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jueves, 7 de junio de 2018

TABAQUERO, COSARIO Y MI ASCENDIENTE GÁMEZ, UN PUJARERO EN LA ESQUINA DE LA CALLE FUENTE NUEVA.

Juan Leo (25), mesonero, casado, con dos mozas y dos mozos, sirvientes  y un mulero. Disponia para su manutención cuatro cerdos, y de ganado 34 ovejas, dos corderos y para el transporte de dos caballos.  Regentaba dos mesones, uno en el Llanillo, que  arrendaba a las Niñas Huérfanas de la ciudad de Córdoba, que le rentaba 2.200 reales,  Y otro denominado de Los Álamos, propio de la fundación de don Pedro de Moyal, cuyo patrón era don Pedro  Biedma, que le rentaba 1.000 reales. Poseía una tienda de chocolate, comestibles  y especería que le proporcionaba 1.650 reales. Y por otra tienda de vinos que le proporcionaban diferetnes cosecheros 282 reales. 



Juan Galera (27), casado y tenía dos hijos menores. Regentaba  una taberna en donde se vendía vino de diferentes cosecheros que le rentaba  100 reales. 

Juan de Torres Cano de Toledo (26), alcaide de la cárcel eclesiástica de 62 años, casado, ciego, y dos hijas. Ganaba 10 fanegas de trigo que le suponían 180 reales. Además de la cárcel real, existía la cárcel ecelsiástica,que por estos años se encontraba junto al Palacio Abacial y recogía todos los presos que cometían delitos relacionados conla Iglesia. Disponía de recursos otros cincuenta reles de otras utilidades. 

Juan Manuel Gámez (27) maestro de herrador, casado, tenía un hijo de 18 años, tres menores y dos cirvientes.  Poseía y vivía en 
una casa que era de accesoria en el Llanillo, lindera con casas de la fábrica de la Iglesia Mayor y de la calle Fuente Nueva, de diez varas de fretne por quince de fondo. Compuesta de
dos portales, cuarto principal, dos cuartos segundos, caballeriza, cámaras, bodega con vasos, patio y corral. Si se  arrendara suponía de valor 22 reales. Gravada con un censo de 2.200 reales a favor de los beneficiados de la Iglesa Mayor a los que se le pagaban anualmente 220 reales.  Poseía otra casa en la calle Zalameda, compuesta de dos cuartos, dos cocinas, pequeñas, dos bodegas sin vasos, portal y patio, de diez por doce varas . Lindera por la parte alta con casa de Juan Fernández y, por la baja, con la de doña Inés de Miranda. Si se arrendare, valdría 143 reales. Otra casa en la calle Pastores, compuesta de cocina, corral , patio, cuarto primero y segundo, cocina y cámaras, de diez varas por siete, lindera con casas de Francisco de la Cruz  y de Francisco de la Cámara. Si se alquilara tendria un valor de 88 reales. Y está gravada con un censo de 1.500 reales, y se pagaba al convento dominico de la Encarnación,  a razón de 140 reales anuales. 
Poseía una casa de retama en Mures, compuesta de dos cuartos y dos cámaras. a una


legua  y se le regulaba 66 reales de aprovechamieto. Tenía arrendadas dos fanegas y seiscelemines en el Prado de San Sebastián, propias del convento dominico de la Encarnación. De segunda calidad y una renta de 35 reales. Otras dos fanegas y seis celemines de segundca calidad, propias del capellan de Alcaudete Felixde la Plaza,  en el  sitio de la Paleta, con 50 reales. De ganado 12 cerdos de cría, 23 lechones y 19 lechonas, 9 ovejas, 9 borreegos, 1 jumento , 1 mula  8 cerdos, 63 cabras, 43 chotos, 3 machos y dos colmenas, todo sumaba 878 reales. Este es el historial de mi ascendiente Gámez
Juan de Ramos ( 29 ), mercader de paños, y lienzos, soltero,  y diponía de una criada, un sirviente de 65 años, y un cajero.  
Felix de la Plaza(29), tendero de paños, seda y lienzos con una renta de 6.600 reales en su tienda del Llanillo. 
Manuel Fernández de Ocotto ( 39), de 64 años, casado, con dos hijos menores, y tres hijas, uno oficial y otro aprendiz de sastre. Por ser administrador del estanco del  tabaco se le rentaban 1.100 reales  y por el arrendamiento del  correo 400 reales. Por el oficio del tabaco,  era de los privilegiados de la ciudad, se relacionaba con el administrador provincial de la retna del tabaco  por ser su arrendador local, y , al ser un monopolio del Estado, estaba exento de pagar los impuestos, tasas y alcabalas municipales, servir en el ejército, y ser juzgado por la justicia local, al mismo tiempo que podía portar armas para su defensa. Como se observa por su nombre es de origen alejado de la ciudad, y formaba parte de la red  estatal  de la administración pública,  Por el del correo,  recibía semejante privilegios y  era encargado de la estafeta alcaláina que repartía entre los vecinos. Esta se encontraba ya inserta en el  mapa de postas, que provenía de Granada y enlazaba con la Corte de Madrid desde Córdoba, un camino real  muy importante en tiempos del ministor Wal en el  año 1760.  Disponía de dos cerdos, tres lechones y dos cerdas. 

Mateo de Barrera , maestro de herrador ( 40), casado, tenía un hijo menor. 
Luís de Alcaraz, maestro de cordonero, casado, tenía tres hijos, menores y dos hijas. ( 31)
Manuel Galabardo, maestro de sastre, casado y tenía una hija (33). 
Manuel Hoyo (34) tendero de qinquillería y de bayetas, por la que ganaba 1.10 reales . Casado, tenía cuatro hijos menores y una sirvienta. Vivía y tenien tienda en e Llanillo con portal, corral, cocina, cuarto primero y segundo, y cámaras de cinco por trece varas, linderas con las casas del clérigo don José  Durán por la parte alta, y , por la baja, esquina de calle Marines, si se alqulara rendiría 1.640 reales, gravada con uncenso de 1.100 reales a favor del clérigo don Fernando Cobaleda a quien se le pagaba 133 reales anuales. Poseía una viñade cutaro aaranzadas de viña en Camuña, linderas con viñas de dpm Fernando Morón (E), barranco y cerro  de propios (E y N) y viñas de Manuel de Moya (S), de primera calidad . Por la prevención de suelas y cueros se le beneficaba con 1.100 reales. Y por la de paños y bayestas 300 reales. 
María Bartola, (35), tanernera, viuda, tenía un hijo mayor de 18 años,  oficial de hornero y otro menor. En su taberna ganaba 7o reales. 
Manuel Marques Navajo ( 37), maestro de herrador, sin hueso, viudo,  tenía  un hijo de más de 18 años,  herrador, y tres hijos menores y dos hijas. Por el oficio de cosario hacia Granada, ganaba 550 reales. Tenía una mula y un caballo. Los cosarios se encargaban de llevar a los vecinos a Granada y traer los mandados y recados o llevarlos a otras ciudades, recorrían sobre todo el trayecto del camino real hacia Granada, donde  se abastecían de las telas, piezas artisticas, ceras, pinturas,  y otros encargos que les demandaban particualares y asociaciones , sobre todo religiosas, las hermandades. 

SE DENOTA QUE ALGUNOS OFICIOS ESTABAN LIGADOS CON VECINOS PROCEDENTES DE LA ADMINISTRACIÓN DE LA CORTE COMO LOS ESTANCOS Y CORREOS.  

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