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jueves, 14 de junio de 2018

LA TEJUELA EN EL CATASTRO DE LA ENSENADA


La Tejuela en el Catastro de la Ensenada muestra una calle de cincuenta vecinos, ya consolidada en un unatiguo camino real de Alcalá la Real, el del Castillo, una calle que se remonta en su denominación a tiempos de los romanos,. Cuentan que su nombre procedía "tegula",y, a través de la deformación del mozárabe, tijola, ttijuela, tejuela. No es raro que, por aquel contorno, cuando surgió la calle existieran restos de las tejas, que cubrían las casas, de la Vicus Aquaensis, de tiempos romano. Esto  no entra en contradciión de las referencias del embajador Andrea Nvaggiero cuando pasó por Alcalá la Real, y contempló varias ruinas a las afueras de la ciudad, por estos lares de la Tejuela. Se constata que el yacimiento actual de la Domus Herculea  se encuentra por estos mismos sitios, con unas potentes domus, donde se presagian futuros descubrimientos, algunos imposibles de reencontrar debido a la trama urbana de la Tejuela y las que confluyen a ella.  En concreto, este embajador de la República de Venecia ante las Cortes de Carlos V, Andrea Navaggiero, se refirió a una fuente, en 1526, llamándola Teivela. Ya aludía que, en la mismas puertas de la ciudad, se veían restos de una ciudad antigua, la Domus Herculea, donde se encontró el Hercules del Museo, el Hércules del Trabajo del Can Cerbero, de las agujas de madera, de la tintorería, del iconoclasta imaginado...Esta Tejuela recuerda el tiempo de los árabes con las Azacayas, de las canalizaciones de agua, que bajaban del Cauchil y de la Mora Vieja a la Mora Nueva, y a los huertos de las alquerías.Y esta Tejuela siempre atrajó los oficios contaminantes, alejados de la medina, del qalat, del centro de la ciudad...Allí se instalaron las tenerías, las atarazanas, las alfarerías, los zurreadores, los bataneros, los zumaqueros, y  todos los oficios que necesitaban del agua canalizada de los Tajos y estancada en sus últimos tramos para uso industrial, desde los curtidores de pieles hasta los tintoreros. Y, en los tiempos de la revolucíón industrial alcaláina, las almazaras y las fábricas de telares. 
Sin embargo hasta casi al final del siglo XX, comentábamos sobre la Tejuela  
Sin embargo nadie ha estudiado la Tejuela, como un barrio prototipo de desarrollo artesanal. La calle de la Tejuela ha sido desde el siglo XVI arteria de la nueva ciudad y camino de la Corte desde Madrid hacia Granada, paso de los viajeros, peregrinos, enfermos de los baños de Alhama, de los santeros, de las tropas de los regimientos oficiales, y calle de cuarteles y mesones, y,  sobre todo, asentamiento artesanal donde una población eminentemente campesina encontraba los aperos del campos, los mantos y ropa de su cortijo, encargaba los cántaros y toda su platería y vasos, e, incluso podía disponer de algunos encargos administrativos en manos de los oficiales de la Justicia. En esta calle, nació la vida laboriosa alcalaína, alejada de los resortes del poder abacial o administrativo ( municipal y del corregimiento). La mayoría de los oficios tenían cabida en las calles comprendidas e el triángulo de la Tejuela, Antigua y Espinosa, porque las otras calles son como las demás del extrarradio, gran cantidad de jornaleros, un mínimo porcentaje de pujareros, algún que un labrador y ganadero. Pues los hidalgos ocupaban las casonas de la Tejuela, y, en algunos casos la calle Pedro Alba y Antón Alcalá. Nos podíamos remontar a los censos y padrones conocidos, como el de 1587, cuando ya había alfareros, artesanos de telares, tundidores, zurradores, herreros, etc...

Sin censos, en el siglo XVII, podemos comentar que abundaban los telares en la calle Écija, Gala y Antón Alcalá, se había asentado una familia de alfareros, procedentes de Jaén en la misma Tejuela, y la piel y la lana se elaboraba por los tundidores, curtidores y los zurradores de piel, al igual que tenían cabida algunos tintoreros. En concreto, frente a la misma fuente de la Tejuela, existía unas casas donde se curtía las pieles, con el nombre de Tenería en el 1683; estas lindaban con la casa de Diego Hernández Avendaño, el campo, y la vereda que bajaba a las Azacayas, topónimo musulmán referente a las norias y canalizaciones de agua, donde los hortelanos eran los artesanos de la labor agrícola. Era una casa hipotecada en beneficio de la parroquia de Santo Domingo de Silos, para decir misas por la familia de los López de Arjona y del bachiller Jiménez. En el siglo XVIII, el conocido Catastro de la Ensenada ofrecía el siguiente cuadro:







Calle Pedro de Alba
Las parras
Peso
Rosa
Espinosa
Antón Alcalá
Tejuela
Gala
Ëcija
Antigua
Sastre
1
1

