Dejan la Plaza Alta, y descienden por unas escaleras muy llanas, a la Baja. Los guías señalan un rincón donde estaban las cuatro tiendas de la ciudad junto a la puerta de la plaza. Se detienen junto a ella y leen una pequeña cartela con el nombre de Peso de la Harina.
-¿Se pesaba aquí el pan o la Harina?
-Esta puerta s ituada
en el adarve de debajo el antiguo Gabán, esta Puerta también aparece como Puerta de
la Plaza. Rcibió el nombre del Peso de la Harina, por el hecho de que se encontraba
cercana a la casa de los Pesos y Medidas
de la ciudad para controlar las cargas del trigo y harina de los arrieros antes
de ir a los molinos de las Riberas y establecer la correspondiente maquila.
Introduce a los visitantes a la Plaza Baja de la Mota. La actual torrecilla que cobija
a una bóveda de medio cañón que abre el arco de medio punto de entrada se
restauró en los años noventa del siglo XX. Se adentra por un arco apuntado con
un rebaje que señala una estructura anterior referente al Gabán.
Una cartela de mosaico granadino recoge el momento del juramento de los fueros de Alcalá redactando el texto notarial referente al paso del emperador Carlos V y la emperatriz Isabel de Portugal con motivo de su viaje de bodas desde Sevilla a Granada en 1626, A la comitiva no le pasa desapercibido que en el muro adosado a la puerta de la Plaza se cuelga un panel. Este es el momento de realizar el juramento de Carlos V ante las autoridades de la ciudad: “En la muy noble y muy leal ciudad de Alcalá la Real, llave e guarda y defendimiento de los reynos de Castilla, lunes veinte y ocho días del mes de mayo del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de mil e quinientos veynte y seis años este día entrando a esta ciudad la Sacra Cesárea Majestad , el muy alto católico e muy poderoso rey don Carlos Nuestro Señor y estando en el arco de la Puerta de la Mota de esta dicha ciudad, junto a la Plaça Pública de ella a suplicación de esta ciudad , Su Majestad, en presencia de mí Antonio Blázquez, escribano de cabildo y de número de esta dicha ciudad, testigos insoescritos dijo que confirmava e confirmó los privilegios e libertades de esta dicha ciudad y puso la mano encima de un libro misal y de una cruz de plata que para esto fue trayda e dixo que jurava e juró de guardar los dichos privilegios y libertades de esta dicha ciudad si era según que los Reyes Católicos, sus antecesores los guardaron, e muy mejor a su tiempo e justicia e regimiento de esta ciudad que presentes estovieron lo pidieron por testimonio a mi el diho escribano estando presentes por testigos el alcaide Joan de Aranda, alcaide de Montefrío, y el alcaide Joan de Valenzuela, alcaide de esta ciudad y otras personas vecinos de ella y los dichos testigos lo firmaron con sus nombres, Licenciado Ordóñez de .Juan de Valenzuela, Juan de Aranda Escribano Antonio Blázquez..
Bajan por la calle, que se encontraba al abrigo del Cañuto y, pasan por la puerta y la torre del Argamasón. Leen y pone en la cartela Torre del Pendón.
-Muchos nombres tuvo. Veamos. Junto a la actual entrada
de la ciudad fortificada existió la muralla del Postigo, donde destacaba la
TORRE DEL REY o del POSTIGO. Esta debió conformar la torre del Pendón. En ella,
celebraban los cabildos del ayuntamiento alcalaíno hasta el siglo XV. Por los
documentos existentes, se encontraba según recoge Carmen Juan Lovera, en el
documento 64 sobre lo morisco, cerca de
la plaza de la villa, encima de la torre Mocha que, a su vez, es encima del
cañuto, e cerca de una peña que estaba colocada en la dicha plaza, su
terminación como vivienda tuvo lugar a finales del siglo XIV, siendo
regidor encargado Juan de Aranda, alcaide de Montilla y regidor de Alcalá en
1387. Debió
constar de una simple habitación superior, a la que se accedía por unos poyos y
una puerta. El recinto estaba amueblado por tres bancos, donde el central era
ocupado por el corregidor, alcaide y regidor más antiguo, y el resto, por los
otros regidores, jurados y oficiales. En otra
parte, la mesa del escribano.
