después de cuatro días, estarás en tierra de cristianos
Dijo en esto a Martín.
-Traenos, (trenos, atiende
) que Santo Domingo os conoció, porque nos
dijo que nos fuésemos.
Dijo Martín.
-¿Cómo nos iremos, ya que aquí
hay muchos moros que nos verán ir, además de este modo que nos guarda ? Si nos
movemos, nos han de prender y, después, nos han de dar azotes.
Dijo Gil Pérez si quieres que
nos vayamos, si no, yo me quiero ir.
Dejaron las azadas y comenzaron
a andar. A pesar de que[2]los
moros eran muchos y Mahoma que los guardaba, no le dijeron nada. Fuéronse y
anduvieron toda noche. Amanescióle en la Vega de Granada. Llegaron a la Cabeza
de Elvira. Durmieron un poco. Levantáronse. Hallaron un camino[3] e arribaron a Aliiora (Illora), quando salía
el sol.
Vino un moro arar, traía delante
de sí una yunta de bueyes e a caballo con una yegua e traía un rocín acogido. Espantáronse
las bestias de los cautivos e el moro no los vio. Ni les dijo nada.
Ellos, viniendo por un camino que venía de
Granada a Alcalá de Abençaide, encontraron al rey de Granada que venía de
Alcaudete a talar viñas con gran compañía.
Estos cautivos no se pudieron
esconder. Pues no había lugar porque no había montes ni
valles. Pasaron entre la hueste. Paráronse muchos ginetes mirándolos e no les
dijeron nada. Se fue el rey con su compañía. Estos cautivos estaban cansados y
posaron cerca de las viñas de Alcalá. Vino un moro que hazía leña y tenía poca legada Dijolos el moro en algarabía[4].
-¿Qué hacéis aquí?
-Estamos cansados porque venimos
con la veste[5]
e queremos irnos.
El moro tomó un bordón que tenía
Gil Pérez, atólo en su leña y llevolo y siguió su camino.
Los cautivos comenzaron a andar.
Llegaron a Alcaudete, e sacáronles allí
los hierros Pedro Martínez, un caballero, con sus hombres. Llegó Gil Pérez a
Santo Domingo a cinco días de mayo con sus hierros.
Me he alargado, caballeros, pero no
podía ser para menos que conociéramos Alcalá, ciudad mora, sus gentes y sus
tierras en poder de los musulmanes, pues con este fondo histórico el pasaje de
la conquista de Alfonso XI se engrandece.
De nuevo, se sube a la
escalinata del altar mayor, alza las dos manes y canta solemnemente. Credo Deum
Patrem Omnipotentem..... Mientras , se le iba
la mente en los cautivos que no
había narrado y habían pasado por Alcalá.
-Lo leeremos. Debe ser muy interesante. Nuestro pasado musulmán.
Se miraron los guías y asesores del alcalde y no pudieron sino insinuar que le vendría la decepción. Pues en la iglesia no quedaron sino unos pocos lienzos de yeserías con lacerías y flores de origen mudejar. Cuentan una escalera que aludían a su antigüedad musulmana, y la planta irregular.El jeque no percibe la reacción. Y comenta.
-¿Entraría esta mezquita en el trato?
-Otra vez nada menos que el patrón quiere llevárselo. Faltaría más.
[1] Al Lozar , lugar lleno de
lodo.
[2] En el texto de Pero Martín “maguer”, término
antiguo en lugar de aunque.
[3] Una carrera
[4] En lengua árabe
[5] Con el vestido
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