1





1
Ganadero

1

1
1





Panadero
1
1


1

1
2


Jornalero
7
21
6
14
18
7
16
8
16
30
Labrador







1


Pujarero
7
6
1
12
1
1
4

3
4
Arriero

1






2

Hortelano
2
3
1
1






Ahechador

1


1





Corredor
de vino
1









Abogado
Y Regidor
1









Personal
de servicios
Criados
Y sirvientes
2









Hidalgo
4
1


1

1
3


Maestro albardonero
1









Herrador






3



Mesonero






1



Hornero





1

1


Corodonero





1




curtidor






2


1
Zurrador






2
1


Bodegonero






1



Mesonero






1



Arropiero






1



Zapatero





1
5
1


Maestro odrero






2



Alfarero





1




Albañil







1


Cantarero





1
2



Barbero





1
1



Oficiales de tejer






1
1


Alcaide de la cárcel Real






1



Alguacil del S O y herrero




1


1 H


Alguacil




1
1




Procurador


1


1




Carpintero


1










Por los apellidos, se entiende que todavía conserven la vivienda muchos miembros que se mantuvieron hasta el siglo XX en dicha barrio. Un tal José de Peñalver y otro del mismo apellido figuraban como maestro herrador y carpintero, ascendiente de una familia que se mantiene en el barrio con su gran inventiva y capacidad emprendedora. .
Los de la familias privilegiadas o hidalgas eran Ana Féliz Peña ( llegó a tener 17 mozas sirvientes, y era soltera), viviendo en la Tejuela) los Alba, los Rincón, González de Lara, doña Leonor de Guelte, Montijano y Linares, don José Serrano de Contreras, Molina Abril y dos Tapia que solían rodearse de varios criados y sirvientes.
Los oficios artesanales, como los curtidores, se realizaban como los gremios romanos más que los gremios medievales, pues hubo casos en los que uno mantenía en su casa siete sirvientes, uno de ellos oficial, y otro cinco mozos para el oficio de curtir pieles.
Los mesones eran frecuentes en la parte de la Tejuela. Muy famoso era el de los Bertín, familia francesa que se mantuvo con Facundo. Otro lo regentaba Manuel del Mármol
En la parte alta, junto a la ermita y en la calle Rosa, se encontraba las ATARAZANAS, unos cobertizos en forma de nave donde los artesanos hacían labores de cordelería de esparto, espuertas, cinchos, esteros .....
Avanzando el siglo XX, los herreros se ubicaron en la Tejuela, junto a la Casa Cuna, la familia de los Frías, los Chinelas, algunos de origen francés como la familia de Manuel Eugenio Aynais, y en el callejón de los Ángeles, la familia Leiva trajo los primeros molinos de aceite. Las cantarería, estaba regentada por la familias López de Ávila, que todavía conservan el nombre y cuyo tejar desapreció recientemente.
Por aquellas calles, corrieron siempre aires de libertad, los movimientos anarquistas y republicanos de Sexenio Isabelino, de la Primera República, resonaron y se fomentaron entre los grupos artesanales, gracias al intercambio con otros comerciantes y viajeros de lugares extraños. Entre los artesanos, los gremios antiguos se constituyeron en Sociedades Obreras, que se asociaban para defenderse de sus bajas rentas, y , por otro lado, para dar los primeros pasos en las reformas sociales. El anarquismo, el socialismo, los republicanos tuvieron su asentamiento en aquellos barrios a finales del siglo XIX. Hubo situaciones, en las que las rogativas del pueblo llano se mezclaron con las protestas de las gentes del barrio, que propugnaban otras ideas, tal como reflejaban los periódicos de la época. .

La puerta Villena, el humilladero situado junto a la Carretera de Jaén, la bella fuente del corregidor Cherinos, construida por Martín de Bolivar, la de la Mora, construida en tiempos de este mismo y con el visto bueno de Machuca, La Cárcel Real, y Las casonas hidalgos dieron un sello especial a un barrio, que desgraciadamente debe cambiar la fisonomía del pésimo urbanismo desarrollista de los años sesenta por una ciudad nueva que actualmente se está abriendo paso con los barrios nuevos del Cauchil, carretera de Priego, y los nuevos arreglos de la entrada como el traslado de la fuente, la desviación de la curva y las nuevas construcciones.
Ahora, los vamos enumerar y encuadrar.
HIDALGOS
Doña Ana Felix de la Peña, (49), tenía 17 mozos sirvientes, , soltera.
Dª Rita Jiménez y Pizarro, con un hijo mayor de 18 años. que no trbajaba, y dos hijas, viuda, y la asistía una hermana. 
VIUDA
Antonia Macías(50) sola. 
Catalina Extremera, (56) con un hijo de 18 años jornalero.
Francisca López (65) viuda.  
Juana Carrillo (69) pobre, con un hijo mayor de 18 años no trabajaba por impedimento y una hija. 
Josefa Hinojosa (72) con un hijo menor, aprendiz de zapatero, y con una hija con una tienda de zapatería,  don dos oficiales, trabaja de oficial  aprendíza. 
Margarita de Morales (87), con un hijo menor. 
María Macias (88)  con un hijo mayor jornalero. 