-Hemos visto el mundo de frontera. Pero,
tras la conquista de la ciudad de Alcalá la Real, según el testimonio del alcaide
Antonio de Gamboa en 1624, el rey Alfonso XI mandó librar un privilegio rodado” que hoy tiene de franqueza y libertad y exención, el más amplio que hay
en toda Andalucía, como luego se pondrá, y dejóle pendón y sello y nombró ocho
regidores y un escribano de Cabildo y un Alcaide del que hiciese oficio de
alcaide y alcaide mayor y capitán de esta fuerza, dejó ochenta plazas de a
caballo y quinientos infantes, y en el
Castillo de Locubín veinte caballos y cien infantes; después de esto,
para más engrandecer esta ciudad, le
hizo merced de la villa del Castillo, para que fuera Señora de ella y proveyese
la alcaldía y alcaidías y todos los demás oficios, como consta del Real
Privilegio que tiene, y otras muchas prerrogativas y privilegio
particular, para que no pagase alcabalas, el qual confirmó el rey don
Pedro y los Reyes sucesores hasta el rey don Felipe III, nuestro Señor, el cual
amplió el privilegio dándole y confirmándole con mayores firmezas habiéndole
servido esta ciudad con setenta mil ducados, que hoy tiene pagados en tres
años, y nueva merced para desempeño de sus propios de lo que sobrare en diez
años de lo que dio por arbitrar y sacar estos setenta mil ducados que fueron anticipados en tres pagas y en diez la merced
para pagarlos y echar arbitrios”. Y, en notas complementarias, señalaba que
los regidores y escribanos eran nombrados por el Rey; las milicias a pie de
esta ciudad las pagaba a través de la tercias y rentas reales de os obispados
de Córdoba y Jaén. En 1382 se le concedió el privilegio de hierbas comunales
para ganados y beneficios para el concejo y alcalde.
.Desde este mirador, no sólo se controlaba la defensa de la ciudad, sino del término, e incluso del reino de Castilla. Les pareció exagerado a la comitiva árabe.
-Me parece que se ha pasado tres pueblos- lo
increpó el jeque-Y, no quiero exagerar. Colaboraban,
incluso, los vecinos alcalaínos con la defensa de España, cuando los
turcos o las armadas extranjeras invadían las ciudades de la costa granadina y
malagueña.
-Quisiera que lo comprendieran-añadió el
asesor. En el gabán desaparecido, existía una torre que llamaban del
Farol, que servía de guía al resto de las torres que le circundaban,
transmitiendo sus señales de luz, por medio del fuego de hachones o espejos, a
su vez un primer círculo de torres controlaba la entrada de los caminos que se
cruzaban a su alrededor. Desde aquí, les puedo señalar las que se presentan a
la vista.Y el guía y los asesores alcalaínos
comienzan a un diálogo que ilustraba a toda la comitiva como si fuera un
diálogo coral en forma de sinfonía verbal.
- Mira, por el oeste, la Dehesilla
controlaba el camino de Montefrío y se comunicaba con las torres que controlaba
el paso de los playeros,
-Fijaos en el sur, la Moraleja controlaba
el camino de los comerciantes de Granada.-Muy cerca la del Cascante avisaba de los
mercaderes que traían la seda de Murcia y el trigo que se compraba en las
tierras de Lorca, Totana y Guadix;-Virad al este, la de la Boca de Charilla, se comunicaba
con las de otros caminos de entrada al reino de Jaén a través de las
de Pedro Sánchez en Frailes; la del Hacho, fundamental para avisar , en tiempos del
Condestable, de la incursión de las tropas castellanas a las disputas por
la alcaldía de Alcalá, la de la Nava controlaba el camino de Castillo de Locubín
y de Martos.
