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domingo, 7 de julio de 2019

LOS MESONES DE ALCALÁ



No es raro que en los pueblos de España se conserven calles o barrios con el nombre de Mesones. Por citar un ejemplo cercana a Alcalá la Real se halla la calle Mesones en Granada. En la ciudad de la Mota, también se encontraba abriendo el arrabal nuevo de la  ciudad que bajaba desde la Mota a partir del siglo XVI, entre el monasterio de la Santísima Trinidad y las Entrepuertas, y con parte lindera de la calle Real y la de los Lagares. Se llegaron a distinguir los Mesones Altos y Bajos. Los mesones existieron en tiempos de frontera tras la toma de la  ciudad por Alfonso XI y debieron sustituir a las posadas y hostales musulmanes, pero adquieren mayor desarrollo desde el reinado anterior hasta los Reyes Católicos, pues se citan varios entre ellos el Mesón del Rey por el arrabal de San Sebastián. debieron repartirse estos edificios a los conquistadores y solían arrendarlos a personas para ejercer mesoneros. Hay familias como los Colomo o los Aranda que tenían mesones. Ante el  escribano Luís de Pareja en uno de enero de 1550, es muy interesante este arrendamiento de casa-mesón entre Francisco de Quesada, en nombre de su padre Juan de Quesada, vecino de Alcaudete y el alcalaíno Sebastián Márfil durante cuatro años, a razón de cinco ducados y 1.250 maravedies anuales. Esta serie de datos y conclusiones se sacan de este documento:
-Este mesón se encontraba ubicado en la calle de los Mesones, lindero con las casas de Alonso Carrillo, el mesón de Pedro Fernández de Aranda, lo que manifiesta que este espacio urbano compartía la zona residencial de viviendas familiares y edificios de función de servicios, como los mesones.
-La vivienda y servicios eran compartidos por estas viviendas denominadas casas- mesones, de ahí que el arrendador se reservara todo lo  que quedaba encima de la escalera, que estaba a mano derecha, con el nombre de aposento.
-También una parte de cuadra para su bestia con la correspondiente entrada libre de ataduras y sin pagar cantidad alguna se la reservaba para mantener el servicio que todavía reservaba el arrendador. Y pone de manifiesto que existía una caballeriza, donde se le dejaba reservada esta cuadra, como era frecuente en estos mesones, alojamiento de los animales y para las personas.
-El mobiliario del mesón refleja muy bien el número de habitaciones dedicadas al alojamiento de viajeros:  cuatro camas de ropas, cuatro colchones de lana, cuatro frisadoras, una jerga, cuatro herpiles de esparto, once bancos de cama-
 -Se cita que existían palacios del mesón con sus correspondientes llaves, excepto dos que no tenían llaves. Curiosamente este término nos refleja la estructura de las casas-mesones con la típica distribución a la manera toledana, donde a través de una puerta principal  y un  portal, generalmente lateral se accedía a un patio y en sus laterales existían los palacios unas estructuras que se abrían con varios vanos, puerta y ventana. Parece que había más puertas de acceso que la principal, porque destaca  esta para el acceso a las caballerizas. 
-El  arrendador , al final del arrendamiento, debía dejar limpias las caballerizas, y,  las puertas con sus llaves, como las recibía, lo mismo que las ropas  y aderezos de los muebles de la cama. Durante el arrendamiento debía cumplir todas las cláusulas de pagos, renta y mantenimiento de las ropas, que no podía sacar. 
A partir de mediados del siglo XVI, se abrieron nuevos mesones en la Tejuela  y Llanillo, aprovechando los caminos y nuevas vías a Granada , Jaén y Córdoba. El último paso, fueron los mesones de la zona de los Álamos.
Zona de los Mesones antiguos

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