EL CAMELLO
Así
se describe toda la sierra del Camello con una longitud aproximada de unos 6.896 metros sin
distinguir el ancho que provenía de las marcas que se nos indican en el Libro
de Visitas de Veredas y la de los
mojones del Libro de Visita de Términos.:
“Y allí acaba la dicha vereda, porque entra en aquellos montes, que es
muy grande cantidad, que de largo de ve ser una legua, sin que del todo los interrumpa
ni corte de tierra labrada de ningún particular, entra en ellos esto que llaman
Los Hoyos de Acequia, y los montes baldíos del Pinillo y la Sierra del Camello
hasta los Endrinales y el cortijo que dizen de Ana Ramos”.
Este
terreno se convirtió en dehesa en el
siglo XVI junto con otras del municipio cuyo beneficio de pastos y fruto
de la bellota disfrutaba el cabildo municipal como una fuente importante de
entrada. En concreto, el disfrute de la bellota tuvo lugar en 1672, que
consistían en 50 fanegas de este lugar y
era subastado entre los interesados que
cobraban a los que poseían ganado de cerdos. . Pero, también se permitió en
esta sierra del Camello que pudiera cultivarse
78 fanegas desde el 1617 , prorrogados
por ordenes reales en 1662, para poder
pagar los compromisos contraídos con la
Corona.
La ciudad también nombraba,
junto un síndico guarda mayor del
campo y seis guardas menores , a tres asalariados de la Dehesa de Mures,
Camello y Frailes. Los primeros tenían por función celar y custodiar los
campos; los segundos, la real ordinaria de plantíos. A mediados del siglo XVII
fueron nombrados por los corregidores y se les consideró como ministros de
justicia, usaban distintivos de ello como medias varas, caballo y una esquela
de bronce con el escudo de la ciudad. Esta, en el año 1674, consideraba que
esto era una función propia del síndico mayor y reservado su nombramiento a los
regidores y así lo aprobó (cf. 12.1.
1674) y, por u n privilegio otorgado por Felipe V en 1705, recayó el
nombramiento en un regidor de la ciudad al que se le permitía nombrar un
teniente
que no fuera forastero no oficial actual de
alguno de los oficios (t.2. Cap.5)
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