Desde aquí ya no podían girar en una imagen
panorámica total con la vista hasta cerca de la puerta del Aire, Les quería hacer
ver la importancia de las atalayas y sus vías de comunicación.
-Podemos deciros, que estas se
comunicaban con otras intermedias, como la recién destruida de la Peña del Yeso
o Gibralquite, o la de Pineda, que enlazaban
con las de delimitación del
término de la abadía de Alcalá con el reino de Granada.
-Mi compañero se refiere a las de Venta Quemada, Listan, camino
de Moclín, Sabia y Pedro Sánchez, Alcaoiceruela, atalaya Alta y Baja de Mures
que no se conservan o sólo quedan restos de su cimentación.
-Por cierto, todas ellas, diseñadas en tiempos de los reyes
cristianos y en un estilo gótico , que viene marcado por su tambor en
forma de cilindro , con un pie inclinado y orlado por una guirnalda
que protege el techo. En su interior, una habitación para el alcaide o vigía a
la que se sube mediante una escala de
soga y peldaños de madera.. ). –Si nos fijamos detenidamente,
las cimas de la Sierras del Camello, Endrinales y Matute nos conducen a la línea divisoria
entre los reinos antiguos de Granada y Castilla y Granada, donde varias torres
desparecidas marcaban el límite junto con las mojoneras en forma de cruz.
- Me parece muy interesante la vida y la historia de este
periodo. Pero, ¿aconteció siempre de esta manera?- interrumpe el asesor del
jeque.
- Es verdad que el concepto y la vida de la frontera quedaron prácticamente
desaparecidos en la localidad de Alcalá la Real desde que los Reyes Católicos
conquistaron el Reino de Granada. Pero muchas reminiscencias, modos de
vivir, privilegios y consecuencias sociales, económicas y geográficas se
derivaron en los siglos posteriores.-Aunque, con el paso del tiempo, cada vez la ciudad se acomodaba a la vida
administrativa y a los avatares históricos de nuestro país, muchos
elementos anteriores incidieron, se transformaron y se mantuvieron a lo largo
de los siglos posteriores. Incluso, todavía en el siglo XIX, se
conservaron datos de que aquel concepto fronterizo no se había olvidado en la
tierra alcalaína. La propia fisonomía de la geografía de la comarca
alcalaína continuamente presentaba un aspecto ideal para convertirse en
frontera en momentos importantes como fue la última guerra civil del año
1936-1939.-Ssírvanos de muestra este acuerdo del cabildo del nueve de diciembre de
1605, cuando trató del arreglo de las torres y murallas, con el fin que se le
concediera la parte correspondiente de las penas de Cámara, prorrogadas, en
varias ocasiones, por la Corona a finales del siglo XVI y a principios del siglo
XVII.
Leo-dijo el asesor del alcalde alcalaíno-: “ Esta ciudad, por ser
frontera de Costa y Reino de Granada y tan cercana a la Mar y una de las
mayores que hay en los reinos y por lo que Sus Majestades y los Señores Reyes,
sus antecesores, han tenido particular cuidado de mandar que las
fortalezas, torres y murallas de ella sean reedificadas y se reparen siempre,
como conviene, y, para ello, han hecho merced a esta ciudad ,
siempre de las penas que pertenecen a su Real Cámara, mediante la cual su
merced están las dichas fortalezas y murallas más entendidas y
reparadas que otras de otras ciudades, y ahora por las muchas aguas
y tempestades de los años pasados y por haber faltado el continuo reparo, que
se caían en abajo del Rastro Viejo, y, las que confinan con la puerta
Nueva, que también se ha desmantelado, y cada día será mayor la ruina y ni más
ni menos las murallas que están desasidas de la puerta de la Plaza. Por todo lo
cual se pide a Su Majestad prorrogar la merced de la penas de cámara que
se acomete a don Antonio López de Gamboa.
