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jueves, 30 de agosto de 2018

LOS HIDALGOS DE LA CALLE DE LAS MONJAS

HIDALGOS
Don Juan de Ibáñez  y Baeza (513), procurador de número con lo que ganaba 450 reales , casado, con tres hijos menores y seis hijas.
Poseía una casa en la calle la Peste , de cuatro varas de frente por siete de fondo, linderas con casas de por la parte alta, con doña Francisca de Tapia  por la baja, con casas de  Francisco Cortes.
Compuesta de portal, cocina, cuarto, caballerizas, cámaras y corral (55 reales). Poseía una fanega y tres celemines en el río Guadalcotón, de segunda calidad. Linderas con tierras de don José Serrano de Contreras, don Juan Pernia, del convento trinitario y del madrileño don Fernando Mendoza. Otra fanega y media en la Mota, de sembradura de tercera calidad, lindera con rtierras de don José Serrano de Contreras, doña In´ñes Bernanrda de MIranda, Francisco de Frías y Tomás Guerrero. Gravada con una memoria de tres misas en el convento dominico del Rosario. 
Poseía otra casa en la calle de las Parras, de seis  varas de frente por cuatro de fondo, linderas con casas del presbítero don Juan Cano  por la parte alta, con casas de Francisco Caparrós por la baja. Compuesta de portal, cocina, cuarto primero y segundo principal, caballerizas, cámaras y corral (55 reales). Gravada con una memoria de una misa en el convento franciscano de Consolación y un censo a favor de Catalina Fernández de Frías (61 reales). Poseía dos fanegas en Monterrey de tercera calidad, linderas con tierras de la granadina Mariana Calatayud, convento franciscano de Consolación y convento trinitario. Gravada con una memoria de nueve misas en el convento franciscano de Consolación. Era maestro e primeras letras, que ejercía con la ganancia de 660 reales (60 de propios). Disponía de una jumenta. 
D
on Francisco de Siles, maestro de gramática, casado, con seis hijos (505). Este hidalgo debió estar entroncado con una familia de  gramáticos, algunos de ellos se fueron a América. También conectaron con la nueva familia de Siles en el el siglño XIX, que destacaron en las ramas de la medicina, abogacía y fueron miembros del cabildo municipal. 

Apellido de origen toponímico, relativamente frecuente y repartido por España. Procede del topónimo Siles, nombre de poblaciones en Jaén y Murcia, de una sierra en la provincia de Ciudad Real y de un puerto de montaña en la de Valencia. El étimo del topónimo Siles es dudoso, si bien Albaigés lo hace derivar de la voz castellana –silo-, con el sentido primitivo de “cueva para guardar grano”. Piferrer en su “Nobiliario de los Reinos y Señoríos de España”, dejó escrito: “Por una ejecutoria y certifica¬ción que se dio en el año 1601 a don Pascual de Siles, vecino de Siles, a treinta leguas de Murcia, consta que la casa de Siles reconoce por tronco y progenitor a don Gome de Siles, caballero principal procedente de Silesia, provincia de los estados de Alemania”. Las ramas castellanas de este apellido tuvieron asiento en Béjar (Salamanca), donde Juan de Siles fue Alguacil Mayor, habiendo probado su condición de hidalgo, en 1587, ante la Real Chancillería de Valladolid. Igual probanza de hidalguía hicieron ante la Real Chancillería de Granada, entre otros: Cristóbal de Siles, vecino de Alcaudete (Jaén), en 1686; Rodrigo de Siles, vecino de Iznájar (Córdoba), en 1630, y Beatriz Siles y Morales, vecina de Guadix (Granada), en 1696. Hay miembros reconocidos también en Cabra, como pecheros en el siglo XVII. 

Armas.- El “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica” recoge, en primer lugar: Escudo partido: 1º., de plata, con un peral, de sinople, frutado de oro, y 2º., de gules, con una banda de oro, acompañada de dos cruces, de plata, como la de la orden de Montesa, una




y las monjas del convento de las dominicas

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