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miércoles, 29 de agosto de 2018

ALCALÁ LA REAL EN 1894 fotos


Esta litografía se realiaó en la imprenta y litografía de López y Velasco, con fecha de 1894, en Puerta Real, 5 de la ciudad de Granada. Muestra la Alcalá, de finales de siglo, amurallada por los corralones de las casas y abriéndo su paso principal por la Puerta de Los Arcos.  Se muestra una  panorámica de la ciudad  desde el cerro de la Mota hasta las Cruces en medio de  un paisaje, entre olivos, cereal y entorno serrano.  El tercer muro está muy deteriorado, y encierra con el segundo la iglesia de Santo Domingo de Silos, blanqueada y sin apenas ruina. En la parte alta, el segundo muro deja asomar la iglesia Mayor, la Torre del Hoemnaje y la Torre Nueva de las Cárcel, con las claras muestras de destrucción; la propia  muralla se ofrecía en mejor estado que en el siglo XX. La ciudad se ciñe a la curva del  valle y a ella se adentra por la parte meridional por tres caminos: el camino real o de la Corte, llamado de Granada,  el de la Cruz de los Muladares y el de la Cuesta del  Cambrón. Dentro se yerguen las torres de San Juan y Consolacion de una manera nítida y la mole de los edificios coventuales de la Trinidad (Monjas Altas), Dominicos y, en el más nítido en el centrodel valle , el templo de Consoalción, sin olivdar  la iglesia de las Angustias, y con meno nitidez san Antón. El parque de los Álamos linda con  la puerta, y conserva los mismos álamos que la calzada que adentraba a los visitantes que provenían de Granda. Por las Cruces o Calvario,  nos eha construdio nada, por la distancia no se ven veredas ni los oratorios y cruces del  Vía Crucis.  

La litografía fue un sistema que sustituyó al grabado para una divulgación mas amplia en forma de estampas de diversos tamaños, esta suele denominarse cuartillera; presenta a la imagen antigua de la Virgen  en medio de un cielo, repleto de ángeles, querubines, arcágeles y putti. Asunta al cielo, y con la media luna, el cetro de reina y la corona que compartía con el Niño, no le falta el resplandor y la basa de plata con el anagrama del Ave María.
Estas litografías se concedían con la limosna que entregaban los fieles a los demandantes en forma de trigo, u otros productos ( la seda, por ejemplo), y dinero. Recuerda la estampa el modo de alcanzar las indulgencias del cielo rezando ante la Virgen, en este caso el Cardenal de la Cerda , concedía un buleto de 100 días a los que rezarana ante la imagen una salve.  

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