-Este acuerdo, por lo tanto, es un claro testimonio del
nuevo sentido de la pervivencia del concepto de frontera. Frente a un peligro
inmediato de guerra, la ciudad se consideraba, ya en el siglo XVII,
fronteriza de nueva situación, pero dentro del mismo concepto. Se ha pasado del
peligro cercano a una franja más amplia, en la que se comprendía con las
torres de la Costa. Consideraban, pues, importante que la fortaleza era un bastión
necesario de mantener para defensa de ataques. Pues ahora se combinaban nuevos
factores relacionados con el aspecto económico, que dependía de la
defensa de privilegios y exención de imposiciones ganados con los reyes
anteriores. De ahí que encargue la gestión al alcaide y regidor Antonio López
de Gamboa, que podía hacer una mejor defensa ante la Corona.
Siguen caminando por
la muralla del adarve del Postigo. Y llegan a las carnicerías por una calle que
cubía el cañuto , esa bóveda del Gabán desparecido en el terremoto de 1582. Enfrente
de las carnicerías, el adarve y muro se reforzaron por esta época
con un arco, construido en el año 1586 para que sirviera de fortificación, y
está adosado junto a la torres de la Imagen. Un panel ilustra con
una visión virtual de las Carnicerías. No siempre se ecnontraban n este lugar. Desde principios del siglo XVI debajo de
la torrecilla del Trabuquete y eran muy pequeñas y angostas, porque, a partir
de mediados de siglo se le hicieron varias ampliaciones y obras de
empedrado. Desde 1570, que se vieron
afectadas por la caída de rocas de esta muralla y ante el inminente peligro de
su derrumbe y ruina se derribaron las anteriores y reedificaron de nuevo desde
lo alto y lo bajo en consonancia con ser una obra de mucho ornato de la ciudad.
Las actuales carnicerías se erigieron
junto a la Puerta de La Imagen de 1580 que, por el mes de noviembre, salieron
en almoneda y conllevaron unas nuevas trazas por maestros de obras de Jaén bajo
la comisaría de la ciudad del regidor Juan de Narváez y fondos del propio. Comenzaron las obras un año después de cara
al público. Fueron dirigidas por el
arquitecto Ginés Martínez de Aranda. Hubo que horadar la muralla del Trabuquete
por cuatro partes para hacer cuatro estancias en cada una de ellas, a donde se
adentraba por una puerta a un salón amplio que soportaba una techumbre de
madera de pino sobre una danza de arcos
de piedra, cuyos pilares eran de Cantera Blanca, que por ese motivo han
desaparecido (1585). Las baldas de los tazones, el desagüe y canales de las
sangres y agua de higiene todavía se contemplan en el suelo rocoso de estas
Carnicerías. Cercana estaba la casa de las pesas y medidas de los productos
menudos de las carnes en la calle Postigo, donde se albergaron las carnicerías
mientras se llevaron a cabo las obras.