JORNALEROS
Antonio Felix de Santisteban (51., casado) y tenían una hija.
Bartolomé Ruiz (54), casado, con dos hijos menores.ç
Blas Galabardo (55) casado, y con un hijo menor. 
Francisco de Cárdenas (61), no trabajaba por impedimnto natural y tenía dos hijas. 
Francisco Peñalver(63), casado y con dos hijas. 
Juan González ( 68) , casado y dos hijos menores. 
Juan Rufián , casado y con un hijo menor (73). 
Juan Nicolás de Ávila ( 75) que no trabajaba por impedimento, casado con tres hijos menores. 
Miguel López (82),  casado y dos hijas. 
Miguel de Morals (84), casado, con un hijo menor zurrador. 
Manuel López de Ávila (85), casado y tres hijas. 
Martín López (89). casado y un hijo menor.
JORNALERO PUJARERO,
jUAN ESTEBAN DE fRÍAS (58), DE 60 AÑOS, VIUDO. 
PUJARERO
 Francisco del Mármol, casado (64). 
Juan Palomino, de 60 años, viudo, sin hijos (67).
Bablo Castillo, casado con cinco hijos, menores de 18 años, jornalero y dos mozos sirvientes( 92) 

SECUNDARIOS
Cristóbal Castellano (57), maestro de curtidor, casado, con tres sirvientes, uno oficial del mismo ejercicio.
Francisco Gutiérrez,( 60), panadero, casado y con un hijo menor.
Francisco de Vílches 8619 maestro de curtidor, mancebo, con dos parientas, dos deudos menores y cinco mozos sirvientes. 
Francisco Aguilar, (63) zurrador, viudo, con un hijo menor. y dos hijas .
Juan Gutiérrez Quijano, (71) arropiero, casado don dos hijos menores y una hija. 
Juan Maceto, maestro e calderero (74) casado, con dos hijos menores y cuatro hijas. 
Juan López de Ávila Cantarero, casado, con cuatro hijos menores, y una parienta (76)-
Juan Esteban de Zafra(77). casado.
Juan José Ruiz, casado (78).
Juliían Merino, casado, con un hijo menor y dos hijas(79). 
Manuel López del Ávila (81), cantarero, casado , tenía un hijo menor, una hija, y un sirviente.
Manuel Eugenio Aunas (90). oficial de herrero, casado y dos hijas. 
Manuel Merino, zurrador, con cinco hijos menroes(93).
Pedro Ruiz (94), odrero.  con un hijo menor y una hija. y un oficial de tejer paños. 
Pedro Jimenez (95),  oficial de herrero, casado, con un hijo menor y cuatro hijas. 
SERVICIOS
Antonio Felix Bertín (53), mesonero, casado y con cuatro hijas.
Juan Romero (66) casado, con una parienta, bodegonero.
Juan Manuel de Mármol, mesonero, casado, con un hijo menor y una parienta (70). 
Luís Narvaez ( 80) maesttro de barbero, casado, con un hijo menor, y una hija. 
María de Concepción Rojo (91) tendera de semilla, y vidriado.
Pedro Ortiz Mellado, alcaide de la Cárcel Real, y labrador por mano ajena, con una hija, una parienta y 6 mozos sirvientes.
DONCELLA
María Gabriela de Checa (83) doncella sola. 
María Crespo (86), con una hermana del mismo estado. 

La Tejuela era de nombre milenario, pero cambió su nombre a finales del siglo XIX, por el de Abril, agradeciendo la ciudad a los favores del  diputado de ese nombre, luego, cambió en la República por el nombre de este acontecimiento en 1931. Y, con el franquismo la bautizaron la de José Antonio, que no caló entre el pueblo.
 Volvió su primera denominación y se hizo trimilenaria la Tejuela. 

Acercándonos a mediados del siglo XX, la Tejuela mantenía la Cárcel, sustituida por las Cámaras Agrarias, y, en los inicios de la democracia, estuvo  la sede de Fuerza Nueva, mantuvo las abacerías, bares, fondas como la del Hotel Comercio transformadas en la de Facundo ( alli acudíamos a tejer laas cuitas de  amor de nuestra adolescencia en las redes de su bar con Afrodita), la tabaquera,  las semillas de Vicente, los canteros, las casas hidalgas, la botica de Corrales, los cristaleros, oficinas del motor, la casa de la numerosa prole de don Pascual,  la floristería y la tienda de santos,  la almazara de Benito, la cantarería de Baltasar, la casa de Gonzalo el municipal, y tantos otros...pero para todos ellos Antonio García lo ilustra muy bien  en el programa de la Virgen de 2017  y 2018. 



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