A lo largo del siglo XVI, se estableció una relación
comercial muy importante entre productores alcalaínos , como los ganaderos de
la lana, y los mercaderes y comerciantes genoveses granadinos, sin olvidar la
influencia cordobesa y burgalesa que la hubo en la primera mitad. No sólo
establecieron relaciones con la lanas, sino también con la seda y el vino y la
corambre. Pero, hasta ahora no sabíamos el control que también tuvieron en la industria
azucarera, centrándose en la costa granadina, por la zona de Motril y Salobreña
elaborando este producto a través de la caña de azúcar que elaboraban en sus
ingenios Recogemos estas palabras de Manuel Domínguez: " La presencia
de mercaderes italianos en el Reino de Granada es bastante antigua, ya que la
seda, el azúcar, el vino, las pasas y el aceite eran productos que atraían a
estos mercaderes, especialmente a los genoveses, que ya estaban implantados
desde principios del siglo XIV en el reino, comerciando con los musulmanes
granadinos y desarrollando una amplísima red comercial.
Tras la conquista del reino granadino
por los castellanos, los comerciantes italianos siguieron manteniendo su
comercio, localizándose un importante número de ellos en la costa granadina por
la seda motrileña, el vino, el azúcar y la actividad portuaria de Motril,
Salobreña y Almuñécar. Ricos, nobles y poderosos, en palabras de Rafael Girón
Pascual, formaron parte de la oligarquía granadina y su riqueza y poder fueron
admirados y envidiados.
Un documento ante Alonso de Castro en dos de noviembre de 1575 /Ahpj
255-256 Legajo 4588) María Vela Bote, esposa del genovés Pedro Lucas del
Gradi, recibe un poder para arrendar dicho ingenio al alcalaíno Alonso de
Puerta y Peña un ingenio de moler azúcar que yo y mi marido tenemos en Pataura,
jurisdicción de Motril. Con el historiador motrileño comprobamos: " Pero es
a partir de la expulsión de los moriscos cuando estos comerciantes italianos
hacen su aparición con una gran fuerza en Motril, atraídos fundamentalmente por
las oportunidades de negocio que les ofrecía el gran desarrollo del cultivo
cañero y de la producción azucarera que se da en estos años finales del siglo
XVI y sobre todo en el siglo XVII. Y es
muy interesante el documento, por varias razones. La molienda de este producto se realizaba en una
rudimentaria máquina llamada trapiche que, por lo general, era operada por
esclavos o por bestias. El trapiche era una máquina compuesta por tres rodillos
surcados que prensaban la caña de azúcar, ya previamente desmenuzada, y
extraían su jugo. De ahí que este historiador asevere: Son
estos mercaderes italianos, la mayoría de origen genovés, los que impulsan el
monocultivo cañero y la construcción y el arrendamiento de los ingenios
azucareros y acapararon rápidamente el control de la estructura económica del
azúcar motrileño. Son ellos los que crean muy pronto en Motril una especie de
capitalismo financiero especulativo, ya que son estos negociantes extranjeros
los que invierten las grandes ganancias obtenidas en el comercio, en el
arrendamiento del cobro de impuestos o en las actividades bancarias en la
construcción o explotación de los ingenios azucareros de Motril que era una
actividad muy lucrativa y de beneficios rápidos en estos siglos y también, lo
hacen invirtiendo en el comercio azucarero que se realizaba por el
fondeadero de Motril que también les aseguraba una alta rentabilidad. Este
jugo era concentrado y cocido hasta obtener la cristalización del azúcar.
-Muy
significativa es la renta de 250 cincuenta ducados por año de arrendamiento. Y
al darle doscientos ducados debía dar el ingenio moliente y corriente a vista
de un maestro que comprobara que tenía pleno funcionamiento.
-Se le
ha de dar por la dicha arrendadora dos ducados para que muela con los adobíos
necesarios.
-Se le han de dar ocho caldera y otras dos calderas de
colar el jarape. Y colocarlo en el tinajo a la derecha de la puerta.
-Se
obligaba a reparar los tinajones de caldo, vigas y el tinajón del caldo que
caía del ingenio (la máquina) y la sustituciones de otros dos tinajones que
estaban quebrados que han de servir para deshacer tierra para blanquear . Y se
hacía a cuenta del alquiler con todos los demás reparos necesarios para la
máquina de hacer azúcar. que pudiera funcionara moliente y corriente y se
pagará por cuenta de Alonso de Puerta de la cantidad a pagar, cuyos gastos se
recogerán en un linro de cuentas.
-Se vía
obligada la arrendadora en dar la herramienta para la cocina y el
banco, y todo lo que fuera menester y se le debía devolver en las mismas
condiciones que se le entregare.
-Se
compromete Alonso de Puerta pagar en los plazos requeridos los 250 ducados
y ateniéndose a los requerimientos judiciales. .
Pocas plantas en la historia de la humanidad han causado tanto
impacto como la Saccharum officinarum, usualmente conocida como caña de azúcar.
Esta planta oriunda del sureste asiático, sur de China y este de India, se
propagó por el mundo gracias al expansionismo musulmán. Fueron los ibéricos,
sin embargo, quienes la llevarían más adelante a las islas Canarias, las islas
de Madeira, Azores y São Tomé. Fueron estos mismos los que posteriormente la
traerían a las tierras americanas a partir de la segunda mitad del siglo XVI.
Conquistadores, mercaderes, religiosos y navegantes, entre otros, fueron los
responsables de atravesar el Atlántico con esta planta cespitosa.
Este
documento aporta un nuevo genovés que desarrollaba la industria azucarera
y un arrendador español, en este caso alcalaína, que se ligaba a este
movimiento que así describe el historiador de MOTRIL. "Por lo tanto, a finales siglo XVI es cuando se da la gran
expansión del cultivo cañero y de la producción azucarera, acabando con el
policultivo de origen musulmán, típico de la vega motrileña, donde había
huertas, pastos, cereales, morales, olivos y cañas. Es a partir de esta época,
cuando prácticamente toda la extensión cultivable de la vega se dedica a la
caña de azúcar y vemos a los comerciantes genoveses, junto a algunos
terratenientes motrileños como Alonso de Contreras o los condes de Bornos, como
los grandes impulsores de este gran desarrollo azucarero de Motril. Familias
genovesas como los Chavarino, Veneroso. Invrea, Nasso, Ferrari, Taliacarne,
Franquís y Monsa las tenemos como cultivadores, arrendadores y propietarios de
ingenios ya en las primeras décadas del siglo XVII, a los que después se
unirían Rolando Levanto, Oliver, Marco Antonio Lomelini, Simón Shiafino, Luis
Amaro, Peri Juan Cibo y Antonio Miota, entre otros. La caña de azúcar expulsó
prácticamente al resto de los cultivos a lo largo de la Edad Moderna. Motril se
convirtió en el centro azucarero más importante de España, pero también en un
territorio carente de casi totalmente de cultivos que pudiesen servir para la
alimentación de los vecinos; el abastecimiento de Motril fue un verdadero
problema a lo largo de estos siglos, casi todo había que traerlo de fuera, el
trigo, la carne. Y A ELLO CONTRIBUYÓ EL TRIGO DE ALCALÁ.
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