En 1586, las obras finalizaron, se pagó el alquiler de
las anteriores y se cerraron con un adarve de cara a las Carnicerías y en hacer
un arco que fortificara el dicho adarve . Debió ser significativa la suma de
los gastos, porque los comisarios Antón García de los Ríos y Juan de Narváez
justificaron en un cuaderno de gastos la cantidad de ciento sesenta mil quinientos cincuenta y ocho maravedíes. No
obstante, los sitios de la Carnicería se veían continuamente amenazados y un
lustro después se levantaron paredes y varios moldes a consecuencia de un derrumbe
de muralla y bajo la dirección de Ginés Martínez de Aranda
Fue un lugar público muy concurrido a
diario por más de cuatrocientas personas que acudían ante los coraceros,
menuderos y carniceros a comprar la carne en medio de escarpias, esteras y tazas
de carne con sus puerta, tajones o mesas
cuadradas de largas patas y enmaderado de gran grosor , donde se partían las
carnes mortecinas y obligaban a que siempre se protegieron los elementos
sustentantes cono las bases de los arcos para evitar cualquier infortunio y
colocar una repisa en la parte superior de la muralla para cortar el reguero de
las aguas de las casas de los Aranda en la plaza baja. Los cuatro corteceros o carniceros y estaban obligados a
pagar como renta de la ciudad cuatro toros que solían lidiarse en la plaza de
la Motas, además de mantener siempre encendida la lámpara de la imagen de la
Torre de la Justicia. En 1624, se cayó una gran parte dela adarve
del Trabuquete, donde todavía moraban algunos vecinos de la Mota afectando a
las Carnicerías y se hicieron alguna reparación. Pero en 1633, se proponían
nuevas ubicaciones desde la calle Real desde la Trinidad hacia la Mota. Y ya en
el siglo XVIII, se encontraban en la parte llana.Miran
un arco de medio punto, con una reja que
deja ver el bosque del Arrabal Viejo y la calle del Postigo Es la puerta del
Postigo. Este un arco se abrió en este antemural a mediados del sigo XVI, por
donde se bajaba a la calle del Postigo que comunicaba con el barrio de Santo
Domingo. Muy frecuentada desde tiempos del abad Juan de Ävila para las procesiones
de Corpus, Semana Santa y de las Letanías.
Miran
una lápida y se encuentra una lápida en honor al Ibn Said al Magribi. No se paran
ni un segundo y exclaman.-Nuestro
antepasado.
-Evidentemente.
No fue el único.
-No
siempre se ha valorado en su justo precio la presencia musulmana en el término
de la ciudad de los Banu Said hasta que se celebró el centenario de Ibn Said al
Magribi por los años setenta del siglo pasado, tal como se recoge en la lápida
de la entrada de la puerta de la Imagen de la ciudad fortificada. Tan sólo, se
ha sobredimensionado en muchas ocasiones el patrimonio heredado de la ciudad de
la Mota, como si por cualquier rincón se conservaran sus vestigios árabes. Y,
sin embargo, por doquier abundan la presencia de los conquistadores cristianos
y las huellas de las generaciones castellanas que precedieron a la Edad
Contemporánea. Y en verdad que pocos testigos se encuentran, salvo la huella de
la arquitectura en algunas puertas del castillo de Aben Zayde y en el diseño
urbanístico almohade de toda la medina y de sus arrabales reutilizado por los
nuevos moradores. Incluso, no proliferan la presencia de topónimos árabes ni
arabismos debido a la fuerte repoblación castellana.
Pero, no
me diga que , en todos los campos de saber y de la ciencia destacaron los
miembros de la familia de los Banu Said, que ejercieron de mecenas,
gobernadores y literatos. Destacan en el mundo de la poesía el charillero Ibn
Jaqan y los literatos y poetas Abd al Malik, Abu Yafar y Muhammad b Abd al
–Malik; en las ciencias históricas, la gramática y la literatura, geografía e
historia es imprescindible para el estudio del mundo del Al Ándalus el gran Alí
ibn Said Al Andalusí o al Magribi, ya comentado. No faltan ni siquiera las
poetisas como la alcalaína Nazha.
-Parece
como si todos estos personajes y escritores se hubieran dedicado al mundo de
las letras, Y no es cierto, porque los hermanos al Garnati, Muhammad y Abd al
Rahman ejercieron funciones de intendentes y arquitectos, nada menos que en la
ciudad de Sevilla y al segundo se le debe una parte de la torre de la Giralda.- Por
eso, no extraña que un nuevo personaje musulmán, Al Sarafi relacionado con
Alcalá, en este caso, de tiempos del reino nazarita, hay asido dado a la luz
por ser autor de un astrolabio, el jefe, como ilustró y puso al descubierto
recientemente la profesora Azucena Hernández en las Jornadas del Astrolabio de
Al Sarafi de Alcalá la Real. Este personaje alcalaíno no tiene la suerte de
estar relacionado con una genealogía muy profusa en datos como los Banu Said,
pero se constata por estar inscritos su nombre y la ciudad de Alcalá junto con
la fecha de 729 de la Hégira (1328 en era cristiana) de un astrolabio que ocupa
una de las vitrinas dela Museo del Mar de Estocolmo. Este instrumento, bello y
funcional, debió ser útil para los miembros de la ciudad musulmana de Aben
Zayde, porque lo mismo les marcaba las horas de la oración en las mezquitas,
que le servía para proporcionar dimensiones relacionadas con motivos
constructivos, sin olvidar que su fundamento y empleo astronómico era muy
requerido para muchas utilidades. Y en la oscuridad, su alidada permitía
horadar aquel cerro, tal como nos señalaron los miliares granadinos a la hora
de realizar minas, contraminas, pasadizos y adarves cubiertos.- Lo
mismo que el doctor Sáez atribuyo el origen alcalaíno de Arcipreste de Hita´,
casi por los tiempos de la estancia de su padre en estas tierras importantes
personajes musulmanes co
mo al Sarafi vivían en Alcalá. Otro aliciente para la
Ciudad Oculta.-Se ha desviado, lea mi asesor, unas notas de Ibn Said al Magribi.Saca las notas y y dice:- Alī ibn Mūsà ibn Sa'īd al-Magribī. Así en árabe علي بن
موسى بن سعيد المغربي) Nació en Alcalá de
los Banu Said, la Real por los cristianos, en 1213 y murió en Túnez o Alepo en 1275 o 1286. Fue un gran historiador , geógrafo, y compilador de poesía que vivió en
al-Andalus. Sufrió el exilioi andadlusí, por lo que creció en MarraKech,
aunque estudió en Sevilla. Resiidió ,entre otros lugares y ciudades en Túnez, Alejandría, El Cairo, Jerusalén y Alepo, entre otras ciudades. Ibn Sa'īd también visitó Armenia y estuvo en la corte de Hulagu entre 1256 y
1265.Célebres sus dos antologías
biográficas de poetas árabes de al-Andalus. y el Magrfeb Una
Al-Mugrib fī ḥulā al-Magrib.
-Lo extraordinario
sobre las joyas de Occidente- Kitāb rāyāt
al-mubarrizīn wa-gāyāt al-mumayyizīn
-(El libro de
las banderas de los campeones.5 -Tenemos referencias
de ellas, sobre todo, del segundo.Su poesía amorosa en la educación andalusí recoge algo histórico, el amor entre
hombres . Causaron un pequeño escándalo en su edición de la
primera entrega de la traducción de García Gómez en la Revista de Occidente en 1928.Incluso,
este tipo de poesía tuvo una gran influencia en las ideas de la caballería de
la Europa medieval.
-Sí, pero la caballería
europea estaba estrictamente limitada al amor entre
hombres y mujeres.-Y como broche final, en 1250 publicó
el Kitāb al-Jugrāfīyā (Libro de la Geografía) sobre sus viajes por todo el mundo islámico y
las costas del océano Índico.
Todavía no se habían adentrado en el arco, estaban en las escalinatas y
se fijaron en la VirgenPortera que se encontraba en la hornacina de su
interior. Pero, no le llamaba al jeque mucho la intención. Quería que aquella
fortaleza volverla a ser residencia
suya. En medio de aquel gran ojival, un amplio vestíbulo de la fortaleza se le
fue el santo al cielo, comenzó a recitar preparando el terreno.Mientras gimen las palomas,
alárgame el vaso lleno:
venga vino, y de mi seno.
ahuyente todo pesar.
Dicen que por causa tuya
adquiero perversa fama: .
que el mundo loco me llama.
y que se burla de mí; .
que tus amores quebrantan.
la energía de mi vida; .
que está mi hacienda perdida;
que hasta mi honra te di.
Pero yo al punto respondo
que temo más tus desdenes,
que honra, paz, salud y bienes
en un instante perder ...Quedaba
un tramo para llegar a la Zubia. Otro nombre musulmán. Estaba inquieto, pero
daba sensación de serenidad y karma.
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